Crispación

Si Alberto Muñoz ha escrito en El Periódico de España un párrafo inapelable, ¿quién soy yo para añadir nada más? Así que, ahí va: “Nueve de cada diez españoles esperan más de sus dirigentes. Esperan que bajen el tono, que lleguen a acuerdos y que resuelvan cuestiones clave para el futuro del país como son el precio de la energía, la lucha contra la violencia de género y los desafíos derivados de la invasión de Ucrania. Así lo refleja una encuesta publicada por el CIS en la que, además, se señala como responsables de esa crispación al PSOE y a VOX como principales agitadores del mal ambiente”. Ahora, que lo lean los referidos.

Condición

También me parece inapelable el tuit de Aitor Salinas-Armendariz sobre la noticia de que Bildu “exige a Sánchez una excarcelación masiva de presos de ETA” (Vozpópuli). El abogado tiraba de retranca: “Yo pensaba que lo de ‘condicionar la acción política en Madrid a la defensa de los intereses de unos pocos frente a los intereses de la mayoría de los vascos’ era lo que Bildu recriminaba a otros”. Esta legislatura en el Congreso está resultando bastante curiosa, pero nada más asombroso que las contorsiones de Bildu para parecer el PNV, servir a ERC, sostener al PSOE y contentar a su núcleo duro.

Financiación

La democracia es cara, pero cualquier alternativa lo es aún más, sin dudas. Y la financiación es importante para poner en marcha campañas y sostener partidos políticos que articulen reclamaciones. Así que, sí, es lógico que el reparto del dinero preocupe ahora en la gran coalición a la izquierda del PSOE en Andalucía que no supieron armar. Podemos se ha quedado fuera después de perder a su propio juego, y ahora les toca a todos recomponer la imagen de la agrupación, defender su posición dentro de ella y averiguar cómo pagan ahora la campaña. Hablamos de 1,5 millones de euros, según El Independiente.

Adhesión

También anda fino Niporwifi cuando tuitea: “Si hace un año alguien nos dice que Finlandia en 2022 iba a solicitar su adhesión a la OTAN lo habríamos tomado por loco”. Hasta hace un año solo oíamos hablar de la OTAN cuando veíamos en los PGE la partida destinada a la compra de armamento a la que obligaba la organización al estado español. Desde que Putin decidió invadir Ucrania volvemos a hacerlo como espacio de seguridad y solidaridad en el caso de que un loco decida invadir militarmente otro país por el morro. Y esto ya no es una hipótesis que roza el chiste, es una posibilidad real, por desgracia, sobre todo, para las y los ucranianos.

Y hundimiento

Estoy seguro de que Víctor Ventura se ha esforzado en explicarnos en El Economista en qué demonios consistía el “criptochiringuito financiero” que ha generado la caída de las monedas digitales, una detrás de otra. Lo que sí me ha quedado claro es que esta primera pieza del dominó usaba la tecnología para generar una percepción de crecimiento que atraía a nuevos inversores que eran los que pagaban la fiesta, y que el dinero se ha volatilizado (¿se ha volatilizado o ha cambiado de manos?) en cuanto ha surgido un fallo (¿ha surgido o lo han hecho surgir?). Demasiadas preguntas para respuestas tan sencillas.

Ahora, el combustible

En la juerga de la escasez y el encarecimiento no podía quedarse fuera un sector que siempre ha sabido participar en las crisis como ninguno: el del crudo. “El precio del litro del diésel y de la gasolina está subiendo prácticamente a diario. Las tarifas medias alcanzadas (…) se están acercando peligrosamente a las cifras récord históricas registradas”, según Autopista.es. ¿Razones? Las de siempre: que llega el invierno y las tan socorridas “situación macroeconómica y otro tipo de tensiones geopolíticas”. Como excusa, pocas coletillas hay mejores que la del sector petrolífero, el mismo que nos entretiene con el fútbol.

