La ley de vivienda no funciona

La política actual, del tuit y las puestas en escena con luces que desvíen la atención sobre las inconcreciones, es más pobre. Y lo es porque las y los políticos nos mienten a la cara: la ley de vivienda no va a rebajar el precio del alquiler, como mucho, moderará las subidas. Y en cualquier caso, no funciona: “El Gobierno fracasa con el precio del alquiler porque no entiende lo que funciona” (El Blog Salmón). En concreto, “la Ley de Vivienda, pese a llevar más de siete meses en vigor, no ha conseguido frenar la subida desmedida del precio de los alquileres” y “solo está generando una fuga de propietarios del alquiler permanente al de temporada”.

¿Quién compra ahora vivienda?

Por lo tanto: el de la vivienda es un problema real que la última ley aprobada al respecto no ataja pero que ha servido a quien la aprobó para hacer campañas. Hablemos de la compra-venta: ¿quién compra una vivienda ahora, con la inflación que dispara los precios y los tipos de interés alto? Pues quien tiene suficiente dinero para pagarla billete sobre billete. ¿Cuál es la consecuencia de esa situación? Esta: “La banca estima que el precio de la vivienda en España se volverá a disparar en 2025” (Vozpópuli). Eso es justo lo que debemos atajar vía legislativa y ejecutiva, sin anuncios electorales ni caras duras.

¿Usamos bien las pantallas?

Parto de la base de que un estudio que concluye que “menores de entre 4 y 18 años dedican efectivamente cuatro horas al día a las pantallas, sin contar la exposición que puedan tener en el colegio o el instituto” (The Objective), sin tener en cuenta lo diferente que es el uso que hacen las y los más pequeños de la horquilla, y las y los más mayores, es bastante discutible. Pero incluso desde ese pecado original la conclusión ratifica la evidencia: no usamos bien las pantallas. Y sí, utilizo la primera persona del plural porque somos nosotras y nosotros, de manera directa o con los centros escolares como intermediarios, quienes ponemos los dispositivos en sus manos.

Va a necesitar mucho más

Hablando de pantallas, está claro que las y los principales representantes de Podemos han perdido cuota: en los últimos días solo Ione Belarra ha tenido cierta relevancia, y para intentar explicar el incidente de los despachos, que provoca vergüenza ajena. Pablo Iglesias en Twitter también ha obtenido cierto impacto por el mismo tema, pero sus voces y sus altavoces se van apagando. Así que Irene Montero va a necesitar mucho más que una noticia en Canal Red para consolidar su campaña a las europeas. Soplan malos vientos para las y los morados, pero no es menos cierto que en esas aguas se han metido ellas y ellos solos.

Depende de nosotras y nosotros

Arabia Saudí se está preparando para el fin de ciclo de los combustibles fósiles, pero su plan pasa claramente por seguir siendo uno de los principales proveedores del planeta al resto de países: “Arabia Saudí se prepara para sacar partido al conflicto entre EEUU y China. Su plan: ser el centro tecnológico del planeta” (Xataka). El intento de Washington de que Taiwán compensara la dependencia de China salió tan mal como era esperable, India está provocando la oportunidad que le ponga en el mapa, pero Arabia Saudí tiene ya la posición y el dinero para ponerse en marcha rápidamente. Y aunque todo ha salido fatal, me temo que volveremos a tropezar.

Más que «inquieta», «encanta»

Leo en El Independiente este titular: “García Castellón, el ‘frente judicial’ que inquieta a Arnaldo Otegi”, y me sorprendo, claro. Porque lejos de inquietarle, la última cruzada el enésimo juez que decide corregir los márgenes de libertad que permite la democracia española, a Otegi yo creo que le encanta: entre el PSOE (que paga en moqueta los votos de Bildu), el PP (que va a saco a por el PNV y no se esconde) y la justicia española (que viene a ser lo mismo que decir, “el PP”), la campaña a Pello Otxandiano va a salir barata a Bildu. Igual esta vez no tienen que superar el límite de gasto en la supercoalición.

