Depende de nosotros

Estos tres titulares de República.com son de los que acojonan (esa es la expresión, ¿qué voy a hacerle?): “Corea del Sur busca a miles de personas para controlar el nuevo brote en Seúl”, “el promedio de nuevos contagios por persona infectada sube por encima de 1 en Alemania” y “China detecta un repunte de casos en la provincia nororiental de Jilin”. Eso es lo esperado con el desconfinamiento: un repunte. Pero no por esperado deja de dar miedo ni debe resignarnos a que se repita en Euskadi: depende de nosotros, de que sigamos cumpliendo o corrigiendo nuestros comportamientos si nos equivocamos como humanos.

¿Qué es “ilegal”?

Una cosa es el error humano y otra el pitorreo. El pitorreo de quien se aprovecha de la movilidad que permite la fase 1 de la desescalada para organizar en Romo una ocupación (que, por supuesto, se saltaba todo tipo de normas y recomendaciones) y para montar una manifestación para rechazar la actuación policial durante el desalojo. Pero el colmo del pitorreo, del tomar por tonta a la ciudadanía no es que hablen como “la juventud vasca” los que solo son de Ernai, que también se las trae, sino que hablen de “desalojo ilegal” los que pretendían una ocupación… ¿Legal… O milagrosa?

Otros que se manifiestan

En Romo se manifiestan los que quieren hacer del Gaztetxe el enésimo elemento de confrontación política preelectoral. En el barrio de Salamanca los que se manifiestan lo hacen por lo mismo. Unos y otros no tienen necesidades (nadie que piensa en ocupar y sostener un Gaztetxe tiene preocupaciones mayores), unos y otros se manifiestan durante un confinamiento, unos y otros quieren influir política y electoralmente. No es que los extremos se atraigan en algunos casos, es que se abrazan grotescamente, es que se mimetizan sus luchas, sus objetivos y hasta sus rasgos característicos… Fascistillas.

Y Rivera sale a bailar

¿Estará teletrabajando Albert Rivera? ¿Habrán entrado en ERTE en el despacho que lidera y por eso tiene tanto tiempo libre? ¿La hija que tiene y el que viene no le generan carga añadida de trabajo? Solo él tiene las respuestas a estas preguntas, pero está claro que el fundador de Ciudadanos ha retomado la actividad: en Twitter, en Telegram y ahora por medio de charlas por videollamada. Y este aumento de su presencia, según El Nacional, preocupa en la nueva dirección de Ciudadanos, que ha decidido ser bisagra por fin, lo que tantas veces anunció Rivera antes de convertirse en muleta del PP.

Lo que diga la tele

Doy por hecho que veremos fútbol en la tele en lo que queda de 2020… Y en 2021. Así que la final vasca de Copa retrasada sine die me sigue pareciendo una quimera que alguien rectificará. Alguien que puede ser el poseedor de los derechos de retransmisión. Porque al final todos los cubes harán lo que ese consejero delegado diga. También el Real Madrid, que pretende avanzar en sus obras en el Bernabéu jugando en campo de Valdebebas. Lo que pase, insisto, lo decidirá la tele, porque la disposición de las cámaras (y la conocida como “u” publicitaria) en los campos ya está organizada y eso es lo que importa.

Sin piquetes no hay huelga

Los convocantes intentarán ganar la batalla del relato pero todos pudimos ver que la normalidad fue ayer casi completa salvo cuando pasaban los piquetes. Porque ayer, y cada vez más, sin piquetes no hay huelga: la ciudadanía está cansada de sentirse rehén de unos sindicatos politizados sin rubor, de unos partidos que solo actúan por su conveniencia y de los que pretenden tener el monopolio de los derechos sociales y la solidaridad entre las personas. No se trata de falta de conciencia o de que el capitalismo nos lave el cerebro, se trata de que algunos planteamientos capciosos simplemente ya no cuelan.

