Hoy toca ganar

Soy muy crítico con el proceso independentista catalán: creo que los políticos siguen lejos de contar toda la verdad, incluso quienes más han sufrido con penas de cárcel a todas luces injustas. Pero creo que la Diada de hoy es una buena oportunidad para dar un golpe en la mesa y demostrar a Catalunya, España y el mundo que se trata de un pueblo que reclama con plena legitimidad su historia y su futuro. Y también para dejar claro que es un movimiento imparable a quienes han criticado hasta una rebaja en las restricciones previa a la Diada como si los sindicatos no hubieran ejercido el derecho a manifestarse el primero de mayo.

¿Somos herederos de aquel 11-S?

No tengo claro que el mundo tal y como hoy lo conocemos, pandemia mediante, sea el resultado directo de aquel 11-S que hace 20 años nos congeló el aliento. Me cuesta creer cada vez más en esas grandes obras de la geopolítica o en conspiraciones sostenidas en el tiempo, y más cuando han liderado EE.UU. Bush Jr., Obama, Trump y Biden. Y mi duda es aún mayor después de comprobar que este planeta es cada vez más una parcela en multipropiedad que se reparten las grandes corporaciones. Si queremos entenderlo tenemos que mirar más hacia ellas que hacia el momento histórico que hoy recordamos.

Es el periodista el que señala al político

Una de las mayores derrotas que hemos sufrido como sociedad es la del desprestigio de las y los periodistas, cuya labor forma parte, en esencia, de las garantías democráticas más básicas. Por desgracia, nadie lo ve como tal, y no negaré que algunos se han hecho pasar por compañeros como el caballo de Troya y otros les abrimos las puertas. Con todo, no debemos perder de vista que es el periodistas el que señala al político y que nunca, nunca debería de ser al revés: el hostigamiento a Ibai Fernández, compañero del Noticias de Navarra, por parte de UPN es solo la muestra de la miseria del partido y del buen hacer del redactor.

No lo olvidemos

No podemos dejar de pasar esta noticia aunque resulte repetitiva: “El precio de la luz bate su enésimo nuevo récord histórico: escala hasta los 152,32 euros por megavatio hora” (República.com). Por desgracia, volveremos a leer titulares similares con cifras aún mayores, y tanto eléctricas como gobierno español confiarán en el efecto anestesiante de la recurrencia, pero no podemos permitirlo: estamos ante la mayor estafa consentida, la de las eléctricas, ante un robo descarado, estamos ante un abuso a la ciudadanía que esta no puede pasar de largo, como tantos otros (banca, compañías aéreas o de comunicaciones, etc.).

No me importan los “haters”

Por supuesto, el jueves por la noche vi el estreno del tráiler de la cuarta entrega de Matrix, y por supuesto, me tuve ganas de ver la película en pantalla grande. Paso por completo de quienes van de elevados y críticos con la trilogía inicial (que fue de más a menos, es innegable), de los sabiondos que no cayeron en el visionado de las anteriores y, especialmente, de los ilustrados que critican la aportación de la saga de las hermanas Wachowski a la ciencia ficción. Matrix es solo un entretenimiento, virtuosismo técnico sin alma ni trasfondo, como tantos otros productos del género (algunos muchos más pretenciosos) pero muy bien hecho.

Qué escandalo

Ayer pagamos “el precio más caro de la historia: 122 euros por megavatio” (El Independiente). El más caro de la historia… De momento, porque todos sabemos, empezando por quienes integran el consejo de ministros, que subirá todavía más. ¿Por qué? ¿Cómo? No lo sabemos más allá de retazos: los peajes que imponen las eléctricas o el juego que les permiten para facturar más por lo que vale menos. Todo ello, con la aprobación de todos los gobiernos españoles. Todos. Y esto sucede en una península regada de ríos y con pantanos amortizados (energía hidráulica), soleada (energía solar) y con una meseta (energía eólica).

