Asesinados por la espalda

José Luis González Villanueva e Iñaki Mendiluze Etxeberria son los dos ertzainas a los que Mikel Otegi disparó por la espalda. Su asesino no pertenecía a ETA, pero después de quedar absuelto por un jurado popular, fue detenido en Francia como miembro de la banda. Las familias de los agentes fueron revictimizadas por quienes les gritaban a las puertas del juzgado y por quienes no condenaron a quien reconoció “matarlos para ayudar a ETA en sus fines” (según el hilo de Consuelo Ordoñez en X). La madre de uno de ellos acabó suicidándose. Este es el horror que recuerdan en Bizkaia Gaur y que algunos blanquean hoy en Euskadi.

44.800

“Las autoridades de la Franja de Gaza han cifrado este martes en cerca de 44.800 los palestinos asesinados a causa de la ofensiva desatada por Israel” (Diario Red). Por muchos recelos que nos genere quien ofrece la cifra y quien la pública (el digital de Pablo Iglesias, tendencioso como pocos), cualquier número aproximado de muertos por el fuego israelí resulta absolutamente indecente, injustificable y condenable. Pero no con una condena verbal o un gesto (que también): Netanyahu y su gobierno ultra deben ser juzgados con frialdad pero sin miramientos. Lo que estamos viendo, ya lo dice Amnistía Internacional, es un genocidio.

Otro año trágico

Empiezan las recopilaciones habituales de todos los finales de año: lo más escuchado en Spotify, lo más buscado en Google… Y el número de periodistas asesinados: 104. Y más de 500 han sido encarcelados. No estoy banalizando sus muertes ni el sufrimiento de sus familias. Al contrario: busco llamar la atención ante una tragedia humana pero también social. Cada periodista muerto o preso es una voz acallada, es una realidad que no se cuenta, es silencio garantizado ante la desmemoria vasca, la masacre de Gaza o la cárcel conocida como “matadero de personas” en Siria. Por eso es importante prestigiar socialmente la profesión.

Más agilidad

“Una madre convoca una manifestación para acabar con una pandilla de Vigo que pega a menores y exhibe las palizas en TikTok”. El titular en La Voz de Galicia es mucho más alarmista que el cuerpo de la noticia, en el que se mezclan sucesos de hace años, víctimas y agresores, un caso de bullying que no tiene que ver con la actualidad, y la policía nacional, que asegura que no le constan las agresiones. Como dato positivo: nadie menciona la inmigración, para variar. Pero si algo pone de manifiesto la pieza y la llamada de atención que busca es que las instituciones necesitan más agilidad para detener la violencia y los bulos.

En su justa medida

No soy un negacionista de las enfermedades mentales. No puedo serlo si conozco la ansiedad tan de cerca que me generó ansiedad. Pero también creo (o precisamente lo creo porque lo conozco) que hablamos de ellas con demasiada ligereza y que vivimos con una precaución excesiva que, lo siento, en algunos casos no puedo tener. Por ejemplo, no compadezco en absoluto, ni me da lástima de ninguna manera, que un tipo tan ambicioso como Mbappé ahora tenga un bloqueo, pase por un bache o incluso padezca ansiedad (la de verdad es la de los pobres), cuando vive de putísima madre, donde quiere y haciendo lo que quiere.

Genocidio

“Amnistía Internacional concluye que Israel está cometiendo genocidio contra la población palestina de Gaza”, así de claro. “Mes tras mes, Israel ha tratado a la población palestina de Gaza como un grupo infrahumano que no merece derechos humanos ni dignidad, demostrando así su intención de causar su destrucción física”, y lo ha hecho “plenamente consciente del daño irreparable que estaba causado a la población palestina de Gaza”. En resumen: “Israel impuso en Gaza unas condiciones de existencia que generaron una mezcla mortal de desnutrición, hambre y enfermedades”. Me ha quedado claro.

