Qué puto morro

Nunca suelo hablar de las noticias en las webs de otros periódicos porque aprendí hace ya muchos años y de la peor manera lo mal que sabe la carne de perro. Pero lo hago hoy porque en Abc han sabido retratar a Javier Maroto en una entrevista: un vendepeines que no se arruga, capaz de justificar de la manera más acrobática su presencia en Sotosalbos, un pueblo de Segovia de 130 habitantes, según la página web del ayuntamiento, en el que se empadronó para ser Senador después de no haber logrado ser diputado por Araba. Es Maroto quien exhibe su rostro de adamantium reforzado, no quien lo describe. Allá él.

Correcto

Más allá de la retórica, el gobierno de Podemos tiene que demostrar que el cielo se asalta a golpe de políticas, de medidas concretas. Por ejemplo, la desaparición de los números de tarificación especial para que la ciudadanía contacte con las empresas. “El ministerio de Consumo prohibirá los 902”, leemos en Vozpópuli, y lo celebramos. “En su lugar, los consumidores dispondrán de un número geográfico de tarifa básica para sus relaciones con las empresas”. De este modo se pone freno a uno de esos atracos legales, permitidos por los gobiernos y las mayorías parlamentarias en el Congreso.

Y sin elecciones

En Cantabria confinan Santoña y en Baleares prohíben las reuniones de más de 5 personas y salir por la noche. En septiembre, claro. Y eso que no han tenido elecciones, que es lo que muchos siguen argumentando no sé muy bien de qué manera. Yo creo que no lo saben ni ellos pero como otro tiene que tener la culpa, sacan el tema electoral. La cosa es que en España el coronavirus avanza desbocado… Ahora que el número de PCR aumenta y se toman también medidas que generan cierta alarma. Solo vascos y catalanes lo han hecho durante el verano, recibiendo todo tipo de palos políticos (también desde dentro).

¿Un millón en un día? ¿En serio?

Bella Thorne podría haber ganado un millón de dólares en su primer día en la plataforma OnlyFans y hasta dos en su primera semana, según Genbeta. La actriz y cantante habría batido de esta manera el récord de ingresos pidiendo a sus seguidores 20 dólares al mes. En eso consiste la nueva red social de moda: en pagar por ser “follower”. Ni lo critico ni me río de quien lo haga. Al contrario: es una evolución lógica. Ya habíamos oído hablar de esta red sobre todo como plataforma de contenidos pornográficos. La noticia ahora es que ha virado su modelo de negocio… A lo que parece que es su idea fundacional.

Todo bien… Pero con problemas de ansiedad

Pongo en valor, por supuesto, lo que aporta Ibai Llanos hablando a calzón quitado sobre la ansiedad entre la juventud (más exigida que nunca por culpa de la presión constante que ejerce el entorno ahora también en Internet) y recomendando acudir al médico a quien la sufre. Igual que siempre he puesto en valor la creatividad y el sentido del espectáculo del “caster”. Pero creo que es importante entrar en el fondo del asunto, cosa que Llanos no hace: su modo de vida, siempre expuesto a una cámara, compartiendo chalet que hacen lo mismo (grabar y emitirlo todo) igual tiene algo que ver con esa ansiedad.

La legión que pago yo

Cada vasco paga más por la legión que cada español. Vía cupo, aportamos por los servicios que no tenemos (como los legionarios) más de lo que nos corresponde por población y PIB, así que estoy en disposición de exigir que el escándalo del supuesto asesinato encubierto salga a la luz y sea investigado hasta sus últimas consecuencias. No solo un soldado de 22 años falleció, hasta ocho personas participaron en el encubrimiento de las causas de lo sucedido, y prepararon y ensayaron una coartada. ¿Por qué? Eso lo decidirá el juez, pero gracias a todo lo que he aprendido en las novelas, creo que algo ocultan y bueno no es.

