¡Ya le gustaría!

No entiendo el empeño de Arnaldo Otegi en tomarnos por tontos: es evidente que hace 40 años él no estaba en el bando que agrupaba los valores que sirvieron para derrotar a ETA y dar pie a una Euskadi que necesita todavía reconciliarse consigo misma. Pero esa reconciliación tardará más y será en peores condiciones en función del engaño que quiere colocarnos la izquierda abertzale. Y si lo que quiso decir es lo que apunta Iñaki García Arrizabalaga, que Otegi está orgulloso de dónde estaba y qué hacía 40 años atrás, el mensaje es todavía peor. Son quienes le arropan los primeros que deberían pedirle explicaciones.

Los de hace 40 años, hoy

Los que hace 40 años estaban en el bando de los derrotados, el de ETA, hoy se dividen: algunos como Otegi quieren hacernos creer que aquello nunca pasó o no pasó como todos recordamos. Y otros se empeñan en seguir demostrando su miseria humana dañando la placa en recuerdo a Gregorio Ordóñez, como denunciaba el alcalde de Donostia, Eneko Goia. ¿Qué tienen en el alma los que destruyen esos recuerdos a víctimas injustamente asesinadas? Son como quienes arrancan placas en memoria de las víctimas del golpe de estado franquistas: fachas. Y sus valores no son los de la mayoría.

Otro ejemplo

Como siempre, Javier Vizcaíno hacía un análisis más fino de la situación: la secuencia de Ortega Smith disparando como un Gijoe ha servido para esclarecer su pasado (no fue boina verde, solo hizo la mili) y para ver cómo algunos de los que jaleaban vídeos de encapuchados en bosques verdes haciendo prácticas de tiro hoy se ponen exquisitos ante el fascista de Vox. Me repito, lo sé, pero es que la verdad es tozuda: son la misma mierda unos y otros, sujetapistolas que imaginan que el enemigo es el que piensa diferente, y que se creen además con más carga moral que el resto. Qué equivocados están.

Mintegi protesta

Volviendo a la entrevista a Arnaldo Otegi que ha dado pie para el resto de fascistadas, resulta muy significativo que Laura Mintegi afeara al líder de Bildu su ocupación del espacio la semana en la que Maddalen Iriarte ha sido designada candidata a lehendakari. Mintegi ya encabezó una candidatura de la izquierda abertzale, esa izquierda abertzale en la que los que mandan se llamaban y se llaman Arnaldo, Arkaitz, Rufi, Joseba, Pernando¸ Oskar… Y Eba Blanco, es cierto, pero con un peso específico muchísimo menor. Luego agitarán la bandera del feminismo, pero la igualdad se demuestra tomando decisiones y no saliendo en fotos.

La gran noticia

Más allá de la rociada fascistoide (aunque ninguno de ellos se tenga como tal), la noticia del día sin duda son los 500.000 € de dinero público que, según la SER, habrían sido desviados desde el ministerio español de Interior que dirigía Jorge Fernández Díaz para intentar mitigar el escándalo de Luis Bárcenas y los pagos en “B” a políticos del PP. Una vez más, dinero de todos para beneficio de unos pocos, en este caso, por partida doble, triple… O a saber. El comisario Villarejo, cómo no, aparece entre los beneficiados por esa operación ya que contaron con sus servicios para recuperar y destruir pruebas de Bárcenas contra el PP.

El plan les ha salido perfecto

Ya no nos acordamos: entre tanta noticia irrelevante y tanta importante (como el avance de la extrema derecha en el mundo), se nos ha olvidado que acabamos de pasar una crisis que, sobre todo, devaluó nuestras viviendas. Durante la misma, curiosamente, se batió varias veces el récord de transacciones inmobiliarias sin bancos de por medio. Es decir: billete sobre billete. Hoy encontramos que el mercado de alquiler rompe todos los techos (República.com), reforzado por la burbuja de Airbnb, y que a aquellos inversores que compraron baratas las viviendas de otros el negocio les ha salido redondo.

