“Cinco años de cárcel para Juana Rivas, que ahora debería denunciar a quien la asesoró y a quienes jalearon la locura de llevarse a los niños. Aquellos días daba la impresión de que la masa la llevara en volandas al precipicio entre gritos. Qué lástima de historia”, tuitea Juan Soto Ivars con toda la razón del mundo. En el siguiente tuit muestra captura de pantallas de
Susana Díaz, Irene Montero, Teresa Rodríguez y Lucía Echevarría que, entre muchas otras (y otros) hicieron suya la campaña de “Juana está en mi casa”. Hoy nadie se responsabiliza de haber colaborado en agravar la situación de Rivas, pero deberían.
Los trofeos de Vox
Hago mías también las palabras de este otro tuit: “Sacar a un negro dándote la razón como si fuese una cabra amaestrada es algo bastante racista. Pero, oye, vosotros a lo vuestro”. Carlos se refiere al camerunés que, solo él sabe por qué, está ayudando a Vox en la campaña asegurando que no es un partido racista ni de extrema derecha. En Vox, por supuesto, no dudan en exhibirle como harán con un gay, un ama de casa y un obrero con el mono de albañil todavía puesto si se deja. Son los trofeos que necesita mostrar, con los que reconoce que, efectivamente, intenta justificar que no es lo que sí es.
Pero no les va mal
Pese a todo, a Vox no le va nada mal. De hecho, le va tan bien que los que están preocupados son los del PP y los de Ciudadanos, que ven cómo una parte del voto a la derecha rancia se traslada a la extrema derecha con facilidad y eso les genera un problema con el reparto de escaños. La preocupación ha llegado al extremo de que Pablo Casado, célebre por meter la pata cada vez que habla, ha llegado a pedir la concentración de voto y, para facilitarla, que Vox no se presente en ciertas circunscripciones. Con este temor deja claro que su partido va a por el votante facha al que siempre satisfizo… Hasta ahora.
Esos héroes… ¿Desinteresados?
Leemos en El Plural que “Spiriman”, el médico granadino que encabezó una lucha contra Susana Díaz en materia sanitaria, tuvo el apoyo expreso de Antonio Moreno, hoy presidente de la Junta. Es el propio Jesús Candel, que así se llama el personaje, el que ahora hace públicos los mensajes de apoyo para desprestigiar al del PP, al que no le ha temblado la mano destituyendo a varios colaboradores de Candel y que tampoco le ha recibido aún como presidente. Desde la oposición es fácil azuzar a líderes que siempre resultan sospechosos, y más en materias delicadas, pero también acaba siendo irresponsable.
Sí, siempre lo fue
Titula Gustau Nerín que “‘Bocadillo’, el film de Wismichu proyectado en Sitges, no era una tomadura de pelo”, y aunque luego da un poquito de cera al youtuber, creo que se queda claramente corto desde el titular. La proyección y el documental posterior siempre fue una tomadura de pelo por parte de un tío endiosado por sus seguidores adolescentes en YouTube, que ha encontrado en Carlo Padial a un colaborador servil. Los protagonistas del documental no son los espectadores de la proyección ni la sociedad, sino Ismael Prego (Wismichu) y su visión de la vida, que solo él y sus aplaudidores creen que es revolucionaria.