Es el modelo de consumo

En “Los límites del crecimiento” tiraron de sarcasmo después del anuncio de EE.UU. de que había hecho posible la fusión nuclear en un laboratorio: “‘¿Energía de fusión? Sin problema, dame unas cuantas décadas, un presupuesto millonario y a las mentes más brillantes del mundo y lo lograremos. La voluntad humana es imparable’. ‘¿Y reducir nuestro consumo?’. ‘¡Buf, imposible!’”. Pero el chiste, como todos los que son realmente buenos, no está exento ni de razón ni de tragedia: solo nuestro modelo de consumo nos hará sostenibles. Una fuente inagotable de energía lo será también de impacto contra el planeta.

También en este caso

También a Juan Carlos I es el modelo de consumo lo que le define: leemos en El Nacional que el rey emérito “ficha al abogado de El Assir, su mano derecha y traficante de armas”. Nicholas Tse estaría dando instrucciones al bufete Carter-Ruck, “conocido por ser muy combativo” y que es el que le ha proporcionado la importante victoria en la causa que tiene abierta en el Reino Unido por Corinna Larsen. Tse vendría recomendado por Abdul Rahman El Assir, “en busca y captura por defraudar a la Agencia Tributaria española 14,7 millones” y que “también ha sido declarado en rebeldía en Francia por asuntos de corrupción”.

Equipazo

En la prensa española la imagen de Díaz Ayuso no decae. En la bancada a la derecha porque la aplauden como a la virgen del Rocío. En la de la izquierda, porque la necesitan como enemiga a la que dirigir sus dardos. Pero es evidente que su mejor momento ya ha pasado: “Un grupo de ‘periodistas y colaboradores de distintos medios de comunicación’ vinculados a la derecha y extrema derecha mediática se ha visto presionado a firmar un manifiesto contra el Gobierno español”. Presionados, según El Plural, por el gabinete de la presidenta de Madrid: “Losantos, Dragó, Negre e incluso José Manuel Soto” son los que “se unen contra Sánchez”.

“No me hagan volver a votar”

No critico a Carmen Lumbierres, solo pongo de ejemplo una frase que ella coloca en su columna, “La revolución de las urnas”, como si nada y que en El Periódico de España han llevado al subtítulo: “No me hagan volver a votar, bájenme los precios del supermercado, me corre más prisa”, escribe. Su expresión, así como el destacado, no es un caso aislado: las llamadas a lo innecesario de votar (que en Euskadi ya lanzaron los populistas después de la pandemia) se están extendiendo y, lo que es peor, normalizando peligrosamente. La solución solo vendrá de la acción ciudadana y la forma más directa de ejercerla es votando. Siempre.

No nos comamos el coco

Sería mejor que se extendiese este otro tipo de mensajes: “Nos hemos comido el coco pensando qué pensarán de nosotros por cada mierda insignificante que hagamos cuando la realidad es que nada importa absolutamente nada, ni lo que hagamos con vuestras, ni lo que opinen de nosotros, ni la concepción que tengamos de vosotros mismos. Nada importa” (Rockstar Medieval, en Twitter). No se trata de un mensaje apocalíptico, sino todo lo contrario: le damos demasiada importancia a lo que no tiene, a la opinión de otros y otras. E Internet solo ha potenciado esta dañina tendencia que, y esto sí es importante, debemos revertir.

Un folio en blanco

La respuesta a la ya famosa “Z” con la que los rusos marcan sus vehículos militares y los terrenos masacrados a su paso va a ser una hoja en blanco. Por portarlo, por mostrarlo, las y los manifestantes rusos son encarcelados y se enfrentan a multas e incluso penas de prisión. No piden nada, no reivindican nada, no denuncian nada: solo portan una plana sin mensaje porque todo el mundo, también quienes ejercen la represión en Rusia, sabe lo que significa. Antonio Cartier lo tuiteaba con pleno acierto: “Un folio en blanco puede ser cualquier cosa. Y nada hay más peligroso para una dictadura que fomentar la imaginación”.

