Di que has estado siempre equivocado sin decir que has estado siempre equivocado

Última semana de agosto de 2024, Arnaldo Otegi “plantea un debate ‘para un gran estatus’ en Euskadi y en Navarra con una fórmula de ‘derecho a decidir pactado’”. Ay, pobre: ha estado toda la vida equivocado, exigiendo un estadito aquí y ahora, y que caiga quien tenga que caer, literalmente. Pero hay más en la nota de Europa Press: primero, que España daría el permiso, después “tendríamos que definir cuáles son los territorios de Euskal Herria, al menos en términos teóricos e históricos”. Esto es empezar la casa por el tejado o, dicho de otro modo, pedirle a España te diga hasta dónde llega tu país. Tanto sufrimiento para esto.

A tope con Yolanda

En una carta a la directora de El País, Adela Domínguez explica que con 26 años ha tenido que regresar a la casa familiar después de vivir con su pareja en Madrid durante tres años sin llegar a fin de mes. Ante esto, Yolanda Díaz, tuitea: “No son casos aislados, es toda una generación que el mercado de la vivienda expulsa y cuyo futuro roba. La transformación del país pendiente empieza por garantizar alquileres dignos y bajar precios. Hay millones como Adela que lo necesitan”. Estoy totalmente de acuerdo con la vicepresidenta española y ministra de Trabajo desde enero de 2020, es decir: ya estaba en el cargo cuando Adela intentó independizarse.

Pero

Si de algo podemos acusar a los gobiernos de coalición PSOE-Podemos y PSOE-Sumar es de gobernar mirando más a sus partidos que a la sociedad. Por eso seguimos leyendo tuits como si quien los firma no tuviera responsabilidad alguna, y seguimos viendo atónitos que sus leyes no funcionan sin que pase nada: “El precio del alquiler sube un 8,6% interanual en España en julio” (blog de Fotocasa). Aquella ley que hoy solo apoyan PSOE, Sumar y Bildu se aprobó para unas elecciones, y a estos partidos les funcionó, pero a personas como Adela Domínguez no les ha servido para nada. Esto hay que decirlo alto y claro.

Y ahora, Ábalos

Sigo estando seguro de que José Luis Ábalos no va a complicar la legislatura desde su escaño al PSOE, simplemente, porque ni al exministro ni a nadie en el partido de Pedro Sánchez le conviene que haya ruido en esa parte del hemiciclo. Pero ambos, claro, tendrán que poner de su parte para que tampoco haya más amenazas veladas del que fuera, también, secretario de organización del PSOE: “Un voto menos para la mayoría de investidura: Ábalos dice que votará a conciencia a partir de ahora y que ya no será ‘seguidista del PSOE’”, titulan (supongo que con cierto regocijo) en el digital de Pablo Iglesias, Diario Red.

Son personas

Quienes vienen en pateras o cayucos, quienes se juegan la vida intentando superar a nado la frontera entre España y Marruecos, y quienes les detienen o contienen, pero también les atienden, son personas. Aunque es evidente que algunas y algunos agentes de la policía, de la de aquí, allí y de más lejos, están mostrando comportamientos reprobables en situaciones que ya lo eran, estoy absolutamente seguro de que la mayoría sienten y viven como cualquiera de nosotras y nosotros, así que empatizo con las y los agentes que explican en Vozpópuli lo duro que es trabajar en la frontera española: “Te impresiona”. ¿Cómo no va a hacerlo?

Cartón piedra

El pecado capital de Bildu en esta campaña consiste en tratar a la ciudadanía como si fuera idiota: prometer hasta meter, no decir cómo van a hacer viables sus carísimas propuestas, tener un discurso más duro en euskera que en castellano, el “ETA” de “aldaketa”, presentar como ideólogo de Bildu a quien dejó su sitio en Sortu a David Pla, las gafas de pasta, la ropa cara, las sonrisas, los abrazos… Puro cartón piedra que se nota hasta en sus vídeos, como explica Xavier Tomàs en X: “un spot donde el 100% del contenido está sacado de bancos de imágenes”. La pregunta es: ¿les funcionará?

