A veces, las cosas son sencillas

Entiendo las ganas de parecer informada e informado, de ser quien descubre los tesoros y enseña los caminos. Pero a veces las cosas son sencillas, mucho más de lo que quieren hacernos creer para parecer interesantes o para buscar el perjuicio ajeno, directamente. El relevo de Iñigo a Imanol, de Urkullu a Pradales (si lo ratifican las bases) es la historia de quien se veía con fuerzas y se había ganado el derecho a postularse, y de quienes consideraban que era el momento de un relevo y podían tomar la decisión. A partir de ahí, la literatura, las intenciones y la venta del tema propio. Todo, absolutamente legítimo.

Y siguen siéndolo

De la misma manera, detrás de la renuncia de Arnaldo Otegi lo que hay es la necesidad de un relevo generacional evidente. ¿Se parte la izquierda abertzale? ¿Otegi carecía de aspiraciones, ambición o energía? No y no. Lo que no entiendo es por qué se empeña Bildu en tratar a la ciudadanía como si fuera idiota, cuando no hacerlo es lo primero que tendría que aparecer en su sobadísimo manual de marketing político. ¿Quién se cree que Bildu inicia ahora la búsqueda de un o una candidata? ¿Alguien cree acaso que el PNV eligió a Pradales del viernes al sábado? ¿Alguien lo ha dicho o sugerido?

Otro globo para pinchar

Además del globo de las crisis de los partidos vascos por relevos bastante naturales y naturalizados por la sociedad vasca, tendríamos que pinchar el globo de la iluminación navideña de récord. Klkautsky hace el cálculo por nosotros en Twitter: “11 millones de luces en Vigo. Unos 330 millones de vatios por hora. Pero tú mejor que sólo tires la cadena una vez a la semana, que hay que salvar el planeta, pobre de mierda”. Porque una cosa es la iluminación navideña, que me parece muy bien porque anima a salir a la calle y comprar, y otra cosa es el exceso. Y lo de Vigo y otras ciudades que buscan empatar es solo eso: un exceso.

El PP sí que pinchó

Seguí en directo el debate en el Parlamento Europeo sobre la amnistía promovido por el PP, y quienes lo hicimos lo vimos claramente: el PP pinchó como el sindicato de Vox y su huelga general. Tenemos que hablar claro, tenemos que contar las cosas como son, sin intenciones políticas permanentes que te llevan a hablar de crisis inexistentes (porque no la hay), sin operaciones de marketing que te obligan a decir que empiezas ahora un proceso (que tienes decidido), y sin maniobras para tapar un pinchazo (que describen bien en El Diario) como el del PP en el Parlamento Europeo. Y por supuesto, de pinchazos no está libre ningún partido.

Para la campaña de Navidad

A Pedro Sánchez no solo le ha dado tiempo a escribir un libro sino que ha escrito dos. Su segunda obra, basada en sí mismo como la primera, sale a la venta a principios de diciembre y para la campaña de Navidad. Pues muy bien. Pero me sorprendo, claro. Unos llevamos persiguiendo una novela durante décadas que se nos escapa y otros tienen tiempo, energía y, ojo, vida como para llenar dos volúmenes con poco más de cincuenta años y, eso, sí, los cadáveres de sus adversarios amontonándose en la orilla. De “Manual de resistencia” a “Tierra firme”. 384 páginas de sanchismo para las y los más sanchistas.

La gallina y el huevo

En Bildu, es evidente, no tienen dilemas. Lo vimos con las y los 40 candidatos que habían sido condenadas y condenados por terrorismo. Y lo vemos, también, en cuestiones más globales: ¿qué fue antes, el huevo o la gallina? En Bildu lo tienen claro: las dos cosas. No negociaron con el PSOE nada que pudieran hacer público para investir a Sánchez pero ahora Bildu “exige reconocer la nación vasca” (El Independiente), que sí iba en el acuerdo entre el PNV y el mismo PSOE. Si los socialistas articulan el reconocimiento de esa nación vasca, Bildu dirá que es gracias a la coalición. Si no lo hace fallará a quien lo puso por escrito. Gallinas, seguro.