Censura siempre fue la suya

Cuando anunciaron la desconexión de Rusia Today para limitar la propaganda rusa no me importó porque no reconozco como medio de comunicación lo que es un aparato de intoxicación que hace juicios sumarísimos: “Desde el canal RT algunos ya han dictaminado sobre Marina Ovsyannikova, la trabajadora que irrumpió con una pancarta en un estudio de televisión estatal de Rusia. ‘Esa zorra debería estar encerrada durante diez años’, ha dicho Anton Krasovsky. Este presentador del canal financiado por el Kremlin ya dijo en enero que Ucrania es territorio ruso y que Moscú debía ‘recuperarlo’ por la fuerza” (Xavier Colás).

Otro propagandista

La altura política de Alberto Núñez Feijóo ya ha quedado al descubierto y es más bien tirando a bajito en lo democrático y lo discursivo. Su primera acción ha sido permitir la entrada de la extrema derecha en un gobierno autonómico, un hecho tan grave que hasta el presidente del PP Europeo se lo afeó expresamente. Y sus primeros discursos están siendo paupérrimos. Pello Salaburu, por su parte, le afeó en Twitter esto otro: “Feijóo: ‘El gobierno se está forrando con el precio de los carburantes y de la electricidad’. Un gran líder, incapaz de distinguir entre ‘gobierno’ y ‘estado’. ‘Se está forrando…’, dice. Sabe de qué habla”.

Pero no juega con videojuegos

Manuel Murillo, que está siendo juzgado por exhibir en WhatsApp su intención de “matar” a Pedro Sánchez, ha decidido marcarse un Infanta Cristina. No es que sea un delincuente, es que no se enteraba de nada, en su caso, por “una ensoñación del vino y el orujo: ‘Mezclé las películas y me sentí un héroe para salvar a España. Como oía mucho a Losantos, que también es un patriota…’”. Esto es lo que destaca en Twitter el periodista Alfonso Pérez Medina. Si se tratara de alguien más joven (Murillo ya pasa de los sesenta) que reconociese jugar a videojuegos, los juicios paralelos ya estarían resueltos.

La revolución del entretenimiento la protagoniza Kiko Rivera

Escribo estas líneas porque soy un boomer, un viejo y un ciego que no entiende por dónde va el futuro del entretenimiento y los medios de comunicación. Todo eso que acabo de describir es lo que me impide valorar en su justa medida que Ibai Llanos (cuyo éxito es indiscutible y no necesita estas aventuras) haya organizado y esté emitiendo en Twitch un concurso de cocina entre personas que no son cocineras, sino streamers en esa plataforma, y Kiko Rivera. El hijo de Isabel Pantoja, sí. Ahí está la revolución, lo novedoso, lo que engancha a la juventud, lo que los viejos medios no somos capaces de ver ni ofrecer. Claro que sí.

Algo hemos hecho mal todos

Si no recuerdo mal, a Borja Sémper se lo dijo Edu Madina. Palabras más, palabas menos. Y ahora, el exconcejal de Donostia se lo dice al expresidente del PP vasco: “Tu vida va a mejorar y tu familia lo va a agradecer”. Esa frase me invita a una autocrítica: algo hemos hecho mal todos los que sabemos que, en política, la vida es dura e ingrata para que la ciudadanía tenga la percepción de que se trabaja poco, se cobra mucho y se trinca lo que se puede. Algo hemos hecho mal los que lo contamos y los que lo dicen, como Iglesias (que ahora es “casta”) pero también muchos del PP que rebotan argumentos si les conviene.

El fachómetro, disparado

La llegada de Iturgaiz, además de provocar la salida de Alonso a una mejor vida (se dedique a lo que se dedique va a vivir mejor que en política, sin duda), está provocando que el fachómetro se dispare. Santiago Abascal decía esto a Federico Jiménez Losantos: “Iturgaiz sólo tiene un problema y es que está en el PP”. Después de leer lo que dice el propio Iturgaiz es evidente que entre ambos hay química. Sus partidos en Euskadi parece que no van a entenderse pero los líderes, sí, porque vienen del mismo punto, del mismo pensamiento, de la misma ideología… Y no acabarán muy lejos el uno del otro.

