Sánchez ha desactivado el independentismo

Supongo que para el PP es un alivio enfilar ya la última semana de campaña sabiendo que el PSOE, finalmente, no va a utilizar la baza de haber desactivado el “independentismo” de Bildu y ERC porque eso implica reconocer que Sánchez ha pasteleado (porque no ha negociado, ha pasteleado) con ambos partidos durante toda la legislatura. Pero lo cierto es que para esa España que no soporta más nacionalismo que el suyo Sánchez lo ha hecho bien: Bildu y ERC han renunciado hasta al autonomismo, aprobando leyes sin mirar si invadían competencias, como han demostrado desde PNV, Junts, CUP y BNG votando en contra.

Cada día, más lejos

El bloqueo de “Ertzainas en lucha” al tráfico en Bilbao es una nueva muestra de cómo a este colectivo le falta calle. Me refiero a calle sin uniforme y sin gomina: muchas y muchos agentes viven en una burbuja, no tienen ni idea de a quién molestan, no saben a quién se deben. Es tan evidente su confusión que no saben (en este movimiento asindical pero no sin objetivos, y en los sindicatos) ni quiénes son sus enemigos ni quiénes han estado siempre a su lado. Si los sindicatos piden que no pensemos que todos son iguales, que hagan el ejercicio de separarse de quien busca un bloqueo que va más allá del tráfico.

Pablo, ¿estás bien?

Lo he leído media docena de veces y creo que sé lo que quiere decir Pablo Iglesias pero porque es lo mismo que ha dicho siempre, no porque se haya expresado con claridad: “Sin poder mediático, las izquierdas seremos sólo el resultado de la traducción electoral eventual de las contradicciones sociales del sistema económico que no siempre tienen que tener una solución progresista”. Luego dirán que a Podemos no supimos entenderlo o que no vemos Canal Red tanto como debiéramos. Pero, ¿cómo vamos a hacerlo si no sabemos quién manda en el partido morado ni qué dice el gurú del nuevo medio?

Ni incompetencia, ni complot

El domingo votaré presencialmente y he animado a quien ha querido escucharme a que lo haga. No porque piense que en Correos sean incompetentes, que no lo pienso. Ni porque crea que haya algún plan maquiavélico de la dirección o los mandos intermedios a favor del PSOE, que tampoco lo creo. Sino porque el sistema es farragoso y cometen errores, para empezar, quienes quieren votar con su mayor convencimiento por correo: “Correos almacena 350.000 papeletas devueltas por no encontrar al votante en casa”. Y pueden ponerse algunos tan estupendos como quieran, que con esto también contaba Pedro Sánchez.

Gracias por tanto

Me enteré del fallecimiento de Francisco Ibáñez por un tuit de la persona con la que, seguramente, más haya hablado de tebeos en mi vida. De tebeos, no de cómics. Y me causó una gran tristeza. Después vi algunos homenajes como el de El Mundo Today y me fui alegrando melancólicamente, y solo pude rendirme ante Pedro Duque cuando afirmó que el genial dibujante había logrado que varias generaciones leyésemos por gusto. Hoy lo hace mi hija, a la que oigo reírse de vez en cuando mientras lee en silencio mis viejos tebeos de Mortadelo y Filemón. Yo solo puedo añadir: gracias por tanto, Ibáñez.

Huelga, manifestación y «PNV, cabrón»

Vuelve la campaña y regresan las manifestaciones: Aitor Esteban sufrió una durante la presentación de su programa y frente a Sabin Etxea la de turno dejó ruido y suciedad. Pero no debemos decir que hay una estrategia electoral detrás: es simple casualidad, claro. La realidad fuera de la pancarta es mucho menos conveniente para quienes creen que un país próspero merece ser el que más huelgas sufre de toda Europa: Sánchez anuncia una ley sanitaria para garantizar una operación en menos de cuatro meses y que te atienda un especialista en menos de 60 días. Y en Euskadi la media de las operaciones es de 66 días y del especialista, 48.

