Qué tío, Koldo

Lo que sabemos de Santos Cerdán y José Luis Ábalos lo sabemos gracias a Koldo García. Él mantuvo las llamadas y, porque las mantenía, pudo grabarlas. Qué tío, Koldo, al que por si acaso se le acababa lo de conseguidor, guardó esos audios, supuestamente, para asegurar su posición. Unos audios que han acabado siendo un escándalo político explícito como pocos. La enseñanza, sin embargo, no es nueva: en política, rodéate de buenas personas. Huye de los Koldos en cuanto los veas o, a más tardar, cuando empiecen a manejar cientos de miles de euros delante de ti. Porque son los Koldos, los Santos, los Joseluis, los que hacen estas cosas.

Un sinvergüenza más, ¿qué importa?

Voy a intentar meter en esta columna los temas que Koldo García, Santos Cerdán y José Luis Ábalos les han ocupado el sitio: “Airbnb señala a los hoteles, cruceros y aerolíneas como responsables de la presión turística” (El Economista). Tienes que reírte. Esta mandanga intenta colocárnosla Jaime Rodríguez de Santiago, el director general de Airbnb para España y Portugal. ¿Los elementos que posibilitan contar con detalle el número de personas que llegan a un destino generan el problema? ¿Y la empresa que dispone de una infraestructura ajena e inabarcable es la solución? ¿En serio? Cómo nos toman por tontos, tú.

No lo entiendo

No son “las feministas”, sino la “Confluencia Movimiento Feminista”, pero estas (que tienen casi doce mil personas seguidoras en X) también tendrán que explicar muy bien por qué han convocado “concentraciones en hasta veinte ciudades españolas para exigir que se declare la inconstitucionalidad de la Ley Trans” (The Objective). Entre otras, Bilbao el próximo sábado. Yo no lo entiendo porque no soy muy listo, pero creo que hay mucha gente, mucho más espabilada que yo, que tampoco entienden por qué hablan de la “estafa del transgenerismo y cómo este socava los derechos de las mujeres y produce daños irreversibles en menores sanos”.

No son tan listos

Trump es listo, pero no tanto. Musk es listo, pero no tanto. Hemos creado entre todas y todos un sistema en el que para triunfar a lo grande solo hace falta una ambición igual de grande. No es necesario ser muy inteligente, ni inventar algo extraordinario. Tampoco hace falta ser buena persona, de hecho, si no tienes remordimientos, mejor te irá. Pero insisto en que listos no son: “Elon Musk instaló Starlink en la Casa Blanca. El problema es que nadie pensó en la seguridad de los móviles” (Xataka Móvil). El despropósito es tal que los móviles de la Casa Blanca se conectaban a una red llamada “Starlink Guest”. Es de chiste.

No hay otra solución

Según Informalia, después de que ‘La familia de la tele’ diera “un nuevo mínimo de audiencia: superados por Antena 3, Telecinco, La Sexta y Cuatro, e incluso por La 2”, “la cúpula de RTVE ya ha tomado la decisión de cancelar” el programa. Según el digital, en La1 esperarían al inicio del Tour de Francia para desplazar en la parrilla al gran fracaso de la televisión pública española (tan grande como innecesario). Hace tiempo que anuncié que ese programa influiría, de un modo u otro, en el fin de Pedro Sánchez. Lo que no esperaba es que la noticia coincidiese plenamente con estas semanas tan abrupta en lo político.

«Sánchez, desolado»

Una vez más, el mejor titular sobre el tema que se come la actualidad lo hemos encontrado en El Mundo Today: “Sánchez, desolado al descubrir que todos los españoles son corruptos menos él”. Dejando el sarcasmo de lado, que manejan en esa web mejor que nadie, el propio Sánchez dijo en su comparecencia y tuiteó después: “Es imposible la corrupción cero”. Y no le falta razón: en organizaciones tan grandes es imposible controlar que se te cuele alguna o algún tío que va a aprovecharse. Pero en el contexto en el que las dijo, esas palabras cogen otras dimensiones. Y ahí es donde el digital la caza al vuelo.

Y después, ¿qué?