El caos

No lo celebro, no me parece una buena noticia, no le veo nada bueno a que caiga un gobierno 91 días después de que haya andado a rodar. Tampoco creo que sea positivo que toda la oposición se haya unido. Miedo me da algo en lo que puedan estar de acuerdo los extremos. Dicho esto: ¿tiene culpa Macron y el gobierno que envió a una misión tan complicada? Posiblemente. Y en la pregunta y la respuesta que acabo de hacer hay un recordatorio: solo Pedro Sánchez es capaz de lo que hace Pedro Sánchez. El presidente francés le ha imitado, claramente, con una convocatoria electoral “flash” y un rumbo a bandazos, y se ha ido a pique.

Gracias a Trump

No he invertido en bitcoins. Ya lo sé: lo que me estoy perdiendo. La especulación de los listos, el valor en el que invierten los que saben y los que no tienen miedo. Los criptobros tenían razón. Pues bueno, pues vale, pues me alegro. En esta sociedad de mierda que genera beneficios extraordinarios y ultrarricos imbéciles, los bitcoins funcionan y molan. Personalmente, me resulta preocupante que, además de lo expuesto, estemos hablando de un refugio de capitales que mejora con el ascenso de un tipo como Trump. Del ingente gasto energético y su impacto en el planeta no hablamos porque eso es de losers, y esto va de tiburones.

Una buena explicación

No soy un negacionista, ni siquiera cuando hablo de bitcoins. No me gustan y no acabo de entender su funcionamiento aunque me esfuerce: precisamente por el subidón que ha pegado esta moneda virtual en Microsiervos han escrito un buen post explicando algunas mecánicas. “La cantidad máxima de bitcoins que pueden existir está limitada a 21 millones. Ya se han minado (emitido) 19,7 millones pero solo se minan unos 450 bitcoins al día”. Los bitcoins son “algo práctico principalmente para manejar grandes cantidades de dinero o atesorarlo”. “Todos estos procesos son todavía complicados y tienen mucha fricción”.

Esto lo entiendo menos

Es más fácil entender cómo funcionan los bitcoins que al alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, que ha anunciado que no dará más ruedas de prensa. Cuando tenga algo que decir grabará un vídeo y lo subirá a YouTube. Por supuesto, así nadie le hará preguntas. “La verdad no necesita intermediarios” (Público), dice el de Democracia Ourensana. La verdad, a veces, lo que necesita es que la digamos los de la prensa, ese enemigo que señalan quienes no se enteran: en una sociedad sana la prensa controla al político. Así funciona porque es lo mejor para la sociedad (y no necesariamente para el político).

Sí, nos hemos pasado

Tengo clarísimo que nos hemos pasado con “lo políticamente correcto”, en Euskadi, especialmente, y así nos va. Los populistas han aprovechado nuestra autocensura para lanzar golpes mucho más directos. No es la inversión en redes, es el puñetero mensaje. Al respecto, Jacobo Bergareche hace una interesante reflexión en The Objective: “El imperio de la corrección política no es un fenómeno que haya contribuido a crear ciudadanos más respetuosos ni a arraigar valores cívicos”. Al contrario: votan a Trump “para poder exhibir su visión del mundo sin avergonzarse de ella ante los cultos, los educados, los sensibles”.

Un ejemplo

No quiero señalar a nadie porque realmente son muchos los que necesitan expresarse, votando a populistas, y liberarse de los corsés que les han colocado quienes les venden esa liberación. Pero si Álex Bernal ha dicho esto él es el responsable de que lo comentemos: el jugador del eldense “estalla contra la Agenda 2030 por la DANA de Valencia: ‘Están creando tormentas para engañarnos y promoviendo vacunas mortíferas’” (El Desmarque). Sí, esta es su conclusión después de ver lo que hemos visto todas y todos. Hay personas que venden estas ideas de mierda, pero lo peor es que hay otras que las compran y, además, hacen publicidad.

Más militarismo

No nací ayer: conozco los compromisos de los estados con la OTAN y que esta vuelve a presentarse ahora como una inversión práctica por culpa de sátrapas como Putin. Pero que sea consciente de lo anterior no significa que me guste la idea de que mis impuestos vayan a comprar armas, y menos, de esta manera que anuncian en EPE: “El Gobierno cuela otros 215 millones más de gasto en Defensa en el Consejo de Ministros por la DANA”. Suma y sigue: “Desde la vuelta del verano, las partidas destinadas a Defensa han sumado casi una décima del PIB de la economía española. Por encima de los 1.200 millones”.