Vox manda

Les decía en el párrafo anterior que el crecimiento de la extrema derecha es una de las noticias importantes del momento. Y no deja de serlo porque, además de crecer, hace rehenes: en Murcia (y el caso es extensible a Andalucía y Madrid), PP, Ciudadanos y Vox se plantean blindar el vergonzoso PIN parental, una iniciativa de los de Abascal. El mensaje, además de retrógrado en lo ideológico, es importante en lo político: manda Vox y sus ideas cavernícolas son las que los otros defenderán. No solo eso: harán suyas esas ideas, como hemos visto en diferentes declaraciones o tuits de los socios desde que Vox impulsó su control.

Y Herrera cobra

De momento no sabemos si la idea de fichar a Carlos Herrera para Canal Sur es de alguien Vox, del PP o de Ciudadanos, pero es lo de menos: la imagen del periodismo español casposo regresa a la televisión pública andaluza a razón de 700 € el minuto (La Voz del Sur). Como digo siempre, para parar a la derecha no hay que ser amarillo sino preciso: es la productora la que cobrará 340.000 € por 8 entrevistas. Es decir, algo repartirá, pero la parte del león, todos lo sabemos, se la llevará Herrera en lo económico… Y en lo demás, porque nadie duda tampoco de que será un programa para mayor gloria del personaje.

¿Vuelven “los bloques”?

Yo creo que, en el fondo, nunca se han ido. Y los que no llegaron para quedarse fueron los de la nueva política (y ahí está lo que queda de Ciudadanos para comprobarlo). Vinieron y se irán disolviendo generando nuevas oportunidades para el populista de turno, de izquierdas o derechas. También Vox, aunque ahora nos parezca que está muy fuerte. De hecho, acaba de pasarla a Salvini pero especialmente al partido que montó Beppe Grillo y acabó regalando el poder a la extrema derecha: en un país tan atomizado políticamente resurgen los bloques tradicionales que siempre estarán ahí por su arraigo social.

De profesión: liga por ti

Llevo mucho tiempo diciéndolo: la Internet comercial, la que usamos cada día vía Google o apps, nos está agilipollando. No ha traído nada bueno, al contrario: ocupa nuestro tiempo, desvía nuestra atención y nos apelmaza el cerebro. También nos llena de miedos, inseguridades y necesidades superfluas: lo último que me ha sorprendió al respecto es lo que han publicado en Magnet sobre las personas que gestionan tu cuenta en Tinder, es decir, que liga por ti en la popular aplicación para el folleteo y lo que surja. Hasta 2.000 dólares al mes cobra por ello. Qué viejo me hago que no entiendo nada…

Valoremos lo que tenemos

Podemos mejorar lo que tenemos como sociedad y por eso debemos exigir a nuestros políticos que persigan la excelencia en los servicios. Pero no podemos perder de vista nunca que lo que hemos conseguido es también importante: Diego E. Barros recogía en Twitter el mensaje que Bernie Sanders había lanzado y también las respuestas: el político demócrata preguntó si alguna vez alguien había evitado llamar a una ambulancia para no tener que pagarla, y las respuestas son terribles. El terror de los estadounidenses a su sistema médico nos resulta angustioso pero para ellos es completamente real.

De la ignorancia y el atrevimiento

Esta semana nos han querido arrastrar a una huelga sin sentido y sin éxito: el planteamiento era capcioso y la fórmula genera cada vez más dudas en la ciudadanía. En el otro extremo ideológico de esa izquierda trasnochada, abrazándose, está la derecha neoliberal de caspa bajo la gomina. Viejóvenes en un lado y el otro. En el neocón se sitúa Aguado, el vicepresidente de la comunidad de Madrid, con perlas como esta sobre la regulación del alquiler: “Confiemos en Adam Smith, en que oferta y demanda sigan resolviendo problemas del siglo XXI” (Eldiario.es). Yo en quien ofrece soluciones tan caducadas, la verdad, no confío nada.

