¿Negacionistas o idiotas?

Hace poco vi en alguna red social un mensaje que, palabras más, palabras menos, decía que sabes que necesitas unas vacaciones cuando todo el mundo empieza a caerte mal. Pues bien: todo el mundo me cae mal. Tanto que empiezo la columna lanzando esta pregunta al aire: ¿debemos seguir hablando de negacionistas del cambio climático o podemos empezar a llamarles tontos esféricos fosforescentes? Sin perder mucho tiempo en Google he encontrado este titular en 20 Minutos: “El aviso de Martín Barreiro sobre la ola de calor en España: ‘Es una anomalía térmica de más de 10 grados, es un calor extremo’”. Para mí la respuesta está clara.

También por esto

Empezando por los viajes espaciales para los ultrarricos, siguiendo por los jets privados y terminando por el uso que hacemos de la inteligencia artificial para gilipolleces, abrasamos el planeta. Y lo abrasamos, además, para que nada mejore, porque solo estos tres elementos (a los que podemos sumar la minoría de criptomonedas, refugio de quienes necesitan blanquear dinero). Porque en el caso del uso de la IA a nivel usuario (no podemos culpar a otros de nuestras mierdas), ¿qué hemos mejorado? Un ejemplo: “Dinamarca lucha contra los deepfakes creados con IA otorgando a las personas el derecho de autor de sus rasgos y voces” (El Diario).

¿Cuál es el negocio?

Vamos a tratarnos como adultos funcionales: si “el partido de Alvise pierde el derecho a la subvención electoral por no presentar la contabilidad de las europeas” (RTVE), ¿cuál ha sido el volumen de negocio e ingresos que ha recibido Alvise, por medio de su partido, que prefiere no mostrar las cuentas que agarrar la subvención que le corresponde como partido con tres eurodiputados? En total, tendría que recibir un millón de euros que rechaza mientras esconde las cuentas de “Se Acabó La Fiesta”. Insisto: ¿a cuánto ascendió la factura de la fiesta para que Alvise prefiera perder ese dinero antes de que fiscalicen sus cuentas?

Ideaza

Yolanda Díaz y los defensores de Sumar cuando esta lanzó la marca, intentando superar la estructura de los partidos, nos vendieron la ocurrencia como una ideaza. Hoy, “los socios de Yolanda Díaz dan por muerta la marca Sumar” y no hay donde apuntalar. Otra muestra más de que los partidos son necesarios porque compactan en torno a una ideología, y de que las ocurrencias salen mal. Pero la realidad es que lo de Sumar va a salir peor: ¿dónde van a ir quienes abandonaron airadamente Podemos (el caso de Alba García o Lander Martínez en Euskadi son paradigmáticos), persiguiendo la ideaza? ¿Y con qué argumentos?

Los viejos rockeros

Cuando Leo Messi ganó el Mundial me alegré. El vínculo emocional era, en mi caso, generacional: me sentí representado por aquel que iba a salir a ofrecer su último baile con ganas de triunfar. Y triunfó. Luego, como antes, me ha dado igual: bastante tenemos las y los del Athletic con lo nuestro. Hasta esta semana, en la que he encontrado esta noticia precisamente cuando Messi, con un equipo que no está a la altura de los europeos, ha quedado fuera del mundial de clubes: “Messi lidera por tercer año consecutivo la lista de camisetas más vendidas de la MLS” (Palco 23). Un brindis por los viejos rockeros.

Explícate

Según Pello Otxandiano, quien vive y trabaja en Euskadi es un ciudadano vasco, y quien quiere ser vasco lo es. O quien quiere hablar euskera es vasco. ¿Y si estás en el paro no eres ciudadano? Y esta, ojo, es la posición de Bildu al respecto de la inmigración. Una posición que es, más bien, un galimatías, y que lo es a propósito: Otxandiano, Bildu y Sortu no quieren expresar su posición con claridad sobre las personas migrantes. Otxandiano, Bildu y Sortu, y de la mano, Eneko Andueza y el PSE, tienen miedo a retratarse, a que su discurso bonista y multicolor choque con la realidad de sus acciones y sus intenciones, más bien grises.