Y punto

Una manifestación de personas que ponen en duda la existencia de una pandemia que ha matado a miles, que se oponen a las medidas dirigidas a reducir su efecto, y que seguramente no guarden las recomendaciones de seguridad, debe ser disuelta sin miramientos como han hecho en Alemania. En Bilbao ya hemos visto un par de concentraciones similares que acaban con la toma de datos de algunos de los presentes y poco más. Esa falta de contundencia permite que sus ideas se expandan al mismo tiempo que lo hace el virus, y mientras algunos nos jodemos cumpliendo, otros disfrutan desafiando.

Racismo extremo

Lo de EE.UU. no es una cuestión de prejuicios: es racismo con todas las letras. Porque incluso un millonario como Brandon Marshall, exjugador de fútbol americano, tuvo que verse explicando a la policía que solo intentaba acceder a su nieva vivienda después de que un guarda de seguridad llamara a los agentes al ver a una persona negra (con sus dos hijos y de mudanza) entrar a la urbanización sin que estuviera registrado. Un racismo que siempre estuvo ahí y que ahora se expresa de la manera más cruda porque lo alienta un presidente como Trump, que se apoya en la extrema derecha sin ruborizarse.

Poco duran

La nueva política española la encabezaron Podemos y Ciudadanos, pero la ha abanderado Vox. Los tres partidos coinciden en autocalificarse como renovadores y en que devoran las fases de las formaciones más tradicionales hasta la decrepitud. En Vox, el juez Francisco Serrano, candidato a la presidencia de la Junta de Andalucía y punta de lanza de los acuerdos con PP y Ciudadanos, ha anunciado, solo un par de años después, que abandona la política porque está siendo investigado por un supuesto fraude con unas subvenciones que recibió su empresa (porque con lo de juez, al parecer, no le llegaba).

El inmenso complot contra la clase media

La clase media ya no lo es por motivos socioeconómicos o por nivel educativo, sino porque sostiene el sistema: entre los que reciben los subsidios y los que cuentan con arquitectura fiscal para evitar el pago de impuestos estamos los que corremos con todos los gastos. Y además, contentos. Pero incluso siendo consciente de todo esto, no creo que los gobiernos del mundo, y menos durante la pandemia, se alíen contra la clase media: “Se abren los colegios para que los padres se gasten 300 € de media por crío en libros. Cuando las editoriales hayan hecho caja, todos a casa confinados”, leemos en Twitter. Pues miren, no.

Un desalojo, ¿otra ocupación?

La justicia ha ratificado lo que dictaba el sentido común. Ahora solo falta que se ejecute la sentencia cuanto antes y la familia Franco sea desalojada del Pazo de Meirás que, por cierto, puede acabar ocupado por los Borbón porque la jueza interpreta que la propiedad fue regalada (curioso eufemismo) al jefe de Estado de turno, no a Franco y sus herederos. De momento, la reclamación la ha hecho el Estado y este ha sido reconocido como dueño, sin tener que pagar, además, una compensación a los descendientes del dictador por su mantenimiento, como estos y su cara dura exigían.

Patria, sí, pero la que ellos quieran

Después de dar la bienvenida en Twitter al anuncio de la serie “Patria” con la foto del cartel de la misma, Fernando Aramburu ha reculado en su blog y se ha sumado a los críticos con la equidistancia que, según muchos y casi todos de derechas, muestra. No les ha gustado que junto a la imagen de un atentado de ETA haya otra de una tortura policial (ambas son del fotógrafo vasco David Herranz). Aramburu va al grano: su novela no es equidistante y se centra en un sufrimiento. Como se centra, también, en una única manera de ver e interpretar lo que pasó, convertida ahora en estrategia de marketing.

La casa de la ultraderecha

En ese espacio entre la derecha y la pared podemos encontrar críticos televisivos, críticos de fotos promocionales, racistas pero con amigos negros, xenófobos pero con amigos gays, liberales en lo económico, lectores de OK Diario y, la última moda, negacionistas de la pandemia y opositores al uso de mascarilla o a las restricciones. La detención de un tuitero por “incitar a la violencia, pasarse por un profesional sanitario del Instituto Carlos III y hacer afirmaciones falsas sobre el COVID” ha levantado la liebre sobre cómo estos perfiles se relacionan con seguidores de la extrema derecha, muy activos en Internet.

