Va de esto

En El Nacional hablan, claramente, de “catalanofobia en Mallorca”. Lo sucedido es un ejemplo perfecto de por qué en territorios con lenguas cooficiales las y los funcionarios, sin excepción, deberían de poder atender en cualquiera de ellas: “Un médico pide a una paciente hablar castellano después de atender a un turista en inglés”. Ese médico sabía inglés y permitió a un paciente que le explicase su dolencia en el idioma en el que mejor se desenvolvía. Pero fue incapaz de atender a una paciente que hablaba catalán en Baleares, una paciente que tiene ese derecho. Porque no va de los derechos de las y los funcionarios, sino de las y los pacientes.

¡Pero qué sorpresa!

Borja Sémper fue repescado por Núñez Feijóo para ser el encargado de dar la cara (amable, agradable, joder, una cara guapa, un tío al que le quedan los trajes bien, no como a mí) mientras en Génova iban dando luz verde a los pactos con Vox. Después, el PP hizo suyos los escaños ultras para la investidura y cuenta con ellos si hay repetición electoral. Ha tenido que pasar todo esto para que salte la sorpresa: “El foco mediático acaba con la moderación de Borja Sémper. Llamado a ser la voz moderada de la cúpula de Feijóo, se alinea con el ala más reaccionaria de la derecha en su nueva etapa como portavoz del partido” (Público).

Pero, ¿qué precaución?

Nos pide Air Europa que, por precaución, cancelemos nuestras tarjetas de crédito si las hemos usado para contratar un vuelo con la compañía. Es difícil echar más morro al tema, y más cuando, como leemos en El Confidencial, “la regulación impide almacenar datos de tarjetas de clientes”. Air Europa tiene encima de la mesa mucho más que una crisis reputacional. Pero el robo también sirve para poner encima de la mesa cómo funciona: en el mismo digital sugieren que puede tratarse de un “ataque de origen ruso”. Y es interesante porque no se trata de hackers codiciosos, como pudiera parecer: hay dictaduras que se financian con ciberataques.

Los ricos casas quieren

Si no estás buscando un apartamento de lujo no eres rico. Esa es la última tendencia: la vivienda (poca novedad) para quienes más tienen. Apartamentos y propiedades de primer nivel para alejarse, por supuesto, de la chusma. Viviendas que, no lo dudo, tendrán un alto impacto energético en forma de domóticas o calefacciones potentísimas para grandes espacios. Lo explican bien en Xataka haciendo lo más práctico: seguir el rastro del dinero. ¿Cómo? La inmobiliaria de Amancio Ortega ha dejado de invertir en los mejores locales y oficinas para hacerlo en viviendas high-class, y por supuesto, le va bien.

¿Cuál es la hora exacta?

No he podido resistirme a traer esto de Microsiervos, donde consiguen resumir de dónde viene lo que entendemos como “la hora exacta” que dan los dispositivos electrónicos: “Del Protocolo NTP que proviene de NTP Estrato 3, de NTP estrato 2, de NTP Estrato 1 del GPS de la base aérea Schriever de la Fuerza Espacial de Colorado, del Reloj Maestro Alternativo del Observatorio Naval en Washington, de relojes atómicos y el IERS de París y de la OIPM de relojes de cesio, originalmente calibrados mediante observaciones de la Unión Astronómica Internacional, y de un modelo matemático creado por Simon Newcomb en el siglo XIX”.

Habla para tontos

No estoy sugiriendo, ni mucho menos, que quien escucha o vote a Núñez Feijóo sea tonto. Al contrario: sus votantes me merecen todo el respeto, creo que incluso más que a él cuando lanzó una sombra de duda sobre el voto por correo, y también con este titular: “Ha quedado acreditado que el señor Sánchez quiere ser presidente del Gobierno aun perdiendo las elecciones. Si gobernasen quienes ganan, hoy no tendríamos partidos minoritarios en los extremos ni partidos que bloquean las instituciones” (El Confidencial). Esos partidos son los que generan estabilidad institucional. Y eso lo sabe cualquiera con el mínimo sentido crítico.

