Un pobre Athletic regala un 1 a 0 a Osasuna

Pena no poder regalar un triunfo al gran Txopo, por su 80 cumpleaños. Mis felicitaciones desde aquí y esperemos que el regalo se lo hagan en la vuelta, o mejor, en Sevilla en la final.

Cemento armado (Foto: José Mari Martínez)

Pero puestos a no ganar, quizá éste es el encuentro que quería Ernesto. Traer a La Catedral un resultado que no fuese definitivo. O esa es la sensación que queda una vez visto el planteamiento y en partido en sí. Un 1 a 0, cuando los goles fuera, no valen doble, no es un tan buen resultado como antes para el ganador. Ni tan malo para el perdedor. ¿Quizá el mister ha pensado que en casa los nuestros van a ser capaces de ganar a los navarros, aunque haya que meterles dos goles? Seguramente es así. El Athletic desde la vuelta del Mundial no es el que era antes y está pasando por una crisis de juego y resultados. Por ello, hasta os puedo decir que estoy «casi» contenta con este 1 a 0, porque visto el partido que jugamos el domingo contra el Girona, me temía lo peor. Un desastre. Y no ha sido así. Me quedo con el mal menor.

El primer tiempo, ha sido totalmente igualado e incluso la única jugada de gol ha sido nuestra. Los rojillos tenían tanto miedo como el Athletic, y estuvieron muy bien atados. Valverde apostó por cemento armado en el centro del campo, y Dani García, en un buen partido no hizo muchas concesiones al rival. Osasuna no creó ni una sola ocasión y ni un solo tiro a puerta. Faltas laterales y algún córner pero poco más. Muniain tuvo dos oportunidades, de las que una fue a puerta y sacó muy bien Herrera, tras la que Iñaki metió gol, pero en fuera de juego. Es decir, a los puntos la primera parte fue de los rojiblancos, por tiros. Eso sí, si tenemos que hablar de juego, será del de cartas, del de tronos, o de truquemé… Se volvieron a perder sin oposición un sinfín de balones. Todos en posiciones de ataque. Cuando llegamos al tercer cuarto del campo se funden los plomos y se da una y otra vez el balón al contrario. En este trabajo Sancet se llevó la palma. Ni una. Ni media. Un desastre. Así es difícil conseguir algo.

El segundo tiempo empezó con una jugada increíble en la que todos estaban en campo rojillo, por lo que el contraataque del gol se lo pusimos «a huevo», aunque no quede muy fino dejarlo escrito. Imposible que De Marcos pillase a Abde, Vivían estuvo blando y el delantero finalizó muy bien. Un tiro. Un gol. Ahí quería ver al equipo… Pero la tónica siguió igual. El mismo miedo, el mismo conservadurismo. No se quería perder. Pero puestos a perder, mejor que fuese solo por un gol. Y a rajatabla. Solo en los últimos 15 minutos se achuchó un poco y se les metió a ellos en su área. Guruzeta tuvo su oportunidad, en el descuento, pero volvió a sacarla el portero. Conclusión: derrota por la mínima. ¿Contentos? No lo sé. Os contesto en la vuelta. El entrenador y los jugadores, no solo los del Athletic, también los de Osasuna, durante los 90 minutos no se han olvidado, ni por un segundo, que todavía quedaban otros 90 minutos por jugar. Había en el verde más miedo que vergüenza. Teniendo en cuenta de dónde veníamos, quizá ha sido una buena jugada del entrenador. Estamos tan flojos, creamos tan poco, que… ya sé verá en la vuelta. Osasuna también ha estado muy flojo. Los dos pensaban en lo mismo.

Ahora, nos queda más de un mes para la vuelta y en este tiempo se puede volver a alcanzar el nivel que se tenía antes del Mundial. Entrar en una inercia positiva que te puede ayudar a conseguir resultados, entre los que incluyo un resultado positivo en la vuelta.