Y por supuesto, la comida

Y si suben la luz y la gasolina, por supuesto, sube todo lo demás, empezando por los alimentos: “Lo que viene es peor, nuestros márgenes son pequeños y los costes se disparan”, leemos en El Economista. No parece que el abastecimiento vaya a estar en peligro ni siquiera ante la cercanía de la Navidad, pero sí “hay un riesgo real para la recuperación”. La recuperación del sector, que sin la hostelería se ha resentido, pero también la recuperación global: no hay sector que no vaya a estar afectado por la crisis. Necesitamos asumirlo y actuar con responsabilidad individual pero también social.

El PP ha dado con la fórmula

El partido de Pablo Casado ha dado con una fórmula económica muy beneficiosa para sus intereses pero no necesariamente para los de la ciudadanía: “Las comunidades del PP prometen bajar impuestos en 2022 mientras exigen más dinero al Gobierno central” (InfoLibre). Dan buenas noticias a la ciudadanía a la vez que desgastan al gobierno español. Parece un plan sin fisuras sobre el papel, pero debajo de él hay personas que perderán sus protecciones por un cálculo político, y eso es intolerable. ¿La solución? El concierto económico: si recaudasen y gestionasen, las comunidades del PP no se atreverían.

¿Dejaremos de trabajar?

Eso es lo que se preguntan en Xataka: ¿puede trasladarse a Europa la dinámica laboral estadounidense? Llevamos ya varias semanas leyendo sobre cómo en esta país hay gente que ha decidido dejar de trabajar porque incluso en EE.UU., sin apenas escudo social, estar en casa es más rentable que las condiciones laborales de muchos puestos. En concreto, respecto a 2010, se ha duplicado el número de personas que ha decidido hacer “la gran renuncia” y no regresar a su puesto. Y entre quienes lo hacen, un 50% valora cambiar de trabajo. Esta última tendencia sí parece que sucede también en Europa.

No, Twitch no es la solución

Después de la filtración en la que conocimos las cifras que manejaban algunas estrellas de Twitch como Ibai Llanos (que podía haber ingresado solo en esta herramienta 1,52 millones de euros entre agosto de 2019 y octubre de 2021), el propio Llanos quiso dejar claro que la en la plataforma no atan a los perros con longanizas. Ahora, leemos en La Vanguardia que “Ibai tiene razón: solo el 5% de los streamers han ganado más de 1.000 dólares este año en Twitch”. No solo “la gran mayoría no gana nada. Algunos incluso pierden, teniendo en cuenta la inversión en material y la falta de ingresos”, según La Vanguardia.

Pinchan el balón

Lo insinuaron y lo han hecho: con los precios de la luz por las nubes las empresas productoras han decidido dejar “fuera del mercado eléctrico” energías limpias y baratas como la fotovoltaica y la eólica. Para chulo, su pirulo. Esto no es un órdago y aunque la medida sea “perfectamente legal” también es perfectamente criticable como un chantaje y secuestro de recursos en su propio beneficio: las eléctricas, a las que gobiernos del PSOE y el PP han consentido como a hijos malcriados, no van a renunciar a su pastel y les importan poco o nada las consecuencias sobre las personas. Los entrecomillados son de El Economista.

Carmona se ha dejado manipular

No niego ni por un segundo la valía profesional de Carmona para ser nombrado vicepresidente de Iberdrola. Pero dados los últimos acontecimientos cualquiera podría pensar que quien fuera diputado en la Asamblea de Madrid por el PSOE (y habitual de los micrófonos en representación de la pata rancia del socialismo) se ha dejado utilizar a cambio de un buen puesto. Es como si Iberdrola hubiera decidido colocar justo ahora a un ex del partido del presidente español para enfangar aún más la refriega entre eléctricas y gobierno del Estado, y demostrar, una vez más, su capacidad para hacer lo que les da la gana.