De lo suyo gastan

Confieso que me ha sorprendido esta noticia en República: “Ciudadanos se presentará a las próximas elecciones europeas y a las catalanas: ‘No estamos muertos’”. Lo anuncia Carlos Carrizosa, presidente del grupo de este partido en el Parlament. Los siete europarlamentarios y europarlamentarias aportarán cierto músculo y la justificación para enfrentarse a una campaña a circunscripción única, una carrera a la que salen en la peor posición: las encuestas no les respaldan, según reconoce el propio Carrizosa. Y cualquier puede ver que apenas hay espacio entre Vox y el PP para otro partido a la derecha de la derecha.

Sigamos el ejemplo

Sí, soy de esos que cree que los países nórdicos van por delante. Y en este caso, especialmente, no me importaría que el mío, Euskadi, hiciese seguidismo: “El Parlamento noruego vota a favor de reconocer a Palestina como un Estado independiente” (Público). Es necesario que el mundo reaccione ante Israel como lo hizo, por lo menos aparentemente, ante Rusia. No podemos seguir mirando para otro lado cuando puede haber más de 16.000 muertos solo en Gaza. Tenemos que agitar el tablero de juego del mundo porque hay crímenes que vemos en directo como nunca y un colapso medioambiental inminente e innegable.

¡Oh, sorpresa!

Si no quieres que la economía se “uberice” no uses Uber. Es tan sencillo que sorprende que nadie lo vea, especialmente, quienes se quejan de la precarización del empleo mientras piden un Glovo. Estas empresas junto a Airbnb ejemplifican una economía mundial alocada, que esclaviza a la persona trabajadora a cambio de una rápida satisfacción a la usuaria y genera riqueza para las y los dueños. Textos como el de Business Insider, en el que aventuran que en New York se pueden replicar los resultados de Irvine (reducir drásticamente la oferta de Airbnb baja o contiene el precio del alquiler tradicional) tienen que ser más difundidos.

¿Merece la pena?

Me parece bien que cualquiera saque fotos: hacerlo como hobby más o menos serio es un aprendizaje inacabable de uno mismo y de varias técnicas. Y que cada uno saque como quiera: cámaras de carrete, cámaras digitales o teléfonos móviles. Lo que me genera dudas es la tecnología que incorporan los móviles y el precio que esta supone, por supuesto. Ricardo Aguilar ha vuelto a hacer en Xataka su análisis de las cámaras de los móviles, exponiendo características asombrosas y resultados sorprendentes (no sabemos hasta qué punto generados con software) que realmente no necesitamos.

El problema no es OpenAI

Por lo que parece, el despido de Sam Altman de OpenAI tiene que ver con el descubrimiento de una inteligencia artificial capaz de aprender, sobre el papel, cuestiones complejas. Espero que con el paso de los días nos enteremos de cómo ese descubrimiento deriva en el despido y, lo que es más importante, por qué. Y también por qué, con todo, Altman ha regresado y quienes le despidieron se han largado. En cualquier caso, nada de eso es más importante que la certeza de que si OpenAI ha llegado a ese nivel, otros lo han hecho también o lo harán en China o Rusia, donde la falta de moral es peor que el exceso de interés económico.

25 años maravillándonos

Estoy bastante seguro de que “cambio climático” es el mayor eufemismo de la historia y de que estamos bordeando el colapso medioambiental. También creo que la Inteligencia Artificial es potencialmente dañina para la humanidad pero por las malas personas que hay en el mundo. Pero soy optimista: estoy convencido de que nos adaptaremos a los cambios, por grandes que sean. Y mi optimismo se renueva cuando veo que como humanidad hemos sido capaces de mantener una estación espacial internacional durante 25 años: el 20-N de 1998 lanzamos al espacio el primer módulo de esa maravilla, como recuerdan en Microsiervos.