Para añadir algún nombre en negativo y no dejar solo a Sancet en la crítica, añado a Muniain, a Iñaki, a Óscar, a Vivían,… Con tanto flojo es complicado hacer un buen partido. Llamativo que haya jugado Íñigo Martínez casi 4 meses después de su último partido. Ha estado bastante bien. Pregunta obligada y, perdonadme la maldad,… ¿estaba lesionado? Paredes contra el Girona no estuvo muy fino y ¿había que asegurar «recuperando» o acelerando la «recuperación» del ondarrutarra? Vaya usted a saber.

Y última pregunta del millón: ¿Dónde está Oier Zárraga? Lo digo porque pasó de jugar algún partido bastante bien a… desaparecer. Proponía juego, iba hacia adelante con criterio… No sé. Y como ahora estamos mal, quizá Oier ayudaba a mejorar. En la horrorosa estrategia que están perpetrando nuestros chicos? De Vencedor no pregunto porque este año ni lo hemos visto. Confío en él pero ni idea de cómo está. Pero a Oier sí lo hemos visto y ha aportado bastante, lo que hace que pregunte por él.

Para acabar, este domingo en Liga vamos a visitar al «Rayito», no es menosprecio, es cariño, de Don Andoni Iraola, tampoco es irónico, es absoluta admiración. Rival directo para entrar en Europa y ahí no vale contemporizar porque no hay partido de vuelta. Así que espero un equipo ambicioso que vaya a por los 3 puntos, pero para ello hay que estar bien. Y no tengo muy claro si estamos bien… lo que no me impide decir… ¡a por el Rayo! Y…

¡Aúpa Athletic!

Un Athletic horrible pierde contra el Girona

Si ya el Athletic le regaló los 3 puntos al Girona en un encuentro horroroso en la primera vuelta, ayer hizo lo mismo, pero en La Catedral. Lo único bueno es que esta temporada no tenemos que volver a jugar contra ellos. ¡Qué horror!

En fin… (Foto: Pablo Viñas y Borja Guerrero)

Ya para el minuto 4 nos habían metido el primer gol. Un golazo en la ejecución, pero ante el que nuestros defensas no pusieron mucha oposición. Y no era su primera jugada de peligro. El golpe fue duro, y se demostró en los siguientes minutos, con una serie de jugadas a las que solo les faltaba la música de la serie Benny Hill. Todo un despropósito. Por ejemplo, Vesga chutando en el área pequeña propia y dándole a un contrario, yendo el rebote a puerta, haciendo lucirse, con mayúsculas, a Unai. Paradón. Tras otra buena parada de nuestro salvador, seguido, llegó el primer gol en propia puerta, esta vez de De Marcos. Ver para creer. 20 minutos de chiste, lamentables y un 0 a 2 en contra. La defensa como un flan (mal Paredes, mal Yeray, mal De Marcos), y el equipo, en medio campo, desaparecido en combate. No hubo noticias ni de Vesga ni de Muni ni de Sancet. Nada. Se seguía atacando pero de aquella manera. Yuri consiguió animarnos un poco con su gol. Parecía posible remontar pero la película cómica (o más bien de terror) no había acabado. Le anularon a Iñaki un gol por fuera de juego, que es donde suele estar siempre. Pero para dejarme mal por el comentario, en el VAR sacaron unas líneas, que en fin…. Ya está bien con los actos de fe que hay que hacer para darles la razón a los árbitros, en las decisiones que toman. No se debería haber anulado. Encima, el Girona a lo suyo sacó un balón parado maravillosamente puesto y Vesga «impecable», marcó en propia y 1 a 3, al filo del descanso.

Podíamos pensar que era imposible que las cosas fuesen peor, pero se siguieron acumulando las desgracias. Simón lesionado, no salió tras el descanso. Julen le sustituyó, luciéndose, nada más empezar la segunda parte, tras otro agujero defensivo más grande que el de la capa de ozono. El centro del campo no se veía por ningún lado, salvo para demostrar que el balón parado es más una lacra que algo positivo. Incluso hubo murmullos del público, por lo lamentable de alguno de ellos. Iker estuvo especialmente horrible. Iñaki desaparecido, salvo por lo negativo de una jugada, que reflejó lo que hace a menudo, el tomar la peor decisión posible. Estaba atacando junto a Berenguer, en ocasión peligrosa, y se le puso delante, siendo él el que interceptó el tiro de Álex, que tenía toda la pinta de ir a gol. Íñaki lo despejó. Ver para creer. Además, si no es poco lo anterior, lo despejó, estando en fuera de juego. Desesperante. Horrible.