La pelotita roja

Creo que una de mis obligaciones como periodista vasco es que nadie olvide de dónde venimos para saber a dónde vamos: el horror de ETA no puede caer en el olvido ni ser blanqueado (simplemente, no es posible blanquear tanto sufrimiento gratuito). Así que, cuando me toque, moveré la pelotita roja (es decir, uno de esos temas que hay que lanzar al que tiene que hablar para incomodarle) de cómo Bildu, por medio portavoces como Aizpurua y Otegi, pero también por medio de los colaboracionistas, pide cínicamente dignidad para las víctimas de ETA por el “que te vote Txapote”. Por cierto, ¿a quién votará Txapote?

El placer de que te hagan la campaña

El recordatorio constante del cinismo e hipocresía de los que más cerca estuvieron y del blanqueamiento de los que se acercaron después, con el “que te vote Txapote”, es precisamente uno de los pocos problemas de Bildu en campaña. Sus representantes están sobre la ola buena y no están cometiendo ningún error. Nada invita a pensar que no tendrán otro gran resultado el 23 de julio. Ni siquiera tienen que hacer campaña porque todos los días Bildu es trending-topic en Twitter gracias a la nueva caverna: periodistas trogloditas, diputados desatados de derechas y tontos útiles de PP y Vox se la hacen.

El renovador

Cuando Borja Sémper volvió al PP para ser su portavoz los medios próximos a la derecha española en España y en Euskadi se volcaron en el pulido de su carrocería: llegaba el renovador, el amable, el moderado, el rostro del nuevo PP de siempre. Pero poco ha tardado en dejar que le veamos las costuras: primero, con su defensa de la cultura incoherente con lo que hace su partido, y ahora con la hemeroteca. Sémper, defensor del dialogo con Bildu cuando le tocaba ahora que le toca hacer lo contrario reniega de sus propias palabras. Y todavía la campaña no ha acabado, aún le da tiempo a hacer un ridículo más.

¿Igualar por lo bajo se la suda a Greenpeace?

No me esperaba un error tan de bulto de Greenpeace, pero la verdad es que ya me espero cualquier cosa de quien tiene por costumbre manifestarse en la calle. La espiral para llamar la atención y señalar al político de turno es tan loca ya, en Euskadi y en España, que estamos viendo de todo y nada bueno. Los ecologistas han decidido igualar en su última campaña el negacionismo climático de Vox y PP con PSOE y Sumar que, si bien podrían hacer más, por lo menos conocen y reconocen la realidad del calentamiento global. Igualar por lo bajo no parece una buena receta, pero estamos en la era de la pancarta llamativa y la verdad da igual.

Pie en pared

Una institución pública, la que sea, no pertenece al funcionariado, pertenece a la sociedad. Si alguien ha olvidado esta evidencia es obligación de las y los demás recordársela. Y quien se revela con insultos, amenazas y señalando a todo el mundo (jefas y jefes, políticas y políticos, el lehendakari, periodistas y ciudadanía que opina algo diferente) como comprado y culpable, se retrata. Las stories de “Ertzainasenlucha” son una colección de acusaciones. Ni una razón, ni un motivo más allá de su cabreo y lo que creen que es suyo: la institución, el presupuesto público y el Tour. Pues no, nada de eso les pertenece más que a otra u otro ciudadano.

¡Por supuesto!

“Trabajadores de Correos amenazan con una huelga de 15 días justo antes de las elecciones. Uno de los sindicatos ha registrado ya un preaviso de huelga entre el 7 el 23 de julio. Los representantes exigen a la empresa pública duplicar los refuerzos para afrontar el 23-J”, leemos en El Confidencial. También leemos que la iniciativa la ha llevado un sindicato outsider pero que otros tienen intención de sumarse. ¡Por supuesto! No hay nada que no arregle una buena movilización y el miedo de los sindicatos a perder representantes. Y si es en Euskadi, ya nos sabemos la canción: “Huelga, manifestación y ‘PNV, cabrón’”.

