Casado no sabe dónde vive

Está claro que Casado no conoce España. Si conociese el suelo que pisa dudo mucho que hubiera lanzado la colección de afirmaciones sobre “la California de Europa” en la que quiere convertir el país en el que aspira a gobernar. A golpe de fabricación de drones, coches autónomos o robots, con la bandera del 4.0 (¿por qué no se lanza ya al 5.0 o, qué se yo, al 12.0?) y asegurando que países sin recursos hoy pueden ser potencias tecnológicas, generó material para un decálogo de vídeomensajes que ejemplifican perfectamente eso de que la ignorancia es la madre del atrevimiento.

El día que el rey viajó en metro

Mirado con frialdad, que el jefe de estado de un país sea elegido por el folleteo de su padre con su madre y una constitución que prohíbe a las mujeres heredar, ya debería de ser motivo suficiente de cabreo colectivo y ganas de cambiar las cosas. Sin embargo, en España (como en el Reino Unido o Dinamarca) no lo es. Pero hay algo todavía más indignante: el trato de vasallos hacia emperador que algunos dispensan a Felipe VI (como hicieron con Juan Carlos I) esta misma semana, por ejemplo, con el viaje en metro del monarca. Como en los años 50 con su predecesor.

No es el estudio, es la materia

El Congreso ha aprobado que Filosofía vuelva a ser una asignatura obligatoria. Vale. Pero es el tuit de Alberto Elías al respecto el que pone el punto adecuado a la noticia: “Esto estará guay si consiguen que la asignatura no consista en aprenderte de memoria la vida y obra de cinco o seis señores para soltarla cual robot del tirón en la PAU”. Porque la filosofía, no nos engañemos, podía despertar cierta curiosidad cuando tocaba Nietzsche, pero por lo demás era solo una sucesión de bloques a la espera de que cayese el fácil en Selectividad. La idea es buena, ahora que la ejecuten bien.

Uno que piensa por sí mismo

Andreu Buenafuente cuenta con un colaborador que piensa por sí mismo y, oigan, esto es toda una excepción: Bob Pop (que en realidad se llama Roberto Enríquez y es el subdirector del programa Late Motiv) se preguntaba, después de la hinchada polémica sobre si una canción de Mecano era homófoba o no, si no estaríamos eligiendo mal los representantes de nuestros caballos de batalla. Al final de su breve discurso (que merece enormemente la pena) sugería: “A lo mejor el problema es que hay demasiados influencers y muy pocos referentes”. Para levantarse y aplaudir.

La Eskarabillera de Basauri

Las fiestas de Basauri son tremendamente conocidas por cerrar el calendario de peregrinación a las txosnas que todo joven vasco guarda de noviembre a junio. Sin embargo hasta ayer no conocía la historia de la Eskarabillera, símbolo de las fiestas patronales cuya cabeza se ata a un montón de globos el último día a la espera de que alguien la encuentre. Quien lo hace está invitado a la siguiente edición de las jaias. Así, gente de Francia, Bélgica o la República Checa han conocido y disfrutado de Basauri en fiestas. La historia la ha contado Nabi, que ha logrado miles de retuits con su relato.

Todo está mal, y Rufián, peor

Estoy absolutamente de acuerdo con Alberto Elías: en la secuencia que ya todos hemos visto protagonizada por Gabriel Rufián y Beatriz Escudero todo está mal… Empezando por un personaje como Cascos, que comparecía. Está mal el presidente de la misma, Pedro Quevedo, de Nueva Canarias, que no es capaz de detener al de ERC. No está bien Escudero, que insulta, es cierto. Pero el que peor está es Rufián, que regala el calificativo de “palmera” (la que da palmas) a la del PP antes de guiñarle un ojo. Dos decisiones absolutamente equivocadas y necesariamente censurables.

Lo que consigue Rufián

Antonio Cartier y el popular Javier Gallego Crudo coinciden en su diagnóstico, que en mi opinión es acertado: no importa el motivo de la comparecencia de Cascos ni las formas del ex ministro de Aznar hasta el momento de la trifulca. Rufián ha logrado lo que siempre busca: centrar toda la atención en sí mismo, hacerse el gallo, quedar por encima de todas las personas y todos los temas. Montar un show, en definitiva, porque para hacer política de momento no ha demostrado que sirva. Algunos, sorprendentemente, están encantados con sus espectáculos.

Es machismo y, por lo tanto, da asco

Guiñar el ojo a una mujer que está trabajando y a la que unos segundos antes has sugerido que su labor es la de acompañamiento servil de un hombre mayor es machismo. De libro. Se pongan como se pongan los que, por otro lado, se pasan el día señalándonos qué es la heteronorma y el patriarcado. Luego, cuando tienen la viga en su ojo, ni se enteran o, peor, ni se quieren enterar (y en Euskadi lo hemos visto bien con el caso de aquel fotógrafo y pirata). Una mujer del PP puede sufrir a un machista que se define como de izquierdas. Y el que no lo vea está ciego porque quiere.

¿Y la causa catalana?