Yeray se fue lesionado. Morcillo salió de suplente pero en una falta a favor, que no pitaron, se rompió la clavícula y nos quedamos con 10. Pobre.

El de siempre, Raúl, que salió tras el descanso, pilló otro despropósito, esta vez de ellos y fusiló a gol, con rabia, que si llega a pillar al portero lo empotra en la red también. 2 a 3 y emoción final, pero… Nada más. Otro fiasco, justo cuando si se hubiese ganado estaríamos hoy en puestos europeos, pero… el vértigo de tener cerca el objetivo les va fatal a nuestros chicos. Cuando lo tienen al alcance de la mano sueltan el petardazo de turno. Y he perdido la cuenta de las veces que han hecho esto mismo. Los motivos serán distintos cada vez, pero siempre pasa algo. Quizá necesitan un psicólogo, o ahora, igual hay que decir un «coach». Pues marchando varios «como se llame «, porque los necesitamos.

Y así de esta guisa, con esta «moral» y con estas lesiones, (se me ha olvidado decir que Raúl también tiene un esguince en el hombro, y que Nico, no jugó, por otro esguince en la rodilla,…) nos llega el miércoles la idea de semifinales de Copa contra un Osasuna, que nos ha adelantado en la clasificación, gracias a su triunfo de ayer contra el Sevilla. Pues nada, al mal tiempo, buena cara. Hay que pensar que son distintas competiciones y que ésta es la que nos va. ¡A por Osasuna! Y…

¡Aúpa Athletic!

Un gran Unai logra los 3 puntos en Valencia

Simón fue totalmente determinante en la consecución de los difíciles 3 puntos conseguidos en la ciudad del Turia.

Don Unai (Foto: Athletic Club)

Si no llega a ser por él, el Athletic, seguro, se hubiese vuelto de vacío. Sostuvo al equipo con sus paradas, tanto en la primera como en la segunda mitad. Hizo 7 paradas, de las cuales 3 fueron muy buenas y 1 excepcional. La mano que le saca a Diakhaby, cuando ya ganaban 1 a 2, es una maravilla, porque el remate fue extraordinario y la distancia entre el atacante y el portero era mínima. El toque entre el talón y el exterior, de enorme calidad, lo lógico es que hubiese acabado en gol, pero Unai se agigantó y sacó una mano increíble. ¡Vaya paradón! Los aficionados del Valencia se echaban las manos a la cabeza y nosotros nos frotábamos los ojos pensando que cómo era posible que hubiese conseguido rechazar el balón. Impresionante.

Un Valencia mucho mejor que el de Copa, que no paró de atacar durante todo el partido y que consiguió dominar a los rojiblancos durante largas fases del mismo. Mereció mucho más, el empate seguro, e incluso la victoria. Pero ya sabemos que esto funciona así. Unas veces mereces y no la hueles y otras, como ayer, te llevas los 3 puntos, que quizá no merecías, pero que saben a gloria, y que hacen que en las dos últimas jornadas hayamos conseguido el pleno. 6 de 6.

El primer tiempo de nuestros chicos no fue bueno. Fuimos dominados y lo mejor fue el resultado. Empezaron ganando los blancos, pero un golazo de Nico igualó el marcador. Pudieron meter ellos más bacalaos, pero el portero también juega y Unai comenzó la exhibición.

En el segundo tiempo, el Athletic mejoró considerablemente, quitando a Álex Berenguer y poniendo en su lugar a Zárraga, por lo que Muni iba a banda y Sancet jugaba un poco más arriba que en el primer tiempo. Es una de las veces que ves que Ernesto acertó con los cambios, porque empezó a haber un poco más de control en el centro del campo. Entró también Iñaki, vuelto de su lesión y asistió a Oihan, que centró a la red para ponernos por delante. A partir de ahí, dominio absoluto de ellos, que en el asedio se encontraron con el Muro Simón y no pudieron conseguir nada provechoso. Ellos duermen en descenso, aunque jugando así saldrán de ahí, sensación que también me dio el Cádiz la semana pasada a pesar del resultado. Los gaditanos este fin de semana ya han demostrado que no juegan mal, consiguiendo el triunfo frente al Girona y abandonando así los puestos de descenso.

