No sabe lo que es Google

No creo que Edmundo Bal llegue muy lejos. Lo siento por él, pero si no conoce algo tan básico sus opciones, en política y en lo que se proponga, nunca serán muchas. Me refiero a algo que pone en evidencia en uno de sus últimos tuits: no sabe usar Google. Lo que me preocupa es que en Ciudadanos nadie se lo haya chivado. ¿Tan poco le quieren? ¿Tal vez Bal siga usando Netscape? Lo que está claro es que no ha perdido 15 segundos para buscar respuestas a las preguntas que se hizo ayer en el Congreso: “¿Cómo se calcula el cupo? ¿Qué servicios del Estado paga? ¿Alguien lo sabe?”, y que suman más de medio millón de resultados en Google.

¿Dónde estabas entonces?

¡Qué gran canción es “Insurrección” de El Último de la Fila! Y qué gran estrofa esa que canturreamos ante alguna caída del guindo: “¿Dónde estabas entonces cuando tanto te necesité?”. La que acaba de descubrir el fuego es Mertxe Aizpurua, que piensa que nadie ha hablado de la juventud en el Congreso antes que ella, antes de que a Bildu le haya dado por copiar al PNV hasta en la “agenda vasca” que ahora cita Matute. Aizpurua habló ayer de la juventud, que solo ha conocido una crisis en 2008. Entonces, yo también era joven y me ponía por mi cuenta, y me acuerdo perfectamente de dónde estaba cada uno y una.

Dale, Pablo

Precisamente Bildu ha sido uno de los partidos invitados por Podemos en unas recientes jornadas sobre la invasión rusa sobre Ucrania en las que, significativamente, no había ninguna ni ningún refugiado ucraniano para explicarse. Ambos partidos son de los más importantes entre los que airean un falso dilema: o diplomacia o envío de armamento. La realidad, como siempre en sus casos, es otra: refuerzo a Ucrania para que se defienda mientras la diplomacia avanza. Pablo Iglesias va aún más lejos: apuesta “por entregar Crimea y Donbás a Moscú” porque “eso es lo más conveniente”. Eso le afea en Twitter el periodista Luis de la Vega.

Sí, es el mismo Putin

Pablo Iglesias justifica su argumento de entrega de territorios ucranianos para avanzar en la paz con que son regiones de mayoría rusoparlante. Como si la imposición de quien ocupa militarmente esas áreas, Rusia, no tuviese nada que ver. Más allá de la evidente tontería, sigo sin entender cómo alguien puede justificar a Putin sin cobrar por hacerlo. Un dictador de facto que reprime sin piedad la libertad de expresión en su país y que tiene una obsesión contra las personas homosexuales. Entonces, ¿es progresista entregar más territorios (en los que viven personas) a alguien con semejante visión del mundo?

No perdamos de vista los fundamentos

Siempre que tengo ocasión recupero los fundamentos de la comunicación o el marketing: volviendo a ellos he deshecho nudos y he encontrado soluciones que parecían complejas. Del mismo modo, cuando me encuentro con una muestra de ese regreso a las ideas que no debemos perder de vista siempre la aprovecho. En este caso, la ha tuiteado Juan Antonio Giner a propósito de cómo las cabeceras que tropiezan en la inmediatez: “Todo esto sucede porque seguimos obsesionados con las ‘breaking news’ cuando, como decía Gabo, ‘lo importante no es quién da primero las noticias sino quién las da mejor’”. Pues eso.

No es un visionario, es un explotador

El modelo de negocio de Elon Musk (que le ha llevado a ser la persona más rica del mundo) consiste en explotar. Supongo que para el hijo de quien también explotaba una mina de esmeraldas en Zambia es algo habitual, pero él, además, ha innovado y la ha convertido en multidireccional: además de despedir a las y los empleados de Tesla que pretendían montar un sindicato, pretende sangrar también a usuarias y usuarios. Cobrarnos por la seguridad en Twitter es su última ocurrencia. Ángel Jiménez concluye que “es para ahorrar costes de los mensajes SMS de doble autenticación pero es tan absurdo e irresponsable…”.

