La denuncia del director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco es, sin duda, el tuit más importante de los que lanzaron ayer políticos y políticas u opinadores y opinadoras en Euskadi: “Así amanece hoy el almacén de Lezama de la asociación Ukrania-Euskadi. Los autodenominados ‘antifaxistak’ enseñan una vez más su verdadera cara fascista”, escribió Xabier Legarreta junto a la foto de unas pintadas con el símbolo comunista y la letra “Z” manchando, incluso, la bandera del país invadido. Nos sobran quienes, spray en mano, hacen de su vida y de la de los demás un mojón.
La misma mierda
Los representantes de Vox que acompañan sonrientes a Marine Le Pen son de la misma calaña que quienes se entretienen en hacer pintadas fascistas para perseguir y señalar a quienes huyen. La líder de la extrema derecha francesa, recordémoslo siempre que sea necesario, se ha mostrado en repetidas ocasiones muy próxima a Vladímir Putin y a sus ideas sobre política internacional. Y si no lo hace últimamente, incluso eliminando fotos que iba a publicar, solo es por las elecciones que perdió, una vez más, el pasado domingo. Que Vox abrace a la extrema derecha europea y proputinista no es nuevo pero sigue siendo significativo.
Que se vayan al guano
Otros que se confunden entre los más confundidos (quienes creen que defender a Putin es hacerlo a los valores comunistas) y quienes más interesados están en confundir (la extrema derecha, de toda la vida) son esos que acertadamente señala Javier Vizcaíno en su tuit: “Las/los de ‘Ni Putin ni OTAN’. Los/las de ‘Ni Macron ni Le Pen’. ¿Se dan cuenta de que ya están optando? Por Putin y por Le Pen, claro”. Esto es muy sencillo: entre un nazi y cualquiera, cualquiera. Luego ya resolveremos lo que surja. Quienes no tengan claro un axioma tan sencillo y no distingan a un facha cuando lo ven, se pueden ir al guano.
Atufar, atufa
Entre este titular en República.com: “Rusia exige a EEUU el fin de la entrega de armas a Ucrania: ‘Está intentando agravar la situación’”, y quienes van de pacifistas (después de haber apoyado abiertamente a fascistas o negociar con ellos directamente puestos en las listas y escaños en Madrid) pidiendo al mundo que no arme a Ucrania, ¿qué diferencia hay? Ahora Putin, además de pisar al pueblo ucraniano por el morro, les ha pisado el argumento: quien arma a las y los ucranianos solo agrava el conflicto y el pueblo invadido no tiene que oponer resistencia a la voluntad del Kremlin. Y ahora, ¿qué?
La “cagadita”
Piqué lo ha hecho todo mal en su affaire con la RFEF y Arabia Saudí menos una cosa: ganar dinero. En eso ha sido el mejor, como en dejarse arrastrar por Williams en San Mamés: insuperable. Pero, igual que en aquella mítica carrera del delantero del Athletic, ¿cómo ha quedado el central del Barça? Pues simplemente como lo que es: un tipo que se cree muy listo (y guapo) y que gana más dinero porque tiene menos escrúpulos que una persona normal (y ahí está su contrato “creciente” con el Barcelona para demostrarlo). Todo este asunto feo, por cierto, está dejando también muy mal a la prensa servil al Barça.