Nosotros por nuestra parte dormimos en puestos europeos, sextos. Aunque faltan los partidos de Rayo, Villarreal y Osasuna, nuestros deberes están hechos. Encima nos hemos quitado el sambenito de perder siempre contra los que están en descenso, ya que no la semana pasada ni ésta ha ocurrido. Además hemos vuelto a ganar fuera, que desde septiembre no lo hacíamos. El juego ha sido el que ha sido, pero los 3 puntos son importantísimos. Clasificación amigo. Prefiero no jugar ni gorda y ganar, que hacer buen partido y no sacar nada. Viva el resultadismo (esto último dedicado a unos amigos, jejeje).

La semana que viene tenemos un hueso duro de roer, de digerir, incluso de soportar,… Encima allí. Difícil pero… ¡a por los colchoneros! Y…

¡Aúpa Athletic!

P.D.: Tercer gol de Asier Villalibre con el Alavés. Salió al campo en el minuto 62 y para el 66 ya había marcado. Os pongo un enlace del Desmarque Bizkaia en el que hay un vídeo del gol para que lo podáis ver clicando en él. Llegar y besar el santo por segunda semana consecutiva. Imposible empezar mejor una cesión. Me alegro infinito por él.

El Athletic a semis a costa del Valencia

Vesga el gol de la tranquilidad (Foto: Borja Guerrero)

A los que no hacen más que recordar lo que le limita la filosofía al Athletic, les diría que echen una ojeada a las estadísticas, por ejemplo de la Copa. Cuarto año consecutivo que llegamos a semifinales. Es una locura de dato. Orgullosa no, lo siguiente. A los que menciono al principio les puedo reconocer que claro que te limita, ¿y? Pero la alegría que te llevas cuando se logra algo no tiene precio. Y este equipo nos ha dado muchas alegrías. Sí, ya sé que también tristezas, pero para llegar a perder finales hay que llegar a jugarlas y para nosotros parece casi que es lo habitual, jugarlas. No estamos en la final y será complicado llegar a ella porque sea el rival que sea ninguno lo va a poner fácil, pero de momento estamos en las puertas. Sobresaliente el equipo y sobresaliente el partido que hicieron, que se distingue de los anteriores que hemos perdido o empatado recientemente, en la pegada. El gol te da la vida y te la quita si no llega. Contra el Real Madrid se hizo un muy buen partido en el que se falló arriba y se regaló más de la cuenta. Contra la Real igual. Ayer contra el Valencia, a pesar de jugar en su casa, se salió como siempre con el cuchillo entre los dientes para hacer una presión feroz que hizo parecer, en buena parte del primer tiempo, que el Valencia era un equipo menor. Los «ches» estaban ahogados y no podían sacar el balón. Su idea era sacarlo combinando desde su portero, pero la enorme y eficaz presión, les hacía perder el balón una y otra vez. Pocas veces llegaron a nuestra área, aunque una sí con peligro, con Cavani poniendo a prueba a nuestro portero de la Copa, Julen Agirrezabala, que no hace más que confirmar que es un muy buen portero. Prácticamente todo lo demás discurrió por los dominios valencianistas, donde los nuestros recuperaban e intentaban hacer daño. Pero no. Hasta que Herrera metió un centro al área, y el por mí siempre criticado Iñaki, le dejó de cabeza el balón a Iker, que fusiló con calidad, para ponernos por delante. Por cierto, titularidad de Herrera y Muniain, juntos, que no se daba desde hace mucho. Buen trabajo de ambos. A ver si recuperamos a los dos para la causa, porque calidad tienen. Ya sabéis los que me leéis que la suplencia de Iker la he aplaudido. No me parece nada malo que pasen por el banquillo. Y si cuando luego vuelven a salir, cumplen, como ayer, miel sobre hojuelas.