Postureo

Llevo años siguiendo a Ricardo Marquina en Twitter. Lo hacía mucho antes de que Rusia invadiera Ucrania, interesado en lo que contaba del país en el que vive y trabaja. Y en todo este tiempo no le había notado en esa red social tan cabreado. Cabreado, sí, pero acertado como suele ser: “Los que se atreven a decir ‘no a la guerra’ en Rusia se enfrentan a 10 años de prisión, eso es ser valiente, lo de esta cuadrilla de niños ricos es simple y llanamente postureo”. Así se refería a la jornada que ha organizado Podemos para hablar de Ucrania sin una persona ucraniana que cuente lo que ha vivido.

Tendremos que mirar fuera

Es curioso, pero la presión de la oposición en la CAV y la moda en casi todos los medios de sacudir al PNV, está haciendo que nos resulten más fiables fuentes de fuera que muchas de dentro de nuestros territorios históricos. Y no son pocas las que, en Twitter, por atizar a quienes gestionan mal la Sanidad en España, muestran estadísticas en las que la vasca es la comunidad en la que las listas de espera son más cortas, la que menos deriva a la privada y que más invierte por persona. En el gráfico interactivo que el profesor Juan Luis Jiménez tuitea ve cómo Euskadi se mantiene en lo más alto del último ítem desde 2019.

¿Y a mí, qué?

La entrevista de Jordi Évole a Macarena Olona no me ha suscitado ningún interés. No necesito que la ex de Vox me confirme cómo es el partido al que pertenecía. Lo que me gustaría es saber cómo ejerce ella la judicatura desde su ideología y cuántos hay como ella en su sector. Pero curiosamente, la evidencia ha sido recogida por muchos digitales. Tampoco me sorprende, como no lo hace que Olona ahora se pasee como una despechada después de aceptar ser la cabeza de lista por una Andalucía con la que no tenía nada que ver, hacer una campaña horrorosa y le saliese mal su apuesta de volver a Madrid.

El penalti de Ibai a Casillas

La liga de futbito que ha organizado Gerard Piqué me parece una chorrada. Y el papel de Ibai Llanos, que ejerce de “amigo” oficial del exfutbolista cuando es evidente el interés económico común de ambos, me parece un engañabobos. Pero sigo pensando que Ibai, como es conocido, es el vasco con mayor sentido del espectáculo. Dentro de la pantomima futbolística surgió la idea de que el bilbaíno tirase un penalti a Iker Casillas, y solo él podía generar tanta expectación: ¡hasta Mourinho le mandó un vídeo desde Roma diciendo que el portero era malo y por eso, en su día, le sentó en el banquillo! Por cierto, Ibai metió ese penalti a Casillas.

Si eres facha, pues lo eres

En política puedes ser muchas cosas, pero es importante que sepas qué eres. Es tan importante que el electorado castiga la incoherencia más que la corrupción, como hemos visto en el caso del PP. El mismo PP que ha cometido flagrantemente el error de la falta de coherencia: después de recurrir ante el Constitucional la reforma de la ley del Aborto y mantener ese recurso durante más de una década, Núñez Feijóo se descolgó con que su desestimación le parecía bien para, solo cuatro días después, negar el derecho de las mujeres a esa práctica. ¿Qué decía Sémper que era la moderación?

“Mingafrías”

Siempre me ha gustado la expresión que Javi Clemente popularizó, aún así casi nunca la uso, pero pocas veces me resultará más adecuada: quienes se quejan, como Juan Manuel de Prada en Abc, airadamente, además, de la premisa básica de la conocida como ley del “solo sí es sí”, esto es, el permiso explícito de la mujer, ¿de qué se quejan? O mejor dicho: ¿qué temen? Si mantienes relaciones sexuales con quien quiere mantenerlas contigo no hay ningún problema. ¿O lo que pretenden algunos opinadores es romper un consenso social básico por generar una batalla política que desea librar la extrema derecha?

