La fiscalía, sí

Es “la fiscalía”, esa que Pedro Sánchez sugería que controlaba, o “el Ministerio Público”, para que nos entendamos mejor, la que “pide el archivo de la querella que presentaron exjueces contra el rey emérito” (The Objective). Para hacerlo tiene en cuenta, “básicamente, la insuficiencia de indicios incriminatorios, la prescripción del delito, la inviolabilidad del Jefe del Estado o la regularización fiscal”. Vamos, que toda excusa es buena para dejar a Juan Carlos I ya tranquilo de una vez. Por cierto, que el Borbón exiliado tiene planeado volver a su España en breve, y lo hará por riéndose de todo, de todas y de todos. Como siempre, vamos.

¿Por qué ahora?

Por supuesto, es una buena noticia que las empresas que cambiaron su sede social para abandonar Catalunya e instalarse en Madrid, mayoritariamente, vayan a regresar ahora a su lugar de origen. Pero, por supuesto, estamos ante la última maniobra de los partidos españoles para ahogar los anhelos nacionalistas con dinero: “Cuerpo espera el retorno de más empresas a Catalunya tras La Caixa: ‘Es la decisión racional’” (El Nacional). Un retorno que se posibilita ahora que Illa lidera el Govern pero que el ministerio español no quiso abordar cuando lo lideraban Quim Torra o Pere Aragonès. ¿Por qué?

No, no es Abascal

Santiago Abascal no se juega nada, como sugieren también en El Independiente, no tiene que decidir nada, no debe sentirse presionado por apoyar a un Trump imprevisible salvo en el tema arancelario que va a costar mucho dinero a los productores españoles. A quien hay que preguntar qué piensa hacer es a Alberto Núñez Feijóo, que gobierna con ese Vox trumpista y que no ha renunciado a apoyarse en el mismo Abascal que se saca fotos con Milei y Musk para llegar a la Moncloa. Es el PP el que tiene el papelón, la presión y el que debe tomar una decisión, no la extrema derecha española seguidista, acrítica y un tanto tontorrona.

Si todo el mundo lo ve…

Reconozco que me tomo de otra manera a Trump desde su discurso ante el Congreso en el que se limitó a repasar sus 10 puntos con los que nos ha abrumado durante este inicio de mandato. También me congratuló ver a un partido demócrata plantado y me alivia observar cómo Tesla se hunde lastrado por la crisis reputacional generada por Musk. Como diría Trump, “y solo acaba de empezar” porque “la presidenta de Tesla se hace ‘de oro’ vendiendo acciones de la marca, y la abandona a su suerte con las decisiones de Elon Musk” (Híbridos y Electricos). Si todo el mundo lo ve y actúa, como Robyn Denholm, hay esperanza.

La economía es verdaderamente global

Esto que escribe Pedro Vallín en Bluesky lo tengo yo también bastante claro: “Al final a EE.UU. esto les va a salir como el rosario de la aurora por una razón obvia: el mundo no es global de forma discrecional e ideológica, es global de forma evolutiva e irreversible, por el progreso de transportes y comunicaciones. El nacionalismo económico es una paletada y una antigualla”. Dicho de otra manera: lo que no compremos o vendamos a EE.UU. lo compraremos o venderemos a otros países. El mundo es mucho más global de lo que se piensa Trump y demostrárselo se ha convertido en una obligación.

Todo lo que supone

El regreso del “profesor de la UPV/EHU en Vitoria investigado por mensajes ‘fascistas’” (El Diario) en su cuenta de X tiene muchas aristas y todas son muy interesantes. Empezando porque el juez ha decidido “archivar el caso por falta de pruebas que identifiquen al docente como el autor”. Podríamos hablar de los riesgos de que te suplanten la identidad (“él ha negado ser el autor de los mensajes”). Y si hablamos del escrache, ¿se disculparán con él las y los que se lo hicieron? ¿O harán otro ahora que el equipo de Joxerramon Bengoetxea “no ve motivos suficientes para apartarlo”? ¿Quién decide cuál fascismo es el bueno y cuál, el malo?

