Pie en pared

Una institución pública, la que sea, no pertenece al funcionariado, pertenece a la sociedad. Si alguien ha olvidado esta evidencia es obligación de las y los demás recordársela. Y quien se revela con insultos, amenazas y señalando a todo el mundo (jefas y jefes, políticas y políticos, el lehendakari, periodistas y ciudadanía que opina algo diferente) como comprado y culpable, se retrata. Las stories de “Ertzainasenlucha” son una colección de acusaciones. Ni una razón, ni un motivo más allá de su cabreo y lo que creen que es suyo: la institución, el presupuesto público y el Tour. Pues no, nada de eso les pertenece más que a otra u otro ciudadano.

¡Por supuesto!

“Trabajadores de Correos amenazan con una huelga de 15 días justo antes de las elecciones. Uno de los sindicatos ha registrado ya un preaviso de huelga entre el 7 el 23 de julio. Los representantes exigen a la empresa pública duplicar los refuerzos para afrontar el 23-J”, leemos en El Confidencial. También leemos que la iniciativa la ha llevado un sindicato outsider pero que otros tienen intención de sumarse. ¡Por supuesto! No hay nada que no arregle una buena movilización y el miedo de los sindicatos a perder representantes. Y si es en Euskadi, ya nos sabemos la canción: “Huelga, manifestación y ‘PNV, cabrón’”.

Le están haciendo la autocrítica

En República leemos que “Iglesias denuncia que Más Madrid, los comunes y Compromís quieren a Podemos fuera de Sumar. Asegura que están planteando vetos a dirigentes de la formación morada de cara a la confección de las listas de Yolanda Díaz”. Yo solo lo he entendido de una manera: sus ex le están haciendo la autocrítica. Ya hemos escrito en esta columna que algo mal habrá hecho Podemos como para que entre sus escindidos y sus decapitados puedan formar varios partidos que, lógicamente, ahora le están devolviendo lo que recibieron. ¿A cuánta gente laminó Iglesias? ¿Y ahora, qué?

No solo es Ucrania

No dejaré de señalar desde esta columna la invasión de Rusa sobre Ucrania por el morro, ni las atrocidades del ejército del Kremlin, ni el derecho a defenderse de las y los ucranianos. Pero hay que mirar a otros puntos donde también vemos atrocidades y existe un derecho a defenderse: “Muere el niño palestino herido la semana pasada por disparos del Ejército de Israel en Cisjordania”. El padre de Mohamed Haizam Tamimi simplemente conducía por un lugar donde comenzaron a intercambiarse disparos. La injusticia y el abuso por la fuerza es universal, y universal tiene que ser también la denuncia.

La intrascendencia

Agradezco a Iñigo Martínez los servicios prestados (y bien pagados) con la camiseta del Athletic pero a partir de ahora le deseo lo mismo que a todas y todos los que abandonan nuestro equipo: la intrascendencia. Parece que ha elegido el FC Barcelona, como hizo Valverde en su día, nuestra bestia negra de las últimas décadas. Pues vale. Si se hubiera ido al PSG me habría parecido igual de mal y me habría quedado igual de frío, por muy bien pensado que esté el tuit de despedida. Ante lo que me revelo es ante nuestra propia intrascendencia: lo que somos no es excusa para dejar de ser competitivos.

La peor noticia para Bildu

El partido nacionalista con más voto español prestado es, sin duda, Bildu: su crecimiento en los últimos años viene solo de lo que va perdiendo Podemos desde su extraordinaria irrupción. De la misma manera, exactamente de la misma, la aparición de Sumar es su amenaza para que esa y ese votante español que se tiene por tan progresista que es capaz de votar a Bildu, encuentre otro refugio: Yolanda Díaz, la misma que “hará campaña con Podemos en Euskadi, Extremadura y Navarra para el 28-M. También lo hará en Cataluña o Galicia” (El Confidencial). Sumar, en Euskadi, será restar, por lo menos, para la estructura de Podemos y el voto a Bildu.