En plena tormenta, Luis Arroyo hace un ejercicio muy difícil (por eso hay que leerle siempre): proyecta el escenario electoral en el que, antes o después, vamos a tener que movernos. “Prueba de que no hay nada perdido es que Feijóo no es capaz de ganar una moción de censura” (Infolibre). “De momento, Feijóo tendrá que esperar. Mientras le deje Ayuso, claro”. Precisamente porque la alternativa es ese PP escorado y Vox, cree que “los españoles de bien están dispuestos a comprender” (a tragar, creo yo). Precisamente, la clave para Arroyo es “que el PSOE sea más habilidoso que el PP en la aplicación del perdón cristiano”.

“El cinismo”

Desde el otro rincón escribe (y muy bien) Antonio Agredano: “Todo aquel que regale su voto al sanchismo lo hace a un partido consumido por el poder, el desgobierno y la ambición”, adelante en The Objective. Dice más: “En su teatral rueda de prensa, le falto terminar con un ‘son cosas que pasan’”, algo que tiene que pasar factura al PSOE porque “son tiempos líquidos, pero no tanto”. “La fiesta está terminando”, concluye. “El PSOE no es un partido en el que confiar. Su sede ha sido refugio reciente de mangantes, de chantajistas, de vividores, de fontaneras”, sentencia mientras juega con imágenes como pocos columnistas pueden hacer.

¿De qué sirven?

Tenía este link guardado desde antes de que estallará el escándalo en el PSOE: “Bolaños gasta 35.000 € en rastrear diariamente cualquier mención en los medios a su persona” (El Confidencial). Y tenía clara mi reflexión: ¿cuánto se avanza realmente con estos seguimientos exhaustivos? ¿Cuánto tiempo puedes anticipar tu respuesta? ¿Cambia algo contar con ese pequeño margen? Y vuelvo la movida de la semana: una riada siempre se desborda. Por eso tengo mis dudas sobre si hacen falta esas escuchas. Y sobre todo, tengo dudas sobre que el dinero público, el de todas y todos, deba ir a esto.

Para oír bulos

Esa escucha activa que, si la hacían en el ministerio de Bolaños, la harán también en otros, sirve en gran medida para oír bulos. ¿Qué hacen? ¿Combatirlos todos? ¿Cómo? Que preguntas tan sencillas no tengan respuestas claras me genera las dudas. Cada vez es más difícil distinguir la mentira de la verdad, como ha dicho esta semana Patxi López, y cada vez hay más gente enganchada a las redes. La suma explosiva ofrece este resultado: “La adicción a las redes sociales está vinculada a una mayor credulidad y difusión de noticias falsas” (Laboratorio de Periodismo). En plata: a más pérdida de tiempo, más mierda.

¿Qué hacía cada uno?

Las conversaciones entre Cerdán, Ábalos y Koldo García me tienen pasmado. Hay crónicas (buenas) en algunos medios que son terribles para la democracia. Y también nos evitan que hablemos de otros temas relevantes, como los 40 años que han pasado desde que Hegoalde también es Europa. ¿Qué hacía cada uno entonces? Algunos, esto: “La jornada estuvo empañada por tres atentados de ETA que causaron cinco muertos” (Euronews). Pero según Pello Otxandiano, lo que hacía la banda no era terrorismo. Entonces, ¿qué era? ¿Cuál era entonces la posición de la izquierda abertzale sobre Europa? ¿Y ahora?

Esta peli ya la hemos visto

“Rajoy pide ‘perdón a los españoles’ por la corrupción y promete ‘limpieza’”. Sí, pone “Rajoy”, no es una errata. Se trata de un titular recuperado por un usuario de Menéame: el 28 de octubre de 2014 el entonces presidente del gobierno español quiso explicar lo que estaba pasando en su partido. De esta manera lo recogió El Confidencial: “El jefe del Ejecutivo ha perdido perdón por haber promovido, avalado o permitido los ascensos en el PP de los políticos hoy implicados y se ha comprometido a actuar para que no vuelva a ocurrir”. Cambiamos “PP” por “PSOE” y casi tenemos la crónica de lo que vimos el jueves en Ferraz.