Que la hagan

Creo que se hacen más comisiones parlamentarias de las que necesitamos y que la mayoría responden al interés de algunos grupos para exhibirse. Un interés mal medido porque la ciudadanía está menos interesados en ver decir cosas a las y los diputados de lo que estos creen. Pero si hay una comisión sin duda necesaria, es esta: “Más País y Compromís piden en el Congreso una investigación sobre la subida de la luz” (República.com). Nuestras y nuestros representantes deben preguntar, observar, valorar y concluir algo que afecta negativamente a la ciudadanía de un modo tan directo. Moleste a quien moleste.

Y que no nos tomen por tontos

No es menos cierto que, en comisión o en plenario, es interesante observar lo que dicen esas y esos diputados que no suelen acudir a entrevistas. Así uno puede conocer y valorar la brillantez o mentecatez de quienes cobran por representarnos. Por ejemplo, queda visto para sentencia esto que leíamos en el Twitter de Electomanía: “Mireia Borrás (Vox), sobre Federico García Lorca: ‘Ese hombre hoy votaría a Vox porque amaba España’”. Estamos ante el típico caso en el que si Borrás sabe que lo que dice es una barbaridad intenta tomarnos por tontos, y si se lo cree somos los demás los que podemos tomar por tonta a ella.

Una más

La comisión que tampoco veremos será la que pueda investigar la fortuna (su origen, custodia y el pago de impuestos que habría evitado) del rey emérito de España: “PSOE, PP y Vox tumban por decimoquinta vez una comisión de investigación sobre Juan Carlos I” (Público). Estos titulares siempre me recuerdan a aquello de que Franco dejó todo “atado y bien atado”. A estas alturas no hay explicación posible ante esta falta de transparencia y otras, como la de la desclasificación de los secretos de Estado, salvo la de que España, por medio de sus principales partidos y los herederos del régimen, es un estado opaco.

Que vuelva

No me parece criticable el viaje de Carlos Herrera a Abu Dabi para comer con Juan Carlos I: del mismo modo que creí que Ibai Llanos nos ganó a todos de calle por cenar con Leo Messi el día antes de su presentación en París, creo que Herrera ha hecho lo que todos querríamos hacer y que él lo ha contado a su manera y para su parroquia. Lo grave es lo que sigue haciendo quien fuera el Jefe de Estado español, que dice ahora, según el periodista andaluz, que quiere volver a España, lo que también me parece bien: la huida del Borbón ha permitido que los juancarlistas se escondan. Su regreso obligaría a muchos a retratarse.

De manual

Los recibimientos en nuestros barrios a personas que han colaborado hasta en cuatro asesinatos, con paseíllo, música, abrazos y besos, es indignante. Y a quien no se lo resulte tiene un problema, el de colaborar y convivir con el fascismo sin notarlo. Lo tiene, por ejemplo, Sortu, el partido que controla Bildu sin tapujos, que no duda en lanzar “vivas” a quien sale de la cárcel por matar o ayudar a matar, y a quienes participan con alborozo (y sin distancias de seguridad por la pandemia) en una comitiva que no es tolerable en ninguna sociedad que, después de muchísimo sufrimiento, solo quiere avanzar en paz.

De cajón

Lo más probable es que volvamos a ver recibimientos de ese tipo y que volvamos a indignarnos. Lo más probable es que Porrotx vuelva a instrumentalizar el sufrimiento de las hijas e hijos de presos de ETA para exhibirse como el payaso que explica a las niñas y niños qué son los derechos humanos. Lo más probable es que cuando critiquemos la contradicción evidente, vuelvan a salir a defender a quien fuera concejal de Euskal Herritarrok en Lasarte-Oria (sustituido por su compañera, Pirritx) gente como Joseba Permach. Lo más probable es que se la cuelen solo a quien necesita creerse lo que le cuentan.

De vergüenza

El periodista vasco Roberto García clava, por desgracia, su sentencia en forma de tuit: “2021 y dedicando calles a Millán Astray. El tamaño de la derrota es tremendo”. Es cierto: resulta escalofriante comprobar, día tras día, cómo el franquismo no solo sobrevive, es que goza de una salud extraordinaria. En Euskadi, simplemente, no podemos permitirnos que el fascismo vasco nos derrote con sus falsas lecciones de derechos humanos y con unas muestras de cariño a quien ejerció la violencia directa contra quien pensaba diferente. La dignidad y el sentido común no pueden ser los derrotados. Otra vez, no.

