ESTAMBUL (2): Santa Sofía y San Salvador

Continúo el relato que dejaba el pasado 30 de diciembre sobre nuestra estancia en Estambul del 15 al 20 de octubre de 2011. El día 17, tras visitar Topkapi y un par de mezquitas nos dirigimos caminando a otra de ellas, la de Solimán el Magnífico (Süleymaniye Camii en turco), construida entre los años 1520 y 1566 por orden de Solimán I, uno de los sultanes otomanos más ricos y poderosos de la historia. La mezquita es sencilla pero espectacular, contando con cuatro minaretes. Abre de lunes a domingo de 9:30 a 16:30 horas  y se encuentra en Sami Onar Caddesi.

Seguimos caminando ahora cuesta abajo, pasando junto a un puesto de doner kebab y varios lugares de venta de fruta, algo que abunda en Estambul. Vemos granadas, melones, manzanas, uvas… Nuestro destino es el Cuerno de Oro, junto al puente de Gálata. A nuestras espaldas, en lo alto tenemos la mezquita de Solimán el Magnífico y frente a nosotros numerosos barcos y ferrys, que llevan a los pasajeros a otros lugares del Bósforo, al que nos asomamos por primera vez.

En el puente de Gálata nos fotografiamos con la mezquita de Solimán el Magnífico al fondo y observamos los puestos de comida en los que venden castañas, mazorcas de maíz y el bagel tradicional turco simit, anillos de pan de sésamo. Hemos llegado a otra hermosa mezquita, la Nueva, (Yeni Camii). Es importante conocer el nombre en turco, pues es como figura en todos los lugares. Su construcción comenzó en 1597, pero no se inauguró hasta 1665. Empachados de tanta mezquita, no accedemos a su interior. Su dirección es: Rüstem Paşa Mh., Eminönü Meydanı, muy cerca del Bazar de las Especias.

Concluimos la jornada visitando uno de mis lugares favoritos de Estambul, el Bazar de las Especias, también llamado Bazar Egipcio (Misir Carsisi), ya que muchos de los productos y especias fueron importados de Egipto en su momento. Inicialmente formaba para de la Mezquita Nueva. Es el segundo bazar cubierto más grande tras el Gran Bazar y en mi opinión mucho más bonito. Inaugurado en 1664 tiene forma de L y cuenta con unas 88 tiendas, en las que dominan las especias, por lo que tiene mucho colorido.

El Bazar de las Especias está abierto de lunes a viernes de 8:00 a 19:00, los sábados de 8:00 a 19:30 y los domingos de 9:30 a 19:00 h. Su exterior es un complejo de tiendas que parece una prolongación del interior, pues seguimos viendo varios puestos de especias, pero también encontramos alguna frutería, cerámica, telas e infinidad de objetos, además de varias pescaderías. Si tienes apetito, también puedes degustar un doner kebab en uno de los puestos.

Nos despedimos de la zona del Cuerno de Oro, contemplando de nuevo el Bósforo con la Torre de Gálata como telón de fondo. En el bar en el que tomamos el café vemos que el día 20, por la noche, se odía ver en televisión el partido Athletic-Salzburgo de la Copa de la UEFA. Aunque tenemos la parada del tranvía al lado, decidimos regresar caminando al hotel bordeando las antiguas murallas de Constantinopla, observando a varios ciudadanos sacando dinero de los cajeros. La jornada ha concluido.

Pasábamos todos los días frente a Santa Sofía (Ayasofya en turco), una de las joyas de la ciudad, pero dejamos para el día 18 acceder a su interior. Es una antigua basílica cristiana, posteriormente convertida en iglesia ortodoxa, más tarde en mezquita, luego en museo y, desde el 1 de agosto de 2020, nuevamente en una mezquita. Fue construida durante el mandato de Justiniano entre los años 532 y 537 y es una de las obras maestras del arte bizantino. Cuenta con cuatro minaretes y una cúpula de 30 metros de diámetro. Parece ser que ahora no se puede visitar la parte baja, teniendo que acceder los no musulmanes al piso superior, ocultándose con unas cortinas los hermosos mosaicos bizantinos durante las horas de culto. Está abierta de 9 a 19 horas. Así es como la vimos nosotros.

La siguiente cita la tuvimos en otro lugar que me encantó y que no conocía, la iglesia de San Salvador en Chora (Kariye Camii), que es uno de los mejores exponentes del arte bizantino que pueden encontrarse en el mundo. En su interior contemplamos imágenes de Jesucristo y de la Virgen María, representados en impresionantes mosaicos y frescos. Fue construida en el año 413 por orden de Justiniano y renovada a finales del siglo XI. Cuando la visité era un museo pero, al igual que Santa Sofía, en 2020 fue convertida en mezquita, así que no sé si se podrán seguir contemplando las imágenes o serán tapadas con alfombras durante los rezos islámicos.

Todavía nos quedan interesantes lugares por visitar en la monumental ciudad de Estambul, pero de ello espero hablar dentro de dos semanas.

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