¿Quince años?

Según Vozpópuli eso es lo que habría trasladado Oriol Junqueras a los suyos, los de ERC, el partido con más opciones hoy para ganar las elecciones en Catalunya el 21-D. Y ojo, que lo que importa de la noticia son sus derivadas, no el propio hecho en sí. Si Junqueras o Rovira alcanzan la presidencia con ese mensaje se abren a pactos con partidos españoles como Podemos o PSC y a una gobernabilidad y unos objetivos que se han negado a sí mismos durante años.

Todo a la derecha

Imagino a Pablo Casado en unos años como un político quemado por Rajoy (que continúa de presidente del gobierno español y el PP) después de decir una barbaridad tras otra, apartado en la alcaldía de León o Valladolid y con un bonito sobresueldo de senador autonómico. Por el camino parece que acumulará una experiencia previa en política municipal: “Rajoy y Cifuentes pactan que Pablo Casado sea el candidato al Ayuntamiento de Madrid”, según El Confidencial Digital.

Van allanando el camino

Si algo caracteriza a Pablo Casado es su capacidad para decir una tontería tras otra sin perder su entrenada sonrisa y por ser un político que se sitúa entre la derecha y la pared. El PP que viene parece más reaccionario que el que ya conocemos, incluso. Y ponen empeño en lograrlo: para aprender a comunicar cuentan con aulas de formación propias con Cake Minuesa como invitado. Ese periodista que se dedica a hacer el ridículo intentando confirmar postulados de partida de la derecha rancia.

Sí, la cárcel es dura

En esta actualidad político-carcelaria española tan casposa, tiene que salir Torbe, el productor de cine porno “acusado de trata y blanqueo” (La Voz Libre) a explicar lo obvio: que en la cárcel se pasa mal. Ignacio Allende (su nombre real) ha hecho un videoblog en el que desmitifica eso de la cárcel cinco estrellas que espera a políticos catalanes y que habitan los del PP. Incluso Granados, con el que ha compartido pasillos, lo pasa mal, según Torbe. Las rutinas y el miedo constante marcan la estancia.

¿Y si no las publican?

Facebook y Google son las principales plataformas de venta de publicidad en Internet, pero a diferencia de este periódico, por ejemplo, no generan ningún contenido. Todo el espacio se lo llenamos los demás. Y ahora, diez años después de su eclosión, empiezan a preocuparse por la veracidad de esos contenidos porque, al final, afectan al valor de sus marcas, y anuncian que marcarán el nivel de credibilidad de las noticias. ¿No sería más fácil que retiraran las falsas? ¿O el tráfico les importa más que la verdad?

¡Uf!

Lo de los justicieros digitales, sean Anonymous o sean los que defienden posiciones indiscutibles, lo llevo muy mal. Creo que es uno de los perjuicios evidentes de las redes sociales digitales, y que quien difunde la foto de los acusados de una violación múltiple en Iruña, por mucha prisión preventiva que chupen, e incluso aunque me parezcan lo peor, se equivoca. Antonio Ortiz expresaba mejor que yo lo peligroso del terreno que estamos pisando sentenciando en Twitter antes que el juez.

Y si lo hacemos los periodistas, peor

Si me parece mal que el juicio paralelo o anticipados a “la manada” lo liquiden con una foto, dos líneas y cinco nombres propios usuarios de Twitter con nombre propio o anónimos avatares, me parece todavía peor que los periodistas estemos jugando a dar o quitar culpabilidad a los propios acusados y, ya en el fondo de la fosa de fango en la que nos metemos, a la víctima. Como soy un ingenuo me sorprende la ligereza con la que señala parte la ciudadanía, pero no salgo de mi asombro con lo que deslizan algunos profesionales de la comunicación.

Las excusas

El cansancio, la lástima y la preocupación que me genera lo que está pasando en Catalunya, a veces deriva en cabreo. No puedo evitarlo cuando leo titulares como el de Joan Tardá en La Vanguardia: “La república no se implantó para no poner en riesgo a los ciudadanos”, en la línea de lo que han dicho otros representantes de ERC como que no había plan ni medios para la independencia, según Sergi Sarrià, o que la DUI no se hizo, como expuso Carmen Forcadell.

¡Qué más le da!

