La terca realidad

La realidad es terca y, con lo que estamos leyendo, resumir la caída de Errejón como lo hace David Martínez en el digital que dirige Pablo Iglesias, es ridículo: “Al final, Errejón no era el prodigio que parecía. Ni Iglesias era la reencarnación de Stalin. Veremos qué depara el futuro a Yolanda Díaz”. Los hechos han sobrepasado cualquier análisis político de parte y en el medio del jefe, y el cóctel que nos ofrece Errejón a beber está compuesto por ingredientes muy sustanciosos ya por separado. Lo que no tiene un pase, y la realidad se muestra ahí terca también, es que en su lejano comunicado, el de Más País demuestra que nos toma por idiotas.

¿Vale con unas denuncias anónimas?

El primer ingrediente sustancioso del cóctel es el dilema que se nos ofrece: ¿vale con unas denuncias anónimas que una periodista recibe y hace públicas, sin que sepamos si las ha comprobado, en su cuenta en Instagram? Es cierto que todo ha estallado gracias al trabajo que hace Cristina Fallarás de esa manera, pero, ¿hasta qué punto es creíble, literalmente? Estamos conociendo detalles escabrosos que los más irresponsables atribuirán a Errejón con ligereza. El daño no es político, es personal. Igual que el que él habría perpetrado, si es que las denuncias anónimas se convierten en pruebas sólidas, evidentemente.

El papel de la mujer

Pedimos cuentas a Yolanda Díaz, con la que despachaba, a Mónica García, su primera espada de Más Madrid, y hasta a Rita Maestre, que ha sido pareja de Iñigo Errejón. ¿Lo hacemos porque siempre pedimos más cuentas, más explicaciones, a ellas? ¿O lo hacemos por el papel instrumentalista de la mujer en la izquierda? Ahí va otro ingrediente con sustancia. Errejón era la excepción con pito en un entorno feminizado y era, a la vez y por lo que parece, un pichabrava cuyos excesos analizará ahora la justicia. Su supuesta visión de la mujer para satisfacerse anula su discurso feminista. La pregunta es: ¿era la excepción?

“La azotaría hasta que sangre”

Esa frase de Pablo Iglesias en un chat a Juan Carlos Monedero, según cuentan las crónicas, fue denunciada por Mariló Montero (a la que el entonces líder de Podemos “azotaría hasta que sangre”) en 2016. Entonces, Errejón formaba parte del “núcleo irradiador” (hemos aguantado cada gilipollez…) del partido morado. Y lo que vemos, uniendo los puntos, es un “mood” poco recomendable. No solo es que podamos enlazar hechos aparentemente aislados para denunciar una hipocresía evidente, es que debemos hacerlo, porque hablamos de unos personajes moralizadores que han dado pruebas de una ética muy particular. Y machirula.

¿Y en casa?

De la misma manera, por supuesto que puedo y debo cuestionar la instrumentalización del rol de la mujer en la izquierda, porque tenemos muchas pruebas de su cinismo. ¿Y en la izquierda vasca? En Euskadi hay un libro pendiente: ¿cuál fue el papel de la mujer en ETA? ¿Y el de aquellas chicas a las que se animaba en las herriko tabernas a escribir a “los presos”? ¿Cuántas parejas surgieron después de conocerse en un bis a bis? ¿Nada tiene que decir de eso el líder que estuvo entonces, sigue ahora y presume de más de 40 años sin casos de corrupción (porque el impuesto revolucionario y la “caja B”, al parecer, no existieron)? ¿Y de los otros?

¿A quién divide?

Desde que tengo esta columna hago el esfuerzo de hablar de uno de los parlamentos más alejados para la ciudadanía: el europeo. Y por eso cada día visito Euronews, cuya equidistancia en su versión española, me rindo, me echa para atrás: “Viktor Orbán divide al Parlamento Europeo al presentar las prioridades de la presidencia húngara”, titulan sobre su vergonzosa intervención en Estrasburgo. En el cuerpo de la noticia explican que solo fue alabado por la extrema derecha. ¿Eso es dividir? ¿Por la mitad, tal vez? Si algo hizo Orban es recibir el aplauso de los suyos y el repudio (podemos celebrarlo) de todos los demás grupos.