Le están haciendo la autocrítica

En República leemos que “Iglesias denuncia que Más Madrid, los comunes y Compromís quieren a Podemos fuera de Sumar. Asegura que están planteando vetos a dirigentes de la formación morada de cara a la confección de las listas de Yolanda Díaz”. Yo solo lo he entendido de una manera: sus ex le están haciendo la autocrítica. Ya hemos escrito en esta columna que algo mal habrá hecho Podemos como para que entre sus escindidos y sus decapitados puedan formar varios partidos que, lógicamente, ahora le están devolviendo lo que recibieron. ¿A cuánta gente laminó Iglesias? ¿Y ahora, qué?

No solo es Ucrania

No dejaré de señalar desde esta columna la invasión de Rusa sobre Ucrania por el morro, ni las atrocidades del ejército del Kremlin, ni el derecho a defenderse de las y los ucranianos. Pero hay que mirar a otros puntos donde también vemos atrocidades y existe un derecho a defenderse: “Muere el niño palestino herido la semana pasada por disparos del Ejército de Israel en Cisjordania”. El padre de Mohamed Haizam Tamimi simplemente conducía por un lugar donde comenzaron a intercambiarse disparos. La injusticia y el abuso por la fuerza es universal, y universal tiene que ser también la denuncia.

La intrascendencia

Agradezco a Iñigo Martínez los servicios prestados (y bien pagados) con la camiseta del Athletic pero a partir de ahora le deseo lo mismo que a todas y todos los que abandonan nuestro equipo: la intrascendencia. Parece que ha elegido el FC Barcelona, como hizo Valverde en su día, nuestra bestia negra de las últimas décadas. Pues vale. Si se hubiera ido al PSG me habría parecido igual de mal y me habría quedado igual de frío, por muy bien pensado que esté el tuit de despedida. Ante lo que me revelo es ante nuestra propia intrascendencia: lo que somos no es excusa para dejar de ser competitivos.

La peor noticia para Bildu

El partido nacionalista con más voto español prestado es, sin duda, Bildu: su crecimiento en los últimos años viene solo de lo que va perdiendo Podemos desde su extraordinaria irrupción. De la misma manera, exactamente de la misma, la aparición de Sumar es su amenaza para que esa y ese votante español que se tiene por tan progresista que es capaz de votar a Bildu, encuentre otro refugio: Yolanda Díaz, la misma que “hará campaña con Podemos en Euskadi, Extremadura y Navarra para el 28-M. También lo hará en Cataluña o Galicia” (El Confidencial). Sumar, en Euskadi, será restar, por lo menos, para la estructura de Podemos y el voto a Bildu.

La gran hipocresía

Me parece muy acertado este titular en El Blog Salmón: “Las eólicas son las nuevas nucleares: turbinas sí, pero no en mi pueblo”. Pone de manifiesto la gran hipocresía (otra) que gastan algunos en el debate de las fuentes energéticas: no quieren combustibles fósiles pero las maneras de generar energías alternativas que se las coman otros, que a ellos les fastidian el paisaje. Así, aerogeneradores o placas solares son despreciadas por su impacto. Las quieren pero lejos. Igual que el gas: el fracking, en otros suelos, lejos de su patio trasero. ¿Y si hay desperdicio de recursos en el traslado? ¿De eso nunca hablamos?

Vamos a viajar menos

Voy a decir algo impopular: viajar está sobrevalorado. Es cierto que he tenido la enorme suerte de vivir en tres estados y dos continentes. Pero las vacaciones a sitios turísticos, reconozcámoslo, nos aportan poco. Así que no me va a dar mucha pena que los vuelos se pongan por las nubes y que coger un avión vuelva a ser solo para ricos y ricas. Será que estoy cansado, pero también creo que lo importante es generar oportunidades a nuestras hijas e hijos en su país. En el Diario del Viajero ponen fecha: “Las nuevas medidas para conseguir la neutralidad climática en 2050” pueden suponer el fin definitivo del “low cost”.

Viajarán hasta donde quieran

Estamos muy cerca de que solo puedan viajar en avión quienes más tienen, lo veo claro. Pero también veo claro que lo harán hasta donde ellas y ellos quieran, el espacio, incluido. Si de algo tenemos que darnos cuenta después de que un cohete de Elon Musk haya explotado, chistes, aparte, es de cómo los vuelos fuera de la órbita se han privatizado hasta el punto de que “la NASA también está bajo la presión de que el Starship siga adelante porque el por ahora único aterrizador lunar del programa Artemisa está basado en él” (Microsiervos). Esa empresa de Musk sí funciona: solo en 2022 hizo 62 lanzamientos para diferentes clientes.

