Cuidado

Cuando algunos partidos de izquierda han pedido que baje la edad para ejercer el derecho al voto, no lo hacen pensando en la chavalada, sino en su propio beneficio: cuentan con más votos impulsivos. Están tan en lo cierto estos partidos, pero no tienen en cuenta que ahora el voto de la juventud puede irse mayoritariamente al populismo de base fascista: “Votar a los 16 años, una reivindicación de la izquierda envenenada: cada vez más jóvenes europeos giran hacia la derecha” (Vozpópuli). Soy de los que cree que la juventud vota de un modo más heterogéneo de lo que nos hacen creer, pero algunas tendencias con innegables.

La realidad

Me quedé clavado ante este titular en El Independiente: “Los extranjeros menores de 55 años suponen tres cuartas partes de los nuevos empleos”. Lo que deja claro “el último informe trimestral de Fedea, BBVA Research y Sagardoy Abogados sobre el mercado de trabajo” es que necesitamos personas que vengan a trabajar, y cada vez, más. Por lo que los discursos antiinmigración, además de humanamente rechazables, son irresponsables y muy, muy poco realistas. En nuestra sociedad envejecida (especialmente, la vasca), ¿quién hace los trabajos invisibles en las cocinas, los almacenes o los repartos? Pues eso.

La política es otra cosa

Durante el fin de semana me he puesto al día con las columnas de Bernat Dedéu en El Nacional. Siempre hay que leer a quien escribe bien en la otra trinchera. En una de ellas, es especialmente lacerante con Puigdemont, pero en la otra hace reflexiones muy interesantes debajo de esta pregunta: “¿Quién hace de oposición a Salvador Illa?”. Después de asegurar que no haría presidente a Sánchez y que él mismo renunciaría si no volvía a ser President (Dedéu recordaba ambas promesas), Puigdemont ha descubierto que vive mejor con el foco puesto en Madrid, curiosamente. Pero la política es algo diferente a lo que él hace.

Pero tú separa la basura

Yo también separo la basura, priorizo planes que no supongan coger el coche y en vacaciones me preocupa la huella ecológica que, como familia, dejamos. Hago todo eso y me siento un pardillo cuando oigo hablar de turismo espacial o de los caprichos ultracontaminantes de los ultrarricos. Y ya, cuando llego a noticias como esta en Público, mi cara de tonto es perfecta: “Ninguno de los 70 países más ricos cumple con sus objetivos para frenar el calentamiento global”. Al final, yo, que también tengo claro que “la catástrofe climática es la principal de las amenazas globales que asolan a la humanidad”, soy el que se siente idiota. Algo falla.

No más audios de WhatsApp

Solo escucho los audios de mis amigos (los de verdad) y los que, ocasionalmente, me manda mi compañera de vida. El resto los dejo pasar salvo alguna excepción o alguna duda que pueda surgirme (¿y si no ha podido escribirme?). Por suerte, quienes ofrecieron esa herramienta del diablo, ofrecen ahora también un antídoto: “He probado la transcripción automática de los audios de WhatsApp y lo tengo claro: no vuelvo a escuchar un audio”, leo en Xataka. Y lo celebro, vaya que sí. Por desgracia, ha tenido que ser la mecánica la que corrija la filosofía de quien cree que su tiempo (no lo tiene para escribir) vale más que el tuyo.

A ver qué dicen hoy

Será que cada vez soy más desconfiado, o más crítico (sí, lo soy), pero yo pensé algo parecido a lo que expresan así en Vozpópuli: “Sánchez impone un apagón político en plena tragedia para no responder preguntas de corrupción. Tanto el PSOE como Sumar se atrincheran en la catástrofe de Valencia por respeto. Pero su objetivo es controlar la comunicación y evitar cualquier riesgo”. El plazo termina hoy, por cierto. Ambos partidos arrastraban problemas antes de que la tragedia de la DANA se lo llevase todo por delante, también lo informativo. Esto no le ha venido bien a nadie, pero el silencio, sí, sobre todo, a ellos.

