El último Gudari

Ayer Euskadi despidió en Portugalete al último Gudari, José Moreno. Un hombre que empuñó las armas para defender la libertad y que luego luchó por su pueblo con la misma energía y hasta el último día, renunciando a la violencia. Un modelo a seguir, un eslabón importante de esa cadena que entre todos forjamos, una vida y unos escritos de los que aprender. Por Moreno y por todos los demás Gudaris de verdad no debemos permitirnos que los que han justificado lo injustificable se apropien ahora de esa palabra, de su historia y de nuestra realidad. Goian bego, José. Nos toca seguir tu camino.

Todo contra lo que luchó

Para mantener vivo el valioso legado de José Moreno y todos los demás Gudaris debemos combatir la violencia sobre nuestro pueblo (como la que han ejercido quienes llaman “gudaris” a terroristas), y a quienes no respetan ni nuestra libertad ni la de otras personas. Un ejemplo de enemigo al que debemos señalar por sus actos y sus actitudes es Bertín Osborne, que no merece ni aparecer en el mismo párrafo que Moreno, pero que lo hace por haber chuleado a las mujeres de palabra (en un último vídeo vergonzoso) y de obra, admitiendo agresiones en una antigua entrevista: “Sí, lo he hecho alguna vez”, (El Confidencial).

Necesitamos otro periodismo

Si algo necesitamos los periodistas es combatirnos a nosotros mismos. No estoy hablando de censurar a los que nos equivocamos (¡cómo no voy a incluirme en el montón de los que cometemos errores!), sino de denunciar a los que les da igual la profesión y la realidad, como Fonsi Loaiza, que se atreve a señalar como periodistas que rinden pleitesía a los compañeros que cubrieron unas declaraciones de Felipe VI agachados para que los cámaras pudieran tomar imágenes. Un “canutazo” de los de toda la vida aprovechado para sacar un tuit contra la monarquía (que me parece bien) pero sobre todo a favor de la popularidad del propio Loaiza.

¿Qué buscan?

Los nombres de Fonsi Loaiza o Alvise Pérez seguramente no les digan nada porque son “estrellas” de ese pequeño microcosmos que es la charca de Twitter. Fuera de ahí no son nadie pero van ocupando puestos gracias a tuits con más falsedades que verdades que, sobre todo, acarician el oído de sus masas de seguidores. Lo grave de Loaiza es que es profesor de periodismo. Lo de Alvise Pérez, látigo desde la extrema derecha con toques de xenofobia en sus tuits, es que es asesor de Toni Cantó, como recuerda Álvaro Cotobal en el hilo que ha dedicado a este “tuitstar” para que le conozcamos mejor.

¿Qué encuentran?

Otro que ha sido muy activo en Twitter y ha acabado con un cargo, mejor incluso que el de Alvise Pérez, es Pedro García Aguado. Lógico porque el nuevo director de Juventud de la Comunidad de Madrid además de tuitero es televisivo y eso, ya se sabe, sube el caché. No puedo juzgar aún su labor en el cargo ni quitaré capacidad a un personaje popular para gestionar (ahí está el astronauta Pedro Duque), pero su fichaje, con los antecedentes de Díaz Ayuso y su equipo, huele a acción mediática del nuevo PP y la nueva política de nombres en vez de ideas, trayectoria y capacidad.

¿Qué contracumbre?

Por supuesto, no me gustan todos los que se han reunido en Biarritz, empezando por Trump. También creo que si hubieran elegido otras fechas, fuera de agosto, los hoteles y restaurantes de la zona estarían más contentos. Sin embargo, como persona que vive de la política (aunque sea de comentarla), me ha parecido fascinante. Pero si algo no me gusta del movidón que se ja montado es que algunos lo hayan usado de excusa para el vandalismo y los destrozos. Si además los líderes de la “contracumbre” son el hijo de Josu Ternera y Arnaldo Otegi (el segundo, más stablishment que el propio Trump), ¿qué voy a opinar?