Hablemos de Iván Redondo

No me ha parecido tan criticable la entrevista que Iván Redondo ha concedido a Jordi Évole. El exjefe de gabinete de Pedro Sánchez fue muy esquivo en algunas respuestas y un poco engolado en otras pero, en general, solo hizo lo que siempre ha anunciado: defender y proteger su trabajo y a quien le llamo para hacerlo. No estoy de acuerdo con él en mucho de lo que dijo y, deliberadamente, no fue muy hábil mintiendo u ocultando detalles: prefirió dejar claro que él es un pretoriano de Sánchez (que no del PSOE). Eso es cuestión de estilo, pero dejar claro que los asesores políticos hacen su trabajo es casi una necesidad.

Casado se equivoca de momento

Pablo Casado ha decidido dejar claro que su modelo de hacer política es copiar a José María Aznar. Nunca lo ocultó, realmente, pero ahora lo ha dejado casi por escrito: su intención es convertir al PP en el partido de derechas español, de todas las derechas, desde los liberales hasta los más rancios. Es decir, su intención es hacer lo que hizo Aznar… Pero en un momento diferente, lo que lo cambia todo: ahora la extrema derecha sí tiene quien la represente y lo hace en unos términos que Casado nunca podrá abarcar si quiere mantener cierto contacto con el centro. La ambición le ha empujado a la estrategia. Veremos si se equivoca.

Primer aviso

La caída de Smart Life, una aplicación que permite centralizar diferentes servicios (como Alexa) y la domótica de tu casa, ha sufrido una caída durante el fin de semana, de modo que ejercer ese control desde el móvil resultaba dificultoso. Realmente, no es la primera vez que sucede algo así ni parece especialmente grave, pero sirve para recodarnos el peligro al que nos exponemos si fiamos a una empresa la gestión de los elementos que necesitamos para el día a día y que, a la vez, buscan conocer todos nuestros hábitos para vender esos datos a marcas que quieren mejorar sus productos. El control de nuestra vida tiene que seguir siendo nuestro.

Es el mercado, amigo

Mientras en una televisión española daban voz a un hostelero que se quejaba de que la gente no quiere trabajar (y resulta que tenía denuncias por sus condiciones laborales, además de mostrar simbología ultraconservadora en su local), “los salarios se disparan en Reino Unido a medida que se agudiza la escasez de trabajadores” (El Economista). Como dijo Rodrigo Rato, “es el mercado, amigo”, y si un sector demanda mano de obra y esta escasea, tendrá que mejorar su oferta para captar talento y carga de trabajo. Lo que resulta difícilmente explicable es que sigamos viendo condiciones abusivas y a empresarios sinvergüenzas en la tele.

Igual no era tan buena idea…

Según El Blog Salmón, la “relocalización” empieza a extenderse. Es decir: quienes emprendieron el viaje hacia China para abaratar la fabricación de sus productos y obtener mayor margen de beneficio empiezan a buscar otros países (Vietnam o Marruecos, en menor medida) o a regresar, directamente, a países que abandonaron como España. ¿Por qué? Por razones evidentes: producir y trasladar desde China es ahora más difícil que nunca y, por lo tanto, más caro, y parece que algunos indicadores aventuran que esos precios más altos se sostendrán, fomentando esa vuelta o, por lo menos, el acercamiento.

Empiezan las malas noticias

Las buenas noticias en economía son como las perseidas: las puedes una vez al año si el tiempo no lo impide y, si no estás atento, te las pierdes. Así que empezamos con otras más habituales: “El PP pide que se indemnice a empresas que han sido condenadas en reiteradas ocasiones por haber vulnerado los derechos de las personas trabajadores y que, además, han estafado millones de euros a la Seguridad Social”. Ese es el acertado resumen de Julen Bollain sobre la petición del PP de indemnizar a las empresas afectadas por la Ley Rider como Glovo, Uber o Justeat. No es el mundo al revés, es una mierda pinchada en un palo.

Un despido en directo

La telebasura en España ya ha alcanzado otro hito: un despido en directo, el de Antonio Canales, que supo durante una emisión que Sálvame no iba a renovar su contrato. No solo eso: la presentadora, Carlota Corredera, también dejaba claro que el programa dejaba de contar con un tertuliano “por primera vez en su historia”, para que la humillación fuese completa. Pero el circo no había terminado porque consumado el despido televisivo, Corredera advertía al resto de colaboradores: “Algunos termináis el contrato a finales de agosto y otros a finales de septiembre”. Luego, que por qué vemos Amazon Prime.

