Me niego a pensarlo

Me niego a pensar que la actitud de Pablo Casado es la norma. Me niego a pensar que son muchos los votantes del PP, pero también de otras opciones, a los que no les importan los dramas familiares que están viviendo todos los presos y sus entornos en el proceso contra un independentismo catalán absolutamente legítimo. Es lo que dice Casado, que no le importan esas familias, como no le importan los encarcelados. Estoy seguro de que la mayoría de sus votantes potenciales son capaces de empatizar ante la dureza del golpe por vehiculizar en paz un mandato ciudadano.

¿Que los Franco tienen qué?

De esta noticia en Vozpópuli: “La familia Franco se acogió a la amnistía fiscal de Montoro para regularizar 7,5 millones”, lo que más me llama la atención no es Montoro ni su norma, sino que los herederos del dictador tuvieran esos 7,5 millones fuera de España. ¿Cómo? ¿Por qué? Se trata de la regulación del capital generado por una empresa inmobiliaria creada en 1989 que, en 2016, facturó 12,3 kilazos. Puede que el sueldo de dictador fuera muy bueno y las generaciones de Franco siguientes sean estupendos gestores, pero, solo por si acaso, ¿podría algún juez investigar el origen de ese capital?

“La manada de Alicante”, también en libertad

Ellos son cuatro y de familias con dinero en Argelia; ella es ecuatoriana. Ellos están en la calle; ella fue violada, según su propia denuncia, por los cuatro durante horas en el piso de estudiantes que compartían tres de los chicos en Alicante. El único detenido, fue apresado por la policía cuando intentaba salir del país la misma mañana de aquella horrible noche para la víctima. A falta de sentencia, los cuatro siguen en libertad y pueden cruzarse con su víctima. No entiendo esta lógica porque no soy juez, claro, pero, ¿no se trata precisamente de sentirnos seguros aunque no comprendamos los mecanismos judiciales?

Sucederá porque sucedió

Solo conozco a Javi, de Parla, por Twitter: leí un hilo suyo muy divertido con una anécdota personal, supongo que aderezada con bastante (y buena) imaginación y, desde entonces, hemos entablado alguna conversación en esta red social. Tenemos pendiente vernos en persona porque el tipo me cae muy bien y me parece muy sensato. Así que cuando leí su crítica a Arnaldo Otegi porque, según Javi, el político no podía hablar de agresiones a mujeres después de que ETA, entre otras, asesinara a una niña de seis años, me detuve a pensarlo: la losa de la memoria pesa porque así tiene que ser.

El drama cotidiano

Para la mayoría de nosotros solo son números. A veces tenemos la suerte de que la tragedia es de dimensiones tan salvajes que nos llama un poco más la atención. Las menos, tenemos la enorme suerte de que hay periodistas muy cerca para contarlo y, entonces, hasta sentimos que va con nosotros. Pero es el drama cotidiano de Salvamento Marítimo: “377 personas en 18 pateras”, “49 personas en patera”, “141 personas en 13 pateras”, “769 personas rescatadas de 25 pateras”, son los reportes diarios que podemos leer en su cuenta en Twitter. ¿De qué efecto llamada nos hablan algunos?

Solo era una niña

¡Uf, qué tema más delicado con tantos colectivos dispuestos a sentirse agraviados! Les cuento: durante el sorteo de la lotería de Navidad una niña de San Ildefonso apareció con el pelo corto, y eso y un lío (fácil de resolver) con los nombres de pila bastó para lanzar un bulo: no era una niña, ¡era un niño transexual! El rumor corrió por Twitter y Forocoches… Y hoy esa niña no quiere volver al colegio, según sus progenitores, por temor a ser acosada tras la riada de comentarios en Internet.

¿Y si hubiera sido un niño?

Realmente, la denuncia del aita y ama de esta niña ponen de manifiesto que la transexualidad, incluso cuando no es real, genera temor en los colegios porque lo hace en la sociedad. Y si este debate nos sirve por lo menos para señalar la ponzoña me veo obligado a señalarles una vez más Navarra.com, ese medio cavernícola absorbido por Pedro J. Ramírez en El Español, que ha colaborado en la extensión del bulo con un tono paternalista que echa para atrás y no corrige ni una línea.

Tabarnia, gilipollez máxima

Tabarnia no existirá, pero nos ha servido para descubrir idiotas. Se trata de una “broma” de los nacionalistas españoles: esta región costera, formada por Tarragona y Barcelona, querría independizarse de Catalunya para seguir siendo España porque ha ganado Ciudadanos en ese territorio. Lo peor es que algunos nacionalistas catalanes han picado usando los argumentos del unionismo para defender que Catalunya es una, ¿grande y libre? Mi conclusión: cuánto tonto hay en Twitter.