Más me preocupan estos

Para bien o para mal los líderes del G7 han sido todos elegidos por los votantes de cada uno de sus estados: Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, EE.UU., Canadá y Japón, y si controlan el mundo es porque ellos y sus predecesores han creado estados fuertes (salvo el caso de Italia, que parece más la nota de color). Más me preocupa el listado de El Confidencial de las familias más ricas del mundo, algunas con mucha cuota de poder, como la familia real saudí o los Koch, también vinculados al petróleo. Otras sagas, como la de los propietarios de Walmart o Mars, pueden condicionar nuestros hábitos de consumo.

Esto va en serio

Zapatero se negó a llamarlo crisis y la crisis nos acabó comiendo por los pies. Hoy, Pedro Sánchez (que por fin se reincorpora a su trabajo: lograr un gobierno) se niega a hablar de la recesión que viene y actúa como si no fuera a pasar nada mientras pospone miles de decisiones económicas con la amenaza de otras elecciones. Pero el peligro está ahí, los indicadores son negativos y los analistas son pesimistas: Alemania y EE.UU. avanzan datos preocupantes y la crisis global es hoy una probabilidad real. Además, como explican en El Blog Salmón, a Europa le quedan ya pocos mecanismos para mitigar los efectos.

Desigualdad real

Hemos hablado mucho de los horarios del fútbol en España, pero no de algo que me parece muy significativo: la noticia que hemos encontrado casi enterrada en la web de Sport (que por lo menos la ha publicado) de que los partidos de fútbol femenino de primera también estarán sujetos a unas condiciones de emisión, en este caso, por motivos completamente opuestos al del fútbol masculino. Los partidos de las chicas no podrán emitirse en el “prime time” (el que más tarde empiece en fin de semana lo hará a las 18:00) y ellas serán relegadas a horarios de juveniles o clubes de tercera, aunque sean de primera. Y esta desigualdad, ¿cómo la justifican?

Google siempre gana

Según Microsiervos (que tantos años después sigue publicando información interesante), más de la mitad de las búsquedas en Google se satisfacen desde el mismo buscador, sin necesidad de seguir un link: números de teléfono o datos puntuales que entresacamos de las descripciones de los enlaces nos resultan suficientes. ¿Qué significa eso? Que Google ya no genera tráfico a las webs que alojan el contenido y que su modelo de negocio ha variado sustancialmente: de ser el buscador que dirigía el tráfico a ser el «stopper» que lo detiene. El efecto que producirá con ello en los principales medios es que la «tasa Google» tiene más sentido que nunca.

Sí, nos estamos atontando

Cada vez tengo más claro que, por culpa de la tecnología, ya somos como los gordos en los asientos reclinables de la película de Wall-e: obesos mentales. Por suerte, de vez en cuando viene alguien y me refuerza ese pensamiento: Alberto Olmos cuenta en El Confidencial cómo en la película “El Gran Hackeo” ridiculizan la imagen del integrado digital al que Cambridge Analytica le ha robado los datos y le ha obligado a votar a Trump. Personas con alto nivel de gasto en tecnología (alguna absolutamente innecesaria) que culpan al manipulador mientras sigue cediendo información que, al final, no es tan importante.

Apple dice que ya no nos escucha

Y donde pone Apple podemos poner Microsoft, Google, Samsung, Facebook, Huawei, Amazon o cualquiera de esas marcas que suenan a superempresa tecnológica. Por si acaso, yo siempre actúo como si todas ellas me estuvieran espiando: con total naturalidad porque mi día a día no tiene nada especial. El caso es que la empresa de la manzana mordida ha emitido un comunicado anunciando que ya no van a escuchar las conversaciones que los usuarios tenían con Siri (el asistente de voz) y que grababan para controlar la calidad de ese producto. Ya. Seguro que era por eso y seguro no van a hacerlo más…

Esto es lo grave

Quien tenga la tecnología suficiente (empresas, pero también estados y, por supuesto, mafias) nos escucha y puede trazar cualquier camino que hayamos hecho por medio del GPS de nuestro móvil, la tarjeta de crédito o viendo nuestro Instagram. Así que no entiendo que nadie pueda prevenir las matanzas. Al contrario: por culpa de la tecnología (chats y tutoriales para utilizar un arma) estamos en un mundo cada vez más peligroso, radicalizado, informado para causar el máximo dolor posible y empoderado: 175 asesinatos en ocho años a manos de la extrema derecha, según The Guardian, no son ninguna broma.

