La guindalera

La columna va hoy, casi en su totalidad, de periodistas y medios. Prefiero dejarlo claro al principio para que quien lleve mal el corporativismo se ponga a leer otro contenido en DEIA. Empiezo por esta reflexión de Lourdes Pérez en Twitter: “‘Esperaba de Urrutikoetxea un discurso más conciliador que el de la entrevista’, dijo ayer Évole en el pase de su película en Donostia. ‘Josu Ternera’ y conciliador en la misma frase. No sabemos, o no queremos saber, con quién nos jugamos la verdad de lo que nos pasó”. No critico la peli porque no la he visto, pero sí el punto de partida de un entrevistador al que todos sus diálogos le dan la razón.

¡A la mierda!

El País lo ha contado mejor que nadie: “La ‘foodificación’” es eso “que sufren los destinos vacacionales, con una oferta culinaria cada vez menos identitaria, más estandarizada y cara que ahuyenta al vecino y precariza el mercado de trabajo en la hostelería”. Soy un defensor convencido de la hostelería de parroquia, de ese bar en el que puedes comer aunque te hayas dejado la cartera en la chaqueta de ayer porque vas casi a diario. Pero aborrezco con todas mis fuerzas las mierdas para turistas cuando viajo y, especialmente, en mi ciudad. Y no, la culpa no es del turista (que somos todas y todos), sino de esa hostelería. Hablemos claro.

“Libertad”

El PP hizo suya la “libertad” y parece que ahora van a por la “igualdad”. Significativamente, las y los de Núñez Feijóo y Díaz Ayuso son quienes abanderan la libertad pero para lo suyo, como decía Jaurma. Porque la libertad de prensa no les parece ya tan bien: “Un grupo de manifestantes increpa a un equipo de RTVE en la manifestación del PP contra la amnistía: ‘¡A prisión!’”, es la noticia de El Mundo que ha llegado a la portada de Menéame. Es gracioso que quienes abrazan la libertad están en contra de la de algunas y algunos políticos y quieran privar de ella a periodistas del ente público. Con esto Ignaitius Farray te hace un programa de radio.

Va a ser que no

Entiendo el subidón de estar delante de miles de personas, entiendo la presión de Díaz Ayuso y Aznar, entiendo que un político gallego del PP tenga como referente a Rajoy, pero no entiendo que Núñez Feijóo sea tan torpe en sus alocuciones: “Acusa a Pedro Sánchez y a sus socios de ‘indignidad’ y de ‘fraude’ electoral” (El Independiente). Hoy los socios de Sánchez son todos los partidos del Parlamento salvo Vox, UPN y Coalición Canaria. Es decir: el PP está condenado a entenderse con ellos más adelante y acusarles de esa manera no parece una idea brillante. Por no hablar de que no hay nada más indigno que contar con la extrema derecha.

El circo

Este tuit de Antonio Agredano, uno de los periodistas que mejor escriben en castellano, define muy bien nuestro día a día, la cotidianeidad contemporánea: “Qué borrachera de egos y redes sociales y qué mala va a ser la resaca”. La acción política y la periodística parece hoy solo la antesala del tuit que busca fortuna. Me aburre y decepciona ver a políticas, políticos y periodistas buscar esa atención tuitera con un juego de palabras, una crítica fácil o un pantallazo junto a un comentario agresivo. Ojalá todas y todos los que colaboramos en este circo hiciéramos nuestro número en la pista que nos corresponde. Y punto.

El casi perfecto trumpismo de Otegi

Connivencia con grupos violentos: check. Una horda de trolls en Twitter para atacar a quien señala sus contradicciones: check. Causas con la justicia que asegura que son fruto de una persecución política: check. Posverdad: check. Gusto por las fake-news: check. Y ahora, los medios más conservadores aupándolo a la presidencia: check. El trumpismo de Arnaldo Otegi es ya perfecto. O casi. Solo le falta negar los resultados electorales si no le gustan y broncearse hasta parecer un risketo. Pero estoy seguro de que a tanto no llegará. Lo suyo es más el blanqueamiento y, a los resultados me remito, le sienta muy bien.