La gran hipocresía

Me parece muy acertado este titular en El Blog Salmón: “Las eólicas son las nuevas nucleares: turbinas sí, pero no en mi pueblo”. Pone de manifiesto la gran hipocresía (otra) que gastan algunos en el debate de las fuentes energéticas: no quieren combustibles fósiles pero las maneras de generar energías alternativas que se las coman otros, que a ellos les fastidian el paisaje. Así, aerogeneradores o placas solares son despreciadas por su impacto. Las quieren pero lejos. Igual que el gas: el fracking, en otros suelos, lejos de su patio trasero. ¿Y si hay desperdicio de recursos en el traslado? ¿De eso nunca hablamos?

Vamos a viajar menos

Voy a decir algo impopular: viajar está sobrevalorado. Es cierto que he tenido la enorme suerte de vivir en tres estados y dos continentes. Pero las vacaciones a sitios turísticos, reconozcámoslo, nos aportan poco. Así que no me va a dar mucha pena que los vuelos se pongan por las nubes y que coger un avión vuelva a ser solo para ricos y ricas. Será que estoy cansado, pero también creo que lo importante es generar oportunidades a nuestras hijas e hijos en su país. En el Diario del Viajero ponen fecha: “Las nuevas medidas para conseguir la neutralidad climática en 2050” pueden suponer el fin definitivo del “low cost”.

Viajarán hasta donde quieran

Estamos muy cerca de que solo puedan viajar en avión quienes más tienen, lo veo claro. Pero también veo claro que lo harán hasta donde ellas y ellos quieran, el espacio, incluido. Si de algo tenemos que darnos cuenta después de que un cohete de Elon Musk haya explotado, chistes, aparte, es de cómo los vuelos fuera de la órbita se han privatizado hasta el punto de que “la NASA también está bajo la presión de que el Starship siga adelante porque el por ahora único aterrizador lunar del programa Artemisa está basado en él” (Microsiervos). Esa empresa de Musk sí funciona: solo en 2022 hizo 62 lanzamientos para diferentes clientes.

Así, como si nada

Me parece sorprendente el poco revuelo que ha generado esta noticia: “Laporta abre el debate de vender el Barça tras disparar la cuota de los socios. El club lanza una encuesta a su masa social con la pregunta sobre la conveniencia o no de la conversión en SAD horas después de una subida de la cuota del 30% tras endeudarse en 1.450 millones por el Camp Nou” (Vozpópuli). El cambio a sociedad de un club como el Barcelona, como el Athletic, es un tema muy serio, muy grave. Y que sea esta la consecuencia de una gestión nefasta debería de ser punible para los presidentes que inflacionaron la plantilla.

Se les está haciendo largo

Las y los representantes de Bildu están siendo muy categóricos en su defensa de la ley de vivienda que han aprobado, junto a ERC, al gobierno español, pero se les está haciendo largo el plazo entre el anuncio de su entente (la izquierda abertzale no suele poner dificultades en la negociación en Cortes) y que conozcamos la ley. Así, Esteban duda de la invasión competencial, Arriola cree que la ley vasca es más avanzada y Miquel Roig en El Confidencial avisa de que “la ley de vivienda burla el plan de EH Bildu y ERC y permite cargar gastos al inquilino”, y de “las incógnitas: sin el IPC, ¿cómo se actualizará el alquiler?”.

Primera piedra en el camino

No está claro que topar el precio del alquiler funcione. Tampoco lo está que no funcione. Hay experiencias en varios países y ninguna es concluyente de momento. Sí parece evidente que generar problemas al propietario hará que la oferta se contraiga y que este busque modelos como el del alquiler turístico o la venta (con hipoteca). Para evitarlo es necesaria una fuerte inversión pública que mantenga la oferta, pero empezamos mal: “La Sareb apenas tiene 9.000 viviendas listas. Los datos del ‘banco malo’ demuestran que la última promesa realizada por el presidente del Gobierno (50.000 nuevas viviendas) es imposible de cumplir” (The Objective).

Esto tampoco funcionó

Hay noticias que suenan muy bien (y por eso se dan antes de unas elecciones) pero que luego, en la práctica, no funcionan: “El Gobierno reconoce ahora que bajar el IVA en los alimentos ‘no implica necesariamente una rebaja de precio’” (República). La del IVA no será la primera apuesta que sale mal (la de la ley conocida como “solo sí es sí” está empezando a ser preocupante) ni será la última. No pasa nada, de esto va la política, de ponerse de acuerdo entre diferentes para intentar mejorar la vida de la ciudadanía. Empieza a suceder algo cuando los empeños (como en la ley de Montero y Belarra) o el electoralismo insultan a la inteligencia de la ciudadanía.