Era terrorismo

Para mí, Pello Otxandiano está inhabilitado para ser lehendakari desde el momento que no contestó a Aimar Bretos que lo que ejerció ETA en nuestro país durante décadas fue terrorismo. Con todas las letras y con todos sus actos, como este que estaba en la portada de Bizkaia Gaur ayer, sin ir más lejos: “Homenaje en Iurreta a Luis Hortelano García, agente de la Ertzaintza asesinado por ETA hace 36 años”. El entonces jefe de la Unidad de Desactivación de Explosivos falleció en Zorrotza, junto a dos policías nacionales, cuando intentó neutralizar una bomba que tenía un “mecanismo trampa” para acabar con sus vidas. Esto es terrorismo.

Esto, un genocidio

Seguimos hablando de personas que asesinan con una excusa que solo les vale a ellas: “Al menos 36 muertos en el bombardeo israelí contra una escuela convertida en refugio en Gaza” (El Independiente). “Entre las imágenes difundidas durante la madrugada, se ve una niña que corre entre las llamas”. Si esto no te mueve por dentro no eres un ser humano. Y por si acaso alguien me viene con la milonga: mi crítica, mi indignación, mi frustración y mi mala hostia crecientes van dirigidas al gobierno y el ejército israelíes, y a todas las personas que les apoyan. No al judaísmo, ni a la totalidad de la población de Israel. Por supuesto.

Y esto, una invasión por el morro

Es perfectamente posible denunciar al lobo con piel de cordero que es Otxandiano, al genocida por motivos espurios que es Netanyahu, y al promotor de movimientos extremistas que justifiquen sus invasiones que es Vladímir Putin: “Rusia arrecia su ofensiva sobre Ucrania, en medio del canje de prisioneros y la ineficaz presión europea” (Público). El ejército del Kremlin atacó a un país soberano “con 300 drones y casi 70 misiles balísticos y de crucero que causaron una docena de muertos y 80 heridos”. Por supuesto, Zelenski se defendió y “envió al menos 110 drones para bombardear territorio ruso, trece de ellos contra la región de Moscú”.

Va en serio

No todas ni todos los que están preparando su equipo de supervivencia lo reconocen en público. Y si eso pasa es porque están ganando los malos: un síntoma de normalidad y salud sería compartir los tipos de kit que se estamos montando para aprender unas de otras, unos de otros. Porque lo indiscutible es que lo necesitamos: Rusia intensifica sus ataques, Israel parece imparable, EE.UU. es impredecible y Francia sufre su “segundo apagón en 24 horas provocado por otro sabotaje a la red de electricidad” (20 Minutos). Sin ir más lejos. Pero hablar de mochilas con mudas y conservas, y de hornillos de gas, da pudor y risa. ¿Quién lo celebra?

52.114 personas y 6 idiotas

Después del Athletic-Ranges en el que batimos el récord de asistencia de San Mamés, la Ertzaintza detuvo a seis personas. Según la nota de Interior, dos escoceses y un vasco, por los enfrentamientos entre aficiones. Los otros tres, directamente, estaban esperando a la Ertzaintza para liarla. El fútbol es solo la excusa de los que, con la cara tapada, prenden fuego al mobiliario urbano y dañan el buen nombre que la ciudadanía, salvo contadas y violentas excepciones, da a Bilbao. Sobran, hay que decirlo alto y claro. Y sobra también quien les envenena con mentiras y su fascismo disfrazado de antifascistas.

En todo momento y en todo lugar

Un antifascista lo es en todo momento y en todo lugar o no lo es. Y Europa está ante su propia prueba del algodón: tiene que intervenir en Gaza o, por lo menos, hacerlo contra Benjamín Netanyahu. “Israel ha convertido Gaza en una ‘fosa común’ con 51.000 asesinados” (Juan Antonio Sanz, en Público). Una salvajada televisada. Sube la cifra de muertos, se multiplica la de mutilados y no deja de crecer la de huérfanos y huérfanas que serán criados en el odio, como necesita Hamás. Pero el agresor, que nadie se confunda, es Netanyahu junto a sus ministros ultras y un ejército no menos perverso que el de Hitler.