No tengo pruebas pero tampoco dudas

No creo que sea a la estación espacial internacional, pero estoy bastante seguro de que la élite de personas ultrarricas está ya preparando su salida del planeta. De hecho, estoy seguro de que la empresa de Elon Musk, SpaceX, tiene una división “discreta” para garantizar tu huida de la Tierra y una estancia en el espacio si tienes el dinero suficiente. En Xataka reflexionan sobre el libro de Douglas Rushkoff en el que explica “cómo la élite de milmillonarios fantasea con huir de sus propias consecuencias”. El autor habla de “La Mentalidad”, así, con mayúsculas, que define como “escapista de la élite tecnológica y financiera”.

Igual ellas también pueden

Igual las estrellas de OnlyFans también pueden huir de la Tierra cuando el colapso sea inminente. Por lo menos, las que más ganan: Bryce Adams estaría ingresando 20 millones de dólares al mes. Y en su mansión, que es a la vez estudio y oficinas, trabajarían hasta doce personas. Blac Chyna tendría unos ingresos similares, Bella Thorne baja hasta los 11, le sigue Cardi B, con 9,5, Tyga se acerca los ocho y Mia Khalifa, a los siete. Insisto, todo son cifras mensuales. Pero el que más gana es el propietario de la herramienta, Leonid Radvinsky, al que Forbes calcula una fortuna de 2.100 millones de dólares.

Ellos, seguro que sí

Evidentemente, no me refiero a las personas que viven en Qatar, sino a quienes se compraron un Mundial de Fútbol para proyectar la imagen de que el emirato no era tan malo. Seguro que esos jeques sí pueden pagar lo que Elon Musk pida para huir del planeta que el consumo de combustibles fósiles está poniendo a hervir, precisamente. En El Periódico de España recuerdan que ya ha pasado un año de aquel Mundial que en lo futbolístico fue estupendo, no vamos a engañarnos. Pero en lo social, como vimos, como sabemos, como seguiremos comprobando reportaje tras reportaje, fue tan cruel y mezquino como esperábamos.

Muy buena gente

“Vox ordena a sus concejales boicotear los actos oficiales del 25-N, día contra la violencia machista”, leo en El Diario y pienso en lo que me decía el otro día un buen amigo: Vox puede parecernos lo que sea, pero son coherentes y demuestran que son tan malas personas en los gobiernos como parecen en la oposición. Negar la violencia machista no solo es negar una evidencia: es romper un consenso y poner en duda bases del sistema democrático. Es atacar lo que somos (personas capaces de empatizar y llamar a las cosas por su nombre) y lo que no somos (bestias), y ante eso solo cabe una posición: la oposición frontal y activa.

¿Dónde no hay talento?

Andaba otro buen amigo mío trasteando en la web del Parlamento Vasco (hay páginas con información valiosísima pero encontrar los tesoros requiere tiempo) y encontró un link que no pudo evitar enviarme. Cuando lo abrí, me sorprendí igual que hizo él: Lore Martínez, de Bildu, planteaba así una pregunta al Gobierno: “La carencia de talento existente en la CAV es notable”. ¿Dónde nota falta de talento? ¿En su entorno? ¿Hay carencia de talento en todas esas empresas punteras que ponen a Euskadi al mundo? ¿En las y los trabajadores que son fichados por multinacionales? ¿El funcionariado vasco carece de talento?

Correcto

Igual que la unidad de acción de EH Bildu con ERC ha mejorado la política en fondos (las y los vascos han descubierto el posibilismo) y formas (también han descubierto las sonrisas para las fotos y las americanas que ahora no se quitan), la unidad de acción entre EAJ-PNV y Junts per Catalunya será positiva. Estoy completamente seguro. El regreso a la arena política de las y los catalanes, propiciada por unos números endiablados en el Congreso y la necesidad del PSOE, es una gran noticia, que además lo haga de la mano de las y los de Ortuzar la mejora por lo que dijo el lehendakari Agirre: “Euskadi, siempre con Catalunya”.

El misterio del aceite español

Hablemos también de España: en Reuters recogen para el resto del mundo que en ese país, el que más aceite de oliva produce, algunos supermercados guardan las botellas bajo llave por el incremento desmedido de los precios. Un misterio, el de este ascenso asceta, que se extiende, para nuestra desgracia, también a Euskadi (donde producimos aceite, por cierto). Albares tiene trabajo acumulado desde la anterior legislatura: mejorar la imagen de España y de quienes recogen y elaboran uno de sus mejores productos. Pero Pablo Bustinduy, al frente de Consumo, también tendrá algo que hacer y que decir urgentemente.