El PP no “entrará en el barro”

Siempre podré decir que fuimos los primeros: al director de DEIA entonces, Iñigo Camino, se le ocurrió la idea de esta columna (yo solo fui el tipo al que se la encargó, todo el mérito es suyo, siempre lo he dicho), después el resto fue descubriendo una mecánica muy sencilla: peinar Internet para ofrecer una visión en tu medio. Público también lleva un porrón de años haciéndolo, y con notables aciertos, como esta semana: su repaso al portavoz del PP ha sido tan bueno como necesario. “Sémper dice que el PP no ‘entrará en el barro’ y las redes dicen basta: ‘Cuánta desvergüenza, golfería y falta de escrúpulos’”.

El sufrimiento continúa

La DANA y mi cabreo ante lo políticamente correcto me han obligado a arrinconar un tema que, vuelvo a escribirlo, no por recurrente debe convertirse en familiar. No podemos inmunizarnos contra el horror y el dolor: “Un mes de asedio hunde el norte de Gaza en una ‘hambruna inminente’” (El Independiente). Y en el Sur la situación es peor. El ejército de Israel, enviado por Netanyahu y su gobierno ultra, sigue masacrando a la población civil día tras día, noche tras noche, sin que el mundo haya encontrado aún la fórmula para detener esta carnicería. Qué asco da todo a veces.

Un país poco normal

El Congreso decidió suspender la sesión de control sobre el gobierno español y el PP pidió más: también la votación sobre RTVE debía posponerse. La petición del PP parece coherente pero, ¿en qué lógica? En un país normal, en el que el parlamentarismo es útil, el pleno podría haberse mantenido para debatir las ayudas a las y los afectados, y hasta para repasar las responsabilidades. Pero todo el mundo sabe que eso es imposible hoy en España: PP y PSOE, Podemos y Sumar, Vox y la inteligencia, no querían estar tirándose los trastos a la cabeza con gente muriendo ahogada. El problema es justo ese, que hoy el Congreso no está para construir.

El liberalismo

Insisto en que después de aprobar y gestionar todas las ayudas necesarias, tendremos que observar quién ha tenido responsabilidad sobre las muertes: desde quienes han mandado a la carretera a sus trabajadoras y trabajadores, hasta quien desmanteló una unidad de emergencias en Valencia asegurando que se trataba de un “chiringuito” y “un exceso” (El Plural). Carlos Mazón, del PP, tiró de manual liberal para liquidar la referida unidad, y al mismo tiempo, según el tuit con el que ilustran la noticia en el digital, invirtió “17 millones de euros en festejos taurinos”. Vuelvo al trigo, como la mula: tendremos que exigir las responsabilidades.

¿Quién lo niega?

Llevo un par de semanas guardando este link a la noticia en la web Muy Interesante: “Nuevo informe sobre el cambio climático advierte: ‘El futuro de la humanidad está en juego’. La crisis climática se agrava y los científicos advierten que las decisiones que tomemos ahora definirán el destino de la humanidad”. Me negaba a eliminarlo porque me negaba a dar la espalda al aviso, a la gravedad de lo que están avisando. Y por desgracia la DANA lo ha vuelto a poner de actualidad, porque es innegable que el azote del clima tiene que ver con el cambio, con el daño, estábamos avisados: los desastres naturales serán cada vez más y cada vez peores.

La tragedia de cada día

Entiendo que la actualidad hace que nuestras miradas vayan a Valencia, pero el ejército de israelí, por orden del gobierno de ultras que lidera Netanyahu, sigue asesinando: “Los muertos en Gaza superan ya los 43.000 tras los últimos ataques” (EFE). ¿Cuántos de esos 43.000 eran terroristas? En cualquier caso, ¿merecían morir todas esas personas por acabar con Hamás? Lo que yo tengo claro es que el actual gobierno de Israel merece un juicio por sus decisiones, y que cuanto más tiempo tarde la comunidad internacional en sentar a ese grupo de enajenados en el banco de los acusados, mayor será el insoportable crimen.

