Ayer entró en vigor la popularizada como “ley mordaza” y, con ella, los artículos sobre en qué consiste, como el de ‘El Confidencial’ (muy completo). Generalmente, este tipo de regulaciones no afecta a la mayoría de la población que no suele “meterse en líos”, pero esta revisión legislativa es universalmente peligrosa por su colección de prohibiciones y porque deja abierta la puerta a interpretaciones subjetivas sobre nuestro comportamiento ante las fuerzas de seguridad e, incluso, en manifestaciones legales.
¿Y de dónde viene?
David Bravo, con más de 420.000 seguidores en Twitter, tiene claro dónde está el origen de esta ley que a lo descrito en el primer párrafo hay que añadir la cuestión más grave: las multas no las impone un juez, sino quien acusa del delito. Según este abogado especializado en derecho informático y propiedad intelectual, la culpa es de aquellos que abrieron la puerta a la “Ley Sinde”, que fue pionera en liberar al juez de la toma de decisiones sobre las infracciones, y así lo hizo saber, con total contundencia, en la red social mencionada.
El recopago a la griega
En el momento en que escribí esta columna, el vendedor de zapatos británico que ha abierto una cuenta para que quien quiera recopague la deuda griega llevaba recaudados 800.000 € que habían aportado 47.000 personas. La idea, “by the people for the people” (“de la gente para la gente”) no está mal. De hecho, es exactamente la misma que llevamos años practicando en los rescates griego e irlandés, y en el que se hizo de facto en España. ¿O de dónde creen que sale el dinero que prestan los estados si no es de nuestros impuestos?
Alguien ha metido la pata en Grecia
Creo que el corresponsal de COPE en Bruselas, Miguel Sánchez, ha sido el que mejor ha resumido, con sorna, la actitud del gobierno griego: “Alexis Tsipras pide 29.000 millones y que le reestructuren la deuda a la vez. Un genio”. Esto sucedía solo unas horas antes de que el gobierno aceptara la oferta con la que justificaban la convocatoria de referéndum. Ante estos acontecimientos Tsipras y Varufakis parecen dos monos con pistolas que han puesto su “teoría de juegos” por encima de la realidad de la ciudadanía griega.
¿Participarías en un test de Facebook?
¿Y si ya los has hecho sin darte cuenta? ¿Acaso Facebook no se toma cada uno de nuestros “clicks” como si de un test para conocer nuestras tendencias de consumo? Según ‘The Atlantic’, la iniciativa de las fotos de perfil con el arcoiris que abandera la comunidad LGTB, podría servir a la gran red social para saber cuánto de permeables somos a las campañas y cuánto tiempo duran nuestras adhesiones (el tiempo que tardamos en poner otra foto de perfil).