Sánchez entrega a Euskadi lo que es suyo

Me hace mucha gracia cómo los medios españoles siguen enfocando la cuestión de que las transferencias lleguen con cuentagotas a Euskadi. No es el PNV el que mercadea con ellas, sino PSOE y PP, por turnos. El Estatuto debería de estar completo y la ley, que obliga al traspaso de las competencias, cumplida. Si esto no ha pasado no es por la voluntad de las y los vascos, sino porque los partidos españoles han decidido que las transferencias eran moneda de cambio. Han sido PSOE y PP los partidos que las han retenido, los que las sueltan en función de sus necesidades y los que han creado el relato de que los vascos las arrancamos.

Sí, nos afecta

Antes o después Pedro Sánchez tendrá que hablar de esto: la nueva situación que ha generado Trump, acabando con el frágil equilibrio con el que se sostenía Europa en el mundo, requiere una respuesta. Macron la ha dado. Stramer la dio incluso antes. Y poco a poco todos los líderes europeos tendrán que transmitir a sus naciones el mismo mensaje: “La amenaza rusa nos afecta a todos en Europa y ya no se puede confiar en EE.UU.” (El Independiente). Eso supone que tendremos que rearmarnos energéticamente, que rearmar nuestros mercados internos y exteriores, y también que tendremos que rearmar nuestros ejércitos. Esto va en serio.

Discursos realistas, por fin

Nunca he sido un mojigato respecto a la industria armamentística: prefiero no tener que recurrir a los ejércitos pero en este mundo el equilibrio militar es imprescindible. Todo lo que no sea reconocer eso son discursos buenistas y postureo pacifista, pero no es la realidad. La verdad es más parecida a esto que escribe Ignasi Guardans en Bluesky: “Sí, las empresas europeas del sector de la defensa van a ganar dinero y van a subir en valor. Y van a aportar empleo. Y van a producir bienes y servicios esenciales para mantener nuestro modelo social, nuestras libertades colectivas y personales (y las de EEUU lo van a perder)”.

Fíate de Trump

Con una Europa bien armada Ucrania no tendría que ceder al chantaje de EE.UU., puede que incluso el Kremlin no se hubiese atrevido a invadir Ucrania. De eso va tener ejércitos fuertes, de mantener los equilibrios, no de agredir a nadie… A menos que seas Putin o Netanyahu. No podemos ya fiarnos, lo dijo Macron y lo dice el sentido común: “Trump corta el intercambio de información de inteligencia con Ucrania” (Vozpópuli). Lo único que busca son esas preciadas “tierras raras” y no le importa poner en riesgo a la población ucraniana, ni dar a conocer a Rusia que puede avanzar sin que nadie avise a Zelenski.

Y no se sonrojan

He leído con cuidado el editorial en Diario Red, el digital de Pablo Iglesias, en el que argumentan por qué, según su opinión y la de Irene Montero, los países europeos deberían de abandonar la OTAN. La enumeración inicial de motivos puede servir para argumentar lo contrario: lo necesario que es reforzar la OTAN en un momento de “desacoplamiento” de las estructuras supranacionales y para corregir la deriva de Mark Rutte. Pero su falta de sentido y sensibilidad queda clara con su cortoplacismo: abandonar ahora la OTAN por Trump es como abandonar una carrera en tercero porque no te gusta una asignatura, es decir, infantil.

A Elon Musk le gusta esto

La idea de abandonar la OTAN la comparten Irene Montero, Diario Red y Elon Musk. Vaya, qué casualidad. El multimillonario al que Trump ha dado plenos poderes también comparte otra visión con Podemos: “Culpa a Zelenski de haber llevado a Ucrania a la guerra y de no querer pararla” (Ara). Escribía recientemente Enric Juliana en Bluesky que no creía que hubiese una izquierda trumpista en España, y estoy de acuerdo con él. Pero lo que es innegable es que en Podemos ven el mundo del mismo modo adolescente e irresponsable que el hombre más rico del mundo, metido ahora a político.

Esta es la verdad

A Europa no le ha salido bien la jugada de ser el cliente número uno de EE.UU., Rusia y China. Es evidente. Pensábamos que si comprábamos todo lo que tenían al precio que pusieran evitaríamos cualquier escalada belicista y, como ya he mencionado en esta columna, nos hemos encontrado desarmados y defendiéndonos con foie, jamón, aceite, vino y salchichas y un chip, que es lo que exportábamos. No parece suficiente. Y puede que sea desagradable aceptarlo, pero también es lo más responsable: Ursula Von der Leyen tiene razón cuando dice que “necesitamos urgentemente rearmar a Europa” (El Imparcial).