Enseñar la bandera en Twitter

En “American History X”, el primer día en el patio de la cárcel, Derek Vinyard decide “enseñar la bandera”, como él mismo dice: se quita la camiseta para hacer pesas y para que el resto de reclusos vean sus tatuajes con simbología nazi. Y siguen haciéndolo: la extrema derecha se oculta torpemente hasta que decide que ha llegado el momento de enseñar la bandera. Ahí, ya, no hay vuelta atrás y la violencia toma el protagonismo. Así que es significativo que la diputada Rocío de Meer divulgue con insistencia en su propio Twitter material audiovisual que generan y dinamizan grupos de extrema derecha.

Lo que es el teletrabajo y lo que pensamos que es

Antes de la pandemia era necesario legislar el teletrabajo. Hoy es imprescindible. Sobre todo, para aclarar qué es teletrabajo, ya que hay demasiadas versiones. Teletrabajar no consiste en acortar las semanas. Quienes llevan años teletrabajando saben que, de hecho, es todo lo contrario. Así que, por un lado, sorprenden las quejas del trabajador ante una regulación exigente con él (esperamos la misma exigencia para la empresa, que no tiene presos en celdas pagadas por el reo) y, por otro, que en el propio ministerio crean que quien pica tecla puede estar pensando en alargar los fines de semana.

Los límites del humor sobre la Casa Real

Una broma en Twitter sobre la infanta Elena de Borbón y el centro de parálisis cerebral que lleva su nombre ha vuelto a abrir el debate sobre los límites del humor porque, al parecer, hay unos cuantos españoles sobre los que no podemos hacerse chistes. Da la casualidad de que esos españoles forman parte de la misma familia y que a mí sus vivencias (si no son indignantes) y las chanzas de las que son objeto me hacen mucha gracia. Así que, sí, me reí con el chiste que ha levantado la ira de los estrechos de mente y con este de El Mundo Today: “Elena de Borbón denuncia la desaparición de su padre”.

Valdearenas, presidente

Sigo con el humor, porque David Valdearenas está “quedándose” con mucha gente gracias a su personaje de culé entregado que llora la marcha de Leo Messi. Si han visto en Internet e incluso en televisión imágenes de un aficionado del FC Barcelona lamentando de un modo exagerado la salida del futbolista seguramente hayan visto a Valdearenas, que está caricaturizando la situación como nadie. Ahora, en su cuenta en Twitter, con más de 11.200 seguidores, ha anunciado que está pensando en presentarse a la presidencia del FC Barcelona. Necesitamos más gente que relativice los “dramas” con tan buen humor.

A Iglesias le va más el drama

Me hago viejo y cada vez soporto menos los dramas televisivos. Prefiero un chiste rápido en Twitter sobre la familia real o sobre la falsa tragedia de la marcha de Leo Messi. Soy así de simple. Pero respeto, por supuesto, a quien disfrute con la ficción “intensita”, como hace Pablo Iglesias, que ayer mismo nos recomendó la última serie que ha visto: “Hippocrate”. Va sobre un hospital, porque toca demostrar sensibilidad hacia el personal sanitario, por supuesto. Yo sigo sin tener claro qué aporta (o qué resta) que el vicepresidente del gobierno nos cuente qué series disfruta. Lo de ser “moderno como tú” ya está amortizado.

Mucho más serio

La crisis económica a la que nos enfrentamos va en serio. Empresas que resistieron los peor de la anterior ven el futuro muy negro porque la pandemia afecta económicamente a un montón de sectores, a cualquiera que tenga que ver las personas. Valga como muestra Cantera Deportiva que, en su 25 aniversario, no puede salir a los kioscos, como ellos mismos han anunciado en Twitter, y que va a tener más difícil hasta ir generando contenidos. Como parte de la sociedad tenemos que tener sensibilidad, sobre todo quien no tenga problemas laborales o de salud. Necesitamos mirar alrededor más que nunca.