El empate del Valencia nos dejó fríos, a los espectadores, digo. Vino de un triple fallo. Diakhaby se internó hasta la línea de fondo, para que su pase de la muerte, lo alojase en las redes De Marcos. Ello dio vida al Valencia y sobre todo a su «encantador» público que hasta entonces estaba de uñas con su equipo. Pero los nuestros tuvieron la fortuna, calidad, de seguir percutiendo y casi seguido, gracias a otra asistencia de Iñaki, el balón le llegó a su hermano, que también fusiló a gol. Momento, el ideal, al final del primer tiempo, para ir al vestuario con ventaja. Perfecto.

El segundo tiempo similar, el Valencia incapaz de sacar el balón con criterio por la presión rojiblanca. Y nosotros sin crear grandes oportunidades en un acercamiento conseguimos el penalti sobre Nico. Llamativa la actuación del árbitro Del Cerro Grande en esta jugada. Primero ni lo vio ni lo señaló. Lo acepto porque siempre es difícil verlo en vivo. Lo de luego ya me parece peor y me explico. El VAR le avisó, por lo que pensé, que si le llamaban era porque era una jugada clarísima. Pero a él le costó un mundo, incluso acercarse al monitor. Al final, decidió que iba a verlo. Yo mientras pensaba… Seguro que es evidente que es pena máxima aunque no le apetece nada pintarlo. Mal pensada que es una. Lo que ocurre es que una vez que va a verlo, a los telespectadores nos sacaron un montón de veces las imágenes y ya desde la primera se veía que era escandaloso, porque le golpea el tobillo y lo desplaza. Clarísimo. Nítido. Manifiesto. Para todos, excepto para Del Cerro, que daba la sensación que estaba buscando algo inexistente para no tener que pitarlo. ¿Soy exagerada? O ¿a vosotros os dio la misma sensación que a mí? Al final, penalti. Gracias Del Cerro. En fin. Y Vesga que nos dio la enorme alegría de meterlo. 1 a 3. A partir de ahí, a controlar el partido e intentar evitar errores propios. Hubo uno garrafal de Yuri, cesión horrorosa y balón al delantero, que tiene un mano a mano con Julen que volvió a solventar de lujo. Hay portero. Hay portero. Ellos tampoco metieron mucho miedo ya y así se llegó al final, con el público sacando pañuelos. Y por nuestra parte, venganza cumplida y agradable, ya que la eliminación del año pasado, con este mismo equipo en modo SÚPER DESAGRADABLE, gracias a la ”amable» participación de Bordalás, nos dejó sin final, a pesar de merecerla, es decir, no muy bien recuerdo. Así que esta victoria sabe mucho mejor. A semifinales y a esperar al lunes para saber quién es el rival, entre Real Madrid, Barcelona y Osasuna. A por el que toque.

Y el domingo a Vigo a romper la racha negativa en Liga. Se necesita y lo pueden hacer. Así que… para no descolgarnos en esta competición… ¡a por el Celta! Y…

¡Aúpa Athletic!

El Athletic incapaz de meter gol al Osasuna

Podría poner aquí el comentario que hice tras el partido contra el Betis y quizá no encontrásemos las diferencias.

No hay manera (Foto: Pablo Viñas)

Ayer el Athletic mereció ganar, por dominio, por control del juego, por acercamiento al área,… pero, curiosamente en el mismo encuentro que homenajeamos a Txetxu (muy bonito, por cierto), gran pasador, gran asistente,… nuestros jugadores se vuelven a empeñar en destrozar las jugadas, por una decisión última errónea, por acelere, por falta de pausa, o quizá, lo que es más preocupante, por falta de calidad. La calidad que tenía el gran Rojo, ya sabemos que es patrimonio de muy pocos, pero ayer no estuvo presente en San Mamés, de cara a puerta, u otra vez, en los últimos metros. Una pena porque los de delante esta semana nos han vuelto a sacar dos puntos más de ventaja. Es lo que hay. El poder acceder otra vez a la cuarta plaza desperdiciado.

