Llevo varios días sorprendido ante el debate doble que Manuela Carmena aborda estupendamente en dos tuits (aunque esté en contra, en general, de que los políticos se comuniquen así): la también jueza considera, primero, que la sentencia de La Manada “está profundamente equivocada” después de leerla “cuidadosamente”, y concluye que “Las sentencias judiciales pueden y deben ser criticadas y los jueces no pueden estar aislados de la sociedad”. Ahí vamos.
Se justifica un juez
Sin dar la cara, no como Carmena, un “juez indignado e inconformista” lanza un hilo con 14 tuits que se convierte en un catálogo de argumentos para justificar que los jueces no puedan ser criticados: “Si una sociedad igualitaria del siglo XXI cree que tener relaciones sexuales con alguien sin su consentimiento, sea como sea, es violencia y debe castigarse más, pidámoslo al legislador. Que deje de distinguir, y entonces los jueces no nos veremos obligados a tener que diferenciar”.
Tenemos derecho
Básicamente, estoy de acuerdo con Iñaki García Arrizabalaga: tenemos todo el derecho a criticar a un juez y a un tribunal. De hecho, leyendo varias justificaciones como la precedente, me daba la sensación de que había una consigna: los jueces con Twitter tenían que apuntar “al legislador”, esto es, a los políticos, pimpampún habitual, y hablar de una sentencia argumentada. Jabois recordaba que de las 370 páginas, 240 las ocupa el voto particular, especialmente indignante.
¿Lo tiene el ministro?
Lo confieso: estoy confuso. Un título falsificado no es motivo de dimisión pero sí acaban siéndolo unas cremas robadas. Una corrupción inextirpable en el PP no es motivo de relevo (“M. Rajoy” sigue siendo presidente del partido y del gobierno) pero sí puede serlo que el ministro Catalá opine sobre el juez discrepante en el caso de La Manada que ha indignado a todos. ¿Tiene que dimitir? Ya no lo sé. Pero sí creo que Rivera tiene que retractarse por señalar a ciudadanos con nombres y apellidos.
Cuando todo tiene que ser ETA
Acierta de pleno Begoña Beristain cuando comenta: “Pretender equiparar la violencia hacia las mujeres y el terrorismo de ETA es una mediocridad”, respecto al tuit de Rosa Díez en el que, en efecto, critica el éxito de la recogida de firmas contra los jueces de La Manada, éxito que no lograron contra Josu “Ternera”. La fundadora de UPyD incluso afirma que “la sociedad española” le da “mucha vergüenza”. La que produciría sonrojo es ella si alguien se la tomase en serio.