Y esto, lo chusco

Les hablo ahora de una noticia en El Plural que se ha movido mucho esta semana y que me he resistido a traer a la columna porque parece que se basa en una única filtración interesada de una serie de hechos chuscos: la presidencia de la Junta de Andalucía ha corrido con muchos más gastos de desayunos, comidas y cenas desde el cambio de gobierno, que con Susana Díaz al frente. Son muchos más los asesores que ahora gastan de la cocina propia de San Telmo que, además, ha cesado el contrato con Mercadona y lo tiene ahora con el proveedor de Master Chef. ¿Es grave? No. Pero indica una forma de actuar “cortijesca”.

Navarra, un territorio vasco del sur

Navarra es uno de los territorios al sur de los Pirineos que componen Euskadi. Esta evidencia, negada por muchos y enterrada en la historia por quienes pueden, como toda realidad, es tozuda. La presencia del euskera, de la cultura propia e incluso de personajes vinculados al PNV, por mucho que le fastidie a Marhuenda y sus seguidores, son innegables: esta misma semana un hilo en Twitter recuperaba la figura de Fortunato Aguirre, profesor, miembro del NBB, alcalde de Lizarra, uno de los fundadores de Osasuna (además de la ikastola de su pueblo) y fusilado en el 36 por los golpistas y fascistas.

Lo de la extrema derecha va en serio

Hace años que lo tengo claro: si mi hija o mi hijo deciden dedicarse a la política tendrán enfrente a la extrema derecha europea. Y desde que empecé a vislumbrarlo no he encontrado ningún indicio que me lleve a pensar lo contrario. En España, Vox ya es una realidad y los discursos de sus socios cada vez se parecen más a los de Abascal, y no al revés. En Euskadi, los fascistas de siempre no van a menos. Y en Europa la amenaza es muy seria en Hungría, Polonia… O Alemania, donde ya han dejado de hablar de casos aislados para referirse a la violencia directa de los neonazis, según El Confidencial.

Una reina de su tiempo

Ya no vemos a Ana Obregón metiendo tripa en la orilla de alguna playa delante de los fotógrafos, ni a Marc Ostarcevic de blanco para resaltar su moreno, ni programan en Telecinco alguna gala desde Murcia, pero lo que no falla cada agosto es la foto de la familia real española, que se vestirán con la modernidad que quiera, pero se lleva toda la caspa que tenían los Obregón, Ostarcevic o Vasile. Mandanga veraniega de la buena es la que nos quieren colar los medios cortesanos, incluso cuando describen como si estuviera bien del look de 3.500 € que lucía Letizia Ortiz (Vozpópuli).

Harto de “lo colaborativo”

Desde el principio me pareció una milonga lo de “lo colaborativo” y, al final, ni AirBnb, ni Uber, ni ninguna plataforma que nacía con la excusa de usar la tecnología entre todos ha generado ningún beneficio a nadie salvo (1) a los empresarios y sus grandes accionistas, o (2) a quienes se han ahorrado alguna migaja mirando por otro lado ante el fraude fiscal o laboral. Glovo, que nacía para que pequeños emprendedores pudieran enriquecerse haciendo de “riders” (más bonito así que hablar de esclavismo en el siglo XXI) ya va recibiendo lo suyo: un juzgado de Asturias reconoce la existencia de una relación laboral.