El Osasuna se ha visto sorprendido por los rojiblancos y salvo, los quizá 6 o 7 primeros minutos, no ha dado noticias de su existencia en todo el primer tiempo. Han sufrido mucho, por la presión y la intensidad del equipo, y no han podido desplegar el juego que están haciendo este año. Mérito de los rojiblancos, claro. Casi 40 minutos estando de manera continua en el último cuarto del campo. El problema es que las jugadas, cuando robábamos el balón, llegaban hasta el borde del área y ahí se fundían los plomos. El buen portero rival, Aitor Fernández, solo ha tenido que hacer dos muy buena parada ante el tiro de Guruzeta y un pase atrás complicado. Nada más. Eso sí los ataques han sido continuos, y con sensación de peligro ininterrumpida. El problema es que las sensaciones no dan puntos. Los goles sí, y así es imposible. Txetxu, vuelve. Te echamos de menos.

El segundo tiempo, ya más espeso, seguramente, por la bajada de intensidad, ya que el ritmo del primer tiempo no hay equipo que lo aguante, o porque el árbitro ha cambiado de criterio, con respecto al primer tiempo, y ha pintado muchas más faltas, o porque los rojillos (ayer de blanco), empezaron a jugar algo más,… Sea por lo que fuere, el panorama cambió un poco. Pero de cara a meta se siguió parecido, por no decir igual. Fallos y más fallos. Algunos incomprensibles, como dos de los Williams. Iñaki, rematando un churro a puerta, cuando tenía a Nico solo a la derecha, y más tarde, este último, desperdiciando un caramelito de Muniain (que no jugó de titular), rematando fuera de manera increíble. No se pudo y no se pudo.

Otros nombres propios que hay que destacar. Unai Simón, con una gran intervención, al final, nos libró de que el partido fuese un calco del que perdimos en casa contra el Espanyol, que con un único tiro a puerta nos levantó los 3 puntos. Ver para creer pero… Gracias Unai. ¡Grande!

Oier Zárraga, seguramente, tuvo ayer su mejor actuación en el primer equipo. Dos partidos solo de titular en Liga y alcanza su mejor nivel hasta ahora. ¡Que siga! Pena que tuvo el punto de mira desviado, ya que sus tiros salieron todos muy lejos. No importa, a la siguiente entrarán. Si mal no recuerdo, tiró hasta 4 veces a puerta. Él tuvo mucha «culpa» de que el dominio del primer tiempo fuese tan claro del Athletic. Recuperó muchos balones, se ofreció y chutó. Por supuesto, ayudado por Vesga, que también estuvo bien, aunque no tanto como Oier.

Los centrales espectaculares, Dani y Yeray o Yeray y Dani. Se complementan genial y si alguno falla, ahí está el otro para solucionarlo. Pero pocos fallos cometieron. Además Yeray estuvo bastante bien con el desplazamiento en largo. A seguir así. Difícil lo tiene Íñigo. Muy difícil.

Casi se me olvida Óscar De Marcos, y tal y como estuvo no es para olvidar. Gran derroche el suyo.

Para acabar, poco consuelo queda por la pérdida de los dos puntos, pero al equipo lo único que se le puede echar en cara, es la falta de «finura». Algo que ya dije el otro día y un amigo me tomó el pelo, pero es la forma que se me ocurre para definirlo. Se matan a trabajar, van a por todos los partidos desde el minuto 1 al 90 y más, tiene la portería en mente, van a tope a por ella,…. Va a estar difícil entrar en puestos europeos porque hay más equipo y porque ayer, por ejemplo, el mismo Osasuna nos demostró que no son mancos, ni cojos, y que también están ahí por algo. Y lo que es peor, no solo ellos. De momento la semana que viene, tenemos que ir a visitar a los vecinos, que nos sacan seis puntos, y van a intentar dejarnos a nueve. Va a ser muy complicado porque lo están haciendo bien, pero nosotros también, y ganarnos es labor ardua, así que sin miedos… ¡a por la Real! Y…

¡Aúpa Athletic!