ERC pide elecciones… En julio

ERC pide elecciones tan pronto como se pueda dadas las circunstancias y el PDeCat quiere agotar la legislatura porque necesita ganar todo el tiempo que pueda para fortalecerse. La política catalana parece lógica, por fin. Lo que no parece tan lógico desde hoy es que Bildu niegue que julio es el mejor mes para las elecciones cuando sus socios catalanes (pero también los gallegos del BNG) dan por bueno e incluso reclaman ese mes para votar porque, previsiblemente, será el mejor para hacerlo. Aunque, vista la brecha reciente y creciente entre ellos, hablar de “socios” igual es demasiado.

¿Conviértete en un parásito?

Cuando ya todos dábamos por hecho que íbamos a votar en julio y solo faltaba que el lehendakari confirmase qué domingo, Mikel Otero tuiteó esto: “Trabaja, consume, vota”. ¿Qué sugería el parlamentario de Bildu? ¿Que es malo hacerlo? ¿Que es mejor no trabajar, no consumir y no votar? ¿No te convierte eso en un parásito? ¿Quién paga los servicios sociales a quien ni trabaja ni consume, y no vota porque, total, todos son iguales? ¿De verdad un representante que cobra del Parlamento aunque esté disuelto (y de julio a septiembre son tres meses más) puede permitirse tuitear eso?

Y estos, ¿a quién votan?

¿A qué partido van a votar los que cada noche pintan un batzoki diferente? ¿Y los que quemaron un cajero en Ea? ¿Y los que organizaron una manifestación después de intentar una ocupación de un edificio público en Getxo? Todos lo tenemos claro, ¿no? Pues quien recibe esos votos debería de pronunciarse. Y si no lo hace, se saca un selfie. Sí ha hablado Itxaso Atutxa, en Twitter y de esta manera: “A los pintores: os quedan más de 100 batzokis”. La inversión en pintura en espray de algunos (que luego también dan lecciones de ecologismo) parece que no sirve para amedrentar a nadie.

Sí, el cabreo es un arma electoral

Tuiteaba Mr. Insustancial que “va a ser más difícil desescalar que desencabronar”, dadas las normas que se van solapando. Pero el “desencabronamiento” también va a ser duro. Y eso lo saben quienes se han dedicado en el confinamiento, precisamente, a cabrear al personal. En España lo han hecho PP y Vox, y en la CAV, Bildu. Podemos ha jugado a ser oposición y gobierno, a enfadar aquí y resolver allí… Y así le va ir. El enfado ha sido, sin duda, un arma política y electoral que han intentado convertir en poderosa las oposiciones española y vasca, actuando casi al unísono, como hemos visto todos.

Otro antiguo “socio”

Empezaba la columna hablando de socios políticos que más bien parecen exsocios… Y la termino casi igual: Nicolás Redondo Terreros, el que comenzó la estrategia de pactos del PSE con el PP que luego sublimó su delfín, Patxi López, carga ahora contra Sánchez y el gobierno de coalición de PSOE y Podemos. El hijo del histórico sindicalista de Portugalete ha montado una plataforma junto a otro exsocialista, Leguina, para impulsar “La España que Reúne”, frente a “un Gobierno decidido a rendir pleitesía a los nacionalistas y a los neocomunistas” (Vozpópuli). Algunos parecen anclados en lo que fueron y dijeron.

Bildu, al Grupo Mixto

Cuando Javier Ruiz publicó el dibujo del próximo Congreso me sorprendió el bloque central: Unidos Podemos, ERC y el PNV, juntos pero no revueltos, evidentemente. Después, me puse a contar los asientos de los catalanes: 15. Los mismos que escaños había logrado en Catalunya. Es decir: ni rastro del grupo con Bildu. Así que lo que avisamos durante la campaña, al final, se ha cumplido: ERC no contemplaba el pacto que Otegi vendió insistentemente. ¿Quién lo ha roto? ¿O simplemente nunca existió ese pacto que se vendió fraudulentamente para captar votos? Y la pregunta que importa: ¿nadie va a dar una explicación?