La gerontocracia

Ya que miro al exterior, lo hago un poco más allá: esta semana hemos visto a Joe Biden llamar Britney Spears a Taylor Swift. Un lapsus, sí, pero en su caso es otro más. Y en la esquina contraria, Donald Trump va cada vez más a su aire pero sigue manteniendo serias opciones para ser el candidato republicano a la presidencia. Eso pondría a las y los estadounidenses ante una tesitura terrorífica: elegir en 2024 entre un presidente (que lo normal es que se presente a la reelección) que hoy tiene 81 años y un aspirante que también lo fue y que hoy tiene 77 años. Entiendo que los 50 sean los nuevos 40, pero esas edades son excesivas para el cargo.

También 56 periodistas

Espero que el alto el fuego pactado entre el estado de Israel y Hamás esté cumpliéndose. Cada minuto en el que no caen las bombas sobre Gaza es un minuto que sirve para salvar vidas. También espero que la masacre del país de Benjamín Netanyahu cese de una vez, que no sigamos viendo imágenes trágicas, que no contemos más muertos. Entre las más de 16.000 víctimas, según el ministerio de Salud gazatí, contamos también las y los 56 periodistas fallecidos mientras mostraban al mundo lo que estaba sucediendo. Ya debatiremos más adelante del control que ejerce Hamás sobre la información.

¿Haces huelga hoy?

Hoy es día de huelga. No importa cuando lo escriba: en la CAV cada día laboral es una jornada de huelga para alguien desde hace meses. Pero no me refiero hoy a las que ELA programa en función del calendario electoral: Solidaridad, un sindicato tan próximo a Vox que se funden entre sí, había anunciado una huelga general en toda España y, por extensión, Euskadi y Catalunya, para hoy. ¿Lo estamos notando? ¿Lo notarán en España? ¿Quién será tan pánfilo o pánfila como para no ir hoy al trabajo por la llamada de un sindicato que comparte ideario ultraliberal con un partido de extrema derecha?

Ya hay un motivo

Cada vez que aparece Vito Quiles en esta columna menciono a la presidencia del Congreso de los Diputados porque es ese órgano el que le otorga la acreditación de prensa en la cámara baja. Hoy recurro nuevamente a la capacidad de acción de Francina Armengol ya que el desinformador con pase de periodista es también el protagonista de esta noticia en El Diario: “La Policía acusa al agitador ultra Vito Quiles de arengar para romper el cordón de seguridad y empujar a un agente”. Es decir: ya hay un motivo. No podemos seguir jugando a que estos alborotadores de la extrema derecha son periodistas. No podemos permitírnoslo.

Vamos a peor

Tampoco podemos ni debemos olvidar que el músculo de Vox fue entrenado también por Pedro Sánchez y el PSOE, que le ha dejado explayarse en el Congreso, encantado de enfrentarse a él en la anterior legislatura y minimizar al PP. Eso, como todo lo que alimenta al monstruo ultraderechista, es peligroso. Pero no solo ha engordado el extremismo: también lo ha hecho el populismo y, lo estamos viendo, la agresividad. “Por qué cada vez más diputados quieren incluir sanciones por insultar en el Congreso”, se preguntan en Xataka. Porque vamos a peor, porque antes ni nos planteábamos esos insultos y hoy son normales.

¿Y qué opina la inteligencia artificial?

Aunque Microsoft sea la empresa que con más ahínco está buscando la comercialización de la inteligencia artificial, sigue pareciéndome en la que más se puede confiar, así que celebré que Sam Altman fichara por este gigante. Pero ahora ha vuelto a OpenAI y su regreso ha apagado un motín a bordo de uno de los barcos más importantes de nuestro presente y futuro. Detrás del despido y el regreso hay mucho más de filosófico, por lo que parece, que de mecánico o funcional. Soy optimista antropológico: si sobrevivimos al colapso medioambiental estoy seguro de que sabremos domar la IA o que, ella si nos doma, no nos matará.