Andalucía, más caricatura que nunca

Ha tenido que llegar a Andalucía el trifachito del PP, Ciudadanos y Vox (que allí sí se han entendido y han sacado representantes los tres) para que la comunidad autónoma sea una caricatura de sí misma más que nunca. No solo por el impulso a la tauromaquia o la caza: lo último de la Junta es digno de chiste de revista satírica, pero la realidad supera a la ficción una vez más. El mismo Juanma Moreno anunciaba vía Twitter que “Andalucía propone una rebaja del IVA en las sillas de Semana Santa. Su importancia religiosa y cultural y la labor social de las hermandades y cofradías lo justifican”.

Para la galería

El gran problema de Podemos en el Gobierno español no va a ser la oposición, sino la gestión de las expectativas que los representantes y agitadores del entorno de ese partido han creado. Y más difícil les va a resultar si siguen generándolas: la regulación de la publicidad de casas de apuestas que anunciaba el ministro Garzón ha acabado siendo un coladero. A la libertad para colocarla en los partidos emitidos más tarde de las 20:00 se une ahora la excepción de “los famosos” haciendo publi: durante las retransmisiones los presentadores estrellas podrán mencionar las marcas, como recuerda en Twitter Antonio Maestre.

¿Cómo pueden hacerlo?

El acto de vandalismo de esta misma semana contra el monumento que recuerda a los fallecidos en el 11-M en El Pozo me ha sorprendido, como siempre me sorprenden este tipo de ataques. No son vándalos, no son inconscientes rompiendo material urbano, son personas sin alma, sin empatía, sin sensibilidad, sin memoria… Que podemos encontrar en todos los sitios: solo unos días antes, Dani Álvarez tuiteaba que el mural en Deusto de Yolanda González, asesinada por un ultraderechista en Madrid, había sido atacado. La llamaban “zorra” y pintaban sobre ellas banderas españolas.

¿Nos lo creemos o vamos de farol?

Hoy juega el Athletic en San Mamés. Se juega, en casa y a partido único, pasar a semifinales contra un equipo que el año que viene se llamará Real Madrid y parece que ha puesto los ojos sobre alguna de nuestras jugadoras. Y las entradas son ridículamente baratas (los socios no pagarán suplemento). Todo lo que no sea una gran entrada, presión desde la grada y empujar a las nuestras será una derrota. Una derrota como sociedad que no se cree la igualdad real, que cuando tiene oportunidad de demostrar que trata del mismo modo a hombres y mujeres no ejerce. Hoy toca ir a San Mamés. Y punto.

Iturgaiz habla claro

Carlos Iturgaiz es ese que va de tío enrollado que sigue hablando como en los 90, pero no como hablaba en el bar heavy, sino como hablaba en el Parlamento: “Batasunos”, “filoterrorista”… Si dice “la ETA”, me levanto y aplaudo. A esas expresiones trasnochadas tenemos que sumar declaraciones más actuales y directas: “Quiero que sepa la gente que ha votado a Vox que con Carlos Iturgaiz y con esta coalición vamos a defender muchas de las cosas que defienden ellos, y sin duda alguna que van a estar cómodos en la defensa de España”, tuitearon en En Jake. Más claro, imposible.

Y Federico lo sabe

La derecha cavernícola que en los 90 vivió su primer momento de esplendor tiene que estar encantada con el nombramiento de Iturgaiz. Federico Jiménez Losantos no ha tardado ni un día en darle la bienvenida en forma de entrevista: “Abascal es una persona maravillosa. No estamos juntos porque no quieren los de Vox”, dijo el del PP al que cobró del PP para montar su radio. En la Euskadi política, que nos conocemos todos, sabemos que Abascal e Iturgaiz fueron compañeros de sufrimientos. Eso es innegable y no puede dar pie a gracietas, y menos de quienes colaboraban en ese sufrimiento y el de todos.

Se le veía venir

Pero más allá de un pasado trágico compartido, la relación de Iturgaiz con la extrema derecha está muy actualizada. Arturo Puente recordaba en Twitter: “Por cierto que lo último relevante que hizo Iturgaiz en el Parlamento Europeo fue salirse de la disciplina del PP europeo para alinearse con Orbán”. La votación contra la sanción a Hungría por vulnerar los valores de la UE (por facha, vamos) fue controvertida y el grupo popular se partió en tres: algunos no acudieron, como González Pons, otros se abstuvieron (posición oficial) y tres, entre ellos Iturgaiz, votaron en contra de la sanción y a favor de la ultraderecha europea.

