Hace falta ser idiota…

Una de las últimas modas efímeras de Twitter consiste en lanzar una loncha de queso a tu hijo pequeño, a poder ser, en la trona, y grabar su reacción. Como lo leen. No me estoy inventando nada. En Twitter, en YouTube, en Google y en cientos de digitales hay referencias a este nuevo “reto” o como quieran llamar a esta gilipollez. Hace falta ser idiota para que se te ocurra hacerlo y para grabarlo, pero para repetirlo y subirlo a Twitter hay que ser idiota al cuadrado. Así que, que nadie intente convencerme de lo contrario: Internet no sirve para difundir conocimiento, sino chorradas.

Seamos sinceros

Asier Barainca ha hecho una de las mejores preguntas que recuerdo desde que empezamos a hablar de las Google Glass: “¿Que fue de las Google Glass?”. La respuesta tendrá que esperar porque, de momento, no hemos tenido más información de un invento llamado a cambiar el mundo y que se ha quedado en otro puñado de referencias entusiastas en Google, precisamente. Insisto: la versión comercial de Internet no ha mejorado ninguno de los grandes problemas de la humanidad, pero sí ha servido para ocupar nuestro tiempo con historias y ventas efímeras e infructuosas.

Volvamos a empezar

“Éramos más felices cuando desayunábamos galletas con mantequilla”. Este tuit de la semana pasada me parece uno de los más acertados que he leído últimamente. No solo porque pone de manifiesto los vaivenes continuos en las recomendaciones alimenticias (ahora las galletas, ¿son buenas o malas? ¿Y la mantequilla?), sino por todo lo que lleva implícito. Antes de Google, de Twitter y de Facebook o Instagram, teníamos claro que había expertos que sabían más que nosotros y no dedicábamos nuestra atención a estrellas del social media que hablan de dietas (y lo que sea) con soltura y conocimientos por probar.

Apple se autoencumbra

Hoy todos estamos empoderados: los del primer mundo tenemos teléfonos con más tecnología que la que hizo posible que el hombre pisara la Luna. Y con ellos podemos difundir contenidos aunque sean falsos y sacar fotos aunque no seamos fotógrafos. ¡Y qué fotos! Apple acaba de publicar las mejores imágenes sacadas con un iPhone como si el mérito fuera del aparato y no de los autores. Porque hasta cuando habla de los fotógrafos desliza que es que los buenos eligen iPhone. Démosle la vuelta: usemos la tecnología para hacer grandes fotos y compartir noticias, y no solo para encumbrar a quienes buscan ser encumbrados.

La mejor chuleta tiene nueva web

El blogger vasco del año para Deia, Markos Ramas, ha actualizado su web, “La Mejor Chuleta de Bilbao”. Los contenidos vienen a ser los mismos pero ahora queda más claro que el blog no es solo de chuletas sino de restaurantes y experiencias. La navegación es sencilla y la disposición invita a pasar tiempo en la bitácora. Cuando este periódico decidió reconocer la actividad de Markos Ramas fue, precisamente, porque es genuina: un blogger que no es cocinero, que no juega a serlo, que no quiere hacer críticas sino contar su experiencia, que disfruta y solo quiere hacer disfrutar. Así de sencillo. Y de difícil.

Necesitamos más de esto

Creo que no hemos valorado en su justa medida la decisión de Pablo Iglesias de disfrutar en su totalidad de su permiso por paternidad. No es un gesto, es una forma de demostrar una convicción y, sobre todo, es una acción que necesitamos. En este día a día en el que estamos metidos, en el que actuamos como si nuestro tiempo no fuera nuestro bien más preciado, que alguien importante para su organización (del tipo que sea) haya decidido disfrutar del tiempo que le corresponde, de su derecho, de sus hijos, solo merece reconocimiento. Ojalá todos y todas, empezando por el que escribe, hiciéramos lo mismo.