Que no se nos pase

He arrastrado yo también esta noticia hasta hoy: “Puente revisará a la baja los descuentos en trenes y autobuses a partir de 2025” (The Objective). O lo que es lo mismo, pagaremos un poco más por viajar en autobús y la Barik ya no dará de sí tanto. Es lógico: el transporte al precio que lo pagamos es insostenible, y no se trata de que me beneficie yo y ahora, se trata de un bien colectivo que debe perdurar. Estaría bien que tuviéramos los pies en la tierra también cuando la oposición en las Juntas Generales se ponga populista y reclame que nuestros territorios sufraguen lo que el ministerio no va a pagar, simplemente, porque no salen las cuentas.

Esto, tampoco

El dinero público es limitado y por eso debemos pedir a nuestras instituciones que lo gasten bien y hagan frente a las sucesivas huelgas de ELA y el funcionariado. Cualquiera lo entiende si se para a pensarlo, pero hay muchos que empujan para que no nos tomemos nuestro tiempo (algo que, como bien dice Ignatius Farray, es revolucionario hoy). Igual que cualquiera entiende que los eventos son importantes y por eso hay que invertir para atraerlos. La final de la Champions “tuvo un impacto económico que multiplicó por 17 el presupuesto que dedicaron el Ayuntamiento de Bilbao, Diputación Foral de Bizkaia y Gobierno Vasco” (2 Playbook).

Un apoyo más

Es importante que Kamala Harris gane las elecciones en EE.UU. porque, sobre todo, es importante que Donald Trump y el trumpismo las pierdan. Por eso celebro cada buena noticia para la demócrata aunque soy consciente de que percibimos la realidad en Europa de manera diferente a como lo hacen allí: “Schwarzenegger anuncia que votará por Kamala Harris”, leo con alborozo en El Independiente. “Siempre seré americano antes que republicano”, dijeron Terminator y Conan, a la vez. El actor “cree que Trump dividirá aún más al país” y yo estoy de acuerdo. Ya salvó a la humanidad una vez salvando a John Connor, ojalá vuelva a lograrlo.

Este ranking también importa

Siempre hablamos de las redes sociales que más personas usuarias acumulan, pero este ranking también importa: “Las redes sociales que más datos consumen”. Según Trecebits, son estas (los datos entre paréntesis son después de los megabytes consumidos después de cinco minutos de uso): Snapchat (101 MB), Pinterest (85), Threads (82), TikTok (79), Telegram (70), Instagram (69), Facebook (65), X (50), Reddit (45) y LinkedIn (23 MB). WhatsApp no entra en este ranking (aunque sí Telegram, curiosamente), pero en el mismo digital dan el dato: después de cinco minutos de uso consumió 9 MB.

Una pregunta pertinente

“¿En qué agujero han estado metidos los últimos 15 días los que hablan de ‘campaña de guante blanco’ en Euskadi?”. La pregunta la lanzaba César Calderón en Twitter y es extraordinariamente pertinente. Extraordinaria porque no hemos visto a nadie señalar la muchísima desinformación que ha corrido por X (antes, Twitter) y WhatsApp impulsada por el partido político que decía que iba a elevar el nivel del debate. Pocos, poquísimos, hemos hablado de ella. Y nadie se ha atrevido a denunciarla o exponerla por medio de un reportaje necesario y que se hace con alegría cuando es posible mencionar a Trump o el Brexit.

El resultado ideal… para Pedro Sánchez

Juanma Lamet resume en un breve tuit lo amplia que es la victoria del PSOE en Euskadi: “‘El resultado de las vascas es el ideal para Sánchez. Gana el PNV, así que se quita un problema. El PSE mejora y es quien apuntala el Gobierno. Bildu, contento. Yolanda al menos saca algo, y Podemos, nada. Y Vox se mantiene… ¿Qué más podía pedir Sánchez?’, analiza un barón”. Y en la relación de partidos que menciona, significativamente, no aparece el PP pero sí Vox. Sánchez siempre ha necesitado a los de Abascal para confrontar: vive mejor contra la extrema derecha que contra una derecha razonable. Y en esa trampa cae Núñez Feijóo una y otra vez.