Así, como si nada

Me parece sorprendente el poco revuelo que ha generado esta noticia: “Laporta abre el debate de vender el Barça tras disparar la cuota de los socios. El club lanza una encuesta a su masa social con la pregunta sobre la conveniencia o no de la conversión en SAD horas después de una subida de la cuota del 30% tras endeudarse en 1.450 millones por el Camp Nou” (Vozpópuli). El cambio a sociedad de un club como el Barcelona, como el Athletic, es un tema muy serio, muy grave. Y que sea esta la consecuencia de una gestión nefasta debería de ser punible para los presidentes que inflacionaron la plantilla.

Se les está haciendo largo

Las y los representantes de Bildu están siendo muy categóricos en su defensa de la ley de vivienda que han aprobado, junto a ERC, al gobierno español, pero se les está haciendo largo el plazo entre el anuncio de su entente (la izquierda abertzale no suele poner dificultades en la negociación en Cortes) y que conozcamos la ley. Así, Esteban duda de la invasión competencial, Arriola cree que la ley vasca es más avanzada y Miquel Roig en El Confidencial avisa de que “la ley de vivienda burla el plan de EH Bildu y ERC y permite cargar gastos al inquilino”, y de “las incógnitas: sin el IPC, ¿cómo se actualizará el alquiler?”.

Primera piedra en el camino

No está claro que topar el precio del alquiler funcione. Tampoco lo está que no funcione. Hay experiencias en varios países y ninguna es concluyente de momento. Sí parece evidente que generar problemas al propietario hará que la oferta se contraiga y que este busque modelos como el del alquiler turístico o la venta (con hipoteca). Para evitarlo es necesaria una fuerte inversión pública que mantenga la oferta, pero empezamos mal: “La Sareb apenas tiene 9.000 viviendas listas. Los datos del ‘banco malo’ demuestran que la última promesa realizada por el presidente del Gobierno (50.000 nuevas viviendas) es imposible de cumplir” (The Objective).

Esto tampoco funcionó

Hay noticias que suenan muy bien (y por eso se dan antes de unas elecciones) pero que luego, en la práctica, no funcionan: “El Gobierno reconoce ahora que bajar el IVA en los alimentos ‘no implica necesariamente una rebaja de precio’” (República). La del IVA no será la primera apuesta que sale mal (la de la ley conocida como “solo sí es sí” está empezando a ser preocupante) ni será la última. No pasa nada, de esto va la política, de ponerse de acuerdo entre diferentes para intentar mejorar la vida de la ciudadanía. Empieza a suceder algo cuando los empeños (como en la ley de Montero y Belarra) o el electoralismo insultan a la inteligencia de la ciudadanía.

No somos idiotas

El que está tomando por idiota a la ciudadanía por encima de sus posibilidades, empezando por la que le ha elegido, es Joan Laporta: “La estrategia de comunicación del presidente Laporta es manifiestamente mejorable. No creo que la mejor defensa sea el ‘y tú más’ y el ‘embolica que fa fort’”, tuiteaba Juan Antonio Giner resumiendo en solo dos líneas lo que vimos y leímos de su intervención. Salió a dar explicaciones y no dio ninguna, apeló a unos informes de los que no ofreció ni un resumen ejecutivo, y se limitó a poner el ventilador de guano a la vez que intentaba no salpicar a la UEFA, cuya sanción teme más que ninguna.

¡Venga ya!

Pero el premio a la institución que más insulta la inteligencia, sin duda, se lo lleva el Real Madrid: su vídeo victimista para responder a Laporta en el que intentan que veamos a un Barça beneficiado por Franco y a un Real Madrid represaliado es de un infantilismo indignante. Como si no tuviéramos memoria, como si no existieran las crónicas. Nada importa, se extiende la idea de que la historia se puede reescribir con un archivo de vídeo ad hoc y una cuenta en Twitter o Instagram. Nos tratan como si fuéramos tontos y tontas, como si fuéramos niñas y niños. Pues yo no pienso permitirlo.