El “jefe de la oposición”

Pello Otxandiano es el “jefe”, por lo menos, de la oposición en el Parlamento Vasco. La expresión, entre ridícula y hortera, y evidentemente importada desde Madrid, no es cosa de ningún tuitero que no ha votado al de Sortu: ha sido una ocurrencia de Bildu. Nuevos tiempos, nuevos jefes, nuevas formas y mucho, mucho Madrid. Porque en Euskadi, ni siquiera en la que Patxi López era aspirante a lehendakari, se ha hablado de líder de la oposición, que yo recuerde. Y menos cuando en el trienio negro al PNV, habiendo ganado las elecciones, le tocó ser el azote en Gasteiz del gobierno del PSE apoyado por el PP.

La verdadera oposición

Pero no es Bildu la organización que más oposición está haciendo al gobierno vasco, sino ELA. Su anuncio de no acudir ni a la primera reunión para abordar un Pacto Sanitario que ha propuesto el lehendakari Pradales solo significa una cosa, por mucho que lo disfracen: que son más de acción que de diálogo. Entendiendo la “acción”, claro, a su manera: huelga, manifestación y “PNV, cabrón”. Y es una acción que ha sido muy útil para los objetivos políticos que ELA comparte con Bildu: el desgaste al partido que también ganó las últimas elecciones vascas y su sustitución por el movimiento que surgió precisamente para logarlo.

Los amigos y las amigas de Maduro

Representantes y simpatizantes declarados de la izquierda abertzale se apresuraron a celebrar la victoria electoral que anunció Nicolás Maduro, incluso desde Venezuela, y que todavía no ha podido probar. Ahora, para desviar la atención, a quien se aferra al poder no se le ocurre otra cosa que adelantar la navidad a octubre. Qué lío, con Halloween por medio. Y qué prueba irrefutable de que Maduro no es un dictador: todo el mundo sabe que poner la Navidad cuando a uno le da la gana es de demócrata de toda la vida. ¿Si en Venezuela no pasase nada necesarias marcianadas como esta?

Cómo perder y hacer perder el tiempo

El problema no es solo que el PP pierda el tiempo: también lo hace perder al PNV, que es el partido que sigue recibiendo sus llamadas, según interpreta El Plural de la entrevista a Aitor Esteban en Radio Euskadi. El contenido de las mismas parece obvio: que los de Esteban y Ortuzar abandonen el conocido como “bloque de la investidura” y se sumen al que forman la derecha y la ultraderecha española. Pues va a ser que no: los abertzales ya han dicho y han demostrado que con Vox no van ni a por duros. Pero el problema, como dice también el portavoz en el Congreso, ya no es Vox, sino el propio PP y su actual posición.

Otra de Sánchez

Lo de Escrivá (que nunca ha sido santo de mi devoción) es posiblemente el mayor ninguneo al PP que ha ejecutado Sánchez. Por el momento y por la decisión: aupar a su ministro hasta la cúspide del banco de España sin contar con Núñez Feijóo, después de sí hacerlo para la renovación del CGPJ y en un momento en el que el PP parece reforzado en las encuestas, es la sublimación de su propia estrategia de bandazos, sorpresas y oportunismo. Ha vuelto a volar los puentes con la derecha y con algo que le duele especialmente: la banca. De lo de tener a un superbanquero de ministro también tendríamos que hablar, por cierto.

Alto y claro

Responder con contundencia a Miguel Tellado por su intento de manipulación en el Congreso también es corrección política, aunque incluya un explícito: “Torpe, que eres un torpe”. Es más, creo que Aitor Esteban en su tuit es bastante moderado y hasta bondadoso con el calificativo que elige, porque Tellado no es torpe, es malvado: se apoya en el sufrimiento del pueblo venezolano y la persecución a la oposición política a Maduro para atacar al PSOE y, de paso, al PNV. “Venezuela os importa una higa”, resume el portavoz abertzale. Me gustan este tipo de defensas vehementes de lo que uno es y ha sido siempre.