El enemigo es poderoso

Me gustaría que no fuese así, me gustaría que el mundo no se haya vuelto loco, me gustaría no preocuparme porque mi hija y, especialmente, mi hijo, crezcan en una escalada violenta que puede acabar con una llamada a filas dentro de diez años. Pero la realidad apunta a una OTAN fuerte y unida, y a una Europa rearmada porque el enemigo es poderoso: Putin, Xi Jinping, Kim Jong-Un, Trump o Netanyahu. Este último “elogia a Trump por las armas enviadas”. Para él, el presidente estadounidense “es el mejor amigo que Israel ha tenido nunca en la Casa Blanca” (Deutsche Welle). Esos son los agresores y entre ellos se llevan bien.

La guerra sigue

Miramos al despacho oval atónitos y, mientras tanto, como nos recuerda Netanyahu, cuando no le vemos Trump aumenta el apoyo militar a Israel sabiendo lo que va a hacer con él. Así Trump se convierte en el mejor aliado a la vez de Putin y Netanyahu, y este último se permite ir un paso más en la atrocidad: “Países árabes condenan la suspensión de la entrada de ayuda humanitaria a Gaza”. Como de inhumano tienes que ser para que el emirato catarí te recuerde que lo que haces es una “grave violación del acuerdo de alto el fuego, el derecho internacional humanitario y todas las normas religiosas” (Tercera Información).

¿Y si normalizamos esto?

Pello Otxandiano no fue capaz de llamar “terrorismo” a lo que hizo ETA durante décadas y habló, en respuesta a Aimar Bretos (que junto a Joseba Solozabal fue el único que le hizo la pregunta necesaria), de un ciclo político. Pese a esta abyección, Otxandiano siguió siendo candidato a lehendakari y Bildu obtuvo su mejor resultado. El sábado, Begoña Elorza, la madre de Jorge Díez, asesinado por ETA, le puso por fin en su sitio: ni él ni Rocío Vitero pudieron participar en la ofrenda floral al ertzaina y a Fernando Buesa. ¿Qué pasaría si normalizásemos esto en vez del silencio (a veces, omertà) y el dejar hacer a los lobos con piel de cordero?

Los tenemos en cuenta todos

Steve Banon no puede ver a Elon Musk. No es una cuestión ideológica, no es que el primer gran asesor de Trump esté en contra del giro radical del millonario. No puede verle, simplemente, porque le ha desplazado. En el fondo, son tan iguales que “Steve Bannon hace un saludo nazi durante una cumbre ultra del trumpismo” (El Diario), de la misma manera que el de X, Tesla, PayPal, Space X o Starlink. Ni el gesto de Musk, ni el de Banon, ni el de Eduardo Verástegui (el actor mexicano y activista ultraderechista que también tocó su corazón y alzó su mano derecha en la misma cumbre), deben pasar desapercibidos.

Un mensaje para Feijóo

En esa cumbre de las manos derechas alzadas participó también Santiago Abascal que, además, posó orgulloso junto a Elon Musk (vestido como un mamarracho, no excéntrico: mamarracho), al que agradeció “el haber sido un adelantado en la devolución de las libertades a las redes sociales”. La foto, el texto, la presencia, son un mensaje para Alberto Núñez Feijóo, que acaba de ver cómo en Alemania su partido hermano ha dado la espalda a la ultraderecha que se le ofrecía para gobernar. Es el del PP el que tiene que tomar una decisión y explicarla: ¿se va a apoyar en Vox para llegar a Moncloa? Sí o no. Es muy fácil.

Lo de Monedero

De que Podemos iba a acabar como el rosario de la aurora no tuve ninguna duda desde su nacimiento, y así lo he escrito varias veces en esta columna. De que por el camino iban a dejar todo patas arriba (ahí está el blanqueo exprés de la izquierda abertzale), tampoco. Pero bueno, me centro en lo primero: lo de Monedero “lo sabía hasta el apuntador”. Lo dice Lola Sánchez, exeurodiputada de Podemos que fue la primera mujer que le denunció. “Ni entonces ni hoy tengo intención de interponer ninguna denuncia formal. La condena que merece es social, tanto él como quienes han permitido esa impunidad durante tantos años” (El Periódico).