No, la “borroka” no es el único camino, ni el mejor

Este titular concentra todo lo que está mal en la “lucha” sindical actual en Euskadi: “Dos detenidos por los daños causados a 46 ambulancias en Zorroza” (Bizkaia Gaur). Algunas y algunos han hecho suyo muy rápidamente el “borroka da bide bakarra” que todas y todos sabemos de dónde viene, y se han apropiado de la bandera de los derechos laborales, especialmente cuando la subida se paga vía impuestos. ¿Y ahora, qué? Pues ahora nos encontramos con ambulancias saboteadas y un cadáver sobre la mesa. Quien cree que es buena idea pinchar las ruedas en una urgencia y quien lo justifica que lo defiendan.

El plan “B” de Sánchez

En The Objective tienen una hipótesis: la de Sánchez será una legislatura larga, en contra de lo que pueda parecer, y lo será porque el presidente español resistirá hasta las elecciones catalanas aunque no saque ni el presupuesto. Su resistencia le llevará a presenciar desde Moncloa una victoria de Salvador Illa y un previsible descalabro de ERC (hasta ser tercera fuerza), lo que cambiaría el mapa político en Catalunya y en España para negociar en el Congreso y para salir a una nueva carrera electoral, con las victorias del PP en las gallegas y las europeas ya lejos. Si algo está probado es que Sánchez es capaz de todo.

Sí, este Illa

“Aquí no puede venir todo el mundo, no puede ser”. Esto lo ha dicho Salvador Illa a El Nacional. Una frase que te firma Santiago Abascal y cualquier negacionista del problema demográfico evidente que sufrimos en Catalunya, Euskadi y Europa. Pero si es cierto lo que leíamos en The Objective de que las encuestas le dan bien al del PSC, quien decide abrazar un discurso que, como explican en Diario Red, el medio de Pablo Iglesias, ha encantado a la extrema derecha, puede ser el próximo President. Alguno de los tuiteros fachas más influyentes ha aprovechado esas declaraciones para darse la razón. A esto juega Illa, allá él.

Lo que somos

En la noticia en El Nacional, precisamente, sobre la condena a una subcontrata de Facebook que tiene que indemnizar a uno de sus moderadores de contenido, lo más importante no es ni Facebook, ni la empresa, ni el juez (que ha hecho bien en encontrar un culpable que no sea el propio trabajador), sino quienes cargan los contenidos. ¿Qué tipo de barbaridades tiene que ver esta persona para acabar con “daños psiquiátricos” y “trastornos mentales”? Su trabajo consistía en comprobar y retirar esos contenidos potencialmente dañinos, y tuvo que ver tantos que acabo dañándose él. ¿Qué civilización de mierda somos?

La culpa solo fue de ETA

A la izquierda abertzale le está saliendo muy bien la jugada: Bildu es una herramienta inmejorable para su blanqueo. Al colaboracionismo de quienes pusieron sus escaños por delante de su moral se han sumado las urgencias del PSOE. Y con eso y una sociedad que ha decidido olvidar, la desmemoria va. Pero ni con todo lo mencionado está bien que Arnaldo Otegi nos tome por tontas y tontos: la responsabilidad de que ETA empezara a matar y tardara 40 años en dejar de hacerlo es solo de ETA. Usar Bateragune para echar balones fuera es muy útil, sobre todo, para que retratemos a quienes le compran el argumentario.

No, gracias

La cara dura de quien intenta cargar a otros sus propios errores que muestra la izquierda abertzale en general, y Arnaldo Otegi en particular, es solo comparable a su capacidad para victimizarse: “¿No es el momento de que los sectores que han causado sufrimientos reflexionen? Reconozcan que han hecho todo: tortura, guerra sucia, encarcelamientos injustos, lawfare judicial… Háganlo para asentar una convivencia justa, estable y duradera”. Sin negar lo que dijo Otegi en rueda de prensa, sí pongo el acento en que lo dijo, precisamente, él, al que Sortu colocó como coordinador general de Bildu.