No son comparables

Creo que hablar alto y claro es una necesidad cada vez más urgente: en la corrección, en no dar una respuesta para evitar una escalada, en el guardar las formas aunque el de enfrente no lo haga, se han apoyado los populismos de base fascista y les ha ido bien. Así que nos toca desandar el camino y señalar las tonterías que vemos. Lo hace bien Iñigo de Miguel sobre Podemos: “Uno nunca está seguro de si son su peor enemigo hasta que abren la boca, que entonces ya queda claro”. Se refiere a la comparación que hace Ione Belarra entre Venezuela y Francia, como si sus gobiernos fueran igual de democráticos y transparentes.

Un político hábil

Demos el gustazo a Ione Belarra y hablemos de Francia, donde Macron está demostrando ser un político muy hábil, dejando a la izquierda cocinarse a fuego lento para que se deshaga con facilidad y ofreciendo a la derecha alternativas que le alejan del posibilismo. Poco a poco, el centro que él representa (y que quedó segunda fuerza en las elecciones de julio, por delante de la extrema derecha) va decantándose como la opción menos problemática. Esto es lo que sucede, básicamente. Y no tiene nada que ver con lo que pasa en Venezuela, donde un régimen ataca y represalía a su oposición después de un proceso electoral sin transparencia.

Sin palabras

Aunque habitualmente tuitea con evidente sesgo y objetivo movilizador a favor de Palestina exhibiendo y, por lo tanto, utilizando el sufrimiento de su población, Daniel Mayakovski (desconozco si es un nombre real y sus intenciones verdaderas) ha escrito algo inapelable en X: “Hoy el ejército sionista volvió a bombardear 3 países a la vez, bombardeó el aeropuerto de Homs, en el centro de Siria, bombardeó la ciudad de Marjayoun, en el sur de Líbano y bombardeó Khan Younis, al sur de Gaza. A la misma vez, Israel asegura que ellos son las víctimas”. Esta es la realidad, sin populismo ni manipulación, y hay que tenerla en cuenta.

Más excluyente es su visión

No creo que el Athletic Club sea un equipo excluyente porque mantenga una filosofía concreta. Una filosofía que si algo pone en valor es la integración. Más excluyente me resulta la visión de quienes siempre andan pendientes de qué pasa en el club de Bilbao para señalar lo que sea. Por ejemplo, ante la posibilidad de que el zarautzarra Álex Padilla sea convocado por la selección mexicana ya se leen interpretaciones como esta que señalan en El Desmarque: “Qué vascos más raros tiene el Athletic”. Entonces, ¿qué es ser vasco? ¿Y quién lo decide? Yo lo tengo claro: las mentes cortitas no deben generar debates largos.

A tope con la dictadura

Hace poco que Arkaitz Rodríguez ha estado en La Habana. Lo sé porque lo contó él en X. Y ahora también sabemos que “Sortu y el Partido Comunista de Cuba firman un acuerdo de intercambio y cooperación” (Naiz, en X). Ante esta noticia yo me planteo dos posibilidades: la primera, que Arkaitz Rodríguez y la dirección de Sortu, en la que estuvo Pello Otxandiano, al que además relevó el último jefe de ETA, no distingan a un dictador de un demócrata. La segunda, que aunque sí lo distingan les dé igual y consideren que el sufrimiento de la población cubana no es importante. En cualquier caso, el autorretrato ya se lo han hecho.

Euskadi necesita otra huelga general

Quienes llevan la voz cantante en la coalición que crece en cada elección demuestran que de sensibilidad con los pueblos oprimidos van escasitos, en las tertulias de radio y televisión vascas las y los invitados pueden decir sin que nadie les rectifique que en Euskadi se recortan servicios sociales, y va el Eustat y saca un tuit impopular (después de la campaña, por supuesto, no vaya a ser que haga alguna interferencia): “La valoración de la vida propia (8,0), las Relaciones personales (7,5) y la Satisfacción con la vivienda y el entorno (7,2) superan la nota del 7”. Está claro que lo que necesita Euskadi es otra huelga general.

