Valoremos lo que tenemos

Podemos mejorar lo que tenemos como sociedad y por eso debemos exigir a nuestros políticos que persigan la excelencia en los servicios. Pero no podemos perder de vista nunca que lo que hemos conseguido es también importante: Diego E. Barros recogía en Twitter el mensaje que Bernie Sanders había lanzado y también las respuestas: el político demócrata preguntó si alguna vez alguien había evitado llamar a una ambulancia para no tener que pagarla, y las respuestas son terribles. El terror de los estadounidenses a su sistema médico nos resulta angustioso pero para ellos es completamente real.

De la ignorancia y el atrevimiento

Esta semana nos han querido arrastrar a una huelga sin sentido y sin éxito: el planteamiento era capcioso y la fórmula genera cada vez más dudas en la ciudadanía. En el otro extremo ideológico de esa izquierda trasnochada, abrazándose, está la derecha neoliberal de caspa bajo la gomina. Viejóvenes en un lado y el otro. En el neocón se sitúa Aguado, el vicepresidente de la comunidad de Madrid, con perlas como esta sobre la regulación del alquiler: “Confiemos en Adam Smith, en que oferta y demanda sigan resolviendo problemas del siglo XXI” (Eldiario.es). Yo en quien ofrece soluciones tan caducadas, la verdad, no confío nada.

Y de fachas de los de verdad

Madrid, como Andalucía y Murcia y, si pueden, España entera, depende de Vox, ese partido que en el que se refugian los fascistas. No es una exageración: Antonio Maestre recordaba en Twitter esta semana que “Vox llevó en listas en El Escorial a los familiares del SS belga escondido en España León Degrelle”. Lo hacía a cuenta del tuit de Rocío Monasterio sobre el aniversario de la liberación de Auschwitz: “En su casa le podrán contar historias de nazis de primera mano porque la familia de Espinosa colaboró con ellos. Fue el embajador de Franco con Hitler”. Y anuncia que hay mucho más.

Ya no hay “pesebreros”

Cuando Pablo Iglesias dijo aquello de que la política consistía en cabalgar contradicciones se quedó tan tranquilo. Igual pensó que con esa afirmación sus contradicciones, efectivamente, estaban ahí pero iban a dejar de importarnos. Iglesias estaba equivocado: se trata de domarlas, esto es, de sufrir. Hoy, Iglesias, tendrá que explicar por qué ha llenado el gobierno español de “pesebreros”, es decir, de las personas que trabajan para un partido político. Él fue el que las definió así desde la oposición. Hoy, “Sánchez e Iglesias pasan de los funcionarios: el Ejecutivo bate récord de directores a dedo” (El Confidencial).

El fútbol que da asco

El rival en Copa del Athletic está siendo uno de los protagonistas de la temporada por el modo en que encadena sainetes: fichó a Griezmann después del desprecio que filmó Piqué. Intentó fichar a Neymar, que tiene una denuncia contra el club. Despidió a Valverde y, con Setién, se despidió del liderato. Finalmente, he hecho un gran ridículo en su búsqueda de un delantero: Cédric Bakambu esperó en el aeropuerto de Hong-Kong y se volvió finalmente a China. Antes, el club fue manipulado por Jorge Mendes para encarecer a su representado Bruno Fernandes que ha acabado en Manchester.

Una luz encendida por Escocia

Eso es lo que piden desde The National, el principal periódico independentista escocés: que los europeos mantengamos una vela encendida por Escocia desde anoche, momento en el que entró en vigor el Brexit. Las pretensiones del gobierno escocés parecen claras y no se cortaban en trasladarlas ayer, último día como europeos, de momento: regresar como estado independiente. El reto se va a topar evidentemente con un Boris Johnson empoderado por los votantes y la situación de ebullición. Todos sus esfuerzos se volcarán en mostrar lo bien que le va al Reino Unido fuera de Europa… Sea o no verdad.

