No podemos legitimarlo

A alguien le pareció una idea buenísima poner un muñeco que representaba a Beatriz Artolazabal, teniente de alcalde en Gasteiz y contra la que cargan las y los huelguistas del servicio de jardinería, en una hoguera de San Juan. Es evidente que no tiene ni puta gracia. También lo es que quien no paró a quien montó el muñeco es igual de cómplice de una violencia intolerable. Y por supuesto, la cobardía (¿o es otra cosa?) de EH Bildu en la capital de la CAV, que no ha condenado un hecho condenable (y punto), es igual de cómplice. Deslegitimar la violencia (y en Euskadi lo sabemos bien) es una función social.

¿Lo “reconocen”?

Para mí la diferencia entre la violencia y la paz no puede ser una cuestión de pragmatismo. O te lo crees o eres una mala persona. Es así de sencillo. Hablo claro: quien transita de ETA a Bildu solo por estrategia volvería a la violencia directa si deja de salirle bien la jugada, y eso es un peligro real. De la misma manera, quien reconoce “que humillaron a las víctimas con los ‘Ongi etorri’” pero solo para pactar y “rebajar su pena” (El Independiente), que es lo que se desliza leyendo la nota de Sortu (el partido mayoritario y que toma las decisiones en Bildu), no está mostrando empatía o arrepentimiento, ni le importa. Pues a mí, sí.

¿Le renta?

Soy un viejo que usa la expresión “le renta”, sí. Aclarado esto, me centro: leo en El Imparcial que “Rutte niega el acuerdo con Sánchez y remarca que España tendrá que gastar el 3,5% en Defensa”, y pienso en la rueda de prensa de Sánchez que cacé por casualidad el domingo en el 24h. ¿Quién miente?, eso fue lo primero que me pregunté relacionando ambos discursos. Pero luego me surgió otra duda: ¿le renta a Sánchez? Entiendo su juego en España: ser el más progre entre los progres para mantenerse en el gobierno. Y por desgracia entiendo su juego en el mundo: le da igual ya su imagen, se da a sí mismo por amortizado. Malo.

Mal

El PP se había posicionado muy bien ante la última crisis de Pedro Sánchez. Cierta pausa, resistiendo a las presiones internas (obvias), para que el PSOE se cociera en su propio jugo. Pero o Núñez Feijóo no tiene capacidad para resistir la tensión o tiene muy poca personalidad y se deja convencer rápidamente: “El PP extiende los bulos y las sospechas sobre la seguridad del proceso electoral” (El Diario). El gallego se ha dejado arrastrar por Aznar al lodazal. Una pésima decisión, porque poner en duda un sistema electoral bastante garantista (cualquiera que ha hecho mesa de principio a fin lo puede observar) no beneficia a nadie.

Pues muy bien (o no)

Y en esta piscina de barro, ¿qué hacen los que se sitúan a la izquierda del PSOE? Intentar dar un voltereta: “Més-Compromís decide que su diputada Àgueda Micó deje el grupo de Sumar en el Congreso y se pase al mixto” (Público). Pues bueno, pues vale, pues me alegro, como puso Ivà en boca de Makinavaja (definitivamente, soy un viejo). Pero, ¿qué consiguen? ¿Qué supone? ¿Se quedan más a gustito? ¿Eso es suficiente? ¿Y para la gente? ¿Eso vale para algo? En Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, llevan el tema a su portada. ¡Cómo no! Un gran paso… ¿hacia dónde? Justo lo que necesitaba Feijóo.

¿Pero es una buena o mala noticia?

Acostumbrado como estoy a que El Independiente solo dé malas noticias cuando habla de las instituciones vascas, cuando he leído este titular he dudado: “Euskadi avalará la compra de un piso a ‘jóvenes’ de 39 años con ingresos de hasta 50.400 euros”. ¿Pero esta es una buena noticia o una mala? ¿Qué dice del país que personas de casi 40 años necesiten la ayuda del Gobierno para adquirir una vivienda? Será que tengo una edad parecida y que sé que hay personas cansadas de vivir de alquiler (porque “lo progre” ayuda a los grandes tenedores, sí) que quieren tener una vivienda propia y ahora, por fin, un gobierno les ayuda.

¡Ay, saben dos idiomas, pobres…!