Un calendario… Curioso

Fueron varias las voces que lo avisaron antes del propio sorteo: el calendario de la liga española más rara de la historia (porque esta empieza ya sin público y con la final de la Copa del año anterior pendiente) iba a deparar alguna curiosidad. Y así fue: entre otras cosas, Lartaun de Azumendi señalaba que las dos fechas que se han barajado para la final de esa copa más vasca que nunca coinciden con los dos partidos entre Athletic y Real Sociedad. ¿Una competición adulterada? No lo sé, pero la percepción de que se trata de una competición dirigida va generalizándose, y eso erosiona más que el coronavirus.

«Una verdadera mierda»

El autor de la amenaza contra Javier Ollo, el alcalde de Altsasu, tiene el detalle de definir su propio texto al final del mismo: “Una verdadera mierda”. También deja rastro de quien lo escribe: “Un incitador a la violencia” y, por supuesto, “un impresentable”. Todos esos entrecomillados, junto a la amenaza de que a alguien se le pueden cruzar los cables y agredir a Ollo, por supuesto, el autor se los dirige al alcalde que, por su parte, apela a la convivencia como modo de hacer frente a este tipo de cobardes (ocultos en Internet) que entienden de ese modo tan particular (y tan general, al mismo tiempo) la democracia.

Quién lo hace diferente

No salgo de Altsasu aunque mire desde allí a León, donde dos agentes de la policía han recibido una paliza por intentar disolver una fiesta en la que no se guardaban las distancias de seguridad sanitaria. Aitor Martínez se pregunta en Twitter si no podríamos hablar de terrorismo en este caso como en el de Altsasu en 2016. Y le responden con otro tuit con imágenes del último “ospa eguna” de la localidad navarra. Es jodido pero es cierto: son los que convocan y celebran estas jornadas de intransigencia los que dan la razón a los justicieros de porra, toga, tuit y frase para el OK Diario en el Congreso de los Diputados.

Mirémonos

¿He intentado guardar al máximo las distancias de seguridad y las recomendaciones sanitarias este verano? Sí. ¿Habré cometido errores y me habré relajado en algunas ocasiones? Sí. ¿He llegado a casa cabreado algunos días porque he visto cuadrillas de más de diez personas en terrazas, a gilipollas con las mascarillas bajadas, y a amas y aitas demasiado despreocupados? Sí. Así que celebro los casi 30.000 “me gusta” de este tuit que representa lo que pienso: “El debate de ‘Yo no mandaré a mis hijos al cole’ en la terraza del bar, mientras los hijos juegan con 42 niños más en el parque de enfrente, es apasionante”.

Un error monumental

Hago el mismo diagnóstico que César Calderón sobre el supuesto “hackeo” de la cuenta del ministerio español de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, que dirige José Luis Ábalos. No parece que se trate de lo que describen como “un uso fraudulento para causar daño”, yo apostaría por un error de enormes dimensiones: la crítica escabrosa a Juanma Moreno publicada podría ser la que el community manager iba poner en su cuenta personal… Pero ha aparecido en la del ministerio. El propio Calderón propone la solución a este “ridículo”: “La cuenta del ministerio, en un móvil; la personal, en otro”.

Jon Rahm, ¿de qué planeta viniste?

El golf es mi plan de jubilación. Sin grandes pretensiones, solo quiero aprender a jugar, pasearme todo el día tirando del carrito y tener excusa para ponerme una gorra. Sin pantallas ni Internet. Solo la hierba, los palos y un único pensamiento: mejorar para mi propia satisfacción. Así que, sí, sigo el golf a media distancia, por eso, ayer, cuando abrí Twitter por primera vez, antes incluso de pasar por el baño, vi el increíble putt de Jon Rahm en su mano a mano contra el número uno del mundo, Dustin Johnson, y me alegré. La mejor manera de empezar el septiembre con más incertidumbres que recuerdo.