Con actuaciones como las del martes, y todas las anteriores en el Congreso, la tele y Twitter, uno acaba por pensar que la causa de Rufián no es la catalana, ni siquiera la de sus compañeros políticos en prisión preventiva. La causa de Rufián es Rufián. Y allá quien le soporte aquí, en Madrid o en Catalunya, donde tienen cosas peores que aguantar, como ver muñecos con la bandera estelada ahorcados de postes eléctricos. Como tuitea Jaume Asens, ¿alguien se imagina lo que hubiera pasado si los monigotes colgados llevasen la bandera española?

La normalidad es lo extraño

El Manchester City ficha a Pep Guardiola, el mejor entrenador de fútbol en la actualidad, y decide abrir una cuenta en Twitter de información en catalán. Una muestra de sensibilidad absolutamente desconocida en España, por ejemplo. Más de un año después de su funcionamiento, además, sirve para mostrar al entrenador catalán luciendo un lazo amarillo minutos antes del inicio de un partido, con total naturalidad. Una naturalidad que el Estado Español ha conseguido que se nos haga extraña, como tantas otras muestras de simple solidaridad y democracia.

Un mundo hipercontrolado

“Hasta los cojones de que los trabajadores tengamos que estar evaluados y monitorizados 24/7 de acuerdo al capricho de cada usuario. Los conductores de Cabify no son más majos que los taxistas, es que están absolutamente acojonados por las estrellitas de tu valoración”, tuiteaba Alberto Elías, y tiene razón. Nos estamos acostumbrando a valorarlo todo y a que nos valoren, a obligar a quien atiende en un comercio o un bar a que esté dispuesto a lo que le pidas las 24 horas del día, a controlar y a que nos controlen, y a que eso tenga reflejo en nuestras alubias, sin que nos demos cuenta.

Son solo unos pocos

Y todo, además, está en muy pocas manos, muchas menos de las que pensamos. ¿Cuántos son los usuarios realmente activos en TrypAdvisor? ¿Cuántos votos negativos son necesarios en Cabify, Glovo o Airbnb para que un autónomo (o alguien que da las llaves de los pisos a los turistas a cambio de unos billetes del propietario) pierda su trabajo? ¿Cuántos tuiteros están moviendo el árbol a su antojo con la complicidad de los periodistas ignorantes… o interesados? El actor Manuel Burque se lo pregunta en alto en Twitter, precisamente, y alerta de un “retrato de convivencia social totalmente distorsionado”.

Y mal follados

Ojo a las respuestas de la sexóloga Adriana Royo en El Confidencial sobre Internet: “Hay casos de tres pajas con porno al día. Es consumo de adición. Debería hacerse un estudio de cómo afecta al sistema límbico o al hipotálamo ver tanto estímulo. El cerebro es plástico. Lo que nos metemos lo absorbemos. Tengo un montón de pacientes con una sexualidad que hay que desprogramar, no es suya, es de las películas, de lo que han visto”, “Tinder es súper agresivo, como un escaparate (…) activa la gula”, “aparenta que estamos conectados porque lo primero que hacemos es mirar el teléfono y ver los likes”.

Ser influencer es duro

Hace unos meses celebrábamos que Elrubius hiciera visible la ansiedad y el estrés que genera su trabajo, en el que es una estrella, en mi opinión, merecidamente: la sobreexposición de YouTube o Twitter y la presión por generar nuevos contenidos que enganchen a los espectadores le hacían sentirse mal. Y no importa lo bien pagado que estés, la realidad, como empiezan a admitir estos nuevos creadores de contenido, ahora en The Guardian, en un espacio absolutamente desregulado como es Internet, es que no existe ese trabajo superdivertido que, sin embargo, es el que quieren nuestros jóvenes.

Facebook retrocede

No doy por muerto a Facebook porque los que deciden su futuro ya han demostrado que son los mejores y porque siguen dando pasos para transformar, por enésima vez, la plataforma, ahora hacia un proveedor de contenidos regulado por el propio Facebook, pero es evidente que, cuando menos, está pasando un bache y reajustándose: en EE.UU., el 75% de los usuarios tomaron alguna medida después del escándalo de Cambridge Analytics. La más destacada, desinstalar la App: lo hizo el 44% de usuarios entre 18 y 29 años, seguramente también movidos por el desinterés.

¿Ninguna mujer debería ir a Sevilla?

A algunos y a algunas la tiranía de Twitter les empuja a tuitear casi lo que sea. Lo importante es no permanecer callados ni calladas. Lo importante es lanzar algo que pueda ser retuiteado aunque sea una tontería. Aunque sea una gran tontería. La Peich, feminista con más de 15.000 seguidores escribía: “Ninguna mujer debería ir a Sanfermines este año. NINGUNA” (sic). Y continuaba después: “No se trata de ceder espacios, se trata de plantarse y que se violen entre ellos. Si no estamos seguras, no estamos”. ¿Y las mujeres de Sevilla, donde residen los de “La Manada”, que no salgan de sus casas?