El Debate es otro de esos digitales que se quedaron en que “lo vasco” tiene que ser sinónimo de “lo malo”. Esto de María Curiel es un despropósito: “El alto precio de la imposición lingüística en el País Vasco: los niños no saben ni euskera ni español”. Lo que el departamento vasco de Eduación ha trasladado es “una reducción generalizada en la competencia lingüístico-comunicativa”. Es decir: la chavalada se comunica peor. No importa el idioma. No tiene nada que ver el bilingüismo, ni el trinlingüismo, ni nada. Pero eso a las Curiel de la vida les da igual: el euskera y este Gobierno Vasco son el pimpampún global. Nunca salieron de la caverna.

Vale, ¿y cómo pagamos?

En El Economista dan cifras “de todas las Administraciones Públicas”: “El gasto en nóminas del sector público llega a su máximo con 172.350 millones”. Estoy seguro que el gasto en Hegoalde también está en máximos históricos. Y me parece bien. Pero me preocupa que tengamos claro que esta fiesta hay que pagarla y que nuestras cotizaciones no son suficientes: el sector público se paga con la actividad económica que genera la empresa privada. Las pequeñas, las medianas y, especialmente, las grandes. Por eso necesitamos atraer primero y retener después capital e inversiones. ¿A cualquier precio? No. Pero sí sabiendo lo que gastamos.

¡Claro que tener hijas e hijos es importante!

A estas alturas de la vida no tengo ninguna duda: quienes tenemos hijas e hijos debemos tener más facilidades y la prioridad. Hemos decidido hacer una aportación mayor a la sociedad a cambio de más frustraciones (y más amor, por supuesto). Así que me parece bien esto que he encontrado en El Blog Salmón: “Japón ya está viendo como su población decrece. Pero lanza un programa muy ambicioso para fomentar la natalidad que básicamente sanciona a gente sin hijos”. ¿Cómo? El gobierno ha aprobado “un suplemento a las primas de seguro de salud público” de modo general. Pero con descuentos a quienes tienen descendencia.

No lo entiendo

Si yo tuviera tanto dinero como Donald Trump pasaría de todo, me dedicaría a hacer una vida lo más normal que pudiese sin ninguna preocupación. Y si me preocupase por algo, desde luego, no sería por hacer aún más dinero. Por eso no soy rico, lo sé, no lo soy porque no entiendo esto: “Donald Trump lanzó su propio smartphone y operador móvil en Estados Unidos” (Infobae). Para empezar, es extraño que un presidente de gobierno genere un nuevo negocio, incluso en EE.UU., para seguir, un negocio en el que competirá directamente con empresas como Apple. ¿Qué gana? Dinero, evidentemente. ¿Para qué?

La juventud nunca puede ser un problema

La juventud son nuestras hijas e hijos, y sus amigas y amigos, es nuestra esperanza y nuestra oportunidad. Pero la juventud nos inquieta. Aníbal Malvar deja claro en Público que no es la simple distancia o lógica la incomprensión: “Es razonable que unos padres no entiendan a sus hijos de 15 años. Pero si no los entiendes cuando tienen 25 y 30, es que algo ha funcionado mal durante mucho tiempo en una sociedad”. Le preocupan (y me preocupan) sus “evidentes pulsiones antidemocráticas y negacionistas, antisistema, desertores de la razón, de sus profesores y, ya no digamos, de sus políticos”, que se extienden por todas las democracias.

Una buena guía hacia el futuro

Mientras en las democracias nos preocupamos por el tipo de sociedad y, especialmente, por el tipo de juventud que hemos generado, permeable a los populismos de base fascista, aquí y allí, en las dictaduras lo tienen claro: la juventud está para guiarla y generar así unas oportunidades y una esperanza globales. La dictadura china, como leemos en Xataka, no se ha andado con paños calientes: “Tiene 39 programas universitarios de química especializados en las tierras raras” que permite al Partido Comunista gobernar el país que “refina el 99% de las tierras raras pesadas del planeta”, el mercado y el negocio del presente y el futuro.