Al monstruo lo alimenta el PSOE

Es evidente que Pedro Sánchez vive mejor políticamente contra Abascal que contra Feijóo o Casado. Y que va a vivir todavía mejor contra Abascal y Alvise, a la vez. Lo que quiero decir lo expresa Fernando Garea mucho mejor que yo en su tuit: “El presidente del Gobierno juega al corto plazo de dividir a derecha y a ultraderecha pero comete un error grave del que nos acordaremos dentro de un tiempo al dar oxígeno a Alvise mencionándolo reiteradamente en el pleno del Congreso y antes en mítines. Hincha un globo peligroso”. Sí, el PSOE es el que alimenta al monstruo de la ultraderecha. Y sí, es una irresponsabilidad.

Siempre lo fue

Dice Juanma Lamet en X que “es de todo punto intolerable” que Vito Quiles, que ha ido en las listas de Alvise Pérez y que, por lo que cuentan, ejerce de jefe de prensa del ultra populista, siga acreditado como periodista en el Congreso. Tiene razón. En realidad, siempre fue intolerable que este agitador pudiera hacer preguntas a las y los diputados. ¿Quién lo consintió? La presidenta, Francina Armengol. ¿Por qué? Pues porque la extrema derecha es para el PSOE una oportunidad y la responsabilidad, algo que deben tener siempre los demás.

Lo inclusivo. Lo exclusivo

El comunicado de las y los periodistas parlamentarios ayer convivió con otro que lleva moviéndose en X desde el lunes, de “los periodistas de RNE”. Una carta “a quien corresponda” de la que me llaman poderosamente la atención las formas. El fondo ya nos lo sabemos de memoria a estas alturas: el funcionariado tira del carro mientras las y los gestores hunden el servicio. Si al funcionariado le sigue valiendo, dale, ¿no? Vuelvo a las formas: además de poner el aspersor, la carta renuncia al lenguaje inclusivo en la parte de “los profesionales” y en la de “los ciudadanos” con una facilidad que forma parte (o debería) ya de otro tiempo.

¿Perdón?

Sí, “perdón”, de eso habla Pedro Sánchez en su tuit después de que el congreso haya aprobado la ley de amnistía: “En política, como en la vida, el perdón es más poderoso que el rencor. Hoy España es más próspera y está más unida que en 2017. La convivencia se abre camino”. No creo que lo que pasó ayer en la cámara baja fuera de perdón, sino de justicia: es el reconocimiento del estado de que las penas impuestas fueron injustas y excesivas. Si Sánchez no lo tiene claro, ¿qué ha aprobado? ¿Cómo no va a echársele encima la oposición en el Congreso y también dentro de su propio partido?

La voz del PP

También después de la votación y aprobación en el congreso de esa amnistía, Isabel Díaz Ayuso se erigió en la voz de su partido, vía X: “La Amnistía es un engaño masivo, pura corrupción en favor de los que quieren romper España y llevar los males de la política catalana a todos. Frentismo, impunidad, atentado contra el Estado de Derecho, la división de poderes, supremacismo, abuso…”. ¿Esa es la opinión del PP? También anunció recursos de Madrid y todas las comunidades autónomas con presidentes de su partido. ¿Es decisión del PP? ¿Quién manda en el partido de Núñez Feijóo e Iturgaiz? ¿Y qué manda?

Y por supuesto, la campaña

La aprobación de la ley de amnistía durante una campaña electoral, por supuesto, ha servido a los diferentes partidos para manipular el sufrimiento de las personas que pueden ser amnistiadas: Vox, con su numerito. El PP, con sus pataletas. Pedro Sánchez, con su visión de la realidad impuesta a los demás. Y por supuesto, ERC, con un músculo independentistas que no levanta ningún peso: fue tal su torpeza en el Procés que, aun escondiéndose detrás de la figura de Puigdemont, los suyos acabaron saciando con cárcel la sed de venganza española. Ahora, Rufián anuncia un referéndum. Solo es un acto de campaña y más suya que de su partido.

Un poquito de vergüenza

Ahora que ha pasado un tiempo, estoy bastante seguro que la peor fase de la política española coincidió con Pablo Iglesias y Albert Rivera en activo. Nunca fue mayor la hipocresía y la mala educación. De hecho, las chiquilladas de Vox, intentando reventar la votación de la ley de amnistía, que denunciaba Aitor Esteban casi en directo en X, parecen cosa menor. Menor pero que suma: suma a una política española que no alza el vuelo después de aquel momento negrísimo en el que Podemos y Ciudadanos estaban en lo mejor. Una política española en la que urge una reflexión y una acción compartida para elevarla y revalorizarla.

