Lo peor es que el PP está cómodo

El lunes me enchufé al 24h de RTVE para seguir, en directo, la entrada de la ultraderecha en un gobierno autonómico y la peor sensación que tuve fue la de la normalidad: la noticia más trágica es que a Fernández Mañueco se le ve cómodo acogiendo a Vox en su seno, contando con un vicepresidente y varios consejeros del partido de Abascal, defendiendo la ruptura de consensos básicos en materias tan importantes como la violencia de género o la memoria histórica, y escuchando de boca de García-Gallardo que su plan es devolver competencias al estado empezando por Castilla y León. Eso es lo que abrazan. Eso es lo que rechazamos.

Y Vox, haciendo caja

Una de las promesas de Vox es que va a adelgazar el estado autonómico para poder bajar los impuestos. Pero en su primer contacto con el poder autonómico se asegura un presidente del parlamento que cobra más que Pedro Sánchez y un vicepresidente del gobierno sin competencias pero con gabinete propio, básicamente, para hacer más política que gestión. No, no es contradictorio: es incoherente, como todo lo que hacen y dicen. Por supuesto, lo saben y, por descontado, les da igual: Vox es un partido antisistema y ultra, y solo podemos esperar comportamientos que respondan a esa definición.

¡Y eso que es de Segovia!

Sí, he tenido que buscar en Google cuántas provincias forman Castilla y León, pero yo no soy senador y portavoz en la cámara alta por esa comunidad autónoma. Pero que Javier Maroto (empadronado en un pueblo de Segovia) se haya equivocado contando provincias es lo de menos: su argumento es ridículo. “El Gobierno de Castilla y León es de los más importantes de España porque afecta a ocho provincias” (Eldiario.es). Entonces, ¿el de Madrid es de los menos importantes? ¿Es más importante el gobierno castellano-manchego que el catalán porque tiene una provincia más? Parece que alguno está nervioso con el cambio de gran jefe.

No hay caso, hay cohorte

Después de varios meses de investigación y noticias casi al minuto, me parece muy inverosímil que Pablo Iglesias e Irene Montero contratasen a personas cuidadoras de sus hijos como asesoras o asesores para ahorrarse unos euros, o que algunos asesores o asesoras completasen su jornada como niñeros y niñeras. Pero de lo que tampoco tengo dudas, después de leer lo leído, es de que el vicepresidente y la ministra de Igualdad, en el ejercicio de su cargo, contaron con una cohorte de gente dispuestísima a echarles una mano. Podemos llamarlo carisma, liderazgo, lealtad, seguidismo e incluso peloteo. Pero nada de eso es delito.

Sí, somos nosotras y nosotros

Los casi cincuenta días de guerra, las imágenes terribles que vemos casi a diario, la actualidad política española y hasta el buen tiempo han hecho que nuestra atención descanse momentáneamente de la invasión rusa sobre Ucrania y la amenaza nuclear. Pero nuestros dilemas, como el sufrimiento de las víctimas, siguen ahí, y nadie mejor que Daniel Innerarity en Twitter para recordarnos a qué nos enfrentamos: “No es tanto una cuestión de hasta dónde pueden llegar las sanciones económicas a Rusia como hasta dónde estamos dispuestos a llegar con unas sanciones que también nos perjudican”.

Yo, también

No me escondo: yo también me siento “preocupado y pesimista”, como Macron, por las consecuencias que pueda tener la invasión rusa sobre Ucrania. No me fío ni un pelo de Vladímir Putin, al que puede que nada disuada de usar el botón nuclear, ni siquiera el papel de gran consumidor de sus recursos naturales que han jugado los países de Europa. ¿Qué le impide acabar con todos nosotros? ¿Qué le impide masacrar a la población ucraniana? ¿Qué le impide ampliar su radio de destrucción al resto del mundo? El presidente francés insiste y alerta: tenemos que prepararnos “para todas las posibilidades. También las peores”.