La vergüenza de Oyarzabal

Iñaki Oyarzabal tuvo que comerse la vergüenza y rectificar servilmente ante Vox: un concejal ultra en el ayuntamiento de Madrid habló de “enfermos” para referirse a las personas homosexuales, el del PP protestó en Twitter y Pedro Fernández, que así se llama el homófobo, le recordó que ellos quitan y ponen al alcalde de la capital, ante lo que Oyarzabal reculó incluso pidiéndole perdón. Una vez tragado el sapo, en el PP tienen que reflexionar sobre lo sucedido y darse cuenta de que no pueden seguir bajo el yugo de la extrema derecha. Si lo hacen se merecerán todo lo malo que les pase políticamente.

Un motivo para la protesta

También en Madrid, desde donde proclamaban solidaridad con la huelga en Euskadi desde puestos de trabajo o en concentraciones fuera del horario de oficina, su presidenta daba la bienvenida a la peor cara de Internet con un tuit: “Una compañía como Deliveroo, que calcula crear más de 6.000 puestos de trabajo indirectos en 2020, también se establece en Madrid. Territorio libre, plural, seguro”. Una empresa de esas que basa su modelo de negocio en insensibilizar a quien pide comida, en esclavizar a quien la sirve y en empeorar los servicios en los restaurantes. Van (y vamos) hacia atrás.

Agur, Reino Unido

Hoy el Reino Unido dejará de ser Europa por decisión de su ciudadanía. Podemos discutir si aquel referéndum se hizo entre más mentiras que verdades o no, pero es innegable que la victoria electoral de Johnson fue el verdadero antes y después de la postura europea: que con su pan (de molde) se lo coman. A partir de hoy, en esa isla que, como bien dice una amiga, se creen un continente, tendrán que vérselas con la autogestión, la Commonwealth y Trump como socio preferente, y resolver la frontera dura en el norte de Irlanda y los pagos a Europa por todo lo que queda allí que nos corresponde.

El problema no son las personas chinas

En China se han afanado hasta en cortar las carreteras a la ciudad donde aparecieron los primeros infectados por el Coronavirus, parece que Rusia ha cerrado su frontera con la dictadura comunista, y el mundo entero se pregunta si es posible aislar al gigante asiático. Pero nada de eso importa cuando China sigue exportando de todo a todo el planeta. Txema Marín ironiza con una secuencia de Los Simpson en la que unos trabajadores de reparto tosen a propósito sobre una caja para expandir un virus. Pero tiene razón: Aliexpress, entre otros, es la que va a convertir la amenaza en global.

Que sea un derecho

La convocatoria de huelga de hoy es absolutamente legítima, igual que trabajar: los sindicatos vascos han echado un pulso político al gobierno de Urkullu, Bildu ha nombrado a su candidata a lehendakari a tiempo para capitalizar el resultado y Ernai ha calentado el tema (la cuenta en Twitter que informa sobre la convocatoria en los últimos días ha relanzado sobre todo tuits de la organización juvenil de Sortu). Ahora solo queda medir el éxito o no del paro, pero sin trampas, sin que nadie obligue a nadie porque en campaña y precampaña todo vale. Los secuestros a los vascos hace tiempo que se acabaron.

Sin problemas de sueldo

Los que parece que nunca han tenido ningún motivo para la huelga son los que más mandan en Vox. Los contactos con los que a todas luces cuentan y han contado les han permitido vivir holgadamente. Contactos como los que tenían en la oposición iraní (que también patrocina grupos armados) que donó una pasta gansa, tanta que vivieron un año Abascal y Espinosa de los Monteros cobrando 65.000 € cada uno (lo cuenta El País y lo recoge El Plural). Espinosa, con su habitual soberbia, ha intentado explicarlo en Twitter pero incluso su versión es tenebrosa: ¿por qué eligen su formación y a él para regarles de euros?

Otros que tampoco los tienen

En Vanitatis han solapado dos informaciones que, cuando uno las suma, dibujan una realidad de privilegios difícilmente explicables: la Infanta Elena dejará la fundación de La Caixa. No entro ni en la labor que hacía ni en su decisión: lo relevante es el incremento en su sueldo en función de sus necesidades familiares hasta los 238.000 euros anuales cuando se mudaron a Ginebra. Ojalá contar con unos jefes tan generosos… Eso pensará su marido, Iñaki Urdangarin, que ya acaricia el segundo grado penitenciario y una vida en Ginebra, donde no puede residir ningún emigrante condenado en su país de origen… O casi ninguno.