La España de Pinypon

Una chica dulce ha ganado las elecciones en Catalunya a dos tipos duros como Puigdemont y Junqueras, y España se ha convertido, de pronto, en un reino donde todas las regiones (menos la catalana y la vasca) son modelos de generosidad. Por ejemplo (agárrense), Madrid, que según unos cuantos tuiteros, nunca ha rechazado a nadie (no como en Catalunya, donde expulsan a quien no se emocione con la sardana). El procés ha abierto el cajón de las vendas para los ojos.

Si es satírico…

El tuit más retuiteado de la cuenta del Financial Times en 2017 es una columna satírica de Robert Shrimsley sobre la heroicidad de Carles Puigdemont. Todavía esta semana en la que el medio británico ha hecho pública la anécdota parece que son los defensores del president los que están dando tanto aire al tuit y, por extensión, la columna, insisto, de carácter satírico. Es decir: Shrimsley no loaba a Puigdemont cuando lo comparaba con Mandela, Gandhi o De Gaulle, precisamente.

Inaceptable

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Al parlamentario de UPN, Luis Zarraluqui le pareció una buena idea señalar que la portavoz del gobierno navarro, María Solana, era agradable físicamente para aceptar que sería capaz de hablar con ella. ¡Olé sus gónadas de macho alfa! ¿Acaso hubiera dicho lo mismo si “la portavoz” fuese “el portavoz”? ¿Acaso Solana no tiene valores como política, como trabajadora “del pueblo navarro” al que dice representar Zarraluqui? ¿Hasta cuándo veremos ese paternalismo inaceptable?

Caviar digital

Lo que ha escrito Stuart Medina en InfoLibre es caviar en formato digital: una reflexión de esas que en Internet caben porque nadie te cuenta las líneas, y en la que destripa y analiza perfectamente el conflicto de Uber y Cabify con los taxistas. Básicamente, Medina expone las trampas argumentales de las empresas de base tecnológica que no dejan de ser, al final, servicios alternativos pero no sujetos a las mismas condiciones que sí soportan los taxistas.

Justicia divina

Imprescindible también me parece el texto en Magnet sobre cómo los youtubers están viendo muy reducidos sus ingresos por el cambio de política de esta plataforma. Es muy sencillo: los anunciantes no quieren que su contenido vaya en cualquier vídeo y YouTube está empezando a dejar de contar con estos “creadores” que no se cortan en insultar, hablar mal o hacer cualquier chorrada. Y ahora van y se quejan, como si YouTube fuera suyo o lo que hicieran fuera un trabajo relevante.

¿Y a quién echamos la culpa de esta tragedia?

44 personas han fallecido en algún punto del desierto del Sahara después de que el camión en el que viajaban se quedase tirado. Esas 44 personas, algunas de ellas menores de edad, se han muerto de sed, y del convoy solo se salvaron 6 que lograron llegar a una aldea y gracias a las que, supongo, nos hemos enterado de esta tragedia. El viaje que hacían era para salvar sus vidas y encontraron la muerte en la arena como podían haberlo hecho, meses después, en el mar o víctimas de un asalto. Eso también forma parte del mundo.

Julio, ¿cuándo nos mientes?

José Julio Rodríguez, jefe del Estado Mayor de Defensa con Zapatero, se marca bien el rollo progresista desde que dio el paso a ser de Podemos (partido con el que no ha obtenido escaño). Esta semana ha aclamado una viñeta del dibujante “El Roto” sobre cómo los dueños de las empresas armamentísticas crean enemigos para vender su producto. Yo (y no solo yo) me pregunto: Julio, ¿cuándo nos mientes, cuando formabas parte del negocio o cuando dices que te importa?

Casi lo más inteligente que leerás hoy

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En el blog Malaprensa explican el error en el que se basa el supuesto pucherazo que denuncian los simpatizantes de Podemos en las redes sociales digitales: el millón de diferencia en el censo entre el 20-D y el 26-J se debe, sencillamente, a que un dato es final y el otro, provisional. No es que se haya sustraído un millón de votos a Podemos. E invitan a esos denunciantes a que pidan las actas que los interventores y apoderados de Podemos tienen, como prueba de que el pucherazo “no se puede hacer”.

¿De dónde viene el rumor?

Una de las fuentes del rumor del supuesto pucherazo viene de Anonymous, que fueron los que se dieron cuenta de esa diferencia de un millón que coincide con esa fuga de votantes que ha sufrido Podemos. Lejos de calmar las cosas desde “el núcleo irradiador”, en las plataformas digitales de discusión de los “círculos”, el monotema era la trampa, como mostraba en Twitter el periodista Matthew Bennet. En la misma red social, Lola Soria se sorprendía de que “los mismos que hablan de pucherazo ahora se han tragado todas las consultas telemáticas de Podemos sin rechistar”.