Sí, estas son las cifras

Esta temporada empezaré a hablarles de algo que viene: los eSports o los videojuegos emitidos en directo y narrados, donde hay auténticas estrellas. Estrellas que ganan más de 3 millones de dólares por un campeonato de Fortnite con 16 años, como Kyle Giesdorf, alias “Bugha”, o como Tyler “Ninja” Blevins, que habría fichado por la plataforma de Microsoft, Mixer, por 80 millones de dólares. No son cifras de juguete, los “streamers” no son simples “matamarcianos” ni tampoco cualquier jugador es de esta élite igual que no todos los chavales que pegan patadas a un balón son futbolistas.

Y China, al acecho

La dictadura China ha sido muy hábil: ha sabido blanquear su imagen en el mundo cuando era proveedor de tecnología a grandes empresas del planeta, y ahora se aprovecha de ese lavado de cara para vendernos su tecnología. Tecnología que es más de lo que aparenta: Huawei o Xiaomi no son solo alternativas a Apple o Samsung, como sugieren en Xataka, son terminales que permiten a una potencia ubicarse para desarrollar preferentemente el 4G y a una dictadura controlarlo todo en un mundo en el que, convénzanse, todo lo que imaginemos es ya posible por medio de satélites, cables y smartphones.

Es de justicia

A veces, Euskadi va por delante de otros países de su entorno y otras veces, va por detrás, como cualquier otro país evolucionado que intentan mejorar pese a las dificultades. Hoy nos toca estar orgullosos porque el Gobierno Vasco contempla en sus presupuestos una partida para las víctimas de abusos policiales, siguiendo con su política de reconocimiento a todas las personas que han sufrido la violencia sin observar su origen. Es de justicia, no hay más. Y este acto de justicia no es incompatible con el respeto a las fuerzas de seguridad, digan lo que digan los oportunistas (e injustos).

Otegi comete una injusticia

A igual vulneración de derechos, igual reparación. Pero algunos no han vulnerado los mismos derechos, por eso Arnaldo Otegi es profundamente injusto cuando afirma que “hay 250 presos de ETA y habrá 250 recibimientos en sus pueblos” (El Independiente), para empezar, porque los 250 presos de ETA no han cometido los mismos delitos. De hecho, no es lo mismo recibir con una fiesta a quien mantuvo secuestrado a Ortega Lara que a él mismo por el caso Bateragune. Para entenderlo solo hay que abrir un poco la ventana y dejar que la sensibilidad ilumine el discurso de filas prietas.

Lo que es Twitter

El texto de David Bollero en Público sobre cómo Twitter le ha cerrado el acceso a su cuenta es de los que hay que leer, no por el caso particular, sino para refrescar lo que son las redes sociales, en general: un negocio, sí, en el que el contenido lo regalamos los usuarios para generar la atención de otros usuarios en una web en la que, entre tuit y tuit, post y post, foto y foto, los propietarios meten publicidad. Ese contenido, claro, hay que regularlo (pero por lo que dirán los anunciantes, no por lo que dicen los usuarios), y los mecanismos que activan las empresas son arbitrarios e injustos.

Los dueños del fútbol

En las asociaciones anónimas deportivas es más fácil saber quién es el propietario en función del accionariado. En los clubes, el tema se complica. Pero ni con un formato ni con otro las directivas parecen controlar el futuro inmediato de los equipos: los horarios de los partidos los dicta una entidad y puede corregirla otra diferente en base a la decisión de una jueza. Todo esto, para que a diez mil kilómetros de distancia alguien vea un Athletic-Osasuna (porque Barça y Madrid apenas juegan los domingos a las 12:00). En medio de este embrollo, solo el Real Madrid accede a no jugar en lunes y viernes.

Las intrahistorias

No recordaba su nombre pero sí su rol: Martin Selmayr, la mano derecha de Juncker en Bruselas, parece que cae en desgracia para alborozo de los muchos enemigos que se ha ganado en sus años como hombre duro de la política comunitaria. En El Confidencial hacen un interesante relato sobre el personaje, su trayectoria y su final, que sirve también para retratar lo que es ese monstruo político, la Unión Europea, tan fascinante como necesaria, tan maquiavélica como importante. Ya saben que estas “intrahistorias” me resultan irresistibles, también como lectura de verano.