Es así de fácil

Si sobrevivimos a la amenaza nuclear que nos atemoriza como la espada de Damocles, tenemos que abordar rápidamente las cuestiones que plantea Natalia Fabra en Twitter: “¿Hasta cuándo va a consentir la Comisión Europea que los consumidores europeos se empobrezcan a favor de las grandes energéticas?”. Sé perfectamente que los problemas complejos no tienen respuestas sencillas, pero también sé que este no es, precisamente, un problema complejo: el sistema de tarificación encarece la factura más que la falta de suministro, y eso es solo fruto de una decisión revocable.

Es una mala idea

Dejar de financiar la invasión rusa activando la compra de recursos energéticos a otras dictaduras o democracias que rozan lo bananero no me parece una buena idea. Para empezar, porque como principal agente desestabilizador mundial del siglo XXI, es posible que Putin ya haya negociado antes e incluso es posible que el gas y el petróleo que acabemos usando sea ruso pero vendido por venezolanos, iraníes o saudíes que podrán seguir manteniendo su reserva mientras hacen negocio. Pare terminar porque esta es una guerra de la democracia contra sus enemigos, y es imposible librarla si dependemos de los segundos por turnos.

Podrían taparse un poquito

Todos los sindicatos van a beneficiarse de la subida que acaba de aprobar el gobierno español para sufragar sus actividades: “Pasan de 13.883.890 euros a 17 millones. Esta cantidad supera ya a la que el Gobierno concedía antes de la última crisis económica, cuando el montante llegó a rozar los 15,8 millones de euros” (El Independiente). El incremento coincide también con incrementos en el precio de la luz y el combustible que el ejecutivo español (el competente) tiene la obligación de abordar. Si no lo hace y no hay contestación sindical cuando caen los millones podremos hablar, hoy también, de arbitrariedad en la actividad sindical.

No puedo estar más de acuerdo

Esto de Eldiario.es tiene unos días pero me parece que no va a perder su vigencia en varios años: “No tienes ‘síndrome de la cabaña’, es que no quieres volver a la vida de mierda. El enésimo intento por patologizar todo lo que nos pasa: presentar como problema psicológico nuestras pocas ganas de recuperar las vidas ansiosas e hiperproductivas de antes del coronavirus”. Es cierto: no echamos de menos todo lo que sucedía antes de la pandemia y hemos descubierto que el teletrabajo y la educación presencial conjugan muy bien. Por si fuera poco, sufrimos la gran incertidumbre de la guerra. Igual, simplemente, me gusta mi “cabaña”.

¿Quién es el listo?

Cuando leí que hay gente comprando colores y, según quien se los vende, el derecho de su uso gracias a la tecnología NFT (esa que asegura que solo tú tienes acceso a un archivo), lo primero que pensé es que el que se compra un color para cobrar por su utilización más adelante se creerá superlisto, pero el que le gana de calle es el que le ha vendido semejante libra de guano. Esta tecnología, que en sí misma puede ser muy útil, por ejemplo, salvaguardando la propiedad de cualquier creación digital, también está siendo muy práctica como detector de incautos. El timo de la estampita con unos y ceros, y sin pasar frío buscando primos.

Ya es algo personal

Albert Rivera y José Manuel Villegas no solo se equivocaron cuando creyeron que habían accedido a una especie de pensión vitalicia pero por lo privado: su dejación de responsabilidades ha generado verdadero malestar en quienes confiaron en ellos a razón de varios cientos de miles de euros al año. Lo dejan claro la dureza de los envites desde el despacho Martínez-Echevarría y el hecho de que hayan contratado a un abogado especializado con esta intención: “No llegaremos a un acuerdo ni aunque consista en pagarle 1.000 euros” (Eldiario.es). De la que apenas quedan dudas es de la ineptitud de los de Ciudadanos.

Nacionalismos derrochadores

Esta semana tendremos oportunidad de observar las distintas reacciones on-line a los resultados de las elecciones de Castilla y León. Mientras van llegando podemos fijarnos en otras noticias que nos ha dejado el PP este fin de semana: “Almeida se ha gastado más de medio millón de euros en banderas de España en dos años y medio” (Público). Al final, va a ser cierto que hay un nacionalismo derrochador y preocupado más por los trapos que por las personas, por las apariencias más que por la gestión. Casi 600.000 €, en dejar claro que la capital de España es España y cuáles son sus prioridades como portavoz nacional del PP.

