A mí el tema me hace mucha gracia, y no porque me preocupe más el “dónde vamos” que el “de dónde venimos”. Me hace gracia porque eso de que todos los vascos en realidad somos descendientes de unos agricultores de Burgos (‘Público’) a más de un español (de derechas y de izquierdas) le “pone”, porque así nos demuestran que ni somos tan antiguos ni tan especiales. ¿O qué nos habíamos creído?
Escuchar por escuchar
El gobierno municipal de Madrid ha abierto un portal para que la gente escriba lo que quiera. Así, literalmente. ¿El objetivo? Personalmente creo que contarlo: “Miren qué molones somos que dejamos que la gente hable”. Si van a hacer algo con esas propuestas o ideas lo desconocemos. Pero cuando uno pone un micrófono sin un “para qué” se acerca hasta el tonto del pueblo a pedir “amurallar España”, “deportar inmigrantes”, “echar a toda esa gentuza que no sabe comportarse” o “anabolizantes gratis para todos los madrileños” (‘El Confidencial’).
Quieren decidir lo que es noticia
Me parece igual de mal que la Assemblea Nacional Catalana haya dado, supuestamente, indicaciones a ‘TV3’ sobre cómo tienen que retransmitir los actos de la Diada, como que PP, PSOE y Ciudadanos intenten condicionar la retransmisión (por medio de declaraciones que podemos leer en ‘La Voz Libre’) de un hecho noticioso (que miles de personas salgan a la vez a la calle para hacer reclamar pacíficamente algo) y lo señalen como un elemento de la campaña.
El clan de los Ruiz-Mateos
En ‘Vanitatis’ han echado ya una mirada al futuro: ¿cómo queda el holding de José María Ruiz-Mateos ahora que no está él y tiene que descansar en sus descendientes? “Profundamente religiosos, sus 15 miembros se repartieron entre el Opus Dei y los Legionarios de Cristo. También hay una división fundamental: los seis varones se fueron incorporando a Rumasa y luego a Nueva Rumasa con cargos ejecutivos, mientras que las siete mujeres resultaron excluidas. De esos seis varones, dos –Javier y Álvaro– llevan más de año y medio en la prisión de Navalcarnero. Pablo y Alfonso podrían seguirlos muy pronto por un delito de fraude a la Hacienda Pública”.
La familia, bien, gracias
Otra gran familia, esta vez de ficción, la de los Alcántara, parece estar en crisis: la actriz Pilar Punzano abandona la serie acusando a Imanol Arias y la productora. “Tienes la lengua tan larga como las manos ex padre (…) Les pedí claridad en la contabilidad y que restituyeran el dinero que la empresa se quedaba por la cara de mi nómina y el resultado es que me han echado de mi puesto de trabajo (…) La situación es lo suficientemente injusta como para que este millonario con dinero público me eche más leña encima (…) No hay un equipo de trabajo, es una secta dónde los líderes se muestran distantes, caprichosos y tiranos…eso sí, todo aderezado de una pátina de trato de colegio de curas” (‘Estrella Digital’).