En primer lugar tengo que dar la enhorabuena al Atlético de Madrid porque fue justísimo vencedor de la final. Jugaron mejor y desde el minuto uno fueron superiores. Sí que tuvieron ese punto de suerte en algunos detalles, pero eso no les pone ningún pero a su triunfo.
En segundo lugar también tengo que dar la enhorabuena a los jugadores, al cuerpo técnico, y a todo el que haya tenido algo que ver con este temporadón que está llevando a cabo el Club. No puedo hacer otra cosa que darles las gracias por lo que nos están haciendo disfrutar desde el inicio.
Que el partido fue horrible es evidente, que no dieron una a derechas no lo puede negar nadie, que sólo uno o dos jugadores dieron la talla está claro. A pesar de ello no les puedo criticar, ni a Bielsa, ni a los propios jugadores.
La tensión era excesiva, 115 años de historia son muchos, y era la posibilidad de conseguir algo por primera vez en la gran historia del Club. Y como poco la posibilidad de conseguir otro título desde hace 28 años. Sólo estos “pequeñitos detalles” hicieron que unos críos no pudieran con la tensión. Pero vamos a pensarlo fríamente… a ver quién es el guapo que hubiese podido con esa presión. Yo desde luego no.
Los jugadores del Atlético de Madrid son profesionales, pero no creo que muchos de ellos sientan los colores como nuestros jugadores. ¿Ventaja o desventaja? Quizá en algunos momentos desventaja, pero en una situación así quizá ventaja. Pongamos como ejemplo a Falcao. Consiguió el año pasado también la Europa League pero con el Oporto. El año que viene parece que intentará conseguir otro titulo con otro equipo. Son jugadores “independientes”, no tienen el peso de la historia sobre sus espaldas.
A todo hay que añadirle que se podía conseguir, que el juego desplegado por el Athletic durante todo la Europa League hacía que creyésemos en el triunfo, y que incluso pensásemos que se lo merecía, por lo de Manchester, por lo de Gelsenkirchen, por lo de París, por todo lo de San Mamés,… Se podía. Pero… no ha sido así. Desilusión, tristeza, lloros, lamentos,…
Y ahora… a olvidarnos de lo anterior. Otra vez, y como siempre, a muerte con nuestros jugadores, con nuestro equipo, con nuestros colores. Buscar la segunda oportunidad, se puede, es muy difícil, pero por intentarlo que no quede. Todo igual, la ciudad engalanada, las ilusiones en todo lo alto y a apoyar a los nuestros que van a dar todo por lograrlo. (Sobre el recital de la afición en Bucarest y en cualquier sitio ya hablaré otro día)
Y como acabé mi anterior comentario decir, que SER DEL ATHLETIC SIEMPRE ES, HA SIDO Y SERÁ UNA SUERTE, con títulos o sin ellos”
¡AUPA ATHLETIC!