De locos

Mientras la autoproclamada izquierda abertzale intenta darnos lecciones de derechos humanos con material defectuoso y aprovecha la pandemia para intentar aproximarse a la juventud defendiendo a la minoría que ataca a la Ertzaintza, el chiringuito de Gorliz y las tiendas del centro de Donostia, en nombre del libre botellón, no tiene tiempo de preocuparse de que el gobierno español al que sostiene junto a otros partidos muestre la inacción que resume muy bien este titular en Público: “Los precios de la vivienda, el agua, los alimentos y la energía se desbocan y exprimen a las familias”.

De rebote

La sorpresa para mí no fue el despido de Javier Cárdenas de Europa FM, sino que el cuñado al que enchufó Alfonso Arús se haya ganado la vida durante tantos años (y por lo que parece, nada mal) como comunicador. Después de varios rebotes sin resultado, quien saltara a la fama por entrevistar a frikis y reírse de ellos antes de convertirse en uno de sus personajes, ha acabado en OK Diario. El digital de Inda, famoso por difundir bulos en beneficio del fascismo español, le ha hecho un hueco y publicará sus podcast, que serán una adaptación más modesta de los programas mañaneros que Cárdenas grabará la tarde anterior.

Sigue aquí

Casi cada día compruebo cómo mucha gente vive como si no hubiese coronavirus salvo por la mascarilla (generalmente en la barbilla o bajo la nariz) y las restricciones que imponen otros. Pero el virus mortal no da tregua en España: “Se disparan las muertes por COVID desde el viernes” (República.com). “La última semana se han notificado 867 fallecimientos”. Solo el viernes pasado murieron 201 personas, “el doble que hace una semana”. Yo también estoy cansado, todos lo estamos, y me encantaría volver a aquella normalidad de marzo de 2020, pero negar la evidencia y señalar a los que ponen límites a su propagación es infantil.

¡Qué atraco!

España es una península soleada (y este ha sido un año de sol) con un montón de pantanos sobradamente amortizados. Sin embargo, “la factura de la luz de un usuario medio en agosto será la más cara de la historia” (El Plural). ¿Por qué? ¿Qué mecanismos permiten esto: “El precio de la luz abandona la tregua y repunta este martes por encima de los 100 euros/MWh”? No hay excusa ni explicación posibles que no contengan la palabra “extorsión”, “atraco”, “robo” o “secuestro”. Nos está saliendo caro, literalmente, pero por fin el lobby energético español está quedándose sin crédito político ni periodístico.

Ni viven en la edad media ni entre cabras

“Los talibanes son ultrarricos”, titulan en Magnet y borran de un plumazo el mito de que viven en la edad media o entre cabras. Al contrario: solo en 2020 podían haber incrementado su fortuna en 1.600 millones de dólares, según un informe de la OTAN. ¿De dónde sale ese dinero? De las plantaciones de opio y las minas que controlan, de la extorsión y de las donaciones. Hasta 240 millones vendrían “de organizaciones benéficas y fideicomisos privados ubicados en países del Golfo Pérsico” y de “ciudadanos privados de Arabia Saudita, Pakistán, Irán y algunas naciones del Golfo Pérsico”.

Otro “afortunado”

En Público siguen desgranando “el verdadero origen de la fortuna del Rey Emérito”, y hablan de la cuenta que abrió en Suiza (con residencia en la propia Zarzuela) solo un día antes de recibir 65 millones de euros con el concepto: “Donación del rey de Arabia Saudí”. En el digital ahondan en la contraprestación de Juan Carlos I: entregó del toisón de oro a quien consideró su “hermano” y contrarrestó la influencia turca en la “alianza de civilizaciones” de Zapatero. También explican cómo la “Ley Reguladora del Patrimonio Nacional” le evitó tributar por ese regalo y por otros (coches, motos o relojes) e incluso por las obras en el palacete de Corinna.

