Sí, son realistas

Durante el procés hemos caído en la tentación (empezando por mí) de pensar que los catalanes no estaban siendo suficientemente realistas. Por suerte, Iu Forn en El Nacional (un digital imprescindible estos días) nos recuerda que saben de sobra, mejor que nosotros, los tres problemas que tienen sobre la mesa: los políticos encarcelados (de dimensión democrática), la indignación social y la necesidad de un gobierno realmente ejecutivo. Mejor descrito, imposible.

Y en España…

Mientras tanto, en España, una jueza ha absuelto a los seis jóvenes neonazis detenidos en Valladolid “bajo la acusación de integrar un grupo criminal dedicado a incitar el odio contra distintos colectivos y difundir mensajes xenófobos”. Los líderes de organizaciones que, según la acusación, se dedicaban a “difundir y promover entre sus miembros el rechazo a inmigrantes, ideas antisemitas, homófobas y posiciones políticas diferentes”, hoy están libres para volver a hacerlo.

Lo que no es cierto

Quienes quieren ganarse unos “likes” y unos “followers” difundiendo mentiras que suenan bien respecto a los graves ataques a políticos en Catalunya no ayudan en nada a los encausados ni la ciudadanía. En Maldito Bulo explican que en la tele alemana no han informado de que agentes españoles se hayan infiltrado en las manifestaciones independentistas, ni en Baqueira se ha celebrado la detención de Puigdemont, ni en el Kursaal han proyectado una estelada gigante.

Humor entre tanta indignación

Ferrán Martín está haciendo en Twitter esa maravillosa labor del dibujante de actualidad: resumir en viñetas lo que está sucediendo en Catalunya, disfrazando con humor todas esas decisiones indignantes y consecuencias trágicas. Me encanta una de las últimas: Rajoy muestra a Ángela Merkel una urna asegurándole que “es peligrosísima” ante un Puigdemont esposado. La alemana se pregunta: “¿Una urna? ¿Esta es la grave amenaza?”. Eso parece: la democracia les aterra.

Que se cuiden de los “amigos”

De hecho, activistas como Ferrán Martín, que ponen su nombre y su talento al servicio de una idea, son los que tienen que servir para que, de una vez, Catalunya suelte lastre: Silvia Broome tuiteaba que “hay gente que retuitea a Beatriz Talegón en serio. Ahí lo dejo”, como crítica al independentismo. Y es que esta crítica es necesaria: Catalunya, sobrada de mentes talentosas, no necesitan a periodistas ni políticos de medio pelo para sacarles la cara. Es el momento de aligerar el equipaje.

España, culpable

La conclusión de la exconsellera Clara Ponsatí en El Nacional es terrible: “No ha valido la pena hacer política”. Lo afirma con una orden de arresto internacional contra ella por intentar llevar a cabo el mandato democrático de la mayoría de catalanes que votaron a quienes anunciaron que llevarían a cabo un procés de independencia. Ese es el mensaje que traslada España al mundo: hacer política honesta y sin violencia en este estado no sirve de nada. Ya veremos qué hace el gobierno español con tanto cuervo.

¿Saben quién no está en prisión preventiva?

Sigo con El Nacional: mientras en Catalunya hay 25 dramas familiares, de momento, Luis Bárcenas disfrutará esta Semana Santa de su casa de un millón de euros en el Valle de Arán con permiso del juez, que hasta le ha levantado la obligación de acudir todos los lunes al juzgado para que el tesorero del PP pueda alargar su descanso. Lo más sangrante es que “en el sumario consta que pagó 120 mil € para reformarla y las facturas las habría sufragado el PP”. Y no pasa nada.

¿Por qué lo han hecho?

El exletrado del Tribunal Constitucional, Joaquín Urias, ha explicado en Twitter por qué el juez Llanera ha puesto en marcha la más terrible maquinaria judicial contra demócratas: “Para suspender de sus derechos políticos a una persona no condenada la ley exige dos condiciones: que se le impute un delito de rebelión y que esté en prisión provisional”. Es decir, lo que busca Llaneras es que estos representantes de la ciudadanía no puedan ejercer. Sí, son presos políticos.