Y puede que tengan la solución

No me fío un pelo de la dictadura china, por dictadura, no por china, evidentemente. No me fié de ningún dato que ofreció de la pandemia. No me fío de la base de su desarrollo tecnológico. No me fío de su información, ni de sus intenciones, ni de sus acciones (su presencia en África ni es casual ni es altruista). Pero Enrique Dans sí se fía de los estudios que afirman que China ha logrado “revertir su tendencia de emisiones de dióxido de carbono” gracias a “una estrategia deliberada, masiva y sistemáticamente implementada” basada en “el despliegue masivo e intensivo de energías renovables” “y una transformación estructural del mercado energético”.

Calentamos el planeta por las risas

Mientras la dictadura China trabaja para controlar al 100% el mercado del futuro y electrifica su sistema como si no costara, en el mundo desarrollado y libre no dudamos en calentar el planeta como si pudiéramos por las risas: “Zuckerberg apuesta por la energía nuclear para impulsar el desarrollo de la IA en Meta” (El Independiente). Porque convertirnos en muñecos con accesorios, bien vale un lago seco. Porque hacer fotos de futbolistas vascos con camisetas de Vox, bien vale un bosque calcinado. Porque preguntar a la IA lo que tardas un minuto en buscar en Google bien vale una especie animal menos.

¿Pero no era todo bromi?

Yo pensaba que solo por las risas era también Eurovisión: al final, ¿sí importa en qué puesto quede España? Al final, ¿sí importa que un estado se organice para influir en el voto popular? Al final, ¿sí importa cómo se comporte la cantante española? Entonces, que alguien se tome todo en serio. Y no me refiero a lo que cuentan en Vozpópuli (“el ganador no podrá ‘saltarse’ los programas de RTVE ni ir a la competencia”), que me parece bien, me refiero a que la fiesta por la fiesta puede salir bien una vez, pero no es un sistema sostenible ni siquiera en televisión. Y la prueba irrefutable la proporcionó Israel.

«El primer partido de la vergüenza»

Personalmente, estoy deseando leer el titular de La Razón cuando Euskadi se haya enfrentado a España, yo qué sé, setentaicinco veces. O cien. O doscientas. “España vence a Euskadi en el primer partido de la vergüenza”, titulan en el diario madrileño, y parece que cuando acabas de leerlo va a sonar un trueno. ¿Qué titularán hoy si se han cumplido los pronósticos y la pareja de chicos que representan a Euskadi derrotó anoche a la española en las semifinales del torneo? ¿“En el segundo partido de la vergüenza ganaron los vascos”? De cualquier manera, hallamos una buena noticia: en algunos medios hablan de cesta punta por primera vez.

Fiesta, marca y menos médicos

Creo que no visitaba la web del departamento vasco de Salud tanto desde la pandemia. Entre notas aclaratorias y ampliación de servicios, llamó mi atención este titular: “El Departamento de Salud muestra su preocupación ante la reducción por parte de la Universidad Pública Vasca de la oferta de nuevas plazas de medicina en euskera prevista para el curso 2025-2026”. El nuevo equipo rectoral de EHU ha tenido tiempo para organizar una fiesta, quitar el “UPV” del logo y decidir esto: “El compromiso alcanzado con el anterior era ampliar en 40 las plazas en euskera, que finalmente se han visto reducidas a tan sólo 16: un 60% menos”. Vaya.

¿Por qué los preferimos?

El partido al que voté en las últimas elecciones generales forma parte del conocido como “bloque de la investidura”. Prácticamente, todas y todos los vascos salvo quienes votaron al PP y a Vox, y a opciones extraparlamentarias, podemos decir lo mismo. Rubén Arranz dice esto otro en El Independiente: “Leire confirma que los sinvergüenzas han tomado el mando”, y se explaya, no sin razón, sobre cómo “a la parroquia socialista le sirve lo que hay. Lo chabacano, lo cutre”. Vale. No le quito la razón, pero añado una pregunta: ¿por qué tanta gente lo prefiere a la alternativa de Núñez Feijóo con Abascal?

Donald, te toman por tonto

No tengo ninguna prueba pero tampoco ninguna duda de que Vladímir Putin ha tratado con condescendencia a Donald Trump en la última conversación telefónica que ambos han mantenido. En ella, el presidente del Kremlin “ha prometido con ‘contundencia’ una respuesta” (El Periódico) a los últimos ataques de Ucrania. ¿Qué habrá respondido el de la Casa Blanca? Apuesto que nada. Porque el presidente es de esa tipología odiosa que es fuerte con los débiles y débil con los fuertes. A Trump, a las pruebas me remito, Putin o Xi Jinping no le tratan como a un igual. Más bien, al contrario. Igual esa es la solución.