Parlamentarismo facha

El miércoles, PSOE y PP hurtaron a la ciudadanía un debate relevante sobre los modelos de acogida a las personas inmigrantes y se dedicaron a competir por quién mostraba más bajeza política. Pero no fue el único día que el cómputo de años de pena global en Europa eclipsó otros hitos del parlamentarismo, en este caso, facha: “El Congreso da el primer paso para disolver las asociaciones que ensalcen el franquismo con el rechazo de Vox” (El Diario). En cualquier caso, “esta ley no servirá sin embargo para disolver la Fundación Francisco Franco, puesto que se refiere únicamente a las asociaciones”. Siguen quedando cuentas pendientes.

Qué vergüenza

Para mí, que el PP no haya visto venir que con la aplicación de la transposición europea que obliga a computar todas las penas en la unión algunos condenados de ETA iban a ver rebajada su pena, es menos grave que cómo han reaccionado: con asumir la obligación continental con naturalidad ya valía, pero, claro, del “que te vote Txapote” no puedes pasar a ayudar a Txapote. Quien se baña en fango tiene difícil salir del lodazal: “Víctimas del terrorismo de ETA instan al PP a dejar de ‘usar’ políticamente a sus familiares”. Lo de Tellado y el resto del grupo parlamentario, empezando por la ovación forzada a Marimar Blanco, no tiene ni un pase.

El límite

Isabel Díaz Ayuso marca la altura de lo mal que está el PP: “ETA está más fuerte que nunca”, dice. Como si ETA no hubiese matado hasta a 97 personas en solo un año (1980). Como si los asesinos no hubiesen pasado la frontera para refugiarse con cierta tranquilidad. Vale que los últimos jefes de ETA se han ido integrando en Sortu, vale que quienes justificaban a los terroristas ahora viven demasiado bien con sueldos públicos, vale que el PSOE, Podemos, Sumar, Alternatiba y Aralar han blanqueado a la izquierda abertzale con primor. Pero eso que dice Ayuso es vil y mezquino, como quien lo haya escrito.

“Neurona” se queda en nada

Esto que publican en Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, debe ser difundido: “Después de años de lawfare, el ‘caso Neurona’ contra Podemos se queda en nada y es archivado definitivamente. También se archivan las causas abiertas también contra Juan Carlos Monedero, Juan Manuel del Olmo y Daniel de Frutos”. Sí, podemos hablar de “lawfare” ya que se usó una investigación judicial para señalar y generar dudas hacia unos políticos que, como estamos viendo ahora, no hicieron nada de lo que se les acusó. Los Iglesias, Monedero y demás pueden caernos mejor o peor, pero siempre fueron inocentes. Que quede claro.

España va bien, que lo dice Permach

El mismo Joseba Permach al que oímos y vimos explicar que ETA atentaba porque había una estrategia represora del estado español, hoy se ha reconvertido en profesor de la UPV/EHU, tuitero y defensor de las virtudes de España y el PSOE: “La economía del estado creció un 2,5% en 2023, cinco veces más que la eurozona. La afiliación a la Seguridad Social alcanza los 21 millones de personas. Las personas en paro son 2.572.121 la cifra más baja en agosto desde el 2008”. Así comienza su hilo para alertar de la amenaza de la ultraderecha en ese país, contra una realidad que Permach resumiría como José María Aznar: “España va bien”.

Cuéntanos más, Joseba

Joseba Permach sabe mucho de lo que pasó en aquella época en la que él era el tipo duro de la izquierda abertzale. Y ahora que es profesor en la UPV/EHU su sabiduría será desbordante. Por eso, en el mismo hilo que comienza con sus loas a España, nos ilustra con la estrategia que tienen todos los populismos de base fascista, como el de la extrema derecha y el que él mismo practica desde X: “Se llaman ‘Agenda Setting’ y ‘Framing’. Son métodos para incidir en la opinión pública, condicionar los temas de debate y la forma de representarlos”. “Si imponen los temas y nos comemos sus marcos, la opinión pública va a variar a pasos agigantados”.

Maduro te explica Internet

Otro que en el pasado fue un látigo y hoy es manso es Juan Carlos Monedero, que tuvo que soportar la mirada y la vergüenza mientras Nicolás Maduro, junto al que se sienta para cederle la palabra, explicaba a su público cómo funciona Internet. Una serie de ideas sin conexión y fundamento, mezcladas para señalar a EE.UU. y, sobre todo, la ignorancia del propio Maduro. Y ahí estaba él, Monedero, aguantando el tipo ante una colección de estupideces. No le niego que intentó corregir algo, pero tímidamente. Porque a los dictadores, al final, todo el mundo les trata como tal. Y a los colaboracionistas, por cierto, también.