Viva la madre que parió a Mendilibar

Si alguien no ha visto aún el vídeo en el que Mendilibar grita, en la celebración del título de su Olympiakos, “viva la madre que parió a todos los griegos”, antes de que su traductora lo pase a aquel idioma, que lo pida a su alrededor, que seguro que lo recibe rápidamente en algún grupo de WahstApp. José Luis Mendilibar se ha ganado decir lo que le dé la gana después de conseguir el primer trofeo continental de un club griego, y ser el sexto entrenador de toda la historia que logra dos títulos europeos seguidos. El de “Mendi” es el éxito de todas esas personas silenciosas, trabajadoras, buenas, que, por fin, ganan y sueltan un “¡joder!”.

No podemos infantilizar a la sociedad

Podemos y debemos hablar a la ciudadanía con claridad, desde los atriles durante la campaña y desde los medios cada día: si queremos la mejor sanidad y la mejor educación públicas, la Ertzaintza y las y los conductores de autobús mejor pagados, y viviendas de alquiler social como si no costaran, de algún sitio tendremos que sacar el dinero. Y no, la cotización del funcionariado y la espalda de las y los autónomos, no es la respuesta. Tampoco la deuda pública, que “supera por primera vez en la historia los 1,6 billones de euros” en España, según Vozpópuli. Necesitamos generar riqueza y mantener a las grandes empresas vascas.

No todo el mundo votó “cambio”

Me he quedado pasmado ante algunos análisis en Euskadi de los resultados electorales del domingo pasado: según interlocutores validados por los medios, hasta quienes votaron al PNV votaron por un cambio. ¿Seguro? Hay gente que sí sabe lo que cuestan las cosas, que las promesas al aire se las lleva el viento, y que tiene memoria y conciencia. Y son la mayoría: “El resultado en el País Vasco consolida la alianza entre el PSOE y el PNV”, escribía Mikel Segovia en El Independiente, destacando la perogrullada porque era necesario hacerlo en medio de un runrún que, incluso después del resultado electoral, sigue sonando.

La prepotencia

Después de conocer los resultados del 21-A, Aitor Esteban no pudo reprimirse en X… E hizo bien: “Podemos se pasó la campaña diciéndole a la ciudadanía vasca que ‘había que echar al PNV’.  Parece que al pueblo vasco le ha parecido mejor echar a Podemos de su parlamento: cero escaños”. La prepotencia de Pablo Iglesias y Pilar Garrido (Miren Gorrotxategi bastante ha tenido con defenderse) ha sido castigada por la sociedad vasca. Su ínfimo nivel político que les ha llevado de ganar las elecciones generales en 2016 a desaparecer del Parlamento en 2024, no es ya una opinión: es un hecho probado. Las lecciones se han acabado.

Cuatro años dan para mucho

Si Imanol Pradales consigue la lehendakaritza finalmente tendrá cuatro años por delante para consolidarse como lehendakari. Cuatro años en los que pueden pasar muchas cosas en política. Según el ritmo actual, podremos vivir dos o tres elecciones generales, además de unas municipales y forales, y las europeas de junio, por supuesto. Cristina Hernández recordaba el lunes que ese día se cumplían cinco años del debate electoral con Pablo Casado, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias. Solo han pasado cinco años y únicamente Sánchez sigue en política. Así es la democracia hoy: ritmo alto y ninguna certeza… Salvo que el PNV estará ahí.

El día de las librerías

Suelo coincidir con las opiniones de Juan Ignacio Pérez Iglesias (¿y quién no?), pero lo que tuiteó ayer me pareció especialmente acertado: “En el Día del Libro, salvo que no te quede más remedio, no compres en línea y, menos aún, en Amazon y similares. Que el Día del Libro sea también día de las librerías. Las librerías son focos de cultura, lugares de encuentro, espacios para la vida. Mantén vivas las librerías”. Desde que en casa leemos tres en vez de dos (y espero que dentro de poco lo hagamos cuatro), visitamos más librerías de segunda y primera mano. Un pequeño lujo (porque lo es) que no renunciamos a seguir dándonos.