Y de fachas de los de verdad

Madrid, como Andalucía y Murcia y, si pueden, España entera, depende de Vox, ese partido que en el que se refugian los fascistas. No es una exageración: Antonio Maestre recordaba en Twitter esta semana que “Vox llevó en listas en El Escorial a los familiares del SS belga escondido en España León Degrelle”. Lo hacía a cuenta del tuit de Rocío Monasterio sobre el aniversario de la liberación de Auschwitz: “En su casa le podrán contar historias de nazis de primera mano porque la familia de Espinosa colaboró con ellos. Fue el embajador de Franco con Hitler”. Y anuncia que hay mucho más.

Ya no hay “pesebreros”

Cuando Pablo Iglesias dijo aquello de que la política consistía en cabalgar contradicciones se quedó tan tranquilo. Igual pensó que con esa afirmación sus contradicciones, efectivamente, estaban ahí pero iban a dejar de importarnos. Iglesias estaba equivocado: se trata de domarlas, esto es, de sufrir. Hoy, Iglesias, tendrá que explicar por qué ha llenado el gobierno español de “pesebreros”, es decir, de las personas que trabajan para un partido político. Él fue el que las definió así desde la oposición. Hoy, “Sánchez e Iglesias pasan de los funcionarios: el Ejecutivo bate récord de directores a dedo” (El Confidencial).

El fútbol que da asco

El rival en Copa del Athletic está siendo uno de los protagonistas de la temporada por el modo en que encadena sainetes: fichó a Griezmann después del desprecio que filmó Piqué. Intentó fichar a Neymar, que tiene una denuncia contra el club. Despidió a Valverde y, con Setién, se despidió del liderato. Finalmente, he hecho un gran ridículo en su búsqueda de un delantero: Cédric Bakambu esperó en el aeropuerto de Hong-Kong y se volvió finalmente a China. Antes, el club fue manipulado por Jorge Mendes para encarecer a su representado Bruno Fernandes que ha acabado en Manchester.

Una luz encendida por Escocia

Eso es lo que piden desde The National, el principal periódico independentista escocés: que los europeos mantengamos una vela encendida por Escocia desde anoche, momento en el que entró en vigor el Brexit. Las pretensiones del gobierno escocés parecen claras y no se cortaban en trasladarlas ayer, último día como europeos, de momento: regresar como estado independiente. El reto se va a topar evidentemente con un Boris Johnson empoderado por los votantes y la situación de ebullición. Todos sus esfuerzos se volcarán en mostrar lo bien que le va al Reino Unido fuera de Europa… Sea o no verdad.

Los problemas de la ciudadanía

Aunque hayamos empezado esta columna hablando del “lejano” Brexit que solo afecta directamente a quien esté haciendo negocios en el Reino Unido o tenga familiares allí, quiero aplaudir la actitud de la señora que interrumpe unas declaraciones de la portavoz del Gobierno en Málaga sobre Catalunya. La anónima ciudadana quería atención sobre lo suyo, sobre las consecuencias del temporal. Catalunya queda lejos para quien ha visto afectada su casa o su negocio, como los políticos que solo saben hablar del Procés (también los catalanes de uno u otro signo), que viven alejados de las necesidades reales.

Más gráfico, imposible

El colmo del monotema catalán está ya servido: el gobierno andaluz de PP, Ciudadanos y Vox ha decidido abrir una delegación en Catalunya “para combatir el independentismo”. Mauro Entrialgo lo definía perfectamente en Twitter: “Ente, político, superfluo: chiringuito”. Los que se quejaban de los chiringuitos y los que denunciaban las embajadas catalanas abren una oficina que tiene mitad de cada cosa. ¿Y a quién colocarán ahí? Porque el componente ideológico es tan importante que un funcionario no tiene por qué defenderlo. La cara dura de algunos es inagotable y por eso les veremos superarse.

La televisión que vemos

Esta semana, un viejo conocido de los bloggers y tuitero vascos, Mikel “Eztabai” tuvo su rato de éxito merecido en Twitter por este acertado mensaje: “Algún día se analizará el daño intelectual y moral que hace Telecinco a la gente preadolescente y a la adolescente. En la escuela y el instituto del pueblo estamos muy preocupados con los modelos de relaciones personales que se ven y con la forma de debatir que tienen”. Personalmente creo que el canal tiene todo el derecho del mundo a emitir su mierda: la responsabilidad es de quien lo pone en casa y naturaliza el consumo de telebasura cosificadora.