Así somos

Telecinco nunca se ha ocultado: es una cadena que genera contenidos y caras para alimentar sus propios programas en una especie de parrilla televisiva circular con olor a pis. Peores son esos medios, esos programas y esos periodistas que van de dignos e incluso dan lecciones pese a participar en cadenas y emisiones hechas con retazos. Mr. Insustancial, un buen conocedor del medio, lo escribía muy clarito en Twitter: “Cuando leo a un redactor de un medio pidiendo vídeos o fotos para emitirlos pienso en un panadero que le pide a sus clientes que le lleven la harina para que les pueda hacer el pan”.

Intolerable

¿Qué clase de orangutanes con dinero dirige el fútbol europeo? ¿Cómo podemos mantenernos como si nada ante la UEFA, que no permite iluminar un estadio con la bandera arcoíris? ¿Qué tomadura de pelo pretende el organismo cuando explica que para ser “neutral” prohíbe una adhesión al colectivo LGTBI en Alemania porque puede molestar en Hungría, gobernada por un sosias de Abascal? Ya dejaron una pista sobre su cavernicolismo Čeferin y compañía cuando abrieron una investigación a Neuer porque su brazalete de capitán era de los colores del Orgullo. ¿Y ahora, esto? La última palabra tiene que ser nuestra.

Inaceptable

Podría aceptar como parte del juego político que Díaz Ayuso, como hizo Martínez Almeida, pretendiesen colarnos que pueden hacer algo desde sus despachos en Madrid contra los indultos a los presos políticos catalanes. Me parece un insulto a la inteligencia de la ciudadanía, pero de su crédito gastan. Lo que me parece en todo punto inaceptable es que la presidenta de una comunidad difunda contenidos de un medio de comunicación reconocido por extender bulos sistemáticamente. La mención a OK Diario, con la cantidad de medios que recogían la noticia, no es casual, pero debería de ser delito.

Irresponsable

Caldear el ambiente señalando a unos políticos concretos y unas aspiraciones nacionales legítimas como el enemigo a batir (enchironándolo) es una irresponsabilidad. Una irresponsabilidad que comete el líder del principal partido de la oposición en España (irrelevante en Catalunya y la CAV, por otro lado) cuando “ordena ‘apretar’ con los indultos y alarga sine die la campaña de firmas” (El Independiente). Y si la tensión crece y nadie puede detener la escalada, ¿mirará para otro lado? Y si el monstruo de la extrema derecha engorda y coge fuerzas, ¿se preguntará cómo ha podido pasar?

Inexplicable

“La factura del gas afronta una subida del 4% desde el 1 de julio en pleno récord de luz y gasolina”. Ese es el titular de El Confidencial que resulta lapidario para la economía del pagador medio. ¿Cómo puede ser esto posible? ¿Cómo podemos estar abonando cada vez más por lo mismo sin que nadie pueda regularlo ni remediarlo? No es el mercado, amigo, como decía Rato (y qué bien lo aprovechó): es el mercado enemigo que enriquece a los más ricos y aprieta a la clase media, la que también sufre en mayor medida los impuestos. ¿Qué podemos hacer como consumidores? ¿Y los gobiernos?

Imbéciles, somos imbéciles

El español, el vasco y el catalán son como el toro de lidia: si no se le torea se extingue. Así nos llevan mareando, enseñando el trapo rojo y metiéndonos la pica, las banderillas, alguna vez el estoque, pero nunca el descabello, para desangrarnos sin matarnos porque alguien tiene que seguir pagando la fiesta. “Don Juan Carlos sacó 100.000 euros mensuales en efectivo durante cuatro años”. Lo desternillante es que el titular de El Economista empiece con un “Don”. El nuevo dato forma parte de la investigación al emérito y “este dinero procedería de la famosa ‘donación’ de los 100 millones de dólares de Arabia Saudí”.