Pagafantas

Víctor Lenore resumía con un cartel de una película vasca el papel de Sumar y Podemos en la pasada campaña: Pagafantas. En la imagen, Gorka Otxoa cargaba con Sabrina Garciarena. Para Lenore, la imagen era muy gráfica: “Sumar y Podemos con chaqueta roja, Bildu con vestido de flores”. Es así de fácil: los escaños que han perdido los de la izquierda a la izquierda del PSOE los ha ganado Bildu. Y Permach cuenta con quedarse con los 58.000 votos que obtuvieron estos partidos el 21-A. Depende de ellos, de que empiecen a hacer bien las cosas, que Bildu se quede con todo el pastel o de que las fantas se las paguen Otegi y Otxandiano.

Cuidado con la escalada

La investigación policial, judicial o periodística son necesarias. Pero todo el mundo sabe que ganar mucho dinero difícilmente será delito. Sí es delito que quien adjudique contratos se lleve una mordida a cambio. También sabemos que una comisión parlamentaria, básicamente, solo sirve para que los medios destaquen lo que les dé la gana. Pero si algo debemos tener claro, recuperar de nuestra memoria y ser conscientes, es que durante la pandemia exigíamos a nuestras y nuestros representantes que hicieran lo que fuese necesario para protegernos, y eso pasaba por comprar material médico que se subastaba de facto.

El jubilado más caro del mundo

Además del gasto que desconocemos que nos causa Juan Carlos I (y que nadie me venga con que sus aviones, residencias, estancias o personal de apoyo no se paga con dinero público, porque ya sabemos cómo se va ocultando en diferentes ministerios gastos imputables a la Casa Real), el jubilado más caro del mundo está generando una huella de carbono que tampoco podemos permitirnos: “El rey Juan Carlos habría recorrido (solo este mes y como mínimo) 4.000 kilómetros en avión privado”, pero “es muy probable que el emérito haya realizado muchísimos más vuelos de los que se tienen en cuenta” (El Independiente).

Pero, ¿por qué es peligroso TikTok?

Es incoherente: EE.UU. quiere bloquear TikTok en todo el país pero el equipo de campaña de Joe Biden ha abierto hace un par de semanas una cuenta en esta red social pensando en las elecciones. Y la Unión Europea tiene prohibido que sus europarlamentarias, europarlamentarios y asistentes, instalen TikTok en su móvil, pero ha creado una cuenta institucional para acercarse a la juventud. ¿Por qué es tan peligroso? Porque la dictadura china puede reclamar a la empresa cualquier información en cualquier momento, también de sus usuarios y usuarias. También de Biden y de la Unión.

El doble rasero

Curiosamente, la misma dictadura china que se comporta como tal exige a EE.UU. que deje actuar al libre mercado y no censure TikTok en su territorio. Hay que tener la cara dura. Pero es posible tenerla más: la dictadura china censura contenidos en TikTok para evitar que sea la fuente de guano sin fin que es en el resto del mundo, empezando por Euskadi. Pero no nos pongamos demasiado graves, sobre todo quienes ya hemos visto hasta nacer y morir a Facebook: “TikTok se está convirtiendo en una app ‘de viejos’ en China. Lo que lo peta entre los jóvenes es Xiaohongshu” (Xataka).

¡Sigue, Elon, sigue!

Primero fue la seguridad, despidiendo al departamento casi al completo. Después se cargó la marca. Y ahora está acabando con el sistema de anuncios de X: “Se ha cargado la publicidad en Twitter hasta llegar a los fraudes que usan a Broncano y Sobera como reclamo”, leemos en El Blog Salmón. Quienes usamos habitualmente esta red social hemos visto decenas de anuncios con informaciones falsas y supuestas malas noticias sobre estos dos presentadores, y hasta los chistes al respecto. Yo solo espero que Elon Musk no deje de tomar decisiones sobre su red social.

Pero esta es la grave realidad

Podemos tomarnos con humor que X esté lleno de errores. Pero lo cierto es que ese pozo de lodo maloliente, sin control alguno, solo puede ir a peor. Al respecto, el portugalujo Raúl Díaz, conocido guionista de comedias, se puso serio y acertó: “Debería darnos que pensar la cantidad de gente que, por salud mental, decide salirse de Twitter (llámalo X). Que hayamos hecho de este sitio algo perjudicial para el equilibrio de cualquiera, pero, sobre todo, de gente a la que podemos identificar por su nombre y apellido”. Hablamos de acoso, hablamos de persecución, hablamos de amenazas gravísimas sin consecuencias.