Yo no lo tengo tan claro

Gracias a Internet, tener un lugar en el que opinar se ha vuelto sinónimo de tener una opinión: “Lluvia de críticas a Fernando Alonso y Aston Martin por la promoción de su nuevo casco: aparece la diseñadora tapada con un burka” (20 Minutos). Pues yo no lo tengo tan claro: que visibilicemos que Sara Turkestani es obligada a hacer su vida con esa imposición (y a las marcas que hacen negocios con quienes le obligan) es importante. ¿Quien critica la foto piensa que es tan fácil como quitárselo y posar? ¿En serio? Esa foto es la única opción de reconocimiento a Turkestani. Si Alonso se niega a posar nunca le habríamos conocido.

No, no la tiene ni la tuvo nunca

Yo tengo un sitio en el que opinar y me pagan por que lo haga, así que, allá voy: no, Jaime Mayor Oreja no tiene razón, ni la tuvo nunca, ya que estamos, aunque José Carlos Rodríguez esté tentado a dársela en The Objective (de los pocos sitios en los que le darían la razón al que fue candidato a lehendakari del PP y el PSE). El texto al que se refiere Rodríguez falla en la base: no se trata de que el PSOE se haya echado en brazos de los nacionalistas, es que la derecha se ha enrollado con la ultraderecha y que los principales partidos españoles piensan mucho más en sí mismos que en su España.

Un club

La novedad es que las fortunas son mayores que nunca, que la concentración en unas pocas manos es brutal y que las posibilidades de entrar en el club de los más ricos se reduce, pero esto no lo es tanto: “El dinero ha cambiado de manos, pero no de apellidos: los millonarios más jóvenes de 2025 son la prueba” (Xataka). Al ascensor social le han robado el botón de subir pero seguimos comprando en Zara, en Amazon, usando Instagram y algunos defienden al dúo Trump-Musk, que recorta dinero público para que SpaceX siga cobrando de la NASA. Si les hemos enriquecido les podemos empobrecer, solo tenemos que ponernos a ello.

Pues no vamos

La semana pasada, los aranceles rándom e injustos que anunció Donald Trump taparon otras noticias interesantes de aquel país, como la filtración de que Elon Musk abandonará el gobierno en breve (una vez obtenidos todos los contratos públicos que perseguía, así de rápido ha sido todo), o como esto que leíamos en EPE: “El Gobierno de Trump extiende su agresiva cruzada antiinmigrante a los legales y turistas”. Yo lo tengo claro: si no nos quieren no vamos. EE.UU. también depende, como Cuba, como España, como Euskadi, de las y los turistas y del dinero que dejan. El nacionalismo empieza por la cartera. Para bien y para mal.

Correcto

Jugar con medias verdades para que parezca que está mal algo que, en realidad, es normal, también es trumpismo. Por eso me parece que en El Debate se confunden haciendo noticia de esto: “Alberto Garzón y Ángela ‘Pam’ Rodríguez siguen cobrando la indemnización por cese 16 meses después”. Esa indemnización es un derecho que garantiza que no solo los ricos pueden dedicarse a la política y, por lo tanto, gobernar para otros ricos como ellos. Ese principio democrático deberíamos de tenerlo todas y todos claro, a la derecha pero también a la izquierda que no se resiste a la tentación del populismo.

¿Qué hiciste tú?

Reconozco que no puedo con ello: esos que han practicado el periodismo o la política, por ejemplo, y luego critican lo mal que está. David Jiménez desde que abandonó la dirección de El Mundo, David Cantero desde que ha salido de Telecinco, más recientemente, y ahora Manuela Carmena: “El discurso político es tan pobre que no me extraña que los jóvenes se decepcionen de la democracia” (El Diario). Todos y todas vieron venir los desastres sobre su sector pero ninguno explica qué hizo para impedirlos. La que fuera alcaldesa de Madrid, de hecho, decidió abandonar si no gobernaba, ¿y ahora da lecciones? A mí, no.

Señores que nos explican la vida

Cada día visito Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, confiando en encontrar alguna reflexión interesante desde la orgullosa izquierda. A veces lo hago y me alegro, pero la mayoría de jornadas me encuentro con textos como: “El riesgo armado que enfrentará Europa después de Ucrania”, en el que no mencionan a “Rusia” ni una sola vez. Milagros zurdos. O leo epopeyas como la que dedica Raúl Solís al jefe: “Pablo Iglesias retrata en su nuevo libro a una veintena de políticos, jueces y periodistas claves en la derechización de España”.

