Terrorífico

El reel que ha publicado Donald Trump en Instagram es terrorífico. Iría más lejos: creo que es terrorismo y que, como tal, debería de ser delito que alguien con capacidad de dar órdenes a un ejército arrollador lo difunda como si nada. Por medio de la inteligencia artificial ha generado un vídeo en el que se ve una Gaza turística e idílica en la que llueve el dinero sobre los niños palestinos, en la que Trump y Elon Musk disfrutan de unas vacaciones, y en la que incluso erigen una enorme estatua dorada del actual presidente de EE.UU., una locura. Da miedo pensar que este vídeo muestra en qué manos está el mundo ahora mismo.

EE.UU. también es Jimmy Fallon

Por suerte, EE.UU. también es Jimmy Fallon con una canción satírica sobre el comportamiento de Donald Trump y Elon Musk. Vamos a aferrarnos a eso, a que también hay personas, algunas con capacidad de influir en otras, que saben diferenciar entre populismo y democracia, entre la locura y la cordura, entre lo que está bien y lo que está mal, en resumen. El presentador, con pocas palabras, pone en ridículo algunas actitudes de los dos protagonistas. Ni siquiera entra al fondo, ni menciona temas que vinculan a millones de personas como Ucrania o Gaza. No le hace falta para señalar a los reyes desnudos y ridículos.

¡Cómo tienes que ser de facha!

¡Cómo tienes que ser de facha para que le parezcas facha a FAES! En una “anotación” de solo dos párrafos en su web señalan las contradicciones de Vox y Santiago Abascal, que participó en el aquelarre ultra que montó Trump y que la Fundación define como “un conciliábulo donde se levantan muchos brazos: para rendirse a la Santa Rusia”. En FAES tienen claro que “no parece muy patriótico ni de derechas aplaudir aranceles de represalia contra productos españoles”. Y concluyen: “Si estás en un sitio donde llaman al partido de Le Pen ultraderechita cobarde, preocúpate: ya solo podrás competir con Gengis Kan”.

Espera, que opinan en Diario Red

¿Qué podemos pedir a quienes participan en Diario Red si quien tiene que ser responsable, como Donald Trump, muestra un grado de irresponsabilidad aterrador? Pero lo salvaje que es el estadounidense no rebaja lo ridículo que resulta leer el argumentario peregrino que se han sacado de la manga en el digital de Pablo Iglesias: sugieren que Macron fue a rendirse ante Trump porque Europa está atrapada en un “régimen de guerra”. En todo el texto (extenso porque la verdad solo ocupa una línea) no hay ni una mención a Putin, pero sí al desarme que tanto le beneficiaría. No es inconsistencia (que también), es incoherencia.

Y votan con PP y Vox

Podemos ha votado con el PP, junto a Bildu, Sumar y ERC, para tumbar una reforma de la Ley española del Suelo que el PNV había lanzado y el PSOE, apoyado. Junts, Vox y BNG se han abstenido. Se trata de vivienda, sí, de “dar salida a la paralización de diversas planificaciones urbanísticas”, de “poner en marcha planes de obra nueva y de ordenación urbana” y de “que los planes de ordenación no decaigan cuando hay oposición a una parte del mismo” (El Independiente). Será que quienes votaron la Ley de Vivienda por fines electoralistas no vislumbran la próxima campaña y prefieren pararlo todo hasta que lleguen unas elecciones.

Que se sepa

El 18 de febrero, antes de que Trump diese un golpe al tablero internacional alineándose con Putin y atacando con dureza a Zelenski solo para debilitarle y quedarse con sus recursos naturales, en el Parlamento Europeo los principales grupos se unieron para reivindicar el papel de la Unión, la legitimidad del estado ucraniano e intentar parar a Trump. No se sumaron Bildu, Vox, el partido de Alvise Pérez y Podemos. Que se sepa. Que se diga. Que quede claro quién está contra los imperialismos del Este y el Oeste y quién no hace nada, ni firmar una declaración para enfrentarse a quien pasa por encima de todo.