La1 es menos mala

Para Sortu en Nafarroa es mejor ver el txupinazo en La1 que en ETB1: así lo mostraron colocando pantallazos de la televisión pública española en su tuit mientras el ente vasco hacía la misma emisión (yo sí lo vi en ETB1, por cierto). Están en su derecho, como quien ve las campanadas con Ana Obregón o Cristina Pedroche, pero también lo estamos nosotros de recomendar que se guarden sus lecciones de cómo se defiende lo vasco, empezando por el idioma. Lo cierto es que la izquierda abertzale cada vez hace más bandera de la izquierda y menos de lo abertzale. También están en su derecho: eligen Obregón y Pedroche.

La friki

Hacía tiempo que no disfrutábamos de un friki o una friki de la política. La política española se había convertido en una cosa para hombres que se la tomaban muy en serio mientras daban un poco de risa a veces. Pero esta vez sí contamos con una friki genuina: Macarena Olona, que ha empezado su campaña en un puticlub tirando aparentemente del mito fácil: “Es un lugar habitual para los políticos” (República). Pero más bien tira con bala: “Les van a pitar los oídos a todos aquellos que van de cristianos ejemplares”. La España del Larios con Coca-Cola. Ojalá Macarena siga contándonos más cosas de Vox.

El verde de la vergüenza

El desinfectante verde que algunos “activistas” utilizan para atacar a personas de la prensa o la abogacía que no alaban las bondades del Kremlin, además de peligroso para la integridad de quien es atacada, es una muestra de vergüenza, sobre todo, para el atacante. Pero, claro, decir esto desde Euskadi es lo fácil: lo difícil es lo que hace la abogada Elena Ponomareva, la última agredida y señalada, como denuncia Xavier Colás (corresponsal de El Mundo en Rusia, que sabe lo que hay). Lo inexplicable es que a la misma distancia haya quienes justifican esta persecución fascista, estos ataques cobardes o sus motivaciones.

Difícil de justificar

No es justificable que se haya disparado el número de bajas en la Ertzaintza durante la celebración del Tour. De hecho, es criticable  desde la política que gestiona, desde los medios que observamos, como la ciudadanía, atónitos, y también desde el cuerpo. ¿Por qué tiene que llevarse la mala fama también quien sí trabajó? ¿Por qué tenemos que hacer el esfuerzo los de fuera para no mezclar, para diferenciar, si quienes están dentro amparan de la misma manera a todos? Lo de que “cuando llueve estamos bajo la lluvia” como explicación, que señalaron en Gara y llegó a la portada de Menéame es, simplemente, definitorio.

Cada día, menos Athletic

No iba a escribir sobre la última decepción vivida como socio del Athletic. El fútbol es así. Dejémoslo. Pero esto no va de fútbol, esto va de lo que somos: cada día, menos Athletic. Cada día, menos Bilbao. Ya, ni llueve. El hecho de que un extremo prometedor de 20 años salido de nuestra cantera, hermano pequeño del primero en años que firmó un largo contrato, haya recibido tanto acoso, tanto “hate”, como para borrar su identidad digital es una muestra dolorosa pero real de lo que nos pasa. No nos va a reconocer nadie en solo unos años. Mucha “herri harmaila”, mucho Twitter, pero poco de nosotros. Casi nada.

Lo que necesita leer Yolanda Díaz

Este titular en El Independiente es justo el que necesitan leer en Sumar: “La candidata de Podemos en Asturias denuncia amenazas de expulsión tras respaldar a Yolanda Díaz”. Las y los de Pablo Iglesias, Ione Belarra e Irene Montero buscan culpables entre quienes expulsaron de Podemos y hasta en el PSOE, pero siguen siendo incapaces de hacer una autocrítica: si con las y los laminados y las y los rebotados de Podemos se pueden hacer hasta quince partidos y un movimiento que los aglutine y acabe arrinconando a una dirección atrincherada, una reflexión es, cuando menos, necesaria. Por lo menos, para no insistir en los errores.