Tampoco ellos creían que estaban comiéndose la propaganda rusa

Marcelino Madrigal y Emilio Doménech mantuvieron una conversación muy interesante sobre la noticia de que Rusia montaba directamente agencias de noticias en EE.UU. para desinformar, y para ello usaba a influencers de esos que dicen que estamos todos comiéndonos información gubernamental cuando hay una verdad que ellos conocen porque la buscan. Pues bien: se estaban jamando propaganda rusa a cucharadas (conscientemente o no). Lo ha investigado, documentado y acreditado el departamento de Justicia estadounidense, pero sucederá en más países, como sugería Nanísimo. No eran más listos, eran todo lo contrario.

No es un dislate

El anuncio que ha hecho el propio Alvise Pérez (“he votado ‘no’ a subvencionar el espectáculo del toro de lidia, pese al apoyo total que PP y Vox han dado a dicha financiación pública”) ha sido mal interpretado. Por supuesto, sectores muy conservadores en España, en los que también pesca votos él, le han criticado con furia. Pero me parece más interesante pensar en quién lo aplaude: Dani Desokupa, el líder de este negocio, es un abierto animalista, y si Alvise ha decidido votar así y exponerlo es porque sabe que hay una nueva generación de ultras que mezcla lo liberal con lo antitaurino, entre otras ideas que parece que no pegan, pero sí.

¿Es necesaria la huelga?

¿Es necesaria la huelga de la función pública vasca? Me lo pregunto de la mejor manera que soy capaz de hacerlo: con dudas. Me lo pregunto como autónomo y me lo pregunto como persona usuaria de los servicios públicos de la CAV: agradecido y apreciando el valor de la mayoría y con claras críticas hacia una minoría del funcionariado, cuyas decisiones a veces son difíciles de comprender. ¿El funcionariado vasco, en el que van a consolidarse 17.000 plazas antes de que termine 2024, sin contar las más de 3.000  nuevas que van a crearse, necesita una huelga? ¿O la necesita quien quiere presentar al país como si estuviera paralizado?

Entonces, ¿no es una errata?

Vi el tuit el domingo, pocos minutos después de que lo lanzaran, y no le di importancia: es una errata, de la anécdota no se hace noticia. Lo vi de nuevo ayer por la mañana. Y he esperado, pacientemente, a que desapareciese, pero dos días después, a la hora en la que escribo la columna, Arnaldo Otegi sigue anunciando “poco trabajo” como uno de sus argumentos para “salir a ganar” en las próximas elecciones autonómicas. Una pena ese fallo (sigo pensando que lo es) que empaña un acto de Bildu muy cuidado para dejar a todos los suyos y todas las suyas bien claro a quién tienen que votar en el proceso interno.

¿Lo peor para el país o para ella?

Malas y malos son las y los políticos que confunden el país no ya con su partido, sino con ellas y ellos mismos: “La aún alcaldesa de Pamplona, a Sánchez: ‘Eres lo peor que le ha pasado a este país, lo peor’” (El Independiente). Cristina Ibarrola lo dijo así en la manifestación que UPN, junto con PP y Vox, que ensucia todo lo que toca, convocó para denunciar lo que es evidente: un pacto entre Bildu, PSOE y GeroaBai para desplazar a una alcaldesa que, si bien había ganado las elecciones, no había conseguido un gobierno estable. Ibarrola y UPN llevan, por lo tanto, pecado y penitencia: parece que su tiempo ha pasado.

Casi todo empezó con Podemos

No quito ni una pizca de importancia a cómo el Caso Neurona fue utilizado por justicia y medios de comunicación para desgastar a Podemos. Con esto claro podemos hablar de si al partido le debilitaron más los de fuera o los de dentro, pero la utilización es manifiesta. Y dejando esa utilización cristalina, debemos ponderar la relevancia del caso, y esto de Juan Carlos Monedero es, por lo menos, un poco exagerado: “‘Neurona’ es el segundo caso más importante de guerra sucia tras el terrorismo de Estado” (Público). Porque si algo conocemos en Euskadi es la utilización de la justicia, los medios y la política para señalar y desgastar.