A Pablo Casado le da lo mismo amenazar con el 155, exigir la aplicación de la ley y la justicia a todos menos al PP, o decir auténticas burradas: “Desde aquí en Huelva salió la expedición que cambió la historia de la humanidad. Ningún separatista va a romper 5siglos de esta España unida”, ha soltado recientemente. Como si Colón representase a España, como si las colonias no se hubieran independizado, como si tuviera algo que ver con lo que pasa hoy en Catalunya.

Lo cierto es… Que todos pecamos

Juan Antonio Giner e Ícaro Moyano tienen toda la razón: genera entre gracia y pena ver que periodistas que han fracasado en sus proyectos en papel o Internet se atrevan a erigirse como representantes del “periodismo de calidad” pero, ¿quién no ha fracasado hoy en este sector? ¿Quién no ha tomado decisiones equivocadas a nivel de empresa o contenidos? ¿Quién puede presentarse como un profesional sin un tachón en el oficio de las palabras y las ideas? Para errores, los míos.

Tu equipo eres tú

Mágicamente, Bernat Castro ha dejado de asesorar a Gabriel Rufián en Twitter. Mágicamente también, Bernat Castro ha cambiado y ahora es un tío estupendo, según él. Ha dejado de ser un machista con toques xenófobos y una denuncia de malos tratos, hasta que se demuestre lo contrario, solo vía Twitter. Precisamente en esta red social muchos usuarios están rescatando mensajes asquerosos firmados por Castro (no los niega) que ha pasado de tuitstar a víctima de su ego.

La financiación del PP

“Ha quedado plena y abrumadoramente acreditada la caja ‘b’ del PP con los ‘papeles de Bárcenas’”. Ese es el tuit con el que Europa Press lanzaba su nota de prensa, y son palabras textuales de la fiscal Concepción Sabadell. Con esto sobre la mesa, José Luis Martínez-Almeida, el portavoz de ese partido en el Ayuntamiento de Madrid, tenía el cuajo de denunciar lo que él considera una red clientelar de Manuela Carmena. Juzguen ustedes mismos la vergüenza del PP.

El PP y Franco

Esperen, que hay más: hace unos días ponía sobre la mesa la necesidad de dejar de usar la etiqueta de “franquista” para referirnos al PP y, casi, cualquiera que piense diferente. Creo que hace más daño a personajes como Casado, Hernando y hasta Rajoy dedicar un minuto a describirles que llamarles “franquistas”. Pero el PP, sin duda, es un partido que intenta tapar los horrores del franquismo y el propio Martínez-Almeyda dice que eso ahora no interesa a nadie.

Amenazar no es gratis

Sigo con el PP porque ellos siguen con lo suyo: amenazándonos. Primero, Alfonso Alonso demostró su irresponsabilidad amenazando veladamente con la aplicación del 155 en Euskadi. Después ha sido Ana Beltrán, su homóloga en Nafarroa, la que lo ha hecho. El nivel de ausencia de responsabilidad y vergüenza en este partido es ya crítico y ampliamente reprochable, ojo, sin sumarse a ellos. Porque los polos se atraen y Maddalen Iriarte ya les ha comprado la amenaza.

Están desatados

Termino: en el PP están absolutamente desatados, no les importa nada. ¿Por qué iba a importarles? La fiscal concluye que han trincado y repartido dinero en metálico que salía de la obra pública, y no pasa nada. Pablo Casado, la nueva cara del PP, se destapa como un reaccionario peligroso, y no pasa nada. Nos roban a la cara vía factura eléctrica con un error técnico, y no pasa nada. El exministro de Exteriores compara a Puigdemont con el dictador norcoreano, ¡y no pasa nada!

Violencia contra Catalunya

Con la maquinaria del estado español a pleno rendimiento, intentando generar un relato sobre Catalunya de dentro hacia fuera y de fuera hacia dentro en el que la violencia policial no ha existido y todos los independentistas son peligrosos, aparece Rigoberta Menchú para condenar la represión violenta en Catalunya. Violencia, la del 1 de octubre pero también la que están sufriendo los detenidos y las personas que, elegidas democráticamente, serán apartadas de sus funciones.