Cómo ganar muchísimo dinero

Para ganar muchísimo dinero, tanto como para acabar siendo la persona más rica del mundo, hace falta, para empezar, mucho dinero. Con mucho dinero, Elon Musk creó una criptomoneda. Con mucho dinero, Elon Musk consiguió la atención de millones de personas. Con esa criptomoneda y esa atención, logró inflar el precio de ese valor por medio de tuits y una entrevista en Saturday Night Live, y después, dejó que la moneda decayese. De eso le acusan quienes le reclaman hasta 258.000.000.000 dólares (sí, hay nueve ceros). En Independent mencionan también “el esquema piramidal” que montó y del que se benefició.

Y lo ha vuelto a hacer

El pasado martes empezamos a ver la cara de un perro mientras se cargaba Twitter. El popular icono del pajarito azul se había convertido en el de Dogecoin, la criptomoneda de la que Musk infló el precio y por la que ahora tiene una denuncia milmillonaria. Lo significativo es que la simple aparición del logo en la red social que compró Elon disparó el precio de la criptomoneda, otra vez. Con ello, el dueño de todo seguramente pretendía demostrar que él no es responsable del efecto llamada, pero creo que logró justo lo contrario. También logró que el valor de su cripto se disparase. Y de paso, demostrar lo absurda que es esa inversión.

Un debate interesante

Entiendo (o quiero creer) que lo que han hecho en El Mundo es un experimento. Un periódico que ha cuidado tanto la fotografía y el diseño en sus páginas solo ha querido ser el primero en llevar a la portada una foto imposible que solo una inteligencia artificial podía generar: la de Pablo Iglesias junto a Yolanda Díaz, ambos sonrientes. El debate me parece interesante: doy por perdido el género informativo para los seres humanos, pero el análisis, las crónicas y hasta las columnas, como la fotografía de lo que sucedió, siguen pareciendo insustituibles. Escribo esto en la Semana Santa de 2023, ¿cuánto tardará un software en quitarme la razón?

¿Por qué lo permitimos?

El gobierno de Irán ha demolido la casa familiar de Elnaz Rekabi, la deportista que escaló sin velo en una competición en Corea del Sur, que estuvo desaparecida y que después salió a decir que se le había caído y con los nervios no se lo había podido poner antes de que empezara su turno. Es una noticia terrible que da medida del terror que impone la dictadura islámica. Y es una práctica, sin embargo, que no resulta novedosa: Israel derriba las casas familiares de palestinos, desde quienes se inmolan a quienes son detenidos por cuestiones arbitrarias. Este es el mundo no solo que hemos creado, sino que permitimos día a día.

Rufián solo hace política

No soy yo el fan número de uno de Gabriel Rufián, precisamente, pero creo que no hay nada reprochable en que haya admitido que negoció la reforma del delito de sedición a cambio de apoyar los PGE. En eso consiste la política, precisamente. Y en España en vez de rasgarse las vestiduras deberían de hacer una autocrítica. Primero, mal quienes se sorprenden ahora y se hacen cruces, en un gesto exagerado e innecesario. Y mal también quien no permite negociar estas cosas si no es en el marco de los PGE. No son los catalanes ni los vascos quienes estamos sacando tajada política: son los que diseñan el presupuesto quienes lo hacen.

¿Cuál es el problema?

Cuando vi que El Mundo había publicado una entrevista con Carlos Navarro, el concursante de Gran Hermano en busca y captura por no presentarse voluntariamente para entrar en la cárcel y cumplir su condena por malos tratos a su mujer, su hija y su hijo, sentí una punzada de envidia. Ellos lo habían logrado. Cuando vi que en Twitter, especialmente, pero también en algunos digitales, había críticas duras por darle voz, pensé que mi envidia profesional era una miniatura. ¿Cuál es el problema si en ninguna pieza se justifica a “El Yoyas”? El mismo que analizaba la actualidad con Jordi Évole en, Salvados, La Sexta, por cierto.

Creo que vamos ganando la guerra

A Rusia le ha dolido mucho el tope al precio de su petróleo que ha impulsado la Unión Europea. Lo sabemos por lo mucho que está pataleando y amenazando. Y esa es una buena señal: estamos ganando la guerra. Es necesario recordar que el petróleo no baja más porque la OPEP ha decidido bajar la producción y mantener el precio, en su larga tradición de extorsión al Mundo, pero la realidad es que cada vez somos menos dependientes del combustible fósil y por eso la Unión, con tino, ha decidido hacer la jugada. Cada paso que debilite a Putin o le haga revolverse es un paso en la dirección correcta. Quienes titubean que se hagan a un lado.