No somos idiotas

El que está tomando por idiota a la ciudadanía por encima de sus posibilidades, empezando por la que le ha elegido, es Joan Laporta: “La estrategia de comunicación del presidente Laporta es manifiestamente mejorable. No creo que la mejor defensa sea el ‘y tú más’ y el ‘embolica que fa fort’”, tuiteaba Juan Antonio Giner resumiendo en solo dos líneas lo que vimos y leímos de su intervención. Salió a dar explicaciones y no dio ninguna, apeló a unos informes de los que no ofreció ni un resumen ejecutivo, y se limitó a poner el ventilador de guano a la vez que intentaba no salpicar a la UEFA, cuya sanción teme más que ninguna.

¡Venga ya!

Pero el premio a la institución que más insulta la inteligencia, sin duda, se lo lleva el Real Madrid: su vídeo victimista para responder a Laporta en el que intentan que veamos a un Barça beneficiado por Franco y a un Real Madrid represaliado es de un infantilismo indignante. Como si no tuviéramos memoria, como si no existieran las crónicas. Nada importa, se extiende la idea de que la historia se puede reescribir con un archivo de vídeo ad hoc y una cuenta en Twitter o Instagram. Nos tratan como si fuéramos tontos y tontas, como si fuéramos niñas y niños. Pues yo no pienso permitirlo.

Así, como si nada

Soy usuario de Osakidetza. Siempre lo he sido. Para lo grave no tengo queja. Para lo leve, como cualquiera, las acumulo: una aplicación que no muestra los huecos reales en las citas y personal facultativo y administrativo que recurren a la patada hacia arriba para disculpar su propia desidia (sí, de esto hay). Pero seguimos hablando del mejor sistema sanitario del estado español, quienes buscan malos datos tienen que retorcer las estadísticas, los buenos aparecen como si no costaran en piezas como la de InfoLibre: 48 días para ver a un especialista, la comunidad más rápida, y la que menos pacientes por mil habitantes tiene en lista de espera.

Es correcto y lo saben

La decisión del Gobierno Vasco de guardar cupos en los centros para evitar guetos es correcta. Es buena. Es necesaria. Quienes han estado cerca de esas niñas y esos niños lo saben. Pero hemos hecho de la queja (en Osakidetza, en Educación, en el Athletic) nuestra vida. No somos capaces de pensar en comunidad, somos egoístas, somos mezquinos, joder. No voy a infantilizar a nadie: escribo para adultos. Toda la vida ha habido familias que han tenido que inscribir a sus hijas e hijos en centros que eran su segunda opción. Nadie puede exigir nada si no es en la privada. Y ese gueto de pago, por cierto, creo que también habría que disolverlo.

Empieza la partida

Mucho hemos tardado en encontrar un titular parecido a este en Vozpópuli: “Podemos impulsa su alianza con ERC y Bildu para competir con Yolanda Díaz”. Ambos partidos deben mucho de su protagonismo actual en el Congreso a Pablo Iglesias y es normal que este se quiera cobrar el favor. Pero, ¿qué van a hacer estas formaciones? Rufián ya se ha encarado en Díaz vía Twitter (por supuesto), pero de los de Aizpurua y Otegi no hemos visto nada clarificador. Y es normal: Bildu ha optado por hacer política cortesana en Madrid. No tiene nada de malo. Nunca lo tuvo, de hecho.

“La configuración de las listas”

Según El Confidencial, y muchas voces en Podemos, “la configuración de las listas” es el principal problema para dejarse asimilar por Sumar. Según el entorno de Yolanda Díaz, no solo esa es la cuestión. En cualquier caso, cuando hablamos de “la configuración de las listas” hablamos de puestos de trabajo concretos, a veces, de equipos completos. Y no es una cuestión menor. Nunca lo ha sido, tampoco en este caso. Y no solo en lo particular: los equipos son los que logran objetivos en política. Curiosamente, esos equipos es lo que antes las y los de Podemos (y las y los de Sumar) llamaban “la casta” o “los pesebreros”.