Pero hasta haciéndolo bien se equivocan

El ya famoso cartel de Pablo Iglesias anunciando su regreso, con un “vuelve” en el que remarcaban el “él” en la víspera del 8-M, es un error. Ni cuando lo hacen bien (una baja de paternidad disfrutada en su totalidad) los de Podemos aciertan. Y no, no se trata de un fallo de comunicación. Pablo Iglesias es el que ha cultivado su liderazgo desmesurado con sus continuos retos: “O a mi manera o sin mí”. Y de aquellos polvos, estos lodos mesiánicos que cada vez están peor valorados por la ciudadanía. “Pablo Iglesias se reencuentra con la gente. Muy pronto también, con la realidad”, tuiteaba Pamplinero.

Y faltaba Echenique

Para no empañar la celebración de ayer he guardado hasta hoy la enésima tontería del político más sobrevalorado de España, Pablo Echenique: “No haré huelga el 8-M porque tengo mucho trabajo”, era el titular que destacaban en El Español. Y es que es una frase llamativa porque en ella todo, absolutamente todo, está mal. Él no estaba convocado a la huelga, y la carga de trabajo no tiene nada que ver con el derecho y las ganas de ejercerla. Por otro lado, ¿acaso las mujeres en Podemos no tienen tanto trabajo como él? ¿Son más prescindibles que el segundo de a bordo de Iglesias?

¿En qué consiste una huelga?

Más me ha sorprendido lo del comité de empresa de Playground, que ha tuiteado: “Playground es una empresa feminista pero descontará el salario correspondiente a las trabajadoras que vayan a la huelga el 8-M. Nosotras, desde el Comité, le pedimos a Playground que demuestre su feminismo manteniéndoles el salario intacto”. Que yo sepa, una huelga consiste en poner de manifiesto una ausencia laboral que se activa con todas las consecuencias, empezando por la pérdida económica. Reclamar el pago como muestra de feminismo es, como poco, una decisión extraña.

Motivos de sobra

Miss Kiddo se ha relajado mucho, ya no es esa ninja moderna, como la de su avatar, que tuiteaba lacerando con su katana. Pero cada vez que vuelve a Twitter da motivos para no dejar de seguirla. En un breve hilo deja claro que no está de acuerdo con muchas proclamas de ese feminismo que quiere tener razón por ser feminismo, y no por ser justo (que lo es en casi todas sus expresiones). Pero admite hacer huelga para revertir la invisibilización y ese machismo cultural que está impregnado en las grandes obras, escritas con los ojos de hombres, y también en la publicidad.

¡Y Rábago está en política!

La secretaria de comunicación del PP en Madrid, la televisiva Isabel Rábago, no entiende nada. Lo grave es que ya no es solo una celebrity: está implicada en política y conoce (o debería) lo importantes que son los gestos. No se trata del apoyo a la huelga y las manifestaciones, sino de la base: el feminismo es el movimiento que promueve la igualdad. Eso es de primero de democracia. Su ignorancia y sugerir que la búsqueda de la igualdad es una imposición, con una foto mal photoshopeada en la que es evidente que la han estilizado, solo puede generar respuestas airadas como la de Anabel Alonso, entre muchas otras.

No puede servir para el postureo

No dudo del feminismo de Irene Montero, pero es evidente que Podemos tiene severos problemas para situarse en el foco y para centrar su mensaje. Cuando la portavoz parlamentaria adelanta su convencimiento de que en el futuro una mujer será la líder de su partido solo evidencia que hoy en él mandan Pablo, Pablo, Alberto, Julio, Rafa, el otro Pablo Miguel, Juanma y, hasta hace dos días, Íñigo y Juan Carlos; y que buscan constantemente recolocarse, también en el espacio feminista, después de unas prácticas con las que han traicionado cada uno de sus principios básicos irrenunciables.

Ser feminista o ecologista es una opción

Si el feminismo va de lograr la igualdad y el ecologismo de promover actitudes sostenibles, estar en el bando contrario de ambos movimientos te convierte, irremediablemente, en un troglodita. Y no importa que seas hombre o mujer, como la presidenta de Vox en Madrid. Rocío Monasterio “piensa que el cambio climático ‘es un camelo’. Y el partido define las advertencias científicas de ‘tomadura de pelo’”, como recuerda Theo Oberhuber, que ha recuperado la noticia del mes pasado y la ha puesto a circular en Twitter al mismo tiempo que las mujeres de Vox rechazaban las acciones feministas de esta semana.