Hermana, no sé si a ti te creo

Antes de que la DANA nos impactase, en Euskadi solo emocionalmente, la actualidad en torno a Íñigo Errejón nos regalaba otro titular: “Aída Nízar denuncia a Íñigo Errejón por agresión sexual: ‘Me dio un fuerte azote en las nalgas’” (Vozpópuli). Lo leo y vuelvo a pensar que el portavoz de Sumar ha despertado un montón de debates que permanecían aletargados porque nadie quería sacar el cascabel para el gato. ¿Y a Aída Nízar la creemos o como es un personaje controvertido, no? Si la creemos, ¿pedimos explicaciones a Ada Colau que, según la presentadora, estaba presente? ¿Podemos opinar de las declaraciones de Elisa Mouliaá?

En todo momento y en todo lugar

El antifascismo es en todo momento y en todo lugar o no es, por lo que el alumnado que ha escracheado “al profesor ‘fascista’ recién contratado” (El Salto) en la UPV/EHU solo será verdaderamente antifascista si muestra el mismo rechazo a las y los otros docentes declaradamente fascistas (siempre señalo a Joseba Permach por evidente, pero hay más) que alberga la institución. Si el señalado ha escrito lo que dicen creo que está claramente inhabilitado para la docencia universitaria y me parece bien que la UPV/EHU tome decisiones. Pero también lo creo de otras y otros cuya falta de humanidad está en las hemerotecas.

“18 años”

El Atlético de Madrid tiene un problema con sus ultras. Quien discuta esto es, sin duda, parte del problema. Y quien los defienda, como ha hecho Simeone intentando señalar al supuesto provocador en vez de al agresor declarado, también. “Así es el primer ultra identificado por lanzar mecheros durante el Atlético-Real Madrid: 18 años, español y sin antecedentes”, y “llevaba una navaja”, explican en EPE, generando aún más preocupación, porque el Frente Atlético se ha regenerado y, por lo que parece, los más jóvenes no son tan disciplinados como los ultras veteranos. Cuanto antes intervenga el Atlético, mejor para todas y todos.

¿Y esto?

“El cabecilla de la trama Koldo, Víctor de Aldama, no ha denunciado a la Policía Nacional o la Guardia Civil el tiroteo de uno de sus vehículos” “debido al miedo a sufrir represalias”. Lo cuentan en The Objective, donde también contaron lo de los disparos. “Este incidente también podría estar relacionado con otros negocios del cabecilla, ajenos a la trama investigada”, explican. El vehículo, “valorado en 150.000 euros”, “no se encontraba en un garaje en ese momento, ya que Aldama suele reservar ese espacio para vehículos de mayor gama”. ¿Vale la pena tenerlos y recibir tres balas del calibre 22 en la ventanilla del conductor?

¿Quién es el enemigo?

En 2024 el peso de ninguna culpa histórica explica o justifica la impunidad con la que actúa el actual gobierno de extrema derecha israelí (sí, cuando los ultras llegan al poder pasan estas cosas). La masacre que hemos visto en Gaza, el modo en el que ha atacado Líbano por el morro (todavía no ha reconocido el ataque terrorista por medio de dispositivos móviles explosivos, lo que sería un escándalo internacional sin precedentes) y, ahora, cómo pretende defenderse de la respuesta iraní con el primo del Zumosol, es decir, EE.UU., solo deben ser pruebas de crímenes internacionales y contra la humanidad.

Ya es Navidad en Venezuela

Ya es Navidad en Venezuela. Lo es por decreto de Nicolás Maduro, un tirano tan absurdo que pretende desviar la atención de la falta de transparencia en las elecciones y la crisis democrática y económica del país marcando el inicio de las fiestas navideñas el uno de octubre. Y todavía hay gente, en nuestro pequeño país, sin ir más lejos, que le saca la cara y que defiende que no es un dictador bananero que machaca a reprime a la población venezolana y ataca a la oposición con lo que sea necesario para debilitarla. Quien le compre el argumentario es tan ridículo como él. Que quede claro.