Igual la culpa es solo de Podemos

Panik se describe en Twitter “cansado de medios de información manipulados y derechas camufladas”, y tuitea cosas como esta: “¿Qué esconderá la gran cloaca española para que el principal objetivo de PP, PSOE, VOX y Ciudadanos sea que Unidas Podemos jamás entre en el gobierno? Siente terror sólo de pensar que entre gente de la calle y levanten todas las alfombras”. Para empezar, ese “jamás” es relativo porque Podemos solo tiene cinco años y poca experiencia de gobierno. Para seguir, igual no hay ninguna conspiración y el problema es que la idea de Iglesias como ministro solo les gusta a ellos.

¡Claro que tienen algo que esconder!

Si no me fío de Pablo Iglesias ni como director de un departamento universitario, menos me fío de algunos partidos españoles que mencionan en titulares como el que hemos encontrado en Público: “El presidente del PP en Castilla y León, acusado de falsificar 5.000 firmas e ingresar 500.000 euros en B para ganar las primarias”. ¿Cómo lo hicieron? Alfonso Fernández Mañueco y Fernando Martínez Maíllo pagaron las cuotas de afiliados y falsificaron sus firmas para obtener más votos en esas primarias que se adjudicaron. Según el digital, que cita a Diario16, la denuncia ha sido admitida a trámite. ¡Y en unas primarias!

Esto sí que me parecen cloacas

Tampoco dudo de que en el estado español del GAL y, más recientemente, del Comisario Villarejo, existan esas “cloacas” recurrentes en los discursos de izquierda. Pero si en algún sector me parece que tiene que haber subterfugios, acuerdos oscuros y una permisibilidad excesiva, es en el eléctrico. Gracias a una iniciativa popular, un juez va a investigar la sustitución de 28 millones de contadores por los eléctricos que, para empezar, consumen vatios. Pero lo más grave es que esa sustitución no ha traído transparencia ni sencillez para el consumidor, por lo que nada evidente sostiene ese supercambio.

El tuit

No tengo nada contra Eduardo Casanova. Lo que tengo es todo a favor de quien ha escrito este tuit desde la redacción de El País: “A Eduardo Casanova lo conocimos en ‘Aída’ como un niño sabiondo que se ganó la simpatía. Ahora es un artista que prepara su segundo filme: ‘Siento una pulsión disidente, antisistema’, sentencia durante la presentación de la nueva campaña de Mahou”. No ha sido necesario caer en el “clickbait” para que todos estemos pendientes del medio y la noticia: solo ha hecho falta una redacción en un estilo periodístico puro (información explícita e implícita) para llamar nuestra atención.

¿Y qué?

No es cierto lo que tuitea Gabriel Rufián: en este periódico y en muchos otros hemos hablado de la manifestación en Altsasu. Y lo que es innegable es que es un éxito que 5.000 personas hayan visitado un portaaviones en Getxo. ¿Y qué? Puedo entender el rechazo al barco de guerra, pero cómo nos molan las pelis de explosiones, y cómo vemos Juego de Tronos que va, básicamente, de militares. A los que no puedo entender es a quienes, para exhibir su nacionalismo vasco o catalán, criminalizan a quien no se sienta así. Y al revés. Como detector de acomplejados e ignorantes, el portaaviones de Getxo ha funcionado muy bien.

Fake-news a la vasca

Gabriel Rufián estaba de gira por Euskadi como una estrella del rock, sacándose fotos con los fans y participando en ruedas de prensa de los teloneros, en plan favor. Me refiero a Bildu, por supuesto. Porque en la web de ERC no hay ni rastro del acuerdo que, según anuncian los portavoces de la izquierda abertzale, les llevará a formar grupo con ERC para ser influyentes en Madrid. ¿Puede ser influyente una minoría en un grupo dominado por otros? ¿De verdad ERC va a compartir todos sus privilegios (empezando por el tiempo en el estrado) con Bildu? ¿Por qué ERC omite activamente estas noticias si son tan relevantes?