Estoy de acuerdo

Antes del desbarre de Arnaldo Otegi (porque no tiene otro nombre, y allá quien se lo ponga), Iñaki García Arrizabalaga, víctima de ETA, había tuiteado: “Lo dije hace tiempo y lo repito: las grandes perdedoras de toda esta historia ‘de superar las consecuencias del conflicto’ van a ser las víctimas del terrorismo”. Debemos tener memoria, debemos saber quién causó el daño, en nombre de quién (sí, tenemos que recordar que mataban en nuestro nombre aunque les decíamos en manifestaciones multitudinarias que dejaran de hacerlo), debemos recordar quién les justificó, quién les dejo mandar y quién les integró en las cúpulas de sus partidos.

Idiotas hay en todas las partes

Seguimos con razonamientos gilipollas: a Alejandro López, que ha estudiado derecho y filosofía, y es el joven alcalde Orkoien, en la denominada “zona mixta” de Nafarroa, le parece injusto que las y los niños del municipio que saben euskera puedan acudir a las actividades culturales en ese idioma y a las que se realizan en castellano, y quienes saben solo castellano, puedan acudir únicamente a las segundas. Un planteamiento muy sano, claro que sí. Si es que esto de los idiomas es un lío: mejor hablamos solo inglés todas y todos, de una vez, y dejamos de gastar dinero en producir cualquier material en castellano, euskera o francés.

En plata

A veces pienso que algunas políticas y algunos políticos han confundido eso de dirigirse a la juventud con dirigirse a la infancia, y hablan como si la sociedad no estuviese compuesta por personas maduras, con memoria, con capacidad de razonamiento, y con ojos en la cara, simplemente. Así que correctivos como el de Àngels Barceló, aunque dice obviedades, siguen siendo necesarios: “Si el PP no puede tejer mayorías por casarse con la ultraderecha es su problema, no el de los españoles. Cuestionar el papel del Congreso sitúa a Feijóo muy cerca, demasiado cerca, de los discursos populistas y reaccionarios que recorren el planeta”.

Todos y todas lo sabían todo

Estoy viejo ya para las falsas sorpresas, prefiero el pragmatismo de Miquel Roig en X: “Itziar Ituño tiene todo el derecho del mundo a ir a las manifestaciones que quiera. Una empresa tiene todo el derecho del mundo a contratar o prescindir de Itziar Ituño para sus campañas publicitarias en función de si cree que eso beneficia o perjudica su imagen”. Yo sumaría otro par de evidencias: Ituño sabía que vendía su imagen a marcas sensibles a ciertas corrientes (que hablamos de Iberia y BMW, por favor), y estas empresas sabían qué pensaba Itziar Ituño. Pero ni a una ni a otros les importaba que circulara el dinero si nadie ponía el grito en el cielo.

La fiesta de la hipocresía

Dicho lo anterior y contrastadas las contradicciones de todos los agentes que participan en un conflicto moral que a nadie importó hasta que alguien alzo la voz (el linchamiento a Ituño no tiene justificación en ningún caso), tiene razón Gorka Mostajo en que hay tuits y opiniones que han envejecido mal: quienes critican ferozmente y condicionan a artistas para que no muestren en público que sus opiniones políticas no son las mismas que las de Arnaldo Otegi, como hizo Hasier Arraiz, son hoy las y los máximos defensores de la libertad de expresión y manifestación. A menudo jolgorio de la hipocresía estamos asistiendo.

Es su cultura y hay que respetarla

Si el partido republicano de EE.UU. quiere que su candidato a presidente del país sea un septuagenario al que las y los votantes ya sacaron de la Casa Blanca, que muestra sin rubor sus lazos con la extrema derecha, que es un neoliberal extremista, que ha sido condenado por abuso sexual y por fraude fiscal, que ha puesto en duda el sistema democrático y ha acusado a su rival de manipular un resultado electoral sin pruebas, y que está siendo investigado por instigar un asalto al capitolio estadounidense en el que murieron cinco personas, tendremos que respetarlo. Y actuar en consecuencia sobre la cultura de aquel país, por supuesto.

