Con el debido respeto, el deceso de un personaje como la Duquesa de Alba ha provocado una gran agitación en Twitter, donde todo el mundo compite por hacer el tuit más divertido con un porcentaje de fracaso del 99%. Pero nadie le quitará el “mérito” (si lo fuera) de ser trending topic. Mérito compartido con su actual marido, Alfonso Díez, necesario para la mayoría de chanzas y comentarios maliciosos. Mientras tanto, en los digitales, los titulares eran edulcorados hasta la náusea.
El 20-N
Ha querido la casualidad que la Duquesa de Alba falleciera un 20-N, como Primo de Rivera o Franco (o eso nos contaron). También como el anarquista Durruti y, por supuesto, Santi Brouard y Josu Muguruza. Entre tanto recordatorio, COVITE quiso que no nos olvidáramos de Benjamín Sancho y José Benito Sánchez, ametrallados por ETA en Basauri. Una jornada verdaderamente luctuosa con personas de toda ideología y condición recordando los decesos.
El «otro» aniversario
Fue Zapatero quien llevó a su máxima expresión lo de intentar que las malas noticias colaran en días en los que jugaba la selección española de fútbol que ganaba siempre, o en pleno puente e incluso agosto. Rajoy intentó seguir la estela con peor suerte… hasta ayer, momento en el que cumplía tres años de pésimo mandato. En esta ocasión, el deceso de la Duquesa de Alba ha tapado los resúmenes de una gestión desastrosa como el que podemos leer, por ejemplo, en ‘Público’.
Kiko Rivera se revoluciona
Un fallecimiento es triste por muy mayor que sea la persona que pierde la vida, o muchas imágenes de farándula o muchos millones amasados que haya dejado. Y que una madre entre en la cárcel para cumplir una pena de dos años genera angustia en sus hijos. Cierto. Pero a Kiko Rivera se le está yendo de las manos. Apoyado en sus más de un millón cien mil seguidores, está lanzando una campaña ante la “injusticia” que cometen con la Pantoja, olvidando el delito y el derecho… mientras se promociona en Spotify.
Y el evento del día… en Bilbao
Mientras todo esto pasaba, en Bilbao se celebraba la European Ecommerce Conference a la que, si uno echa un vistazo a Twitter, asistieron los más célebres del sector tecnológico vasco… y de más allá. La conferencia que más atención acaparó, vía redes sociales, fue la de Niall Wass, de Uber, la App que tanto preocupa a los taxistas, pero no fue evidentemente la única importante. No obstante, lo más relevante fue el conjunto: el evento y el nivel de los ponentes, gracias a la Asociación Española de Economía Digital y, una vez más, en Bilbao.