Tristeza fue la primera palabra de Marcelino en la rueda de prensa tras el partido.
Y tristeza la sensación que nos quedó a todos. Hablando con algunos amigos me preguntaban si lo que vimos ayer no era lo mismo que veíamos con Garitano. Ya sé que siempre tenemos la mala costumbre de hacer comparaciones, pero es inevitable. Yo les contesté que no. No sé si más por mis ganas de que no sea así, o por ser verdad. Hay una realidad que lo está mediatizando todo y que Marcelino, que no se esconde en las comparecencias ante los medios, habló de ella. Es la presencia inminente de las finales, que hace que muchas cosas se hagan distinto. De hecho, yo con el encuentro de ayer, en otras circunstancias hubiese tenido un cabreo sordo, pero no sentí, curiosamente, más que tristeza. Pensé en la oportunidad perdida de ir a la final con más moral. Como veis mi pensamiento está, de nuevo, mediatizado por el próximo partido. Cualquier cosa que comentemos nos lleva a lo mismo.
Marcelino dijo que son dos competiciones distintas y que en este momento parece que la Liga está molestando. Seguramente él, además de triste estaría cabreado porque pensará que unos profesionales no pueden hacer el encuentro que hicieron ante el Eibar. O que un profesional no puede cometer el error que cometió Unai López. No sé ni cómo calificarlo. Error enorme, monumental, gigantesco, impropio,… Incalificable. ¿En que estaría pensando para hacer semejante bobada? No sé. Este año los «Unai»s se están llevando la palma con el tema de errores groseros. Cuando no es Simón, es Núñez, cuando no, es Vencedor, cuando no vuelve a ser el portero, u otra vez Núñez, y ayer, López. Y con ese error, los armeros consiguieron empatar a 1, poco después de que Yuri metiese un auténtico golazo. Kike García, tras el regalo, con su definición, metió a los de Mendilibar en el partido y dejó noqueados a los nuestros.
Marcelino reaccionó en el descanso dejando en la caseta a los dos medios centros, el propio Unai y Vesga, que no consiguieron dominar su parcela ni crear juego. ¿Quizá con ello perdieron también su puesto en la cita del 3 de abril? Salieron Vencedor y Dani García y la creación mejoró, hasta el último pase de sus compañeros, que siguió siendo horroroso. Hubo contrataques varios, incluso abundantes, pero… todos acababan igual. Estropeados por una última decisión incomprensible o por un remate pobre.
Vuelvo al principio. Y, seguramente mucho mediatizado por las finales. Algo, que no es la primera vez que nos pasa. Os recuerdo en la época de Bielsa, en que la Liga paso a un tercer o cuarto puesto de prioridades, se quisiera o no. Mentalmente, aquellos jugadores y hoy éstos, priorizan lo importante. Así fue con Marcelo y así está siendo con Marcelino. ¿Se tiene más cuidado para intentar no lesionarse? Quizá si vemos el número de faltas del encuentro nos confirme está idea. Pues sí. 5 faltas, nada más, frente a las 15 de los guipuzcoanos. ¿Es coincidencia? Igual sí, pero ahí queda el dato. Si se mete la pierna, una jugada tonta puede hacer que te pierdas lo que todos quieren jugar. No será conscientemente, pero,… la duda queda.
Si a eso le unimos que no tenemos un killer en el área, la ecuación te da lo que te da. Empate a uno que no sabe a nada y que te lleva a pensar que, por favor, semejantes errores no se repitan en abril. Añado que me quedo tranquila porque el entrenador dijo que está seguro que en la Copa esto no va a ocurrir, que es otra competición distinta, y que no tiene dudas. No va a ocurrir. Aprovecho para introducir la viñeta de hoy de Antón, publicada en El Correo, resumen perfecto de lo que digo.
¡Qué así sea! Y…
¡Aúpa Athletic!