Vox cita a Unamuno

Sigo hablando de la extrema derecha porque esto en The Objective hay que leerlo: “El sector crítico dentro de Vox ha vuelto a emitir un manifiesto –la declaración de Fuenteovejuna– con motivo de la nueva cúpula confeccionada por Santiago Abascal para su candidatura a la Asamblea General Extraordinaria del próximo 27 de enero, en la que blinda aún más su núcleo duro”. Los críticos “hacen suyas las palabras de Miguel de Unamuno –‘venceréis pero no convenceréis’”. A mí, que Unamuno acabe citado por Vox, sinceramente, me parece hasta justicia poética con retraso. “Nuestro momento llegará”, culminan.

El look de hacer que trabaja

Tampoco tiene desperdicio esto en Vanitatis: Letizia Ortiz elige un “look working” para volver al trabajo después de las vacaciones de navidad en “el que es su único acto de la semana”. El día elegido fue el martes (16 de enero), y la hora, las 10:30 de la mañana. La chaqueta, camiseta y pendientes que eligió formaban “un estilismo working” con el que cumplió con su labor: “Estar informada acerca de los principales proyectos de la Asociación Española Contra el Cáncer para el año 2024”. Menos mal que se puso una camiseta porque seguramente la sudó. Solo me queda una duda: el iPad que portaba, ¿formaba parte del look?

Abascal es el que menos importa

Leo en Público que “Abascal blinda su poder en Vox en una huida hacia adelante para capear la oposición interna. Su férreo control del aparato del partido es también un síntoma de las dificultades para dirigir una formación en declive”. Y realmente me importa poco: entiendo que Abascal quiera seguir viviendo bien, como hizo cuando Vox era una banda de frikis a la que todavía no conocía nadie, no tenía ingresos pero sí tenía sueldo y, por lo que parece, generoso. Lo importante es quién está detrás, quién pagaba, quién manda, quién permite a Abascal liderar la formación, quién maneja los hilos de la extrema derecha en España.

Un partido es el futuro

Si algo trajo lo que conocimos como “nueva política” es la falta de explicaciones: las y los representantes o los partidos no tienen que justificar cambios de opinión que en algunos casos son de 180 grados. Por ejemplo: la formación que aseguró que la fórmula de los partidos estaba demodé y que iba a lidera una transformación, puso el pasado fin de semana fecha para su constitución como partido político, de los de toda la vida. Yolanda Díaz eclipsó así el décimo aniversario de Podemos (que sí acertó creando un partido), anunciando una especie de congreso fundacional en marzo. Eso, sí, no se desdijo de sus aseveraciones previas.

Más decretos que leyes

Por supuesto, soy plenamente consciente de que Pedro Sánchez le tocó gobernar durante la pandemia, y que buena parte de esos decretos que suma son de aquella época. Pero ni eso justifica el dato que ha puesto encima de la mesa The Objective: “Sánchez es el único presidente del Gobierno que ha aprobado más decretos que leyes. El 54% de las iniciativas legislativas aprobadas desde verano de 2018 son imposiciones del Ejecutivo del PSOE”. Ni siquiera Rajoy, que fue el que convirtió el decreto ley en una herramienta de uso habitual, firmó esos números que muestran a un Sánchez muy inseguro.

Para qué sirve Europa

“Microsoft no transferirá datos personales fuera de la Unión Europea para evitar multas”. Solo este titular de Hipertextual explica mucho mejor qué hace Europa y las bondades de la Unión, que muchas crónicas farragosas. No echo la culpa a las y los cronistas, por supuesto: la información que damos de la Unión siempre es compleja y parece lejana. Pero a veces la aplicación de sus políticas nos regala titulares como el referido. Titulares que son mucho más: la garantía de que una gran tecnológica cumplirá una normativa que protege a la ciudadanía europea. Ahora, que cumplan las demás que, además, son más peligrosas.

Pero también llega tarde

Europa hace cosas bien pero las hace con cierta lentitud. Eso es indiscutible. Esto que hemos encontrado en El Independiente es, como la noticia en Hipertextual del párrafo anterior, muy elocuente y explicativo: “China lleva 20 años invirtiendo en minerales críticos y, por eso, construyen prácticamente todas las baterías del mundo”. “Lo que ha hecho Europa y también Estados Unidos es darse cuenta de la necesidad que tienen y lo han puesto en su legislación, pero no han incentivado de la misma forma a sus industrias y a los inversores, porque tienen prejuicios con respecto a la minería”.