¿Y a dónde se fue ese millón de votos?

El usuario de Twitter Philmore A. Mellows tiraba de sarcasmo: “Doctores en Políticas encerrados todo el día preguntándose por qué el 80% de la población a la que insultan cada día no les ha votado”. Pero no le faltaba razón: la élite universitaria no era capaz de ponerse delante de un espejo para encontrar culpables. Pero tampoco salieron de su mesa de crisis para desmentir el pucherazo ni pedir calma. El periodista Moeh Atitar tuiteaba: “Me aterra como ciudadano esa postura, hoy muy extendida, de pensar que quien no vota igual que tú es tonto y no debería votar”.

Uno que no volvió a votarles

En Menéame, un usuario explicaba por qué el domingo no votó a Podemos después de hacerlo el 20-D, y sus palabras se convertían en una de las noticias del día del agregador: “A este gran estratega de Pablo Iglesias, a este analista político de todo a cien, ni por un momento se le ocurrió que una gran parte del electorado de IU y de Podemos esa idea de la coalición les iba a parecer una puta mierda. A alguien que ha estado acostumbrado a ignorar las voces de sus votantes, de sus círculos, de la gente que le ha dado fuerza en estos 2 años, eso se la iba a sudar. (…) Yo me atrevo a afirmar que Pablo Iglesias es el principal culpable de que Mariano Rajoy pueda estar 4 años más en la Moncloa”.

Seguramente, lo más inteligente que leerás hoy

Termino con un corolario demoledor para Pablo Iglesias y los suyos. Lo escribía en Twitter Karl Kautsky (con más de 26.000 seguidores en esta red social): “A ver si la culpa no va a ser de la España Profunda… A ver si vamos a ser los demás, los de la España Superficial…”. No se me ocurre duda más sagaz y certera sobre la situación política de España. Quienes no han ganado las elecciones tienen que preguntarse por qué los españoles han optado por el que consideraban el mal menor, dadas las alternativas. Esa es la clave. Y no la soberbia ni la trampa.

Mojigatería de ocasión

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El martes en esta misma columna avisábamos de que venía a Bilbao un espectáculo teatral protagonizado por un “youtuber”, burdo y seguramente mal clasificado por edades (con evidente contenido para mayores de edad y un público potencial menor), y recomendábamos a aitas y amas que antes de comprar la entrada visitaran el canal del autor. Lo que no esperábamos es la mojigatería de oportunidad de algunos a los que José Antonio Pérez retrata muy bien en Twitter: “Me pregunto qué coartada va a emplear Bildu para oponerse a la censura de ciertos grupos de música tras apoyar la censura a Wismichu”.

Hablar catalán resulta ofensivo

Es el retrato de una parte de España (me niego a creer que esta sea una sensibilidad generalizada): que un trabajador se comunique con sus compañeros en catalán cuando todos son catalanes resultó ofensivo a una parte de la audiencia de un partido de Champions de un equipo español, y así se lo hicieron saber en Twitter, con formas muy discutibles, a Axel Torres y Miguel Ángel Román, protagonistas del “incidente”. Como muestra de altura moral, impagable.

La tragedia griega de Pedro Sánchez

La conversación entre Pedro Sánchez y Alexis Tsipras en la que el primero pedía al presidente griego que intercediera para que Pablo Iglesias le apoyara, le ha salido cara al secretario general del PSOE. Para empezar, Tsipras se desentendió del asunto. ¿Qué ganaba metiéndose en medio? Para seguir, en Twitter, Manuel García recordaba a Sánchez que hacer una referencia negativa a la derecha española a alguien que gobierna con la derecha griega resulta un poco ridículo.

La doble moral de Twitter

A principios de la semana fueron muchos los usuarios de Twitter que se solidarizaron con periodistas como Ane Irazabal, que fueron detenidos en la frontera entre Macedonia y Grecia mientras cubrían el paso de los refugiados sirios. Al final de la semana, también fueron muchos los que comentaron la noticia de Menéame sobre qué bloqueador de anuncios funciona mejor. ¡Viva la doble moral! La mejor manera de ser solidario con la prensa es no ahogarla económicamente… Pero hacer un tuit es más divertido que cerrar un anuncio manualmente.

La resaca de San Patricio

No me refiero a la que tendrían ayer (y quién sabe si hasta hoy) millones de irlandeses, descendientes de irlandeses, y simpatizantes de ese gran pueblo. Me refiero a noticias como la que hemos encontrado en el Belfast Telepgraph: un grupo (me atrevo a decir que bastante reducido) de unionistas se concentraron frente al ayuntamiento de Belfast en el día grande de Irlanda para defender la vigencia de la Union Jack en el territorio conquistado y nunca devuelto por los ingleses hace cinco siglos. Mejor si se hubieran quedado en el pub.