Con nuestro dinero

Paypal es una gran idea: una especie de pasarela de pago del pagador que da mucha más seguridad y certidumbres que ir metiendo nuestro número de tarjeta en cada página web. Lo malo de Paypal es que su fundador, para sorpresa de nadie, es un conservador estadounidense muy relevante que ahora va a formar en activismo on-line a los candidatos trumpistas, según Emilio Doménech. Lo grave del asunto es que Peter Thiel (así se llama el pájaro) ha estado unos años en Facebook, ¡qué casualidad!, la plataforma acusada de haber servido para la difusión de fake-news que beneficiaron al ultra teñido. O ultrateñido.

Dentro de poco inventarán la llave

Otro sospechoso de forrarse con la tecnología mientras esconde temporalmente una moral reprobable es Elon Musk, el fundador de una empresa tremendamente sobrevalorada como es Tesla. Una marca de coches que, recordémoslo (siempre viene bien), vende sus derechos de contaminación para ser así de rentable. También harán bien los coches, no lo discuto, aunque a veces dejan muestras de que todo no está tan bien pensado como nos hacen creer: se ha hecho viral el vídeo de un propietario que no puede abrir su Tesla (de varias decenas de miles de euros) en invierno porque el frío impide que reconozca su huella dactilar.

Una buena historia…

El periodismo ha abandonado las historias: ya solo importan las noticias de alcance. Incluso las crónicas parecen formatos para románticos, como las cámaras analógicas de fotos. Pero sigue habiendo buenas historias, como la que leemos en República.com sobre la posible connivencia entre PSOE y esa parte del entorno de la Izquierda Abertzale tan próxima a los miembros de ETA, en concreto, entre Jesús Loza, entonces delegado del Gobierno español, con abogados como Julen Arzuaga y Txema Matanzas, o el miembro de ETA Jorge García Sertucha. Entre ellos habrían hablado de una relación “dopada” para favorecer a terroristas condenados.

No es lo mismo que un buen tuit

Sin embargo, la posibilidad de tener entre manos una buena historia sigue dando un subidón no ya a periodistas, sino a personas de cualquier otro sector con una cuenta en Twitter. Y luego, pasa lo que pasa: Rafael Varón ha registrado una carta lamentando “sobremanera” el “error de apreciación” que le llevó a escribir un hilo en Twitter criticando con dureza a instituciones públicas de Gasteiz. El alcalde Urtaran, también mencionado en los tuits, acepta la disculpa y recuerda que “no se puede vapulear en las redes gratuitamente a una persona sin contrastar mínimamente el hecho en cuestión”.

Más información

Soy muy crítico con el periodismo de hoy, y creo que especialmente desde que empezó la pandemia hemos desaprovechado una oportunidad inigualable para desmarcarnos de quienes lanzan bulos o, simplemente, hablan de temas que dan pie fácilmente a la desinformación. Pero también creo que la ciudadanía se ha desentendido y se limita a exigir información a cambio de nada mientras participa en campañas llenas de mentiras, como podemos apreciar en el extenso reportaje en Maldita.es sobre los “8 meses de desinformación en Canarias” para explicar “cómo los bulos de la crisis migratoria afectaron a la convivencia”.

¿¡Errores!?

Ni todos los periodistas colaboran con medios que intoxican, ni todos los políticos roban, ni todos los curas son pederastas y violadores. No obstante, sobre esto último es inevitable pensar que la Iglesia sí ha jugado un papel encubridor muy preocupante. Ante las evidencias (empezando por la de que no hablamos de una práctica generalizada), lo que no tiene sentido es calificar de “errores”, como hace Isabel Díaz Ayuso, unos abusos sexuales a menores que son delito y que han llevado a suicidios, a traumas de por vida y a sufrimientos personales inimaginables, solo por posicionarse frente a la izquierda.