Te jodes

El chiste de Pedro Vallín en Bluesky tiene gracia porque dice la verdad: “Que la guerra la había empezado Zelenski contra Putin ya lo había dicho Canal Red”, el digital de Pablo Iglesias. Quien haya sugerido lo que ahora Trump afirma, quien no lo haya negado y quien haya engañado a la chavalada con carteles en los que mezclaba al presidente estadounidense con Zelenski, Von der Leyen y Abascal, ahora se tiene que joder. Porque le han pintado la cara, y se la ha pintado un irresponsable como Donald Trump y un manipulador como Putin que necesitaba a esos que seguían pensando que estando con el Kremlin estaban contra Washington.

Lo sabíamos y lo decíamos

Que Putin es un sátrapa que se descojona de los tontos útiles que le defienden lo decíamos, que Trump es un tipo peligroso también lo avisábamos: “Después de que Trump haya atacado, menospreciado e insultado al pueblo ucraniano y a su presidente, me he acordado de lo que dijo Harris en el debate: si fuera por Trump, ‘Putin estaría sentado en Kiev con los ojos puestos en el resto de Europa’”. Mario Castroviejo recuerda en Bluesky y X que ya lo advirtió la candidata demócrata durante la campaña, por lo que la información pudo llegar a quienes iban a votar y a quienes le defienden aún hoy también en Europa, empezando por Vox.

El papel de Europa

También en Bluesky, Bernie Sanders lamentaba que Trump abandone a los aliados tradicionales de EE.UU. y apoye el autoritarismo de Putin. Pero en Europa tenemos que hacer autocrítica y saber de qué somos responsables: decidimos mostrarnos como los clientes preferentes de EE.UU., Rusia y China, para asegurar la paz. Y ahora no sabemos hacer nada (ni chips, ni misiles) y no somos capaces de defendernos, porque con jamón, vino, aceite de oliva, foie y salchichas (que es lo que exportábamos a esas potencias: delicatessen), no vamos a contrarrestar la fuerza de combate que acabamos de ver en Gaza.

Y el futuro de EE.UU.

Yo no tengo claro que dentro de 4 años vayamos a ver elecciones plenamente democráticas en EE.UU., la verdad. De hecho, intuyo que Trump tiene la intención de importar el modelo ruso de retención del poder. No son casuales los gestos de Musk que recordaban al saludo nazi, ni lo es que en el Instagram de la Casa Blanca (el oficial, el único) hayan difundido justo estos días una imagen de Trump con una corona y el mensaje: “Larga vida al Rey”, después de que el presidente haya firmado un decreto invalidando los peajes en New York con los que intentaban evitar el tráfico y la polución. Ese es el panorama. Esa es la cruda realidad.

¿A quién damos las gracias?

Por supuesto, unas y otras, unos y otros van a ponerse estupendos, como escribió Valle-Inclán, y ninguno va a tener razón: ni quienes han sido blanditos con un tipo atroz como Putin, ni quienes son los pelotas de Trump, importadores de sus barbaridades. Todas ellas, todos ellos seguro que se levantan con dignidad impostada diciendo que son los más pacifistas. Y la mayoría les miraremos preguntándonos: “¿De qué me quieres convencer ahora, pichón?”. Ahora que nos encontramos con esto: “España espera disparar su gasto en Defensa en los próximos 5 años para cumplir con la OTAN” (El Plural).

Un mundo peor

Estamos viendo en directo, en todos los informativos y webs de noticias, cómo el mundo va a peor. Los poderosos son cada vez más fuertes y nos quedamos sin referentes que quieran enfrentarse a ellos: este fin de semana se ha cumplido un año de la muerte de Alexei Navalny en una prisión rusa ubicada cerca del círculo polar ártico. Lo peor es que algunas y algunos, incapaces de distinguir entre un dictador y una merluza, se creerán la versión rusa de que fue una muerte natural como si el encarcelamiento por ser un opositor político y el envío a esa prisión en condiciones extremas fuesen producto del clima.

Así funciona esto

No me extrañaría que nuestra civilización esté a punto de colapsar porque esto es, sencillamente, insostenible: a cambio de pequeñas recompensas que nos hacían sentir privilegiados hemos hecho ricos y poderosos a los sociópatas. Y ahora nos llevamos las manos a la cabeza mientras nos hacemos los sorprendidos. ¿Cómo ha podido pasar? Así: Javier Milei llega con promesas populistas a la presidencia, desde ella promociona una nueva criptomoneda y esta deja sin sus fondos a los inversores, sin que sepamos si fue por un colapso (otro) o un fraude. No me dan pena quienes se dejaron embaucar, la verdad.