La marisquería

Cuando leí la noticia del encuentro en un restaurante entre el ministro Ábalos y su colaborador, Koldo García, por primera vez pensé algo parecido a lo que expresó con maestría Manuel Jabois. Evidentemente, ni en mis mejores sueños soy capaz de juntar las palabras y evocar las imágenes tan bien como él lo hace: “Para coincidir en la misma marisquería un día laborable con un colega, o estáis abusando de la marisquería, o Dios tira muy bien los dados”. “Ir todos los días a una marisquería es para que el camarero, en vez de servirte, llame directamente a Anticorrupción”.

Otro que tira los dados

Que los últimos estertores de Ciudadanos sean en el parlamento europeo tiene algo de poético: el lugar donde se hace la política más grande, es decir, el lugar que más grande les queda a las y los de este partido de maleducados y jetas disfrazados de “liberales”. Su acta de defunción electoral ya está firmada, pero algunos, como Dios en la columna de Jabois, quieren tirar otra vez los dados: “Edmundo Bal presenta Cree, su nuevo partido para las elecciones europeas. El partido se define como ‘una nueva formación con una clara vocación reformista desde la centralidad y la moderación’” (The Objective).

Un juego insostenible

Me gusta mucho el fútbol. Pero mucho, mucho. Y precisamente por eso soy tan crítico con el negocio que hay montado en torno a un juego maravilloso: un negocio que consiste en que el dinero, como el balón, nunca deje de moverse. Y en ese cambio de manos vertiginoso con cifras de locura, lo que se queda entre las uñas de los muchísimos intermediarios puede suponer una fortuna. Pero es insostenible, es un hecho: “Arsenal FC ingresa más de 500 millones, pero pierde 60 millones en la temporada 2022-2023” (Palco 23). Cifras injustificables salvo para quien espera la migaja con la que comprar un Ferrari.

Y nos queda lo mejor

Escribió Jorge Valdano que a veces solo hacen falta dos o tres segundos para que el fútbol, ese mismo fútbol en el que hacen buen negocio quienes tienen menos escrúpulos, nos parezca un deporte maravilloso. Ese fue el tiempo, quizá menos, que pasó desde que Nico Williams centró un balón que conectó Iñaki. Todos vimos en el campo cómo se preparaba el mayor para rematarlo, libre de marca porque Mario Hermoso decidió ser un espectador más, y liberó todo el miedo y toda la tensión contenida durante semanas en el Bilbao futbolero. Como dice mi amigo Gorka: “Qué bonito es ser del Athletic, joder”.

Un win-win de libro

No me cabe duda de que la “E” serpenteante justo antes de las letras “T” y “A” de “aldaketa” en el cartel de Otxandiano está puesta con toda la intención (además, son las únicas que se unen): Bildu demuestra que es una opción atractiva incluso con ese guiño perverso donde más se ve. Y un fascista siempre enseña la bandera, no lo olvidemos. Pero su señuelo necesitaba a un tonto útil, en este caso, una tonta útil, que picara y, de paso, victimizase a quienes se ríen de nosotras y nosotros. Y esa tonta útil ha sido Isabel Díaz Ayuso, que ha colocado el tuit al que ha hecho la ola toda la izquierda abertzale. Pues bueno, pues vale, pues me alegro.

Orgullosas y orgullosos de ensuciar

Más allá que el negro anzuelo del cartel, me sorprende que en Bildu siguen pensando que la de ensuciar es buena idea: el mismo día que el lehendakari Urkullu anunció la convocatoria electoral, Bilbao fue inundado con la cara de Pello Otxandiano (con foto del genial David Herranz, el buen gusto no se lo niego). Sin espacio para colocar publicidad electoral aún, todas las paredes valían. No solo eso: han grabado y difundido en un vídeo su nulo respeto a las normas de la junta electoral y a las más éticas de la ciudadanía, porque no todas las paredes son lienzos ni un sitio para colocar propaganda electoral. Pero igual hasta les funciona.

Hablando de ensuciar…

Como si volviésemos a los 90, Bilbao apareció empapelado por quienes no respetan normas ni éticas, y también han vuelto a nuestra vida la oposición a proyectos que generan riqueza y la pintura, en este caso, roja y contra el Guggenheim. Dice Mikel Segovia en El Independiente que “la ampliación del Guggenheim” es “otro pulso electoral que enfrenta a PNV y EH Bildu”. No estoy de acuerdo. Creo que tenemos que empezar a hablar del proyecto en Gernika-Lumo y Murueta como lo que es: una oportunidad para recuperar un espacio natural, no una lucha partidista con las mismas mentiras de quienes siempre han dicho “no”.