Hablemos de lo importante

Este sucinto tuit de Víctor García Guerrero es absolutamente rompedor: “Seymour Hersh revela cómo EE.UU. destruyó el gasoducto NordStream, uno de los ‘misterios’ de la guerra de Ucrania”. Ya sé que he tardado días en hablar de ello, pero quería esperar a las reacciones, y las más tibias son las que apuntan a que lo que sugiere Hersh es cierto. Las más airadas (Pablo Iglesias, guardián del buen periodismo, incluido, por supuesto) han sido las más inútiles. Pero la más significativa ha sido la de Rusia, que pide una investigación y sanciones internacionales, y hace bien. Es EE.UU. el país que merece ahora una respuesta del mundo.

Esto, también

Ni el gobierno más progresista de la historia de España, según su propia definición, ni el congreso más carca, según su propia composición, pueden permitir esto que denuncian en EPE y que vemos cada día: “La desaparición de las cartillas bancarias acelera la exclusión financiera de los mayores”. Las personas más mayores están perdiendo independencia económica, y tienen que confiar la gestión de su dinero en quienes tienen acceso a sus claves para acceder a la banca on-line. Lo de los bancos ya no tiene nombre, mientras ganan dinero a espuertas y sus sobrepagados gestores ofrecen la parte estrecha del embudo a la clientela.

Hoy el fútbol es un poco mejor

Lo tuiteaba Galder Reguera y lo cojo yo hoy al vuelo: el del fútbol es un mundo un poco mejor hoy gracias a Jakub Jankto, que ha hecho pública su homosexualidad. Me gustaría que su anuncio fuese tomado con naturalidad, incluso con cierta condescendencia porque, realmente, no es necesario, porque ningún rival va a llamarle “maricón” cuando el árbitro no está cerca, porque ninguna afición va a entonar ningún canto homófobo para amedrentarle, porque ningún periodista va a criticar su forma de jugar atacando algo tan personal como a quién ama Jankto. Pero no estoy seguro de que lo que me gustaría vaya a ser lo que suceda.

Hablemos del acoso on-line

No quito ni una coma a lo que dice Nina Jankowicz, a la que María Ramírez presenta así de bien en El Diario: “La académica y experta en desinformación rusa en Europa del Este fue jefa de un grupo de la Administración Biden contra los bulos y dimitió tras una avalancha de acoso on-line. Su último libro, ‘How To Be A Woman On-line’, es una guía de herramientas y un alegato para no callar”. Solo quiero ampliarlo en la época preelectoral en la que estamos ya: casos como el de Irene Montero o Gabriel Rufian son especialmente notorios, pero todas y todos los políticos son acosados, y en todos los casos está igual de mal.

El futuro era la duda

El acceso a Internet no ha supuesto la difusión del conocimiento prometida. Al contrario: la extrema derecha ha ascendido gracias al populismo y diferentes negacionismos cuentan con altavoces increíbles. Por lo que me temo que la inteligencia artificial no va a librarnos de esfuerzos, al contrario: vamos a tener que dudar de todo. No hablo ya de las y los profesores que no sabrán si los trabajos del alumnado han sido escritos por una máquina, porque hasta en lo menos importante estaremos expuestos: “El empleo de la inteligencia artificial engorda masivamente las estadísticas de cualquier red social” (The Objective).

También los de Netflix comen

Lo que pagamos por las suscripciones a plataformas de contenidos audiovisuales es ridículo. Y las plataformas, para ser rentables, aprietan al sector audiovisual, no al público aunque Netflix haya cerrado el grifo ahora a eso de que paga uno y lo disfrutan diez. Así que no estoy de acuerdo con quienes se quejan por la medida, y sí lo estoy con Josu Eguren, también con su fina ironía: “Si yo fuese el CEO de Netflix prohibiría compartir cuentas y multiplicaría los precios por dos. Si el público quiere cine de calidad tiene que aprender a pasar por taquilla, que las secuelas de ‘The Grey Man’, ‘Alerta roja’ o ‘6 en la sombra’ no se pagan solas”.

Esto sí lo pagamos

Es curioso cómo funciona nuestra mente de consumidores, a qué nos han acostumbrado, en definitiva: somos rácanos con el que cobra poco y generosos con el que lo hace mucho. Así, nos quejamos de Netflix o pedimos a los periodistas que dispongan gratis su trabajo, pero no discutimos pagar más de mil euros por un teléfono (en este caso, por un iPhone) aunque Apple no se corte en celebrar el enorme margen de beneficio que le deja cada aparatito. No discuto que sea un gran producto ni que haya que pagar su calidad, pero sí que nos dejemos embaucar por quien nos dice a la cara que una gran parte del precio es beneficio neto.