Dos más

Sé que en política hay niveles en los que importa más saber de procedimientos y leyes que del área en el que se encuentra la persona. Por eso hay verdaderos expertos que van saltando de departamento en departamento y se adaptan rápidamente, porque lo importante es la gestión. No sé si será es el caso de Irene Lozano ni de Marimar Blanco, que parece que saltan del congreso a las oficinas más dispares en función de los huecos, las oportunidades y la disponibilidad que siempre han tenido para su partido (en el caso de Lozano, para más de un partido). Son profesionales de la política, vale, ¿y de la gestión?

El espejo catalán

Quienes pintan una Euskal Herria idílica en el que los nacionalistas con diferentes principios básicos son capaces de armar un país solo porque lo desean pueden ir mirando a Catalunya, donde ERC y PDeCat han decidido que todo salte por los aires. Querer no es poder: como un amigo tuiteaba ayer, puedes llevar 30 años queriendo ser un melocotón y no vas a poder. Y si te empeñas, te puedes encontrar con que te han puesto cabeza abajo: ERC es ahora el partido moderado y el PDeCat, o lo que queda de él, el radicalizado. Y veremos el papel que juega Puigdemont, que por fin tiene lo que quiere… Lejos de Catalunya.

Una huelga preelectoral

La huelga general de la semana que viene tiene tan poco sentido que hasta los convocantes se lo han cambiado: ¿es para presionar a Urkullu o a Sánchez? ¿Es para que suban el SMI y las pensiones o es porque lo hacen sin que los convocantes salgan en la foto? Con esas dudas y solo alguna certeza decidí entrar en la cuenta en Twitter de la propia huelga, que retuitea a LAB, a ELA… A Ernai, a Sortu, a Bildu, a Alternatiba y a Teresa Rodríguez. Y al final acaba ganando lo que barruntaba: esta huelga solo tiene un fin preelectoral. Ya sé que no he descubierto el fuego: salta a la vista y todo el mundo lo sabe en Euskadi.

Un PIN mediático

Igual que es evidente que la huelga de la semana que viene tiene una motivación política, es evidente que el PIN parental de Murcia tiene un fin mediático: Vox quiere que hablemos de sus mierdas y lo logra. Porque en Murcia, además, ha gobernado el PP y ahora lo hace Ciudadanos, ¿qué locas ideas progres han metido en los colegios estos partidos? Ninguna, evidentemente. E igual que los argumentos para la huelga son soniquetes, los que defienden el PIN parental nos intentan colar mentiras a base de machacarlas. En Maldita.es las desmontan: los exagerados vídeos que comparten no corresponden a charlas de sexualidad.

¿Por qué nos toman todos por tontos?

Unos nos dicen que su huelga no es política. Otros nos dicen que el PIN parental es para evitar imágenes que no se corresponden con lo que quieren evitar. Y los últimos (de momento) nos aseguran que Pablo Iglesias renuncia a su sueldo. Pues no, no lo hace. Pablo Iglesias cobrará lo que le corresponde (subida incluida después de aprobar la de los trabajadores públicos) y luego donará una parte al partido, como hacen casi todos los representantes políticos. Si dona mucho o poco es cosa suya (Iglesias tiene otros sueldos e ingresos), pero que no nos cuelen que renuncia al sueldo es cosa de todos.

No necesitamos verlos así

En los últimos años hemos visto muchos cambios en los informativos de televisión que, sinceramente, no sé si aportan algo: presentadores de pie ante pantallas gigantes, platós que no existen y se insertan vía “chroma”, periodistas de exteriores que caminan de un lado a otro de la escena… O que se exponen a cualquier inclemencia climatológica. Especialmente esta última idea me parece la peor porque los reporteros y sus cámaras (no les vemos pero están ahí, aguantando) pasan frío, son empujados por el viento, se empapan o se asan de calor durante la canícula. Que alguien pare esto, por favor.