Lo energúmenos que somos

El fútbol en directo es emocionante y liberador. Tanto que a veces tengo que luchar contra mí mismo por no insultar ni al árbitro ni a algún rival de esos que van a San Mamés a perder tiempo sin vergüenza desde el 0-0 inicial. Pero a veces se me escapa y hasta puedo entender el desahogo de algunos. Pero lo que no me explico es el modo en el que unos imbéciles aficionados del Muleño (Murcia) insultasen y humillasen a una operadora de cámara para divertirse. La muestra de machismo es imperdonable y el club debería de encontrar y expulsar a quienes la han perpetrado. Sin excusas ni retrasos.

Sin piquetes no hay huelga

Los convocantes intentarán ganar la batalla del relato pero todos pudimos ver que la normalidad fue ayer casi completa salvo cuando pasaban los piquetes. Porque ayer, y cada vez más, sin piquetes no hay huelga: la ciudadanía está cansada de sentirse rehén de unos sindicatos politizados sin rubor, de unos partidos que solo actúan por su conveniencia y de los que pretenden tener el monopolio de los derechos sociales y la solidaridad entre las personas. No se trata de falta de conciencia o de que el capitalismo nos lave el cerebro, se trata de que algunos planteamientos capciosos simplemente ya no cuelan.

La vergüenza de Oyarzabal

Iñaki Oyarzabal tuvo que comerse la vergüenza y rectificar servilmente ante Vox: un concejal ultra en el ayuntamiento de Madrid habló de “enfermos” para referirse a las personas homosexuales, el del PP protestó en Twitter y Pedro Fernández, que así se llama el homófobo, le recordó que ellos quitan y ponen al alcalde de la capital, ante lo que Oyarzabal reculó incluso pidiéndole perdón. Una vez tragado el sapo, en el PP tienen que reflexionar sobre lo sucedido y darse cuenta de que no pueden seguir bajo el yugo de la extrema derecha. Si lo hacen se merecerán todo lo malo que les pase políticamente.

Un motivo para la protesta

También en Madrid, desde donde proclamaban solidaridad con la huelga en Euskadi desde puestos de trabajo o en concentraciones fuera del horario de oficina, su presidenta daba la bienvenida a la peor cara de Internet con un tuit: “Una compañía como Deliveroo, que calcula crear más de 6.000 puestos de trabajo indirectos en 2020, también se establece en Madrid. Territorio libre, plural, seguro”. Una empresa de esas que basa su modelo de negocio en insensibilizar a quien pide comida, en esclavizar a quien la sirve y en empeorar los servicios en los restaurantes. Van (y vamos) hacia atrás.

Agur, Reino Unido

Hoy el Reino Unido dejará de ser Europa por decisión de su ciudadanía. Podemos discutir si aquel referéndum se hizo entre más mentiras que verdades o no, pero es innegable que la victoria electoral de Johnson fue el verdadero antes y después de la postura europea: que con su pan (de molde) se lo coman. A partir de hoy, en esa isla que, como bien dice una amiga, se creen un continente, tendrán que vérselas con la autogestión, la Commonwealth y Trump como socio preferente, y resolver la frontera dura en el norte de Irlanda y los pagos a Europa por todo lo que queda allí que nos corresponde.

El problema no son las personas chinas

En China se han afanado hasta en cortar las carreteras a la ciudad donde aparecieron los primeros infectados por el Coronavirus, parece que Rusia ha cerrado su frontera con la dictadura comunista, y el mundo entero se pregunta si es posible aislar al gigante asiático. Pero nada de eso importa cuando China sigue exportando de todo a todo el planeta. Txema Marín ironiza con una secuencia de Los Simpson en la que unos trabajadores de reparto tosen a propósito sobre una caja para expandir un virus. Pero tiene razón: Aliexpress, entre otros, es la que va a convertir la amenaza en global.