Ciudadanos, a lo suyo

Decenas de miles de personas se movilizan en Catalunya porque consideran absolutamente injusto que los representantes que ellos mismos eligieron sean encarcelados por intentar cumplir su palabra, e Inés Arrimadas sale a decir que fueron muchos más los catalanes que se quedaron en casa. Josep Maria Mainat ironiza en Twitter: “Inesperada conclusión”, seguramente, para no decir lo que realmente opina, que la insensibilidad de Ciudadanos es ya algo más que indignante.

Todo vale para el convento

Jesús Barcos tuiteaba con acierto: “La euforia que muestra Vox es el retrato de la España que está quedando”. Al mismo tiempo, Rosa Díez, sublimaba la contradicción de los nacionalistas españoles y enlazaba las banderas española y alemana para dar las gracias a quienes habían detenido a Puigdemont. En su cabecera de Twitter podemos leer: “A veces basta con alzar una bandera para descubrir un ejército dispuesto a luchar”. Ojo, hoy el pensamiento de Vox y UPyD en España no es minoritario.

Lo que es normal… Y lo que no

Un problema político tiene que resolverse de un modo político. Y cuando uno (Rajoy) pone en marcha la maquinaria judicial el resultado puede ser disparatado, como está siendo en Catalunya. Es normal que el Supremo hable de “rebelión”, lo que no lo es tanto es activar una vía que está llevando a tragedias personales y familiares a políticos. Repito: a políticos que, de un modo bastante torpe, quisieron avanzar en un proceso independentistas absolutamente legítimo en la lógica internacional.

Sí, son dramas

No es el día para la crítica política: el intento del Parlament de investir a Turull, la decisión del Supremo de procesar a todos los políticos que lideraron el procés, y la salida de Rovira, son los capítulos más dramáticos que estamos viviendo junto con el de las primeras prisiones preventivas y las excusas para mantenerlas. La lógica hace tiempo que ha abandonado a la política y justicia españolas, y ha sido sustituida por la venganza y la incapacidad para resolver un problema.

El papel de la CUP

La CUP también tiene su tragedia: la de lograr su máximo objetivo de descabezar a la antigua CiU y la de ocupar el espacio de la izquierda de ERC. Es lo que quería y es lo que tiene. A eso ha sumado la salida de Anna Gabriel a Suiza, con lo que ya también puede decir que ellos también cuentan con su tragedia (que lo es) particular. La CUP ha forzado y ha bloqueado a su antojo y ha sabido aprovechar su fuerza decreciente para hacer palanca, pero eso no es un mérito, digan lo que nos digan.

El dorsal de Boadella

José Manuel Monje también utiliza ese recurso de que el árbitro anota el dorsal de un jugador cuando éste recibe una amarilla después de varias faltas. Lo mismo ha hecho Boadella, un personaje que brilla ahora como bufón de Libertad Digital y ese entorno: propasarse acudiendo a Bélgica a montar un show. Incluso ha ido más allá, ocupando una sala del Parlamento Europeo para explicar su sátira que, a la luz de los acontecimientos, no tiene nada de gracia.

Madrid, PP

Y mientras miramos atónitos a este exceso político-judicial y esta ausencia de humanidad en Catalunya, escuchamos que en Madrid el PP es una fábrica de lodo. No solo ya porque las explicaciones sobre el máster de Cristina Cifuentes generan cada vez más dudas sobre su legalidad (que ya es grave): en la sede del PP apuntan al fuego “amigo” como fuente de la filtración. Francisco Granados o Ignacio González podrían estar detrás del intento de derribo de la presidenta de Madrid.

Los motivos

Como la autora del post en Magnet, les pido que “disculpen las molestias”, pero creo que la huelga de ayer tuvo un efecto perverso: mujeres señalando a mujeres porque decidieron trabajar. Por supuesto, soy consciente de los motivos para la reivindicación y la protesta, y por eso los comparto: Ariane Aumaitre ha recopilado diez gráficos vergonzantes que muestran la posición de inferioridad de la mujer en el trabajo, las labores del hogar, la brecha salarial y hasta la pobreza.

Los aliados

La de ayer también fue una jornada propicia para “los aliados feministas”, esos hombres que, en los casos más extremos, llegan a señalar a mujeres por su falta de compromiso con el feminismo, es decir, la igualdad. Insisto en que estos son los menos, los más no perdieron la oportunidad de intentar marcarse un tanto (con tanto empalago que, sí, parecía sospechoso), de ofrecerse a cubrirles en el trabajo o en casa incluso repitiendo roles machistas y, sobre todo, de contarlo.