No soy tan listo

No soy tan listo como Pablo Iglesias, ni como quienes le acompañan en su proyecto de medio de comunicación, Diario Red, ni como la media de los lectores del digital. Lo asumo, no pasa nada. Lo llevo bien, de hecho. Porque no soy tan listo me ahorro que me insulten mientras me explican lo que tengo que pensar: “Es la ley del valor, estúpido” (el editorial), “Es la ideología, estúpidos” (un artículo del propio Iglesias) y “¡No es solo la economía, estúpido!” (un artículo de Beto Vasques) son tres piezas que convivían en la portada de la web de ayer. Porque no soy tan listo no entiendo que este tipo de información, tan chulesca y repetitiva, funcione.

Ay, pobres

Igual que me falta inteligencia para apreciar los intentos de Pablo Iglesias y el resto de autores de aleccionarme llamándome “estúpido”, me falta sensibilidad para que estos deportistas de élite me den pena: “El vestuario del Real Madrid estalla de indignación: ‘Nos están machacando’”. Yo intento empatizar con ellos, sentir su dolor, y me esfuerzo en escribir comentarios como “¡ay, pobres!” (El Debate). Pero no me sale: recuerdo la impunidad con la que han empujado, pegado y se han dirigido a los árbitros, y se me caduca la empatía. No solo eso: el respeto que tenía al club se me va derritiendo también.

Las consecuencias del populismo

Cuando leí que el ayuntamiento de Barcelona había comprado un edificio, la Casa Orsola, para evitar que sus inquilinos fueran desahuciados, lo primero que me pregunté fue: “¿Por qué este, sí?”. Bernat Dedéu en El Nacional va más allá: explica cómo el propietario ha hecho negocio “con nuestros sufridos impuestos”, ya que compró el edificio por 6 millones y va a recibir 9,5 de dinero público. “Nuestra administración es quien especula al alza”, afirma, y cree que la decisión de Jaume Collboni invita a los especuladores a organizarse y “montar jaranas como la de la casa Orsola, que son una auténtica garantía de enriquecimiento”.

Hablando claro

Bernat Dedéu habla claro en su columna, pero más aún lo hace César Calderón en The Objective: define el acto de los ultras en Madrid, liderados por Santiago Abascal, como el encuentro de “muchos de los partidos europeos patrocinados (algunos de ellos incluso económicamente) por el sátrapa ruso Vladímir Putin, principal enemigo de este oasis de democracia, libertad, derechos y bienestar que se llama Unión Europea”. Y mete en el saco con habilidad a otro populista: “Un Pablo Iglesias con el que, por cierto, comparten todos ellos patrocinio putinejo y acceso a la vida pública gracias a la generosidad de nuestro sistema”.

Ya sabemos lo que les duele

Leo en Euronews que las ventas de Tesla “se desplomaron en Alemania después de que el multimillonario expresara su apoyo a la extrema derecha del país. Las ventas de vehículos eléctricos Tesla también cayeron en Francia y Reino Unido el mes pasado”. En concreto, un 59% han caído las ventas en solo un año en Alemania, y eso que las ventas del coche eléctrico han subido un 54% en ese mismo período, “reduciendo la cuota de mercado de Tesla del 14 al 4%”. Pero no es la bajada más destacada: en Francia han bajado un 64% las ventas de Tesla, y en el Reino Unido, bastante menos, un 12%.

De TikTok al EGM

Esto en El Confidencial Digital me ha parecido, primero, plausible y, como consecuencia, muy interesante: “Los ‘zascas’ de Alsina en TikTok empujan su audiencia en el EGM. Atresmedia atribuye el alza en los últimos datos al éxito entre los jóvenes que están teniendo sus entrevistas más duras”. Aunque sigue siendo el tercero (tras Àngels Barceló y Carlos Herrera), Alsina es el que más crece y Atresmedia la empresa que “utiliza con intensidad TikTok” aunque esta red no permita colocar links. Eso no les importa: le están “haciendo famoso” entre un público que, por lo que parece, sí acaba por escuchar la radio.