La guerra del fuet

El apoyo declarado de El Pozo al canal de televisión que Marcos de Quinto quiere impulsar, con un ideario claro y expuesto por el que fuera diputado de Ciudadanos, ha iniciado una “guerra del fuet” entre tuiteros que, como todo el mundo sabe, empezando por Marcos de Quinto forman una suerte de infantería cateta. Para defender a El Pozo, no pocos han señalado a Casa Tarradellas como una marca favorable a la independencia de Catalunya. Tan cortos son algunos que han señalado también a Orona porque el propio De Quinto tuiteó que no le arreglaban el ascensor de su domicilio un domingo.

Los humildes marcan el camino

Después de tantos tuits sobre Afganistán cuyas autoras y autores parece que se rasgan las vestiduras mientras los escriben, un humilde post en Facebook nos marca el camino: el club Bidaideak Bilbao abría “sus puertas a la jugadora afgana, Nilofar Bayat, para que pueda residir en Bilbao y jugar en su equipo desde la próxima temporada”. La capitana de la selección de baloncesto en silla de ruedas ya tiene un lugar en el que refugiarse de los talibanes, y nos enorgullecemos de que sea en Bilbao, pero quedan muchos que vendrán en peores condiciones y merecen oportunidades equivalentes que solo les daremos entre todos.

Un modelo de negocio

La guerra es un modelo de negocio no solo para militares profesionales: los talibanes se financian para continuar su lucha. Viven de ella además de por ella, como podría deducirse de su integrismo, que no se nos olvide. Pero hay más: esa financiación viene del tráfico de drogas que los talibanes ejercen, como explica Roberto Saviano y recoge Público: “La de Afganistán es una guerra del opio. No ha ganado el islamismo, como muchos dicen, ha ganado la heroína. Y más del 90 % de la heroína mundial se produce en Afganistán. Esto significa que los talibanes, junto con los narcos sudamericanos, son los narcotraficantes más poderosos del mundo”.

La élite con la que trabajó EE.UU.

Evidentemente, hay algo turbio si el presidente afgano, Ashraf Ghani, “sacó 169 millones en efectivo, según explicaron fuentes a la BBC” (20 Minutos). Dinero con el que ha sido bien recibido en los Emiratos Árabes Unidos. ¿Es dinero suyo? ¿Es dinero del país que Ghani custodiará y servirá para montar una insurgencia o, cuando menos, ayudar a una población aterrorizada por la dictadura talibán? ¿De dónde sale tanta liquidez? ¿Lo sabían los americanos que ayudaron a institucionalizar ese gobierno? Va a ser difícil, pero esta es una de las derivadas del conflicto que habrá que seguir de cerca.

No son cobardes, nunca lo fueron

Según Amnistía Internacional, han muerto casi 60.000 militares y policías afganos que han luchado junto a los ejércitos internacionales para defender aquella débil democracia durante 20 años. Pero ese dato, que se encuentra en menos de un minuto en Internet, carece de importancia para el concejal del PP Carlos García, que mete a los fallecidos en el saco de “todos los traidores y cobardes del ejército afgano juntos”. Lo hace para defender a los “104 héroes, militares y policías españoles que han perdido la vida en Afganistán” y que, según él, “tienen más honor, más dignidad y más valor” que los afganos. Y así, todo.

Ayer fue el día de la fotografía

Las fotos de los pocos profesionales que puedan moverse en territorio talibán serán importantísimas para que podamos mantener vivo el tema y para que comprobemos que los integristas siguen siéndolo aunque ahora se exhiban comiendo helados. Las fotos nos muestran el mundo y ayudan a fijar recuerdos en nuestra memoria. La fotografía es, sin duda, uno de los grandes inventos de la humanidad, y ayer fue su día. Jornada que en Photolari usaron para reírse un poco de quienes se toman demasiado en serio a sí mismos, sus consejos y la revolución tecnológica, en un sarcástico y muy recomendable post.