Mujeres y líderes

Como habrán comprobado a estas alturas, esta columna está protagonizada por mujeres. Y plantearla de este modo me ha servido para darme cuenta de que la mayoría de fuentes en Internet son, principalmente, hombres, y por lo tanto les estoy trasladando una visión parcial de la red. Pongo en mi “debe” tener más en cuenta a las muchas mujeres que, no solo hoy y no solo con un paro, ponen de manifiesto que su actividad es para nosotros indispensable, como la de Arantxa Tapia, la mujer fuerte del Gobierno que esta semana ha estado en Silicon Valley buscando nuevas oportunidades para la industria vasca.

Pioneras

Las mujeres que hoy se manifestarán tienen motivos de sobra para hacerlo: violencia, brecha salarial, el machismo cultural diario (que no es “micro”, precisamente), y la cosificación a la que siguen estando sometidas muchas. Pero no son las primeras: durante décadas las mujeres lo han tenido más difícil y cada paso a favor de su libertad les ha costado más caro. Por eso hay que poner también en valor a las predecesoras, como las mujeres que vivieron en la primera comunidad de lesbianas documentada, en Oregon en los años 70. El material fotográfico lo han recuperado esta semana, precisamente, en Flashbak.

A las puertas… de la evidencia

A las puertas del 8-M, Aina Díaz exhibe con acierto la falta que hace que el feminismo avance para lograr la igualdad real: “Preguntan a Irene Montero si el permiso de paternidad de Pablo Iglesias lo ha debilitado como candidato y como Secretario General. Sed conscientes de que esa pregunta en una sociedad igualitaria no tendría cabida”. Esta balear, abogada en Podemos, según su propia biografía de la web del Partido, da en el clavo, sin más. Y añado: que Pablo Iglesias esté disfrutando de su permiso de paternidad como diputado, en su totalidad, solo habla a favor de Iglesias.

Ellos sí tienen conciencia de clase

Otro que resume perfectamente en un tuit una verdad como un templo (o palacio, que les va más a los referidos) es Roberto García: “Que los cachorros de la familia real sean de Vox y vayan a actos de Vox muestra que tienen una gran conciencia de clase y que se comprometen con la defensa de sus intereses y de los suyos. Ojalá todos fuéramos igual”. Sin que haya llegado a confirmarse, Froilán podría haber sido visto en la ya famosa manifestación de Colón del trifachito, y Victoria Federica, en la fiesta de Abascal con 700 jóvenes en una discoteca… propiedad de un cuñado de Felipe González, para más señas.

¿Qué es Twitter para el Procés?

Twitter fue una herramienta muy importante para la difusión de los pasos de los independentistas. Los miles de seguidores que tenían las cuentas más relevantes daban muestra de ello y en alguna ocasión lo hemos mencionado en la columna. Pero Twitter no sirve para nada efectivo. Sin embargo, Isaac Rosa hace esta reflexión: “El juez Marchena reprocha a un abogado defensor que lea trozos de entrevistas. Abogado: ‘De acuerdo, señoría, pero aquí hemos leído hasta twitter’. Juez: ‘Ya, pero el twitter es otra cosa’. Estaría bien que aclarase qué otra cosa es, vista la importancia de los tuits en el juicio”.

Obama, en su línea

También gracias a Twitter (hoy me veo obligado a hablar solo bien de esta red social que, normalmente, demuestra ser un pozo sin fondo de guano) hemos llegado a esta advertencia de Barack Obama y que ha relanzado y traducido David Redoli: “Si ganas una campaña electoral dividiendo a la gente, no serás capaz de gobernarlos más tarde. También serás incapaz de unirlos después”. Evidentemente, Obama habla de EE.UU., pero lo que dice es universal. Por desgracia, es igualmente universal la irresponsabilidad de los líderes que optan por la confrontación y división por un puñado de votos.