Y a la americana

Hace unas semanas tuve la suerte de compartir mesa y mantel con un profesional de la política estadounidense, uno de verdad. Y me decía sobre Bannon que estábamos sobrevalorándolo en Europa, que no era mucho más que un intoxicador y un freak. En el mismo sentido va este tuit de Álvaro Imbernón: “No entiendo el afán por publicitar a Bannon como un gran gurú tras el auge de la extrema derecha en Europa. El ascenso ha ocurrido sin él. Gran parte de lo que la prensa le atribuye roza lo conspiranoico. Lo que sí sabemos es de su pericia para propagar noticias falsas en EE.UU.”.

Sí lo es

De lo que no queda duda es de que Bannon es un tipo de extrema derecha y, como tal, peligroso e indeseable. Pero en España no necesitan importarlos porque tienen de sobra, si no, lean este terrorífico primer párrafo que hemos encontrado en El Independiente: “El secretario general del Partido Popular, Teodoro García Egea, se ha comprometido a impulsar cuando gobiernen una Ley de protección a la maternidad para que las mujeres embarazadas cuenten con ‘todos los recursos del Estado’ para seguir adelante con el embarazo porque consideran que ‘el aborto no es un derecho’”.

Si lo escribo, me echan

He borrado el titular que había puesto para este párrafo porque reconozco que era demasiado explícito mostrando lo que pienso sobre Villarejo después de leer cómo extiende la sombra de la duda de los atentados del 11-M en Madrid. ¿Cuánto más van a tener que sufrir las familias de las víctimas que ven cómo las muertes y heridas de sus seres queridos son solo “un tema” más para los más despreciables? Por supuesto, la noticia la hemos encontrado en El Español, de Pedro J. Ramírez, que ya usó El Mundo para extender hasta el ridículo las teorías de la conspiración y ETA, que dictara José María Aznar.

El proyecto tiene que ser sólido

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No voy a criticar a la CUP por haberse tomado en serio, por fin, a sí misma y a su propio método, y haber votado “no” a lo que anunciaron que votarían “no”. Sí me parece criticable hoy el arrepentimiento de la Asamblea Nacional Catalana (El Confidencial), ese actor aparecido de no-sé-dónde, y que pidió el voto para cualquier partido independentista porque, oigan, a algunos les da igual sistemas que antisistema. También me parece ampliamente criticable la mamarrachada de Pilar Rahola, que sugiere que detrás de la decisión de la CUP está el CNI (Libertad Digital). Igual es mejor empezar haciendo autocrítica.

Pues eso, autocrítica

En OK Diario enfocan bien el desaguisado de la no-invesidura de Artur Mas: la CUP le ha prejubilado. Salvo que medie un acuerdo oculto con algún partido (pongamos, por ejemplo, con el PSOE, que también necesita a lo que queda de Convergència en Madrid), Artur Mas se tiene que ir. En sus pecados encontrará su propia penitencia: en Mil21 entresacan con retranca que una de las últimas cosas que ha hecho Artur Mas como “president” en funciones es inaugurar la cárcel que podría alojar a los hijos de Jordi Pujol.

ERC sale ganando… merecidamente

En Público recuerdan acertadamente que la CUP ha dicho que “no” a Artur Mas pero no a otro candidato de la lista de Junts Pel Sí. De hecho, en el caso de que fuera uno de ERC, los 10 parlamentarios de los asamblearios votarían a favor. Lo de ERC es un win-win: si logran plantear un candidato alternativo ahora, ganan. Pero si se presentan a las elecciones repetidas en solitario, estoy seguro de que también las ganarían como opción de nacionalista de menos riesgo (frente a una CiU centrifugada) y más centrada, gracias a la radicalidad mostrada por la CUP.

¿Por qué seguimos hablando de Ciudadanos?