Que hable Ábalos

El personaje más importante del conocido como “caso Koldo” es, sin duda, José Luis Ábalos. De momento, no tanto por lo que hizo, pero sí por lo que está haciendo y diciendo. Su discurso, que quería sonar emotivo y sonó casi a chiste, intentando basar su inocencia en su propio sacrificio de no tener chófer y secretaria, y pasar al grupo mixto en el Congreso, es para “tallar en mármol blanco”, como tuiteaba Álvaro Berro. Otra usuaria le puso música: la canción “El muelle de San Blas”, de Maná. Y esto es solo el principio: cuando el fango suba y empiecen a mancharse los bajos de los trajes, empezarán los saltos y las huidas.

No va a hacer nada extraño

Pero Ábalos no va a hacer nada extraño, estoy seguro: su paso al grupo mixto no va a suponer un dolor de cabeza para el PSOE. No lo digo yo y el sentido común, lo confirman en EPE: “Ábalos tranquiliza al PSOE: ‘El Gobierno va a contar con mi voto’”. Aunque su decisión resulte difícil y sus alocuciones, extemporáneas, la situación del socialista es muy complicada, y el primer interesado en que no se complique más es él. Un paso desapercibido en el Congreso, en la que seguro que va a ser su última legislatura, sería la mejor noticia para el diputado y el PSOE. Pero ni las circunstancias ni la política se lo van a permitir.

Cuarto día, cuarto traspié

Pablo Iglesias se ha debilitado. Lógico: ha demostrado que carece de visión política. Tiene tantas dioptrías que es incapaz de ver que un escaño en la Asamblea de Madrid no merece abandonar una vicepresidencia del gobierno español. Y cuando uno primero siembra vientos y, después, muestra que se ha olvidado del paraguas del criterio, por lo que es claramente débil, la tempestad va a por él. Así que, sí, en solo unos días Ábalos se la ha jugado en Vivienda y Calviño con la reforma laboral. Iglesias ya tiene los dos pies fuera del gobierno, así que puede que no haya más ajustes de cuentas, pero a la política se llega con gafas y paraguas.

Ha quedado claro

Si un presidente es capaz de entregar su departamento de Educación a Vox da igual lo que haga después, ya ha dejado claro el tipo de político que es. Ha sucedido en Murcia y es una de las consecuencias de la moción de censura fallida, la que inició el larguísimo Sainete protagonizado por Iglesias, un actor en decadencia. Pero no la única, porque un gobierno autonómico menor ha hecho que todo estalle: Ciudadanos se precipita pero por el sumidero, el futuro de Podemos se complica, PP y PSOE se refuerzan absorbiendo lo que pierden los anteriores, y Vox coge aire y un departamento de Educación, consumando este absurdo.

Precisamente les falta educación

Vox es una especie de colector: primero recogieron a los fascistas que pulularon por la Falange o el PP de Aznar. Con este núcleo duro se dedicaron a recoger a quienes no se enteraban de nada y a quienes se engorilaban ante la perspectiva de una pseudodictadura olvidando cómo fue la de verdad. No hay una sola manifestación de Vox, en el sentido amplio de la palabra, que hable bien de ellos. Lo hemos comprobado en Sevilla, en otro de sus mítines encubiertos: “Simpatizantes de Vox llaman ‘puta’ y ‘zorra’ a una periodista” (El Plural) porque, para ellos, una fiesta también va de cebarse con lo que odian. Lo dicho: fascistas.

Hoy es 20-M

Marcelino Madrigal avisaba en Twitter de que el 20 de marzo, es decir, hoy, hay convocadas en varias capitales del mundo manifestaciones de ultras y negacionistas de tendencias de derechas. En realidad, Madrigal rebatía la noticia de El Español que hablaba de manifestaciones “de ultraizquierda”, argumento que han copiado otros diarios como La Razón. Pero a estas alturas, lo que diga El Español es lo de menos salvo para quienes le necesitan para hacer los coros: Pedro J. Ramírez ha fracasado en su intento de montar un digital que sea referencia de algo o alguien salvo sí mismo y su clac.