Los jueces no son intocables

Al hilo también de la libertad condicional de “La Manada”, me parece hasta peligrosa esa tendencia que impide criticar las decisiones judiciales a menos que el que lo haga sea juez con experiencia de casos de abusos sexuales. Alberto Elías ponía en Twitter un punto de sensatez evidente a la cuestión: “Las manifestaciones no van a cambiar ninguna decisión judicial, no tienen ese poder y esa opción ni siquiera está sobre la mesa. Lo que sí puede (y debe) hacer la ciudadanía es ser crítica y exigir una justicia que acople sus leyes al modelo de sociedad que tenemos actualmente”.

Colau te dice lo que piensas

Hasta el pasado fin de semana, cuando leí el primer titular similar al de El Periódico, no había ni reparado en lo que afirma Ada Colau: “Que una mujer bisexual y pobre llegue a alcaldesa crea disrupciones”. Personalmente, me sorprendió más que una persona vinculada a los movimientos de afectador por las hipotecas llegara a la alcaldía de Barcelona, una ciudad que va de obrera pero siempre ha sido de señoritos. Pero no importa lo que yo piense: Colau tiene claro lo que me llamaba la atención, a mí igual que a todos, porque todos pensamos lo mismo, lo que dice ella. Por cierto, ¿Colau es pobre?

Pablo Casado, máster en ignorancia

El tipo cuyos títulos académicos están más en entredicho desde que cayó Cifuentes ha sido capaz de soltar que el euskera nunca ha sido un idioma navarro… Aunque naciera en el territorio foral. Casado ha dado así la última muestra de que sirve para personificar eso de que “la ignorancia es atrevida”, esta vez, desde Altsasu, donde ha ido a dar su apoyo a la Guardia Civil y a fotografiarse sobre el capó de un coche (espero que el suyo) con una bandera de España. Porque “las vascongadas” llevan muchas décadas sirviendo para lo mismo a algunos: para la foto patriótica.

Ánimo, portugalujos

No ha podido ser: el Portu no será equipo de segunda B la temporada que viene después de haber llegado con opciones reales hasta el último partido, en Castellón. Su lucha ha servido para que, más que nunca, ilustres portugalujos en diferentes medios pero sobre todo en Twitter les dieran su apoyo, como Julen Guerrero o Unai Núñez. Con total humildad, me sumo al reconocimiento por el trabajo bien hecho y por las opciones de soñar con el equipo jarrillero en el primer peldaño del fútbol que sale en todas las guías, en todos los medios y hasta en los videojuegos. Tendrá que ser el año que viene.

Se atreven con todo

Me refiero, como Alberto Elías, a los miembros del PP y del Gobierno que llevan semanas, meses y años negando la realidad. Lo peor es que en los últimos tiempos han falseado la evidencia con una intensidad inusitada hasta el punto de que la violencia que vimos la semana pasada le parece a Rafael Hernando una invención. Esta semana, crucial para el “procés”, tendrán que aterrizar si no quieren que la situación y Catalunya se les vaya de las manos.

Ya han sacado a Aznar

Como el Equipo A, Aznar cree salir en los momentos en los que la cosa se pone fea para restaurar el orden y salvar a la familia en apuros víctima de los excesos de un malvado muy malvado. Pues bien, ya ha salido Aznar a arremeter contra el malandrín de turno. En este caso, Rajoy. Como lo oyen: FAES ha emitido un texto en el que invita al Gobierno español a tomar contra Catalunya todas las medidas que sean necesarias… O hacerse a un lado para que lo hagan otros.

¿Habrá madurado Iglesias?

José María Aznar no lo ha hecho y, les soy sincero, espero de Pablo Iglesias una mayor capacidad para evolucionar que la que ha demostrado Aznar, siempre dispuesto a demostrar su involución a hombre de las cavernas vestido de traje caro. Así que deseo que esta semana tan relevante no la solvente el líder de Podemos con recomendaciones de libros que hablan sobre series de televisión de temática política. Una cosa es la nueva política y otra el liderazgo sin criterio.

Carmena, así, sí

No solo peatonalizar la Gran Vía de Madrid me parece digno de aplauso, que ese movimiento haya llevado al PP de Madrid a hacer un ridículo importante hace que sume puntos añadidos a los que ha ganado la alcaldesa de Madrid a mis ojos con esta idea: los de Cifuentes reclamaban en las redes sociales más diálogo ante una decisión así, y les han dado un montón de respuestas mostrando el proceso participativo previo a una opción acertada (y Bilbao lo demuestra).

Un modelo de negocio, por desgracia

Llevamos semanas hablando de legislación y algunos, incluso, se atreven a opinar sobre ella o, lo que es peor, interpretarla. Me refiero a las leyes que aprueba el Parlament catalán y a las que recoge el ordenamiento español para impedir, a la vez, el desarrollo de las primeras. Pero hay una parte de la legislatura que es evidente que tiene que ser revisada, como la que ampara a quien ocupa una casa. El éxito de empresas como “Desokupa” es un síntoma de que algo va mal.