Los problemas de la ciudadanía

Aunque hayamos empezado esta columna hablando del “lejano” Brexit que solo afecta directamente a quien esté haciendo negocios en el Reino Unido o tenga familiares allí, quiero aplaudir la actitud de la señora que interrumpe unas declaraciones de la portavoz del Gobierno en Málaga sobre Catalunya. La anónima ciudadana quería atención sobre lo suyo, sobre las consecuencias del temporal. Catalunya queda lejos para quien ha visto afectada su casa o su negocio, como los políticos que solo saben hablar del Procés (también los catalanes de uno u otro signo), que viven alejados de las necesidades reales.

Más gráfico, imposible

El colmo del monotema catalán está ya servido: el gobierno andaluz de PP, Ciudadanos y Vox ha decidido abrir una delegación en Catalunya “para combatir el independentismo”. Mauro Entrialgo lo definía perfectamente en Twitter: “Ente, político, superfluo: chiringuito”. Los que se quejaban de los chiringuitos y los que denunciaban las embajadas catalanas abren una oficina que tiene mitad de cada cosa. ¿Y a quién colocarán ahí? Porque el componente ideológico es tan importante que un funcionario no tiene por qué defenderlo. La cara dura de algunos es inagotable y por eso les veremos superarse.

La televisión que vemos

Esta semana, un viejo conocido de los bloggers y tuitero vascos, Mikel “Eztabai” tuvo su rato de éxito merecido en Twitter por este acertado mensaje: “Algún día se analizará el daño intelectual y moral que hace Telecinco a la gente preadolescente y a la adolescente. En la escuela y el instituto del pueblo estamos muy preocupados con los modelos de relaciones personales que se ven y con la forma de debatir que tienen”. Personalmente creo que el canal tiene todo el derecho del mundo a emitir su mierda: la responsabilidad es de quien lo pone en casa y naturaliza el consumo de telebasura cosificadora.

Lo energúmenos que somos

El fútbol en directo es emocionante y liberador. Tanto que a veces tengo que luchar contra mí mismo por no insultar ni al árbitro ni a algún rival de esos que van a San Mamés a perder tiempo sin vergüenza desde el 0-0 inicial. Pero a veces se me escapa y hasta puedo entender el desahogo de algunos. Pero lo que no me explico es el modo en el que unos imbéciles aficionados del Muleño (Murcia) insultasen y humillasen a una operadora de cámara para divertirse. La muestra de machismo es imperdonable y el club debería de encontrar y expulsar a quienes la han perpetrado. Sin excusas ni retrasos.

Sin piquetes no hay huelga

Los convocantes intentarán ganar la batalla del relato pero todos pudimos ver que la normalidad fue ayer casi completa salvo cuando pasaban los piquetes. Porque ayer, y cada vez más, sin piquetes no hay huelga: la ciudadanía está cansada de sentirse rehén de unos sindicatos politizados sin rubor, de unos partidos que solo actúan por su conveniencia y de los que pretenden tener el monopolio de los derechos sociales y la solidaridad entre las personas. No se trata de falta de conciencia o de que el capitalismo nos lave el cerebro, se trata de que algunos planteamientos capciosos simplemente ya no cuelan.

La vergüenza de Oyarzabal

Iñaki Oyarzabal tuvo que comerse la vergüenza y rectificar servilmente ante Vox: un concejal ultra en el ayuntamiento de Madrid habló de “enfermos” para referirse a las personas homosexuales, el del PP protestó en Twitter y Pedro Fernández, que así se llama el homófobo, le recordó que ellos quitan y ponen al alcalde de la capital, ante lo que Oyarzabal reculó incluso pidiéndole perdón. Una vez tragado el sapo, en el PP tienen que reflexionar sobre lo sucedido y darse cuenta de que no pueden seguir bajo el yugo de la extrema derecha. Si lo hacen se merecerán todo lo malo que les pase políticamente.