Maldita hemeroteca…

Desde 2012 hasta hoy ha cambiado mucho la realidad catalana, pero no lo ha hecho Joan Tardá. Y la portavocía de ERC en el Congreso si ha cambiado algo solo ha ido a peor, con Gabriel Rufián haciéndose el gracioso con temas y consecuencias muy serias. Pero volvamos a Tardá, que en una tertulia aquel año reconocía a Pablo Iglesias que el 155 les “iría de coña” para generar movilizaciones y simpatías. Sin duda, muchos con responsabilidades en Catalunya no han medido bien.

Marina Albiol, el submarino

Si Farage, uno de los padres del Brexit, sigue en el Parlamento Europeo con sus carteles en los despachos, su boicot permanente a la institución y su sueldazo de europarlamentario, ¿por qué no iba a hacerlo Marina Albiol, que lleva varios tuits navegando en una aparente contradicción entre sus principios y sus finales (sobre todo, sus finales de mes en la cuenta corriente)? Por mi parte, me quedo con Europa y su proyecto. Pero sobre todo con los políticos coherentes.

Menos Franco y más Casado

Carlos Malpartida lo clava: “Lo nuevo, el futuro, era hablar todo el día de Franco. Telita. Vamos de modernitos pero somos mucho más viejos que nuestros padres”. Porque no hace ningún favor a las causas que creemos justas tanta referencia al “régimen del 78” ni al anterior, el de verdad. Tampoco aporta nada que todo sea calificado como “fascista” cuando vemos actuar a fascistas de verdad. Llamemos a las cosas por su nombre que eso incomodará más a los Casado y los Rajoy.

Blanqueando la legión española

Hacía tiempo que no leía algo tan asquerosamente cortesano como lo de Ramón Valle en El Español sobre la legión española. Un cuerpo poco menos que de élite admirado en el mundo entero, sobre todo, por lo buenorros que están y por ese uniforme que les deja ver el pecho y los biceps. ¿Y los tatuajes fascistas? De eso, ni palabra. ¿Y las noticias que hemos leído de peleas e incluso tráfico de drogas? Ni mención. Un blanqueo el de Pedro J. que ni el de la lejía.

Todo no vale

Por exigencias del medio escribo esta columna antes de que el Parlament declare la independencia o no de Catalunya. Dada la ruleta de novedades del procés, quizá para cuando usted la lea Puigdemont ya ha sido detenido. De lo que estoy seguro es de que lo que han publicado en Vozpópuli sobre la vida privada del president es absolutamente asqueroso, con referencias expresas a familiares y filias que quieren atribuirle con el fin de desacreditarle.

Qué vergüenza, Casado

El sábado Pablo Casado no tuvo ningún empacho en manifestarse con Denaes, la Fundación para la Defensa de la Nación Española y que, sí, es como se la pueden imaginar. El lunes, el mismo Pablo Casado que personaliza los nuevos modos del PP no tuvo ningún problema en avisar a Puigdemont de que podría acabar como Companys (que acabar, acabó fusilado) ni en sugerir que los partidos independentistas tendrían que ser ilegalizados. Todo se pega, amigos.

Fuera todos los fachas

En Catalunya, como en Euskadi, sobran todos los fachas. Los de un lado, los que fueron a Barcelona mano en alto a agitar banderas españolas preconstitucionales (o salieron de sus madrigueras), y los de otro: los que amenazan de muerte a políticos catalanes porque no son nacionalistas. La presión ha llevado al ministerio de Interior a poner escolta a algunos de los señalados por el fanatismo. Un fanatismo que existe y que sobra en todos los espacios políticos.

Boadella señala a TV3

No podían faltar Albert Boadella, Libertad Digital ni las acusaciones a la radiotelevisión pública (catalana, en este caso), en este convite anticatalanista. El actor ha declarado en el digital cavernario que TV3 tiene que ser rápidamente intervenida porque, ya se sabe, lava el cerebro a los catalanes. Y en este párrafo me caben también las airadas críticas a TVE (que no suelo compartir porque las considero excesivas y de parte) y las que está recibiendo ETB por informar de lo innegable.

Por cierto…

Es la grandeza de Internet: en un par de clicks llegas a un agregador de noticias y saltas a la web de un medio ecuatoriano que recoge un tema de actualidad que, de otro modo, no conocerías: en Brasil tres provincias han hecho un referéndum simbólico para independizarse de este gigantesco país. Lo significativo para el medio es que estos territorios sean de los más ricos de Brasil, pero no es una anécdota precisamente el efecto imitación que genera Catalunya.