Seguiremos disfrutando

Los octavos de final de la Champions League nos ofrecerán una eliminatoria entre la Real Sociedad y el PSG. Una fiesta del fútbol vasco a doble vuelta que debemos disfrutar, pero no como un premio, sino como parte del camino que al equipo de Donostia le queda por recorrer. Su clasificación como primera de grupo, por encima del Inter de Milán, ha sido impresionante. Pero lo mejor es su manera de competir en el torneo de clubes más importante del mundo. A ambos lados de la A-8 mordemos en el campo, y Alavés y Osasuna siguen haciendo sus deberes. Solo falta el Eibar y seguir creciendo en el norte. El fútbol vasco mola.

Todo lo que cabe en un TikTok

Es muy, muy reseñable que en la cuenta en TikTok de Bildu hayan subido un vídeo de dos 2’37” de Mertxe Aizpurua justificando el voto a favor de su grupo a la investidura de Pedro Sánchez. Un hito histórico en la izquierda abertzale. En ese largo TikTok cabe una rectificación histórica de quienes dijeron lo del plato de lentejas, que nunca harán. Y cabe la capacidad de aceptar la opinión dictada de miles de personas que, en su odio al PNV, han encontrado la justificación necesaria para acatar cambios de rumbo imposibles. Y cabe mi admiración por hacer un resumen de una intervención más extensa tan bien hecho.

¿Pablo Iglesias, desinformador?

Manu Bravo no ha sido el único periodista que ha avisado del bulo, y Middle East Monitor no ha sido el único medio que se lo ha tragado. Me refiero a la (des)información que ha hecho circular Pablo Iglesias de que Ione Belarra ha sido cesada como ministra por su apoyo al pueblo palestino. En la cuenta de difusión, con más de 330.000 seguidoras y seguidores, han borrado el tuit que Bravo (entre muchos otros) ha aclarado. Me sorprenden dos cosas: por un lado, que Iglesias haya decidido desinformar tan burdamente. Por el otro, la buena reputación que, hasta este momento por lo menos, el gurú de Podemos tenía en el exterior.

Juan Carlos Monedero, sorprendente

Todas y todos hemos visto cómo se ha producido la salida de Podemos del gobierno. Por eso entendemos las pataletas de Iglesias, Belarra y Montero. Pero si la queja es más grave que un hecho que se define solo, algo está haciendo mal incluso el gurú de la comunicación, la política y el liderazgo. En este contexto, brilla con luz propia la reflexión de Juan Carlos Monedero: “Le deseo todo el éxito al nuevo Gobierno. Es un error dejar fuera a Podemos, pero el enfado de partido no está por encima de la suerte del país. Ojalá cumplan. Los errores de este gobierno solo beneficiarán a la derecha. Y acierten en hacer políticas para las mayorías. Suerte”.

Dicho esto

Otro tuit que me ha sorprendido gratamente es este de una cuenta anónima: “Ahora que Sánchez es presidente tomo distancia y me pregunto cómo es posible que tengamos la peor oposición del continente. Mil millones de motivos para ponerlo a caldo y se centran en: usa el Falcon, quiere ser dictador, que le vote Txapapote, hijo de fruta”. Y sigue: “De entrada, la derecha no propone nada. Son el absoluto vacío. De salida, sus críticas solo captan a los ya captados. Pues así les va. Y no se enteran. Es que no se enteran. Que casi mejor que no se enteren, ojo. Porque si son tan lerdos en la oposición ni me los imagino gobernando”.

Un plan sin fisuras

Reconozco que he leído con cierto deleite este titular en El Diario: “Vox se querella por ‘prevaricación’ contra los letrados del Congreso que han avalado la ley de amnistía”. Una ideaza. Ojalá tengan más como esta. Según cuentan algunos de los que han oído anuncios de querellas de Vox contra su nombre, luego estas no llegan. Pero solo el anuncio ya es desternillante, perdón: brillante. ¿Cómo van a recibir las y los letrados del Congreso cualquier consulta o propuesta de Vox, a partir de ahora? ¿Sabe Vox quiénes son las y los letrados y qué labor hacen? Si querían un titular, se lo han dado. Y qué bien dado.