Un motivo para la protesta

También en Madrid, desde donde proclamaban solidaridad con la huelga en Euskadi desde puestos de trabajo o en concentraciones fuera del horario de oficina, su presidenta daba la bienvenida a la peor cara de Internet con un tuit: “Una compañía como Deliveroo, que calcula crear más de 6.000 puestos de trabajo indirectos en 2020, también se establece en Madrid. Territorio libre, plural, seguro”. Una empresa de esas que basa su modelo de negocio en insensibilizar a quien pide comida, en esclavizar a quien la sirve y en empeorar los servicios en los restaurantes. Van (y vamos) hacia atrás.

Agur, Reino Unido

Hoy el Reino Unido dejará de ser Europa por decisión de su ciudadanía. Podemos discutir si aquel referéndum se hizo entre más mentiras que verdades o no, pero es innegable que la victoria electoral de Johnson fue el verdadero antes y después de la postura europea: que con su pan (de molde) se lo coman. A partir de hoy, en esa isla que, como bien dice una amiga, se creen un continente, tendrán que vérselas con la autogestión, la Commonwealth y Trump como socio preferente, y resolver la frontera dura en el norte de Irlanda y los pagos a Europa por todo lo que queda allí que nos corresponde.

El problema no son las personas chinas

En China se han afanado hasta en cortar las carreteras a la ciudad donde aparecieron los primeros infectados por el Coronavirus, parece que Rusia ha cerrado su frontera con la dictadura comunista, y el mundo entero se pregunta si es posible aislar al gigante asiático. Pero nada de eso importa cuando China sigue exportando de todo a todo el planeta. Txema Marín ironiza con una secuencia de Los Simpson en la que unos trabajadores de reparto tosen a propósito sobre una caja para expandir un virus. Pero tiene razón: Aliexpress, entre otros, es la que va a convertir la amenaza en global.

Que sea un derecho

La convocatoria de huelga de hoy es absolutamente legítima, igual que trabajar: los sindicatos vascos han echado un pulso político al gobierno de Urkullu, Bildu ha nombrado a su candidata a lehendakari a tiempo para capitalizar el resultado y Ernai ha calentado el tema (la cuenta en Twitter que informa sobre la convocatoria en los últimos días ha relanzado sobre todo tuits de la organización juvenil de Sortu). Ahora solo queda medir el éxito o no del paro, pero sin trampas, sin que nadie obligue a nadie porque en campaña y precampaña todo vale. Los secuestros a los vascos hace tiempo que se acabaron.

Sin problemas de sueldo

Los que parece que nunca han tenido ningún motivo para la huelga son los que más mandan en Vox. Los contactos con los que a todas luces cuentan y han contado les han permitido vivir holgadamente. Contactos como los que tenían en la oposición iraní (que también patrocina grupos armados) que donó una pasta gansa, tanta que vivieron un año Abascal y Espinosa de los Monteros cobrando 65.000 € cada uno (lo cuenta El País y lo recoge El Plural). Espinosa, con su habitual soberbia, ha intentado explicarlo en Twitter pero incluso su versión es tenebrosa: ¿por qué eligen su formación y a él para regarles de euros?

Otros que tampoco los tienen

En Vanitatis han solapado dos informaciones que, cuando uno las suma, dibujan una realidad de privilegios difícilmente explicables: la Infanta Elena dejará la fundación de La Caixa. No entro ni en la labor que hacía ni en su decisión: lo relevante es el incremento en su sueldo en función de sus necesidades familiares hasta los 238.000 euros anuales cuando se mudaron a Ginebra. Ojalá contar con unos jefes tan generosos… Eso pensará su marido, Iñaki Urdangarin, que ya acaricia el segundo grado penitenciario y una vida en Ginebra, donde no puede residir ningún emigrante condenado en su país de origen… O casi ninguno.

Dos más

Sé que en política hay niveles en los que importa más saber de procedimientos y leyes que del área en el que se encuentra la persona. Por eso hay verdaderos expertos que van saltando de departamento en departamento y se adaptan rápidamente, porque lo importante es la gestión. No sé si será es el caso de Irene Lozano ni de Marimar Blanco, que parece que saltan del congreso a las oficinas más dispares en función de los huecos, las oportunidades y la disponibilidad que siempre han tenido para su partido (en el caso de Lozano, para más de un partido). Son profesionales de la política, vale, ¿y de la gestión?