“Dos horas”

Esta línea en Eldiario.es sobre el serial del despido de Albert Rivera es maravillosa: “El ex líder de Ciudadanos pide una indemnización por despido de 500 días por año trabajado cuando él reclamaba que fuera de 20”. Pero la grave de verdad me parece esta otra: “El bufete de abogados reta a Rivera a plantear una demanda en los tribunales, condición que supondría que se hiciese público su salario y sus condiciones laborales. Fuentes del sector citadas por El Confidencial sitúan su retribución por encima de los 450.000 euros” cuando “según el registro de horas, Rivera acudió, en algún mes, dos horas a las oficinas”.

Ni falsos dilemas…

No es que Isabel Díaz Ayuso sea una nostálgica del franquismo, es que no le importa abrazar a la extrema derecha siendo conocedora sin problemas de todo lo que ello implica. Y al más puro estilo trumpista (otro que abrazó a los nazis), se saca de la manga falsos dilemas para justificar, blanquear y apuntarse a las vergonzantes listas del colaboracionismo: “Si hemos de pactar, prefiero a Ortega Lara que a quienes lo hacen con sus secuestradores”. ¿Tiene ella que pactar con Bildu en Madrid? ¿Lo tiene que hacer el PP en Castilla-León? Si su opción es Vox, lo es. Y la retrata. Igual que cuando intenta tratarnos como a idiotas.

…Ni falsos fascistas

En cualquier caso, lo que ha hecho Isabel Díaz Ayuso no es un anuncio: el PP ya trabaja con Vox a diario, empezando por Madrid pero terminando en cualquier esquina de España. Y no solo de España: “PP y Vox ponen trabas a la visita de eurodiputados al Mar Menor” (La Opinión de Murcia). Ortega Smith en la capital española y Jorge Buxadé en Bruselas son sus interlocutores, igual que Espinosa de los Monteros lo es en el Congreso, donde el PP preparó el cambalache de UPN con pleno conocimiento del de Vox. Quien es capaz de llegar a arreglos con estos personajes muestra una forma diáfana de hacer y de pensar. No hay más.

Así se quedan sin tiempo

Esto de Eldiario.es es una muestra de la misma forma de hacer: “La Región queda fuera del reparto de los 109 millones de euros de fondos europeos de inclusión por no presentar ningún proyecto”. O mantienen una relación fluida con la extrema derecha española o gestionan sus autonomías. En el PP no tienen tiempo para todo, está claro. Pero sí tienen un comodín: echar las culpas al gobierno español, al PSOE y a sus socios, de todo lo que pase. Un comodín que a veces parece que no les funciona tan bien como creen en el PP. Pero tampoco descarto que las elecciones castellano-leonesas avalen esta política de las derechas.

Liberal en lo de los demás

Como Ícaro Moyano, yo también estoy disfrutando de la caída de careta de Albert Rivera: “El culebrón del despido de Rivera me tiene living. No es que no haya dado palo al agua en dos años, es que ni va a ‘trabajar’. Eso sí, el liberal quiere ahora cobrar incluso los años que le quedaban de contrato. Era un bluf incluso mayor de lo que parecía”. El resumen, como siempre en el caso de este periodista, es buenísimo. Y el retrato de Rivera que están haciendo sus jefes, de una calidad inigualable. Pero quienes deberían de dar la cara son quienes nos lo vendieron como un renovador, un mirlo blanco y un rayo de esperanza.

En Nafarroa, también

García Adanero y Sayas son dos tipos tan encantados de haberse conocido que en vez de enterrar su traición y pasar página rápidamente, siguen moviendo el árbol. Pero lo que han hecho es tan difícil de defender que hasta sus propias palabras les acusan: cuando Santiago Cervera fue expulsado de UPN en 2008 por no apoyar los presupuestos de Zapatero, el propio Adanero dijo: “Lo normal, lógico y coherente es que si abandona ese partido político abandone también el cargo. Cuando uno no abandona, eso en política tiene un nombre que es transfuguismo”, como bien recuerda Dani Álvarez en Twitter.