Otro modelo de negocio

Me cuesta entender qué le pasa por la cabeza a un acosador on-line, me cuesta entender que hayamos creado una civilización tan mezquina que utiliza la Inteligencia Artificial para hacer trampas, me cuesta entender que rechacemos la idea de que tengamos que pagar por el trabajo de otras personas dignamente mientras no discutimos lo que ganan los millonarios, y me cuesta entender que haya quien defienda la invasión rusa sobre Ucrania: “El Grupo Wagner anuncia que deja de reclutar presos para combatir en Ucrania” (El Confidencial). Hasta este anuncio había reclutado a 35.000 delincuentes mercenarios.

Un mal cristiano

Es necesario ser mala persona y mal cristiano para utilizar un asesinato en una iglesia y, con él, azuzar el odio al diferente: “Unos les abren las puertas, otros los financian y el pueblo los sufre. No podemos tolerar que el islamismo avance en nuestro suelo”. Esto es lo que tuitea Santiago Abascal y lo que aplauden los descerebrados de extrema derecha. Un discurso xenófobo que hay que señalar expresamente y contra el que hay que posicionarse. Y quien evite la confrontación por cálculo político, porque justifica ese razonamiento o por ambas cosas pasará al bando colaboracionista automáticamente.

Aguantamos demasiado

Estoy bastante seguro de que aguantamos demasiado. En concreto, aguantamos demasiado a los idiotas. Aguantamos demasiado a fascistas que con sus tuits deberían de enfrentarse a un proceso judicial por incitación al odio, y a mentecatos incapaces de distinguir entre un agresor y un agredido, entre un régimen autocrático que colabora con la extrema derecha mundial para desestabilizar a Occidente y una democracia heredera de un sistema comunista. Ignorantes peligrosos como Pompeyo, acusado de mandar cartas bomba, de herir a un trabajador de la embajada ucraniana en España, y de defender a Rusia en Internet.

Todas y todos lo vimos

Todas y todos vimos los excesos de muchos policías nacionales que cargaron contra la ciudadanía catalana aquel 1 de Octubre. Ciudadanía que solo quería votar y que, en todo momento, se manifestó pacíficamente para evitar que las fuerzas del orden impidiesen un referéndum de autodeterminación no vinculante. Aquella violencia directa vino precedida de otra, estructural, que se fue cebando al grito de “a por ellos” y con declaraciones irresponsables de políticos, periodistas y contertulios. Ahora, un juez ve indicios de delito en aquella actuación desmedida, y aunque llegue tarde solo espero que llegue hasta el final.

“Lo va a hacer Rita”

Rita Maestre será la candidata de Más Madrid al ayuntamiento de la capital de España. Y como no tiene que gobernar ha decidido lanzar su campaña cuatro meses antes de las elecciones. Una campaña directa: “Lo va a hacer Rita”. Directa y acertada: pone directamente a la persona en acción, llama la atención, apela al humor (eso siempre es positivo) y al movimiento. Más Madrid acierta aunque arriesga dejando fuera de su alcance a un segmento más maduro que demográficamente es muy importante y culturalmente tal vez no se vea interpelado por ese argot. O sí. En cualquier caso, la campaña mola. Y eso también importa.

Dadme más como Al Gore

Al Gore prefirió dejar gobernar antes de poner en tela de juicio el sistema democrático estadounidense. Después de aquella derrota electoral que siempre quedará en el alero, se ha dedicado en cuerpo y alma a denunciar las atrocidades que estamos haciendo contra nuestro planeta. Y ahora que el cambio climático le da la razón con empeño, el exvicepresidente se muestra más impetuoso que nunca cuando denuncia, como esta misma semana, que ningún líder mundial está actuando a la altura de lo que demanda la crisis ambiental, que se acerca a un “cataclismo global”. Yo también creo que no es alarmismo, que es la realidad.