Cantó está amortizado

En República.com leemos este otro titular: “Toni Cantó no descarta ir a un mitin de Ayuso y llama al ‘voto útil’ ante la ‘desaparición’ de Cs en Madrid”. Este digital no es el único medio que convertido en noticia la última llamada de atención de Cantó. Pero me temo que su camino se ha agotado: Cantó no tiene nada que ofrecer en política y, sí, puede que el PP le exprima las últimas gotas en campaña pero no creo que vaya más allá. ¿Quién va a confiar en un tipo que salta de partido en partido despreciando a quienes han sido sus compañeros de filas? Me temo que el telón esta vez cae sobre los escaños que ha ocupado.

Amanecer Dorado, primer aviso

¿Con qué amenaza Vox cuando responde al ministro José Luis Ábalos, que protesta en Twitter por un ataque a la escultura que recuerda a Largo Caballero, con este mensaje: “Derogad la Ley de Memoria Histórica. Primer aviso”? ¿Dónde está la fiscalía para actuar de oficio contra quien amenaza a un ministro y ataca a una norma básica como es la memoria de las víctimas del golpe de estado y la dictadura franquista? El primer aviso del que Vox tiene que tomar nota debería de ser el que ha dado la justicia griega con Amanecer Dorado, al que ha considerado organización criminal. Lo que son los fascistas.

Fascistas haciendo cosas nazis

Y si la fiscalía no actuó con el primer aviso porque en España ya se sabe que para las cosas de los herederos de Franco todos se ponen remolones, debería de haberlo hecho con el segundo aviso, que lo dio el diputado Juan José Aizcorbe (de Vox, por supuesto) nada menos que en el Congreso ayer: “Reitero la presentación de una proposición de derogación de la liberticida Ley de Memoria Histórica. Segundo aviso, señorías” (El Plural). Segundo aviso, ¿de qué? ¿Van a salir a quemar libros o a marcar puertas de casas con pintura? ¿Van a tomar las cortes con un golpe de estado y una guerra civil apoyados por Hungría y Polonia?

¿No les están regalando la oportunidad?

La reforma que proponen PSOE y Podemos para elegir a la cúpula de la judicatura, rebajando la mayoría cualificada hasta la absoluta, abre la puerta a que, en cuanto cambien las tornas, nos comamos unos jueces ultraconservadores. Más incluso de lo que son ahora, aunque algunos vayan de progres. ¿O qué creen que van a hacer PP y Vox en cuanto sumen mayoría absoluta, dejar a otros que metan la cuchara? Por otro lado, esta rebaja sí permite a otros partidos entrar en la jugada (como ahora) que, hasta ahora, tienen monopolizada PSOE y PP, y supeditada a que se pongan de acuerdo.

La estrategia de Ayuso

El PP y Vox comparten muchos vasos comunicantes: la base de votantes, las necesidades de unos y otros, y el trumpismo. Y aunque en general los de Abascal tarareen la música trumpista más a menudo, nadie la interpreta como Isabel Díaz Ayuso: la manera más efectiva de mejorar las cifras de la afección del coronavirus es dejar de hacer pruebas. Sobre todo, pruebas que sabes que pueden dar positivo, como la de las personas próximas a un contagiado. En eso se basa la mejora de datos que presenta Madrid para enfrentarse al gobierno español, lo que es, en esencia, una barbaridad y una irresponsabilidad.

El problema es medirlo

Algo está haciendo mal alguien si el resultado de unas medidas sanitarias se ofrece en votos y escaños. No parece muy lógico, desde luego, ni muy recomendable porque de esta manera solo se consigue hacer el juego al populista. ¿De verdad que del enfrentamiento entre Díaz Ayuso y Sánchez la primera va a rascar 15 escaños más en el congreso madrileño? ¿De verdad que es momento de que La Razón haga esta encuesta? ¿De verdad se puede mezclar una pandemia con unas encuestas electorales con esta sencillez, como si no fuera ampliar la irresponsabilidad con la que ejercen y envilecen la política?