El espacio, sin competencia

Tampoco tengo pruebas ni dudas de que esto tiene mucho que ver con que Elon Musk haya abandonado la administración Trump: “El gran hachazo a la NASA se concreta: cancelará 41 misiones espaciales y la mitad de su presupuesto científico” (El Diario). Esta es una gran pérdida, no solo porque “mandará a la calle a un tercio de sus trabajadores”, no solo porque el progreso irá más lento, sobre todo porque la presencia de la NASA, liderando a las agencias europea, japonesa, rusa, china o india, ocupaba un espacio que, ahora, harán suyo los muchimillonarios, empezando por Musk y Bezos, con sus intereses mucho más peligrosos.

El emoticono que se encoge de hombros

No se me ocurre mejor manera de titular este párrafo que ese emoticono que se encoge de hombros después de leer que “el Gobierno sigue sin publicar los resultados de la consulta sobre la OPA del BBVA al Sabadell dos semanas después” (Newtral). ¿Cuál era el objetivo de esa consulta? ¿Decir que la haces? ¿Cuál ha sido el resultado? ¿Se han organizado los accionistas que se frotan las manos para votar a favor y esto contradice la idea del gobierno español? ¿Solo hacemos caso a las encuestas que expresan lo que queremos oír? No haré yo el caldo gordo a Núñez Feijóo y Abascal, pero el gobierno de Sánchez da señales de agotamiento.

Puñetazo en la mesa

Mucho más gráfico que un emoticono es un puñetazo en la mesa en el momento adecuado. Eso sí que llama la atención y es expresivo. Y si pudiesen, seguro que lo darían las personas enfermas de ELA que ven cómo el gobierno español (tan chachi, tan de izquierdas, tan multicolor) “se escuda en plazos burocráticos para justificar la falta de fondos para la ELA. La norma sigue sin financiación siete meses después de su aprobación. Desde entonces han fallecido 600 personas” (The Objective). Puedo entender muchas cosas en política pero, lo siento, me cuesta entender la indolencia ante seres humanos que sufren.

Al otro lado, los liberales

A un lado tenemos un gobierno español que es sostenido para taponar la entrada del PP con Vox. Al otro lado tenemos, precisamente, al PP, que espera que el único partido dispuesto a sumar con él no le deje plantado en el altar, y que, además, tiene una bonita movida interna: “Los liberales del PP quieren marcar el rumbo del congreso de julio” (El Independiente). Isabel Díaz Ayuso es la heredera de José María Aznar y Esperanza Aguirre, y al mismo tiempo, la oposición interna e ideológica a Alberto Núñez Feijóo, en lo económico, pero también en lo ideológico para “enmendar el vacío sobre el aborto, la eutanasia o la gestación subrogada”.

A ver si así…

Pese a las barbaridades que vemos y leemos sobre lo que está pasando en Gaza, me contengo y soy muy cuidadoso señalando al gobierno y al ejército israelíes como los responsables. Aunque sé que, por mucha maldad que haya en su seno y mucho poder que tengan sus arsenales, solo un gobierno y un ejército no pueden hacer tantísimo daño. Quiero pensar que una parte de Israel no está de acuerdo con los 55.000 asesinatos, pero también acumulamos pruebas de que esa sociedad está radicalizándose y no solo contra las y los palestinos: “Casi la mitad de los cristianos menores de 30 años quiere dejar el país” (FSSPX).

Es su cultura

Parece que así es la cultura estadounidense y que no les importa: “Criptomonedas, subastas y cenas privadas: Trump allana el camino de la corrupción en la Casa Blanca. El presidente y sus aliados se lucran con el lanzamiento de una memecoin que permite a los mayores compradores cenar con él, una maniobra potencialmente corrupta con la que podría poner su influencia en venta” (El Periódico). La criptomoneda, para que nadie pueda equivocarse, se llama “$TRUMP” y que sea una “memecoin” supone que tenga “poca o ninguna utilidad más allá de la especulación”. Por si acaso, “Trump ha desarticulado la normativa cripto”.