Oiga, mire, no

No me creí la cara de Sánchez en Ferraz, oí con cierta incredulidad sus palabras, y tampoco sentí una pizca de emoción cuando vi las lágrimas de María Chivite. Oiga, mire, no. Conozco la política vasca lo suficiente como para saber que los partidos en Nafarroa son siempre pequeños, que se conocen todos, y muy bien. Así que cuando leo esto en El Diario: “Navarra, el ‘laboratorio’ de la presunta trama de Santos Cerdán y Koldo García desde hace una década”, me surgen preguntas. Preguntas que la gran decepción que escenificó la presidenta del gobierno foral, una mujer fuerte, claramente, no responden.

Las y los médicos

Justo antes de que estallará lo de Santos Cerdán, leí un tuit interesante sobre la necesidad de cuestionar el papel de los jueces. Sin embargo, cuando los hechos te arrollan opinar sobre quien dictará sentencia parece una mala defensa. Con todo, rescato la idea: hay sectores que tenemos que poder cuestionar. Para mí, el colectivo de médicas y médicos es uno de ellos. Esos que “se rebelan contra Mónica García y van a la huelga contra el Estatuto Marco: ‘No nos va a engañar’” (El Debate). Pero también quienes no han participado de esa huelga pero sí presionan de otras maneras, a veces, para no hacer frente a su propia responsabilidad.

¿Dónde están los latinos?

Saltamos el charco: Bernie Sanders ha vuelto a denunciar en Bluesky que Trump lleva a EE.UU. hacia el autoritarismo, esta vez, después de la retención del senador demócrata de Álex Padilla en California. Sanders es la voz más valiente de aquel país estos meses. Pero sobre el conflicto migratorio echo de menos otras: las de los latinos más mediáticos del país. Jenifer López, Salma Hayek, Alfonso Cuarón, Eva Longoria, los Estefan o Jimmy Smits, que además encarnó en El Ala Oeste al que, en la ficción, era el primer presidente latino del país. ¿Por qué no dicen nada? Me temo que por miedo. Y justo eso da la medida del problema que tienen.

Ni una brizna de responsabilidad

No hablo del pataleo en el Congreso. No hablo (lo hago más adelante) del ataque al euskera en el Senado. No hablo de Isabel Díaz Ayuso despreciando todo lo que no conoce (y es mucho). Todo eso es grave, sin duda. Pero esto, también: el vídeo de “La banda del Peugeot”, hecho con inteligencia artificial, con el que intentan denunciar las supuestas connivencias de altos cargos del PSOE (los más altos, ahí está lo grave) con lo que toda la vida han llamado “conseguidores” en el propio partido socialista, es una muestra clarísima de irresponsabilidad. El uso de esta tecnología, altamente contaminante, deja claro lo que le importa al PP todo.

Lo grave

Lo que está pasando en el PSOE (no esquivo el charco) es grave. Lo es porque estamos hablando, otra vez, del secretario de organización: de Ábalos a Cerdán. Malo. Igual que cuando hablábamos de los tesoreros del PP, que todos acabaron imputados, uno detrás de otro. Malo, también. Malo porque hablamos de altísimos cargos, de puestos de confianza máxima, de personas que no actúan sin que los principales líderes de sus partidos lo sepan, lo toleren y den la bendición a los supuestos delitos. Malo, sobre todo, porque extiende la mancha de la corrupción a toda la política, al sistema democrático de modo global.

El ataque

Por supuesto, si Alfonso Serrano no se sonroja con su propio discurso, no voy a tener yo reparos para señalar sus barbaridades. El senador del PP se aferró a la literalidad: ¡claro que los presidentes autonómicos podían comunicarse en castellano en su reunión igual que en el consejo de gobierno en Gasteiz pueden hacerlo! Entender que también es posible hablar en euskera, catalán y gallego (que Alfonso Rueda lo haga no incomoda a nadie en el PP) es una cuestión de voluntad, de reconocimiento al otro, de generosidad, incluso. Serrano, como Díaz Ayuso, como Núñez Feijóo (quiera o no), han optado por no entenderlo. Por la barbaridad.

No son ellos, somos todos

No son ellas y ellos, las políticas y los políticos, somos nosotras y nosotros: las ciudadanas y los ciudadanos los que creamos sociedades cada vez peores. Hemos empoderado a ambiciosos, dejamos pasar a populistas de base fascista, algunos defienden a sus corruptos porque los otros son peores, tomamos como modelo a Musk, Milei o Trump. Pero también a otros que son, incluso, más peligrosos: “El 64% de los israelíes consultados en este sondeo abogan por el exterminio de toda la población de Gaza. ‘No hay inocentes’. El problema no es Netanyahu”, denuncia Javier Espinosa en Bluesky citando una información de Haaretz.