El espejo catalán

Quienes pintan una Euskal Herria idílica en el que los nacionalistas con diferentes principios básicos son capaces de armar un país solo porque lo desean pueden ir mirando a Catalunya, donde ERC y PDeCat han decidido que todo salte por los aires. Querer no es poder: como un amigo tuiteaba ayer, puedes llevar 30 años queriendo ser un melocotón y no vas a poder. Y si te empeñas, te puedes encontrar con que te han puesto cabeza abajo: ERC es ahora el partido moderado y el PDeCat, o lo que queda de él, el radicalizado. Y veremos el papel que juega Puigdemont, que por fin tiene lo que quiere… Lejos de Catalunya.

La estupidez, esa sí que es universal

Si hay algo que no entiende de razas, ideologías o religiones es la estupidez: vayas donde vayas, hables con el colectivo que hables, siempre habrá por lo menos un tonto. Nunca falla. Nada es perfecto salvo el perfecto imbécil. Verdad universal. Así que, sí, se puede ser negro y decir tonterías a la vez, como tiene por costumbre hacer Bertrand Ndongo, que no ve problema en que a Williams le llamaran “negro” en el campo del Espanyol, como si quien pronunciase esa palabra no lo hiciese de manera despectiva y, por lo tanto, xenófoba. Williams no se llama negro, se llama Iñaki, y él y su familia son un ejemplo de integración.

Otro ejemplo

Se pueden encontrar muchos ejemplos de tontos, alguno incluso de tonto ilustrado, en las respuestas al tuit de Pablo Iglesias en el que recordaba la liberación de Auschwitz gracias a los rusos. Como si la historia fuera la que a uno le parezca en cada momento, fueron muchos los que negaron la influencia del ejército ruso en la II Guerra Mundial o que le recriminaron el recuerdo, como si estuviera prohibido mencionar al ejército rojo. Twitter es un colector, es evidente. Pero también lo es que el acceso a la información que posibilita Internet solo ha generado más desinformados que nunca y con altavoz.

Un éxito arrollador

El fin de semana pasado, Aner Gondra, periodista de este periódico, fue la estrella de Twitter cuando compartió una foto del mitin de Idoia Mendia en el que, un efecto óptico, hacía que pareciese que Alf había acudido al acto. 40.000 retuits y 140.000 likes son los números del éxito. Hasta la propia Mendia lo cazó al vuelo y respondió al tuit. Lo curioso es que desde entonces hemos visto varios intentos de plagio, alguno incluso copiando y pegando el texto literal de Gondra, ante el éxito del tuit que se convirtió en viral (pero viral de verdad). Esas “copiadas” sin vergüenza son la muestra de lo que les cito cada día.

Una gran pena

Nunca he visto un partido de Kobe Bryant completo. De hecho, creo que nunca he visto un partido de la NBA completo. Pero el personaje traspasaba lo deportivo: Bryant era una estrella global, un heredero de Jordan digno de llamarse así, un tipo que caía bien y que lo tenía todo. Tenía el dinero, una familia estable, el reconocimiento y el cariño de todo el mundo… Y pese a ello su vida, junto con el de una de sus hijas, se ha apagado de un modo precipitado y repentino. Estos días hemos visto en Internet decenas de mensajes de angustia y lamento, entre los que destacan los de Obama y su amigo y compañero, Shaquille O’Neal.

Un recordatorio

Estas semanas he recibido varios mensajes anunciando la muerte de familiares de personas a las que aprecio. Y el domingo pasado, como a todos, la muerte en un accidente de Kobe Bryant me dejó un poco “tocado”. El propio Bryant dijo en una ocasión que “Disfruta la vida. La vida es muy corta como para estar triste o desanimado. La vida sigue. Sonríe y sigue con ella”, como recordaban en el Twitter de Futbolistas. Y ese creo que es el mensaje que tenemos que tener grabado en nuestro móvil. Ni los tontos, ni los nazis, ni los aprovechados deben despistarnos: que no pase ni un día sin besos, abrazos ni caricias.