Una autocrítica siempre es necesaria

Termino con esta serie excepcional de tuits, y lo hago con Luis Alfonso Gámez: “Es una pena pero la desconfianza actual en los expertos la hemos alimentado en los medios durante décadas equiparando opiniones de expertos de verdad y charlatanes”. Como todos los anteriores, este periodista ha sido capaz de resumir en unos caracteres una inmensa verdad. Los medios no hemos sabido ofrecer diferencias entre un experto y un vendedor de libros (o de humo), y esa tendencia en Internet se ha lanzado irrefrenablemente. Tenemos que volver a dar valor a quien sabe, y no a quien habla.

La reina no será fértil el viernes

No se me ocurre otra manera de que la reina de España apoye la huelga feminista del 8-M que haciendo coincidir su ciclo menstrual de tal manera que no sea fértil el próximo viernes. Igual opta por no mantener relaciones sexuales con Felipe VI, directamente. Es la única manera que tiene de hacer huelga, por definición. Porque no hay figura menos feminista en el mundo que la de la esposa de un rey que lo es gracias a la ley sálica, es decir, obviando que tiene dos hermanas mayores, que obtiene un trabajo por ser “la mujer de” y que este pasa por proporcionar herederos. Letizia, reina y moderna no puedes ser.

Europa, ¿colaboracionista?

Creo en el trabajo que hacen nuestros representantes, sus ayudantes y los funcionarios en Bruselas y Estrasburgo. Y también creo que algo estamos haciendo mal los periodistas al contarlo. Y eso que han pasado por esa corresponsalía compañeros muy talentosos. Pero, a veces, “Europa” no nos lo pone fácil: ¿cómo explicamos que el proyecto europeo pasa por dar voz a Javier Ortega Smith, de Vox, y negársela a Puigdemont, cuando los dos querían hablar de Catalunya? Que sí, que la libertad de expresión es importante y que los procedimientos deben guardarse. Pero la extrema derecha tendrá voz y un presidente electo, no.

No en mi nombre

Como miembro de la Asociación Vasca de Periodista lo soy también de la FAPE, y como persona no puedo estar de acuerdo con todas las decisiones que otros toman en mi nombre. Por ejemplo, no quiero que en mi nombre nadie pida que se eliminen los bloques electorales en los informativos. Creo que ese espacio tasado es una garantía y que si los entes públicos se pudiesen comportar como los privados, muy pocos estarían a la altura y se pasarían el día hablando de Sánchez y Casado, cuando no de Abascal o Rivera (y a los hechos me remito). ¿Y Euskadi, qué les importa a esos cuatro?

No valoramos nuestro tiempo

Solo hace falta un vistazo a nuestro día a día para darnos cuenta de que no valoramos nuestro tiempo, que no aprovechamos este regalo que es la vida. No hablo de vivir como si cada día fuese el último, pero sí de que todos nos demos cuenta de que nuestras horas tienen valor. Hector Barnés da un buen repaso a las rutinas laborales que se están extendiendo: aceptamos dedicar todo nuestro tiempo a trabajos que tienen que salir sí o sí. De eso se benefician las empresas pero no las personas (que son las que hacen las empresas, ¿o no?). Démonos relevos en el trabajo, demos valor a nuestras vidas.

“El terror supremo”

Siempre me quejo de que Twitter es un profundísimo pozo de lodo pero, solo a veces, uno llega a conmoverse gracias a usuarios como Diego Barros. Este profesor en EE.UU. tuiteó hace un par de días un breve hilo: “La imagen es de Yannis Behrakis. La tomó en la frontera entre Grecia y Macedonia en 2015. Un padre sirio llevando en brazos a su hijo. La novela la escribió Cormac McCarthy en 2006, la tituló ‘La Carretera’. Ambas, novela y foto hablan de lo mismo. El terror supremo”. La foto y los tuits llegaron como una bofetada y no se fueron (aquí estoy hablándoles de ello), sirven para recordarnos la suerte que tenemos.