El postureo

Ayer empecé el día en una reunión con más mujeres que hombres, liderada por una mujer, y en la que la mayoría de ellas, estoy seguro, ganaba más que yo. Permítanme que piense que eso es celebrar el 8 de Marzo, y no lo que denunciaba Juan Antonio Giner: “¡Cuánto cinismo! Diarios deportivos machistas con páginas de chicas, diarios con anuncios de contactos y programas de televisión donde importa más el look de una presentadora que su inteligencia y competencia periodística, hoy, dando intolerables lecciones de feminismo”.

Hay que ser posibilista

Aplaudo que Toni Comín y, sobre todo, Carles Puigdemont, hayan anunciado que renunciarán a sus actas como parlamentarios catalanes para posibilitar la investidura, según El Español, de Jordi Turull o Elsa Artadi. Más allá de las predicciones de este medio en materia catalana, que el nacionalismo catalán empiece a ser posibilista es una muy buena noticia. La política es eso: hacer posible lo que sea necesario por el beneficio de la sociedad. Catalunya arranca, y eso es magnífico.

Cómo se hace una portada

Ya va tocando que dejemos de hablar de Fariña pero, primero por el secuestro judicial, después por el éxito de la serie televisiva y, finalmente, por el modo en el que se desenvuelven en redes sociales, lo haremos una vez más. En esta ocasión porque Artur Galocha ha explicado en Twitter cómo creó la portada con el fardo de cocaína abierto. Un proceso muy artesano y elaborado que termina en un buen trabajo, sobre todo, comparándola con la mayoría de portadas, que suele ser horrible.

El turno de noche, activo

Las palabras de Andoni Ortuzar sobre la manifestación de los sindicatos de la Ertzaintza contra el Gobierno Vasco tuvieron una respuesta significativa en Internet. Primero, es evidente que los ertzainas son más de Facebook que de Twitter; segundo, que están muy bien coordinados: en unas pocas horas fueron todos los comentarios en el mismo sentido; tercero, que prefieren no dar la cara y actuar desde perfiles anónimos. Sí, ya me sé lo de la seguridad, pero también me sé lo de los trolls y las excusas.

Pero sin respuesta

Los y las ertzainas tendrán que explicar muy bien a la sociedad vasca (y no solo por medio del exabrupto anónimo en Facebook) por qué han elegido ponerla en riesgo, abstenerse laboralmente por medio de bajas médicas y enfrentarse a políticos nacionalistas y socialistas, como forma de protesta. Y más cuando los gobiernos vascos, del PNV pero también del PSE, han impulsado socialmente y protegido a la Ertzaintza sistemáticamente, sobre todo en los peores momentos.

Puigdemont coge altura

Carles Puigdemont ha dado, por fin, un paso a un lado, y en cuanto lo ha hecho ha cogido altura. Así de fácil era y sigue siendo: Catalunya necesita un president, pero uno que sea posible elegir y que desatasque esta situación. Catalunya no necesita nuevas elecciones, que el independentismo siga enrocado ni el unionismo campando a sus anchas con un 155 que les da lo que no consiguen en las urnas. Es tiempo de coger altura y de reivindicar desde la acción (el mejor modo posible) lo hecho.

Y el PP sigue a lo suyo

El PP tiene un problema de barro: le sube y no puede hacer nada salvo intentar flotar sin ahogarse. Una tarea imposible. Así, con el traje lleno de lodo, cada vez que intentan sobreponerse acaban haciendo un buen ridículo: el modo en el que buscan sacar pecho porque Puigdemont recula, según ellos, forma parte de su interminable cadena de errores en Catalunya, la que le ha llevado a una posición ridícula en el Parlament y a naufragar en la política española.

Y ahora, ¿qué opinamos?

Vivir contra los poderes siempre es más fácil. Revelarse contra la injusticia que sufre un cuerpo ajeno siempre es más reconfortante. Por el contrario, alabar a los jueces cuando uno basa su discurso en un sistema judicial fallido, es una faena. Así que, ¿cuál es el requiebro argumental de los progres de carné, ahora que el Supremo ha absuelto por unanimidad a Cassandra Vera, la tuitera que fue condenada por los chistes que publicó sobre Carrero Blanco 44 años después de su asesinato?