No tienen ni idea pero sí tienen bastante

El entorno del PP no tiene ni idea de Euskadi ni le importa lo que somos. Si no, no habrían intentado coaccionar al PNV señalando a Otegi como el próximo lehendakari, a voluntad de Pedro Sánchez, vía El Mundo. La verdad es que partido y medio pueden dar cera a quien quieran y por lo que les dé la gana, con el punto de vista que sea. Pero no es menos cierto que el PP y su entorno parece que bastante tiene con lo suyo: “La Guardia Civil investiga una trama que implica al PP de Andalucía: ‘Cajas fuertes en el armario’ y ‘dinero en sobres y bolsas’. ‘Monedas y billetes… El dinero defraudado se lo repartían’” (El Plural).

Una derrota

Hoy escucharemos palabras en euskera, catalán y gallego en el congreso de las y los diputados. Quienes las pronuncien no lo harán como un acto de rebeldía, sino con pleno derecho (aunque la ley se apruebe después). Y a mí esto me parece mal, profundamente mal. Porque el euskera y el catalán no son lenguas españolas, por muy cooficiales que sean (otra concesión del estado magnánimo), y por lo tanto no tienen por qué sonar en las instituciones españolas. Creo que hoy es un buen día, sobre todo, para quienes tienen ese rollito progre y amable con las y los pueblerinos. Y para las empresas de traducción, por supuesto.

No, no es un juego de poder

Se equivocan quienes toman la política como un juego de poder. La política es todo lo contrario: es un acto de generosidad, de reconocimiento de quien está enfrente, representando a personas que le han votado porque piensan diferente a una o uno mismo. Así que no entiendo los juegos de tronos que algunos se resisten a abandonar: “Podemos apuesta todas sus fichas en la casilla de Irene Montero” (El Diario). Podemos se equivoca porque Sánchez y Díaz pueden pactar un reparto de ministerios que incluya a Igualdad en la parte socialista del gobierno, y dar a Belarra, Montero e Iglesias, con un canto en los dientes.

Un tonto con dinero

No es listo quien reclama un 50% de paro para que las y los asalariados rindan pleitesía a las y los empresarios, si tiene una agencia inmobiliaria. Con un 50% de paro, ¿quién puede acceder a una vivienda? ¿En qué condiciones? ¿Qué puede pagar una familia por un alquiler? Ahora Tim Gurner, que fue el que reclamó en público ese “dolor” en las economías personales, se ha visto obligado a retractarse en Linkedin parcialmente, pues insiste en que la relación empresa-trabajador y trabajadora tiene que cambiar (en beneficio de la patronal, por supuesto). Tendrá dinero, y miles de seguidores en Linkedin, pero nadie le ha ganado a tonto.

Sánchez ha desactivado el independentismo

Supongo que para el PP es un alivio enfilar ya la última semana de campaña sabiendo que el PSOE, finalmente, no va a utilizar la baza de haber desactivado el “independentismo” de Bildu y ERC porque eso implica reconocer que Sánchez ha pasteleado (porque no ha negociado, ha pasteleado) con ambos partidos durante toda la legislatura. Pero lo cierto es que para esa España que no soporta más nacionalismo que el suyo Sánchez lo ha hecho bien: Bildu y ERC han renunciado hasta al autonomismo, aprobando leyes sin mirar si invadían competencias, como han demostrado desde PNV, Junts, CUP y BNG votando en contra.

Cada día, más lejos

El bloqueo de “Ertzainas en lucha” al tráfico en Bilbao es una nueva muestra de cómo a este colectivo le falta calle. Me refiero a calle sin uniforme y sin gomina: muchas y muchos agentes viven en una burbuja, no tienen ni idea de a quién molestan, no saben a quién se deben. Es tan evidente su confusión que no saben (en este movimiento asindical pero no sin objetivos, y en los sindicatos) ni quiénes son sus enemigos ni quiénes han estado siempre a su lado. Si los sindicatos piden que no pensemos que todos son iguales, que hagan el ejercicio de separarse de quien busca un bloqueo que va más allá del tráfico.

Pablo, ¿estás bien?