¿Qué estamos promoviendo?

Me enteré la semana pasada de que existía Hacoo, “la última aplicación viral que arrasa en España” y que “es un mercadillo de réplicas baratas”, según 20 Minutos. Es decir: después de acostumbrar a las generaciones más jóvenes a tener esclavos vía Uber o Justeat, y a que todo puede ser barato y venir de China (pero cómo les preocupa el medio ambiente, eh), ahora, ya, van a por las réplicas. ¿Este es el mundo que queremos y quieren? ¿Nadie entiende el valor del diseño? ¿Y cuando les toque a ellos tener ideas y cobrar por ellas? ¿Y cuando les toque a ellos negociar sus sueldos y la generalidad sea lo cutre-salchichero?

Esto va en serio

La agresión a Europa ve en serio, y que EE.UU. ha dejado de ser un aliado y, seguramente, una democracia, no es una broma o una exageración: “Groenlandia pide apoyo internacional contra la ‘agresión’ de EEUU por un viaje de la mujer del vicepresidente”, leemos en El Confidencial. Y más tarde hemos visto al vicepresidente de EE.UU., que en ningún otro sitio pasaría de tonto de su pueblo, diciendo que “Trump hará lo que tenga que hacer” y que Groenlandia “ya no es un aliado fiable” (20 Minutos). Así están las cosas. Y cada vez que alguien dice: “OTAN, no”, sonríen Trump y Putin. Esto va en serio.

Para hacerlo bien

¿Debe Europa rearmarse? Sin ninguna duda. ¿Tenemos que revisar los presupuestos de la Unión y los estados miembros para atender a lo esencial y, al mismo tiempo, hacer esa inversión en defensa? No nos queda otro remedio. Europa tiene que hacer su rearme bien, y conocer sus “brechas” parece un buen comienzo: falta munición (que se ha enviado a Ucrania), pero también drones, defensas antiaéreas, artillería de largo alcance, transportes militares, software (ahora todo se llama “inteligencia artificial”) y satélites, según EPE. Todo eso cuesta una pasta, pero el imperialismo actual nos va a resultar aún más caro si no actuamos.

Más dinero público… para él

Si Donald Trump volviese a dejar votar hoy (yo creo que cada día que pasa es menos probable que vuelva a dejar votar) ganaría las elecciones de nuevo, estoy seguro. El imperialismo, los aranceles recíprocos o la carestía de alimentos básicos no le afectan negativamente. Parece que en EE.UU. todo lo ven bien, hasta los recortes a cargo de Musk, el mismo que “podría obtener más contratos millonarios con el Gobierno” (Vozpópuli): SpaceX es “la ingeniosa nueva forma en que el Pentágono podría trasladar carga militar rápidamente alrededor del mundo” y busca “contratos para enviar a los primeros humanos” a Marte.

Hablemos

Defendí y volvería a defender que a Pablo González, el periodista vasco detenido en Polonia durante “más de 900 días en una prisión polaca” (Infobae), no podían retenerle sin juicio en una cárcel de la Unión Europea cuando se dirigía a Ucrania. Me sumé a todas las peticiones al respecto. Y seguí el caso, como su excarcelación y envío a Rusia, en un intercambio de prisioneros con el Kremlin, tan de cerca como pude. Por todo ello hoy echo de menos algunas rectificaciones o aclaraciones: puede que nos la colaran y la retórica de Pavel (así aparece en su pasaporte ruso) en su última misiva es una prueba de ello.

¿Quién paga sus multas?

Otros 34.000 euros de las y los socios del Athletic servirán para pagar multas. 30.000, porque un puñado lanzó bengalas en la explanada del estadio después del partido contra la Roma. Una irresponsabilidad manifiesta, lo primero, por el peligro. Lo segundo, porque es muy fácil tirar bengalas, liarla, cantar lo que sabes que no puedes cantar, cuando estás seguro de que tus bromas las abonará el club. Esto es, las socias y los socios. ¿Quién se arruina la vida, como aseguraban en Telebilbao los huelguistas de la “grada popular” (que de popular solo tiene el nombre) si sus tonterías las pagamos siempre las y los que les aguantamos?