La lucha antiimperialista

Esto de Eduardo Saldaña en Bluesky es difícil de mejorarlo: “Te pasas la vida hablando de la lucha antifascista y antiimperialismo y cuando las dos principales potencias nucleares están haciendo y deshaciendo a su antojo empiezas a matizar y a decir que eso de la lucha es mejor pensárselo y que diplomacia y lo que ellos digan. Pie en pared”. Por supuesto, el experto en política internacional se refiere al papel que está representando la izquierda española (la vasca se limita a guardar silencio mientras Putin hace, también en el Parlamento Europeo), que ahora aboga por el dejar hacer y el hablar, pero no muy alto, no sea que los ogros se enfaden.

Que se sepa

El 18 de febrero, antes de que Trump diese un golpe al tablero internacional alineándose con Putin y atacando con dureza a Zelenski solo para debilitarle y quedarse con sus recursos naturales, en el Parlamento Europeo los principales grupos se unieron para reivindicar el papel de la Unión, la legitimidad del estado ucraniano e intentar parar a Trump. No se sumaron Bildu, Vox, el partido de Alvise Pérez y Podemos. Que se sepa. Que se diga. Que quede claro quién está contra los imperialismos del Este y el Oeste y quién no hace nada, ni firmar una declaración para enfrentarse a quien pasa por encima de todo.

Te jodes

El chiste de Pedro Vallín en Bluesky tiene gracia porque dice la verdad: “Que la guerra la había empezado Zelenski contra Putin ya lo había dicho Canal Red”, el digital de Pablo Iglesias. Quien haya sugerido lo que ahora Trump afirma, quien no lo haya negado y quien haya engañado a la chavalada con carteles en los que mezclaba al presidente estadounidense con Zelenski, Von der Leyen y Abascal, ahora se tiene que joder. Porque le han pintado la cara, y se la ha pintado un irresponsable como Donald Trump y un manipulador como Putin que necesitaba a esos que seguían pensando que estando con el Kremlin estaban contra Washington.

Lo sabíamos y lo decíamos

Que Putin es un sátrapa que se descojona de los tontos útiles que le defienden lo decíamos, que Trump es un tipo peligroso también lo avisábamos: “Después de que Trump haya atacado, menospreciado e insultado al pueblo ucraniano y a su presidente, me he acordado de lo que dijo Harris en el debate: si fuera por Trump, ‘Putin estaría sentado en Kiev con los ojos puestos en el resto de Europa’”. Mario Castroviejo recuerda en Bluesky y X que ya lo advirtió la candidata demócrata durante la campaña, por lo que la información pudo llegar a quienes iban a votar y a quienes le defienden aún hoy también en Europa, empezando por Vox.

El papel de Europa

También en Bluesky, Bernie Sanders lamentaba que Trump abandone a los aliados tradicionales de EE.UU. y apoye el autoritarismo de Putin. Pero en Europa tenemos que hacer autocrítica y saber de qué somos responsables: decidimos mostrarnos como los clientes preferentes de EE.UU., Rusia y China, para asegurar la paz. Y ahora no sabemos hacer nada (ni chips, ni misiles) y no somos capaces de defendernos, porque con jamón, vino, aceite de oliva, foie y salchichas (que es lo que exportábamos a esas potencias: delicatessen), no vamos a contrarrestar la fuerza de combate que acabamos de ver en Gaza.

Y el futuro de EE.UU.

Yo no tengo claro que dentro de 4 años vayamos a ver elecciones plenamente democráticas en EE.UU., la verdad. De hecho, intuyo que Trump tiene la intención de importar el modelo ruso de retención del poder. No son casuales los gestos de Musk que recordaban al saludo nazi, ni lo es que en el Instagram de la Casa Blanca (el oficial, el único) hayan difundido justo estos días una imagen de Trump con una corona y el mensaje: “Larga vida al Rey”, después de que el presidente haya firmado un decreto invalidando los peajes en New York con los que intentaban evitar el tráfico y la polución. Ese es el panorama. Esa es la cruda realidad.