El temarral de la semana

Ana Obregón se ha comprado una nieta y ha pagado la transacción con lo que está sacando de las exclusivas. Realmente, no hay nada nuevo: la ciencia lo permite, alguien lo regula y el público lo financia. No me parece bien, lo siento, no soy suficientemente moderno como para aceptar que alguien pueda generar una vida humana solo porque puede para pagarlo. Pero me he resignado: hemos dejado que ganen los malos, los ultralibearles disfrazados con diferentes pieles. Y esto solo va a ir a peor, con más sorpresas ante la falta de ética de quien vende (hablo de la gestión, no de la madre, que seguro que necesita ese dinero) y de quien compra.

Todo atado y bien atado

“Nadie sabe explicar por qué se abonaron casi 7,5 millones en 18 años ni ningún presidente se hace responsable, y eso que el escándalo concierne a un mínimo de cuatro”. El entrecomillado corresponde a la pieza en El Periódico de España sobre los pagos a las empresas de José María Enríquez Negreira y su hijo, Javier Enríquez Romero, que realizó el FC Barcelona. La tabla, con todo lo que han pagado los sucesivos presidentes, es un escándalo en sí misma: en 2016, con Bartomeu al frente, llegó a facturar 891.150,58 €. El primer año que lo hizo (2001), con Gaspart, fueron 72.924,40 €. Solo Laporta abonó más de un millón largo. Muy largo.

España está lleno de Martínez El Facha

Cuando acabó la moción de censura que planteó Vox a Pedro Sánchez con Ramón Tamames de candidato tuiteé que pocas cosas me parecían más bizarras que sacarte un selfie con el octogenario después de las dos sesiones en el Congreso. Pues ya he encontrado otra: comprar su discurso en Amazon. Pues bien: “El discurso de Tamames en el Congreso se convierte en el libro político más vendido” (El Independiente) en la plataforma. O lo que es lo mismo: España está lleno de personas parecidas a aquel personaje de Kim, Martínez El Facha, aunque ya no lleven el pelo engominado y el bigotillo. Ser fanboy de Tamames es el top del rancio de hoy.

Igual de fascistas

Entre los que guardan en su interior a un Martínez El Facha y los que no son capaces de darse cuenta de que muchos de quienes dicen liberarnos han sido o son fascistas de manual, es evidente que tenemos un problema: hay muchos más fachillas, de aquí y de allí, de los que puede parecer. Las buenas personas seguimos siendo más, pero las malas no son pocas, y son capaces hasta de defender a Putin hasta en cuestiones de ética básica como esta: “Naciones Unidas estima que 16.000 menores han sido separados forzosamente de sus padres y trasladados Rusia desde el inicio de la guerra, el 24 de enero de 2022” (Nius).

Pelillos a la mar

Estoy seguro de que muchos de las y los deportistas rusos que han sido vetados por su nacionalidad están en contra de la invasión sobre Ucrania. Pero el antifascismo se demuestra en todos los lugares y todo el tiempo o uno no puede declararse antifascista: “El COI levanta el veto a los deportistas rusos y bielorrusos y pide que compitan como neutrales” (El Confidencial). Pelillos a la mar. Ahora los vetos (que ya son bastante flexibles) pueden ir cayendo hasta que la presión se relaje definitivamente. Y quienes han defendido a Rusia tendrán a quien jalear, haciendo visible un apoyo propagandístico y doloroso.

La gran revolución de la fotografía

Luis de Vega escoge la imagen de Benedicto VI embutido en un plumífero blanco, brillante y largo para asegurar que “estamos metidos en un lío gordo. Todo esto es una hostia, con perdón, enorme a la fotografía, a la realidad, al periodismo… Que tenga que haber aclaraciones de una agencia como AFP ilustra el nivel del fangal”. En efecto, esa “foto” ha sido generada con una inteligencia artificial. Pero creo que el problema es previo: los dispositivos que aplican softwares compensatorios nos han acostumbrado a ver “imágenes” basadas en las “fotografías” que sacamos. La comodidad es la que ha golpeado a la foto.