Te matan y, además, lo haces mal

Hace muchos años, tuve la enorme suerte de vivir una temporada en el norte de México. Allí estuve con periodistas de Chihuahua. Compañeras y compañeros amenazados pero valientes que informaban sobre el narcotráfico y la corrupción. Cuando regresé a Euskadi, mantuve el contacto y pude recibir noticias: les asesinaban, el narco les baleaba. Ahora llega a México Pablo Iglesias para explicarles cómo tienen que hacer su trabajo: “La Base América Latina despega desde México con una radiografía crítica de los medios hegemónicos” (Diario Red). Ojalá tuviese yo una décima parte de la autoestima de Pablo Iglesias.

No hay manera

Estoy de acuerdo con Dwayne Booth, el profesor de comunicación de la universidad de Pensilvania y dibujante, cuando dice que: “No hay forma de justificar lo de Gaza. Simplemente, no hay manera”. Esta afirmación, junto a otras, y sus viñetas (que firma como Mr. Fish) críticas con el genocidio (no lo dice Booth, ni lo digo yo: lo dice Amnistía Internacional), le han costado el puesto en el centro educativo, según denuncia Juan Ramón Mora en su blog. El propio Booth ha denunciado que su caso no es único, que la universidad está facilitando el acoso a quienes apoyan al gobierno y el ejército israelíes, de las personas críticas con lo que ven.

La familia de Trump

En su primera legislatura, Trump puso a familiares en los principales puestos de la Casa Blanca porque no se fiaba de nadie. Hoy ha conseguido reordenar el Partido Republicano a su gusto (va a costar años deshacer ese desastre), ha colocado a hooligans de su confianza en el Gobierno y ha dejado a sus familiares al frente de las empresas. Pero siguen estando presentes, según El Periódico: toda su familia tiene negocios en Arabia Saudí que se han visto beneficiados durante la visita oficial, “pese a los evidentes conflictos de interés que genera y las acusaciones fundadas de que parte de ese dinero beneficia directamente al presidente”.

Vigila tu WhatsApp

Esta semana hemos hablado muchísimo de WhatsApp, en concreto del de Pedro Sánchez y sus conversaciones con José Luis Ábalos. Unos mensajes con poca noverdad y poco interés, la verdad. Es más: a menos que todo cambie y empecemos a ver contenidos machirulos (como los que escribió Pablo Iglesias en su grupo de amiguetes con Errejón y Monedero), están quedando hasta bien en algunos momentos. A propósito de WhatsApp, El Chapuzas Informático escribe: “Los chats grupales de WhatsApp no son seguros: no están cifrados y Meta lo sabe”. Desde un servidor podrían manipularse para acabar viendo los mensajes.

Es la idea

No sé si han pasado unos seis años o veinticinco, pero cuando empecé en esto de la comunicación política, un magnífico compañero me explicó: “Un candidato puede hacer muchas cosas, pero el ridículo, no”. Pues lo de La Familia de la Tele en RTVE, para mí, es algo parecido: es un error de base, de concepto, de no tener claro que puedes hacer una tele desenfadada, inesperada, para diferentes públicos, sin tener que hacer el ridículo. “No es cómo se nace, sino cómo se evoluciona: programas que empezaron bajos de audiencia y ahora son imprescindibles”, aseveran en El Plural, al respecto. Yo no lo tengo tan claro.

El arte

Sé que me hago mayor porque pienso en algo que he vivido que hace unos años y, si echo cuentas, han pasado fácilmente dos décadas. También sé que me hago mayor porque cada día entiendo menos cómo se toman las y los más jóvenes mi afición, la fotografía. Esa postproducción que modifica las imágenes hasta dejarlas irreconocibles no me va. Para mí, una foto captura un momento, y el arte, el verdadero arte, es lo que hacía Pablo Inirio en su laboratorio. Photolari ha recuperado el documental sobre su obra en Magnum, exponiendo cada fragmento de un negativo diferentes segundos para hacer extraordinaria una buena foto.