La herencia de Alonso

Pero el cambio en la foto del cartel no tiene por qué implicar grandes cambios internos en el PP vasco: Alfonso Alonso había ido reemplazando a personas con perfiles posibilistas por otras que hacen del cuerpo a cuerpo, la mentira (sí, mentira) y el odio (sí, odio) al sentimiento nacional de la mayoría de los vascos, su forma de hacer política. Perfiles que se adaptan sin problemas al de Iturgaiz, discursos que no diferirán en casi nada (salvo los “tics” de los 90) a los que pronunciará el de Portugalete. Ahora Alonso se va como un moderado, pero vino para cerrar la fase de Arantza Quiroga. Esa fue su carta de presentación.

Cuando estás en el Gobierno…

Tan dado que es Pablo Echenique a hacer chistes vía Twitter, seguro que conoce esas comparativas tipo: “Cuando estás en la oposición… Cuando estás en el Gobierno”. ¡Lo que cambian algunos y sus discursos! La mano derecha de Pablo Iglesias lo tenía muy claro el lunes: como republicano, le ha gustado el discurso de Felipe VI. Y si esto no es cabalgar una contradicción, como dice el líder máximo de Podemos, ¿qué lo es? Echenique continúa: según él, el rey hizo un discurso “valiente” y “distinto” que “no habrá gustado a las derechas”. A su izquierda, ahora que ocupa ministerios, sí le ha gustado.

La última de Iglesias

Pablo Iglesias, por su parte, va cerrando todas esas cosas que hacía desde la oposición (ya le cunde el tiempo a este padre de tres hijos) como sus entrevistas en YouTube: ya que los periodistas lo hacemos mal la sociedad española necesitaba esas entrevistas. Y cierra su ciclo con Jaume Roures, el controvertido millonario y productor televisivo. Un personaje de lo más siniestro (desmontó Público dejando a trabajadores sin cobrar) que, sin embargo, merece un puesto de honor, según Iglesias. El periodista Ícaro Moyano se fijó en dos detalles: que le llame “productor de cine” y que en la portada de YouTube aparezca solo Iglesias.

A tope con David Bravo

Un ex de Podemos, precisamente, el abogado David Bravo, tuiteaba estas líneas que podría hacer mías perfectamente: “Dirigido al chaval que fue amedrentado por llevar una sudadera que ponía ‘Fuck Nazis’: no pensamos que seas un cobarde por tu reacción. Estamos orgullosos de ti porque, aun temiéndoles, te atreves a salir a la calle con ella puesta. Esa es justo la definición de valiente”. Lo importante es que los nazis se vean despreciados, que vean que no les tenemos miedo y que somos más inteligentes que ellos para elegir las batallas. Ese chaval resistió sin violencia. Jodió a un nazi.

Otros les dan aire

Aunque el tema ya ha pasado, mantenía el link del tuit del que les hablo entre mi selección de la columna porque no quería que se me pasara. Hoy, después de hablar de quien sufrió a un nazi por despreciarlo, creo que es el momento de sacarlo: el modo obsceno en el que Bertín Osborne dio aire a un personaje siniestro de la ultraderecha española como es Federico Jiménez Losantos es para tenerlo en cuenta. Del mismo modo que hay que ponerlo en el “debe” de El Mundo, donde este periodista, experto en señalar objetivos y caldear odios, mantiene una columna. Solo me sale un: “Fuck Nazis”.

Otra vergüenza de El Español

Hace tiempo que tomé la decisión de no traer a esta columna noticias que encontrábamos en El Español pero sí las que generaba el digital de Pedro J. Ramírez que, exhibiendo de nuevo su clasismo, machismo y ausencia de vergüenza, titulaba recientemente: “La elegancia imprevista de la ministra de Trabajo de Podemos”. Diego E. Barros, como muchos otros, reaccionaba con desagrado en Twitter y, en su caso, también con acierto: “Mas allá de lo evidente, de nuevo el subtexto. No nos lo esperábamos de una comunista pordiosera”. Porque no solo es el tono de la noticia, es la tendencia de un medio que abraza cada día más a los ultras.