Una Copa para los más grandes

La alegría de jugadores, aficionados y directiva de la Cultural Leonesa es maravillosa. Han eliminado al Atlético de Madrid en la primera ronda en la que participaban los colchoneros. Porque esta Copa nos la han vendido muy bien pero hemos comprado mercancía averiada. En este caso, dirigida: Atlético, Real Madrid, Barcelona y Valencia han entrado muy tarde en las eliminatorias (ganando tres partidos se plantan en semis) y los bombos van por categorías para que las sorpresas se compensen con lo que, en el fondo, tiene que pasar. Una castaña, vamos. Como dijo Valverde: esto es una industria. Y además, lo parece.

La mejor afición del mundo

Ya han pasado varios días pero las imágenes del paso de la vuelta a España por Euskadi no se nos van de la retina a unos cuantos porque no estamos acostumbrados a que hablen tan bien de nosotros. A veces tengo la sensación de que los vascos tenemos tendencia al flagelo, y otras que no somos suficientemente conscientes de la culpa con la que, como pueblo, nos han hecho cargar los de las pistolas y sus amigos. Con esa carga que no acabamos de quitarnos, las palabras de Luis Ángel Maté en Twitter sobre la afición euskaldun, a la que califica como “la mejor del mundo”, reconfortan.

Imaginen

Imaginen a esos corredores sobre sus bicis en Getxo, a punto de salir a la carrera. Los veteranos charlan con los más nuevos, y uno de los primeros dice a su compañero, debutante: “Ya verás. Lo de esta gente es increíble”. Y salen, y empiezan a atravesar Bizkaia entre miles de personas que les animan, que saben que no hay que empujarles ni echarles agua por encima, que guardan las distancias y acompañan en los tramos duros a todos los ciclistas, y esos corredores nuevos agotados por el esfuerzo, sin embargo, disfrutan tanto como los aficionados y piensan que, efectivamente, los vascos son diferentes, y cuando abren sus brazos, están contigo para lo que toque.

¡Aplaudíamos hasta a los coches!

Reconozco que me hizo gracia y me provocó ternura a partes iguales que, por el punto kilométrico en el que yo disfruté de La Vuelta, en Bilbao, los aficionados aplaudimos hasta al coche del Murias. David Etxebarria tuiteaba sobre lo privilegiados que habían sido los corredores de este equipo, especialmente arropados. Seguimos siendo banderizos pero, esta vez, para bien. Y seguimos valorando el esfuerzo y el saber hacer, el de los corredores y el de quienes se empeñan en mantener un equipo en la élite. Por eso nos gusta el ciclismo, el remo o la pelota, entre otros deportes.

Lo que no tocaba

Y seguimos estando hartos. Por lo menos, el que les escribe. Hartos de que nos den lecciones de legitimidad quienes la perdieron por su empeño en hacer las cosas mal (matar al que pensaba diferente). Hartos de que pidan cuentas los que siguen sin darlas (cuántos apoyaron y apoyan a quienes asesinaban). Hartos de que sigan empañando la imagen de Euskadi con carteles y banderas que no tocan porque el de los presos de ETA no es un problema social, sino de un grupo que tiene que explicarse a sí mismo que lo que hicieron fue horroroso y solo sirvió para que la sociedad vasca se cargara de culpa y remordimientos.

Los extremos se necesitan

Del mismo modo que para ser solidario con los refugiados no tengo que mandar a su casa a los turistas (hay pegatinas por los puntos turísticos de Euskadi que dan la bienvenida a los primeros y pretenden echar a los segundos), no necesito pintar en el suelo que la vuelta a España salió del territorio español cuando pisó Euskadi para saberlo… y demostrarlo. Igual de impositores, malrolleros y chungos fueron los de Nuevas Generaciones del PP que borraron el “not” de “this is not Spain”. Los extremos no solo se atraen, en este caso es evidente que se necesitan para justificarse.