Lo segundo es lo primero

Entre la competición y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Entre los valores occidentales y el dinero, Cristiano Ronaldo ha elegido el dinero. Puede hacerlo, se lo ha ganado siendo uno de los mejores futbolistas en activo, pero también deja claro de qué madera está hecho, y no es una madera noble: los saudíes le pagarán cien millones por jugar en su pobrísima liga y otro tanto por las campañas de promoción. Quien dice “promoción” puede decir también “blanqueo”, claramente: lo estamos viendo en Qatar. Cristiano Ronaldo podía haberse retirado bien, aplaudido y respetado. Ha elegido el dinero.

Irán quiere ejecutar a manifestantes

No podemos mirar para otro lado pero, ¿debemos hacer algo? ¿Qué? ¿Intervenir? ¿Quién? ¿En nombre de qué, en nombre de quién? Como sea, pero no podemos permitir que un gobierno imponga su terror a la ciudadanía: lo hace Irán, cuyo parlamento, si es que se le puede llamar así, propone aplicar la pena de muerte a las y los manifestantes que han sido detenidos durante las protestas después del asesinato de Mahsa Amini. Tenemos que ayudar a esas personas cuya vida depende ahora de la voluntad de su gobierno de escarmentar a quien quiera hacerle frente. Si no lo hacemos nuestra civilización no tendrá sentido.

La que ha liado Musk

Cobrar ocho dólares al mes por una verificación casi idéntica a la que antes de la compra de Musk otorgaba Twitter a organizaciones o personalidades puede salirle caro a la plataforma si prosperan las demandas de empresas que quieren cargar contra la red social las pérdidas en bolsa por anuncios falsos desde cuentas que han contado con esa verificación de pago. Hablamos de tecnológicas y farmacéuticas que han sufrido suplantaciones burdas que han colado porque en Twitter, no nos engañemos, puedes y podías colar cualquier mierda también antes de Musk. Solo que ahora, además, puedes hacerlo con un “tic” de pago.

Todos menos él tenemos la culpa

Una cosa muy de niñato es echar la culpa a los demás de todo lo que suceda. Es lo que hace Elon Musk cuando un senador estadounidense se queja, precisamente, de una suplantación. Es el dueño de Twitter, en persona, el que le responde justificando que se hayan podido hacer pasar por él porque la cuenta de Ed Markey suena a parodia, según el propio Musk. Ni una pequeña muestra de autocrítica, ni pensar en una disculpa: él no ha hecho nada malo aunque su primera idea recaudatoria haya sido, evidentemente, un fracaso notable que le puede salir caro en lo económico y en lo político. Y eso son negocios. Los negocios de Musk.

No es casualidad

El hombre más rico del mundo ha hecho públicas varias veces, la última, recientemente, su preferencia por el partido republicano en EE.UU., lo que no extraña mucho, precisamente, en un hombre rico y blanco. Y Ed Markey, el senador al que Musk respondía con suficiencia, es demócrata. No es una casualidad, como no lo es que muestre tanta mala leche cuando parece que se confirma que los de Markey y Biden retendrán el control del senado por la mínima: 50 senadores serán azules (demócratas) y 49, rojos (republicanos). El mundo será un poco mejor cuando se confirme esa noticia y, con ella, un grave tropiezo de Trump. Y de Musk.

“El agente”

Según la exclusiva de El Mundo que recogen en República, Kosmos, la empresa de Gerard Piqué podría facturar hasta 24 millones de euros por la venta a Arabi Saudí de la Supercopa de España. 30 al año (y son seis años) se lleva la RFEF, pero hay una “tarifa de éxito” a un “agente” (que podría ser Kosmos, según el diario y el digital) que se lleva cuatro con cada edición. Un negocio redondo basado en la venta de un torneo a unos señores muy, muy ricos, que desean ver eventos deportivos en directo sin que les molesten sus mujeres. Y cuya comercialización pudo aventurar muy bien Piqué porque el mundo y el fútbol son para los ricos.