Buscando alternativas

Pero, ¿cuánta gente está en TikTok o Twitter? Según el gráfico que muestran en Trecebits, estos son los datos de España, que pueden ser extrapolables a Euskadi: WhatsApp es la plataforma más usada, un 91% de personas de 16 a 64 años la utiliza al menos una vez al mes. Le sigue Instagram: el 76.9. Se mantiene Facebook con el 69,7. TikTok y X ocupan el cuarto y quinto puesto con el 51,2 y el 45,4, respectivamente. A partir de ahí encontramos Telegram (43,9), Messenger (36,7), Pinterest (31,5) y Linkedin (31,1). Esta es la foto hoy, y este, el dato más relevante: “Ya es internauta el 96% de la población”.

Lo importante

Escribo esta columna sin conocer el resultado electoral de anoche. Así que me siento libre para hacer recomendaciones a quienes piensan en formar gobierno a partir de hoy. Primera, lo importante: nos abrasamos. Estoy de acuerdo con Umair Haque cuando dice que el cambio climático o el calentamiento global son los eufemismos más terribles de nuestra era: nos extinguimos, avanzamos hacia el colapso y en nada ayuda no afrontarlo cuidando las palabras o con hechos que niegan la realidad. Espero que no haya ganado la derechona y, sobre todo, espero que quien tome decisiones aporte algo positivo a nuestro futuro como humanidad.

Otro debate

Mucho más mundana parece y es esta noticia en Xataka: “’Hola’ quiere que Meta intervenga WhatsApp por la filtración de la boda de Tamara Falcó. No funciona así”. Digo que parece y es mundano, comparado con el colapso del planeta porque lo es, pero no es un tema menor porque vuelve a poner sobre la mesa un debate que ya hemos mantenido con actores similares. Cuando Facebook eclosionó lo hizo como paradoja: el gran soporte publicitario no generaba contenidos. Lo hacían los usuarios. Meta sigue sin hacerlo pero los contenidos corren por WhastApp sin control aparente. ¿Debe intervenir?

Canal Red salta a la TDT… ¿y lo celebra?

Los caminos de Pablo Iglesias como mesías son inexplicables. Ahora, con su proyecto político subsumido en su propia rabia, su mayor entretenimiento parece que es Canal Red, esa televisión descentralizada que, básicamente, se puede ver en YouTube y Twitter, y que va a hacer frente a todos los demás medios. Con unas audiencias paupérrimas y Yolanda Díaz robándole la atención a manos llenas, vemos cómo su proyecto da un nuevo paso hacia la nada: salta a la TDT y a una aplicación de streaming privada… Y lo celebran, sorprendentemente. Poco nos queda ya por ver. Y menos por ver a Pablo Iglesias.

Los dos lo sabían

Lo he escrito en la columna durante la campaña y ahora que hemos votado lo recupero: cómo PSOE y Sumar han escondido y negado una noticia que ya conocíamos (que iba a imponer peajes en todas las autovías y autopistas por orden de Bruselas), y cómo lo han enfocado PP y Vox (como si ellos no aspirasen a comerse este brownie), me parece que marcan muy bien la temperatura de la política española. Ningún partido español ha tratado a la ciudadanía a la que no paraba de dirigirse como adulta. Le han hurtado un debate, un motivo de protesta, como si a un niño o niña no le dijeras que le toca ir al o la pediatra hasta que estás en la consulta.

La inmunidad es su baza

Pero para termómetro y secuencia elocuente la que estamos viviendo sobre las cusas judiciales de Juan Carlos I. Tiene suerte el de El Bribón: las elecciones se han llevado casi toda la atención, pero aún quedan resquicios para contar que Corinna, su amiga especial, le demandó también por acoso. La defensa del rey español emérito vuelve a sacar su mejor baza: La inmunidad. Según el relato en 20 Minutos ni siquiera valoran los hechos: la inmunidad es su salvaguarda y por la que debería librarse de absolutamente todo. Pero la justicia británica cree que se trata del ámbito privado, y por eso hay juicio.