Lo he leído media docena de veces y creo que sé lo que quiere decir Pablo Iglesias pero porque es lo mismo que ha dicho siempre, no porque se haya expresado con claridad: “Sin poder mediático, las izquierdas seremos sólo el resultado de la traducción electoral eventual de las contradicciones sociales del sistema económico que no siempre tienen que tener una solución progresista”. Luego dirán que a Podemos no supimos entenderlo o que no vemos Canal Red tanto como debiéramos. Pero, ¿cómo vamos a hacerlo si no sabemos quién manda en el partido morado ni qué dice el gurú del nuevo medio?

Ni incompetencia, ni complot

El domingo votaré presencialmente y he animado a quien ha querido escucharme a que lo haga. No porque piense que en Correos sean incompetentes, que no lo pienso. Ni porque crea que haya algún plan maquiavélico de la dirección o los mandos intermedios a favor del PSOE, que tampoco lo creo. Sino porque el sistema es farragoso y cometen errores, para empezar, quienes quieren votar con su mayor convencimiento por correo: “Correos almacena 350.000 papeletas devueltas por no encontrar al votante en casa”. Y pueden ponerse algunos tan estupendos como quieran, que con esto también contaba Pedro Sánchez.

Gracias por tanto

Me enteré del fallecimiento de Francisco Ibáñez por un tuit de la persona con la que, seguramente, más haya hablado de tebeos en mi vida. De tebeos, no de cómics. Y me causó una gran tristeza. Después vi algunos homenajes como el de El Mundo Today y me fui alegrando melancólicamente, y solo pude rendirme ante Pedro Duque cuando afirmó que el genial dibujante había logrado que varias generaciones leyésemos por gusto. Hoy lo hace mi hija, a la que oigo reírse de vez en cuando mientras lee en silencio mis viejos tebeos de Mortadelo y Filemón. Yo solo puedo añadir: gracias por tanto, Ibáñez.

Huelga, manifestación y «PNV, cabrón»

Vuelve la campaña y regresan las manifestaciones: Aitor Esteban sufrió una durante la presentación de su programa y frente a Sabin Etxea la de turno dejó ruido y suciedad. Pero no debemos decir que hay una estrategia electoral detrás: es simple casualidad, claro. La realidad fuera de la pancarta es mucho menos conveniente para quienes creen que un país próspero merece ser el que más huelgas sufre de toda Europa: Sánchez anuncia una ley sanitaria para garantizar una operación en menos de cuatro meses y que te atienda un especialista en menos de 60 días. Y en Euskadi la media de las operaciones es de 66 días y del especialista, 48.

La1 es menos mala

Para Sortu en Nafarroa es mejor ver el txupinazo en La1 que en ETB1: así lo mostraron colocando pantallazos de la televisión pública española en su tuit mientras el ente vasco hacía la misma emisión (yo sí lo vi en ETB1, por cierto). Están en su derecho, como quien ve las campanadas con Ana Obregón o Cristina Pedroche, pero también lo estamos nosotros de recomendar que se guarden sus lecciones de cómo se defiende lo vasco, empezando por el idioma. Lo cierto es que la izquierda abertzale cada vez hace más bandera de la izquierda y menos de lo abertzale. También están en su derecho: eligen Obregón y Pedroche.

La friki

Hacía tiempo que no disfrutábamos de un friki o una friki de la política. La política española se había convertido en una cosa para hombres que se la tomaban muy en serio mientras daban un poco de risa a veces. Pero esta vez sí contamos con una friki genuina: Macarena Olona, que ha empezado su campaña en un puticlub tirando aparentemente del mito fácil: “Es un lugar habitual para los políticos” (República). Pero más bien tira con bala: “Les van a pitar los oídos a todos aquellos que van de cristianos ejemplares”. La España del Larios con Coca-Cola. Ojalá Macarena siga contándonos más cosas de Vox.

El verde de la vergüenza

El desinfectante verde que algunos “activistas” utilizan para atacar a personas de la prensa o la abogacía que no alaban las bondades del Kremlin, además de peligroso para la integridad de quien es atacada, es una muestra de vergüenza, sobre todo, para el atacante. Pero, claro, decir esto desde Euskadi es lo fácil: lo difícil es lo que hace la abogada Elena Ponomareva, la última agredida y señalada, como denuncia Xavier Colás (corresponsal de El Mundo en Rusia, que sabe lo que hay). Lo inexplicable es que a la misma distancia haya quienes justifican esta persecución fascista, estos ataques cobardes o sus motivaciones.