Creo que Ciudadanos es un partido amortizado por su propio líder único, Albert Rivera. Su abrazo a Rajoy, antes incluso del domingo electoral de 20-D, y su actual insistencia en hacerle presidente, le ponen en la rampa de salida hacia el ostracismo político. Y creo que de ese desgaste buscado por sí mismo no va a librarse, tampoco, Arrimadas, con quien tocó su techo en las pasadas elecciones catalanas. En las siguientes me temo que empezará la curva de Ciudadanos hacia abajo.

Un adelanto electoral que condiciona a otro

No estoy de acuerdo con Vozópuli: el adelanto electoral catalán, a menos que Artur Mas renuncie a ser investido, sí puede condicionar el adelanto electoral español. ¿Cómo? Rajoy sabe (como lo sabe Pablo Iglesias, que empieza a padecer una insinceridad galopante) que el adelanto le beneficiaría recuperando voto que se fue a Ciudadanos, pero si logra repetir ahora como presidente en España mostraría la capacidad articuladora que le ha faltado a Artur Mas. Un tanto de Rajoy que aplaudirían “los mercados”, Europa y las grandes empresas españolas.

El modelo catalán es…

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Tal vez la polarización, la desaparición de la centralidad democrática, y las elecciones constantes que solo dan como resultado un parlamento cada vez más difícil de poner de acuerdo, incluso, para nombrar un president (ni hablamos de legislar sobre temas importantes o de avanzar en un proceso constituyente). Si hubiera elecciones otra vez en Catalunya (que no se descartan) las podría ganar Ciudadanos o ERC (formación a la que han ido centrando los demás). Lo que queda de Convergencia estaría por detrás hasta del PSC.

Un país en manos de ultracatólicos

Quién lanza a Ciudadanos y por qué lo hace han sido dos preguntas que han dado pie a mucha rumorología, pero en ‘El Plural’ lo tienen claro y se apoyan en declaraciones de Enrique de Diego, uno de los fundadores de ‘Intereconomía’, muy próxima al asunto: se trata de un grupo ultracatólico vinculado con la industria armamentística estadounidense (muy conservadora) que quiere colocar alfiles, por medio de una importante financiación, en distintos países de Europa. Parece que el plan en España funciona.

¿Dónde estuvo ayer Juan Carlos I?

Gastándose la pasta de otros (básicamente, la suya y la mía, de un modo directo o de un modo indirecto) y viviendo la vida como si no hubiera un mañana. Gana algo más de 185.000 € aunque ha pasado de 200 a 24 audiencias en un año, y actualmente “disfruta de la vida a todo lujo entre restaurantes con estrella Michelín y eventos deportivos de élite. Se pasa el 70% del tiempo viajando” (‘Público’). Aunque, eso sí, sus actuales amigos dicen que algunos le han abandonado. ¿Será por la falta de poder? ¿Será por si les pide que le inviten?

150 años “desapareciendo”

En ‘About Basque Country’ hemos encontrado un texto muy recomendable sobre la situación del pueblo vasco en 1867. Entonces, un geógrafo francés, Élisée Reclus, presente en el movimiento anarquista de entonces, para más señas, quien mostraba su preocupación por nuestra situación. Suponemos que si hoy pudiera echar un ojo al país en el que nos hemos convertido desde aquel momento, en el que escribió su reflexión, celebraría el avance que hemos vivido y nuestra supervivencia como sujeto cultural y político.

No sé si es ético, pero sí que es hacking

No voy a decirles el nombre de la web y, como ven en la imagen, la he recortado al revés que como es habitual: dejando la publicidad (Vodafone y Sony) y ocultando el contenido. ¿Por qué? Porque me parece peligroso el modo en el que esta web ha difundido (con bastante éxito, además) sencillas herramientas para conseguir contraseñas o tumbar sitios web. Dicen que sirven para hacer “hacking ético”, pero dudo de que tal concepto exista. De lo que estoy seguro es de que estas instrucciones, además, sirven para hacer hacking malintencionado.