Un problema detectado es menos problema

Cuando uno identifica un problema y lo acota, está más cerca de su resolución. Eso es lo que debe de hacer la universidad cuanto antes: tiene que contentar a un público cada vez más exigente, cambiante, heterogéneo y acostumbrado a valorar los servicios con estrellitas, porque “la mayoría de estudiantes siente rechazo o indiferencia hacia su universidad” (El Diario). Pero eso no significa, como hemos visto en algunos casos, por desgracia, que la Academia deba convertirse en algo pretendidamente chachi. Al contrario: la chavalada puede dar valor a un entorno exigente siempre que empiece por la autoexigencia.

«La industria de la guerra»

Joseba Permach puede tuitear sobre la industria de la guerra porque sabe del tema. Quienes tenemos memoria le recordamos justificando los asesinatos a personas no pensaban como él. Hoy en X, cómo no, ha encontrado el altavoz de los fascistas y en la UPV/EHU un lugar que le acoge y premia, qué desgracia. Pero debemos marcarle de cerca: quien ríe (en forma de retuit, no hace falta ir más allá) sus gracias es idiota o estaba de acuerdo con lo que dijo e hizo Joseba Permach cuando ETA disponía del plomo y la plata en Euskadi. Por cierto, la inversión europea en armamento ha servido para defendernos de Putin. ¿En qué lado está él?

Fascismo

Me mojo, alguien tiene que hacerlo: no hay diferencia entre la Euskadi idílica que planteaban esos a los que justificaba Permach después de asesinar y la Gaza idílica que plantea Trump. Una Riviera lograda con la eliminación del adversario y al que no le guste que se vaya del pueblo. Así son los fascismos, que no importan que sean de derechas o de izquierdas, de un pueblo pequeño o de un enorme estado de estados: buscan la «“»liquidación» (EPE). «¿Y si dejamos de imaginar, los mandamos a casa y empezamos a hacer algo diferente?», termina su hilo el profesor de Economía Aplicada. Algo parecido piensa Trump sobre Gaza.

¿Qué puede salir mal?

Después de conocer el plan de Donald Trump para Gaza leí esto en Euronews: “EE.UU. podría revelar el plan de paz de Trump para Ucrania la próxima semana”. Zelenski tiene que estar preocupado. Yo lo estoy, desde luego, porque la invasión rusa sobre Ucrania es un ataque en el borde exterior de la Unión Europea, y lo que pase allí aumenta o reduce nuestro riesgo. En plata: cuanto más lejos esté Putin (ese al que ni condenan ni rechazan en una parte muy importante de las izquierdas vasca y española), mejor. Pero Trump es capaz de cualquier cosa y aprovechará esta oportunidad para perjudicar a la Unión Europea.

Son sus decisiones (y las mías)

Donald Trump ha demostrado, vía decreto, su transfobia. También lo han hecho en Iusport, el digital sobre la industria del deporte, en el que han titulado: “Trump firma una orden para vetar a los hombres en las categorías femeninas”. Son sus decisiones (las de Trump y las de quien redacta, aprueba y publica la noticia citada) y yo tomo las mías: aborrecer al político ultra y poner por última vez, al menos por un tiempo, un pantallazo de ese medio. De lo suyo gastan y mi atención y mi cariño suman poco, lo sé. Pero cuantos más seamos los que tengamos claro quién es el enemigo, más daño haremos.

Cuidado con la pureza

Yo soy antifascista en todo momento y lugar. Esa es la única manera de ser antifascista. Pero no soy puro: me equivoco, juzgo, señalo e intento comprender. No va conmigo ni guardar las esencias ni los linchamientos: en el digital de Pablo Iglesias les parece fatal que Pedro Vallín vaya al programa de Antonio García Ferreras. Señalan al ex de La Vanguardia (que tiene que seguir facturando) como próximo a Yolanda Díaz y le echan en cara que se jactara de los errores de Al Rojo Vivo. Recuerdan la amistad entre Vallín e Iglesias pero no que el líder de los morados también participó en el mismo programa.