Difícil de justificar

No es justificable que se haya disparado el número de bajas en la Ertzaintza durante la celebración del Tour. De hecho, es criticable  desde la política que gestiona, desde los medios que observamos, como la ciudadanía, atónitos, y también desde el cuerpo. ¿Por qué tiene que llevarse la mala fama también quien sí trabajó? ¿Por qué tenemos que hacer el esfuerzo los de fuera para no mezclar, para diferenciar, si quienes están dentro amparan de la misma manera a todos? Lo de que “cuando llueve estamos bajo la lluvia” como explicación, que señalaron en Gara y llegó a la portada de Menéame es, simplemente, definitorio.

Cada día, menos Athletic

No iba a escribir sobre la última decepción vivida como socio del Athletic. El fútbol es así. Dejémoslo. Pero esto no va de fútbol, esto va de lo que somos: cada día, menos Athletic. Cada día, menos Bilbao. Ya, ni llueve. El hecho de que un extremo prometedor de 20 años salido de nuestra cantera, hermano pequeño del primero en años que firmó un largo contrato, haya recibido tanto acoso, tanto “hate”, como para borrar su identidad digital es una muestra dolorosa pero real de lo que nos pasa. No nos va a reconocer nadie en solo unos años. Mucha “herri harmaila”, mucho Twitter, pero poco de nosotros. Casi nada.

Lo que necesita leer Yolanda Díaz

Este titular en El Independiente es justo el que necesitan leer en Sumar: “La candidata de Podemos en Asturias denuncia amenazas de expulsión tras respaldar a Yolanda Díaz”. Las y los de Pablo Iglesias, Ione Belarra e Irene Montero buscan culpables entre quienes expulsaron de Podemos y hasta en el PSOE, pero siguen siendo incapaces de hacer una autocrítica: si con las y los laminados y las y los rebotados de Podemos se pueden hacer hasta quince partidos y un movimiento que los aglutine y acabe arrinconando a una dirección atrincherada, una reflexión es, cuando menos, necesaria. Por lo menos, para no insistir en los errores.

Cómo ganar muchísimo dinero

Para ganar muchísimo dinero, tanto como para acabar siendo la persona más rica del mundo, hace falta, para empezar, mucho dinero. Con mucho dinero, Elon Musk creó una criptomoneda. Con mucho dinero, Elon Musk consiguió la atención de millones de personas. Con esa criptomoneda y esa atención, logró inflar el precio de ese valor por medio de tuits y una entrevista en Saturday Night Live, y después, dejó que la moneda decayese. De eso le acusan quienes le reclaman hasta 258.000.000.000 dólares (sí, hay nueve ceros). En Independent mencionan también “el esquema piramidal” que montó y del que se benefició.

Y lo ha vuelto a hacer

El pasado martes empezamos a ver la cara de un perro mientras se cargaba Twitter. El popular icono del pajarito azul se había convertido en el de Dogecoin, la criptomoneda de la que Musk infló el precio y por la que ahora tiene una denuncia milmillonaria. Lo significativo es que la simple aparición del logo en la red social que compró Elon disparó el precio de la criptomoneda, otra vez. Con ello, el dueño de todo seguramente pretendía demostrar que él no es responsable del efecto llamada, pero creo que logró justo lo contrario. También logró que el valor de su cripto se disparase. Y de paso, demostrar lo absurda que es esa inversión.

Un debate interesante

Entiendo (o quiero creer) que lo que han hecho en El Mundo es un experimento. Un periódico que ha cuidado tanto la fotografía y el diseño en sus páginas solo ha querido ser el primero en llevar a la portada una foto imposible que solo una inteligencia artificial podía generar: la de Pablo Iglesias junto a Yolanda Díaz, ambos sonrientes. El debate me parece interesante: doy por perdido el género informativo para los seres humanos, pero el análisis, las crónicas y hasta las columnas, como la fotografía de lo que sucedió, siguen pareciendo insustituibles. Escribo esto en la Semana Santa de 2023, ¿cuánto tardará un software en quitarme la razón?