La del 23-J va a va a ser una campaña interesante en Euskadi: EAJ-PNV va con Aitor Esteban, su estrella del rock. Bildu va con las suyas: Oskar Matute y Mertxe Aizupura, después de una legislatura aprovechada (y todo el mundo sabe que la sociedad vasca recompensa generosamente a la izquierda abertzale cada paso hacia la normalización). Pero la mayor novedad es la de Bildu en clave española: varios representantes han apostado por su partido como la opción útil para la gobernabilidad de España. Algo tan nuevo que, como recuerda Javier Salvador, Sánchez fue presidente sin los votos de Bildu, que ante PP y Vox se abstuvo.
Quienes sí hacen dumping
Las diputaciones forales siempre han tenido muy mala fama, cebada también desde Euskadi por intereses partidistas, por el supuesto “dumping fiscal” que practicaban. Pese a él, no pocas empresas han troceado sus negocios y han creado residencias fiscales en Madrid desde la época de Aznar. Ahora, en plena batalla por la Moncloa, leemos titulares muy esclarecedores: “El número de consultas para cambiar la residencia fiscal a Madrid y Andalucía va en aumento” (Vozpópuli). Y después del 28-M, los que tienen como patria su dinero contarán “con más comunidades gobernadas por el PP en las que se prevé que habrá rebajas de impuestos”.
Una pésima noticia
No todas y todos los que tienen dinero suficiente como para andar moviendo residencias fiscales para pagar menos impuestos tienen un avión privado, pero para el caso, son igualmente malas personas. Y contra ellas y sus actos la ciudadanía tiene que activarse y elegir a representantes que les hagan frente. De esto van las elecciones. Ahora toca mirar a Madrid, pero en 2024 tocará mirar a Bruselas de nuevo y recordar titulares como este: “Los jets privados seguirán volando sin límites por Europa: la Comisión descarta restringir su uso” (Nius). Una pésima decisión y una pésima noticia: las restricciones son para las y los pobres.
Las y los de las restricciones
Las y los más ricos no tendrán restricciones a la hora de coger sus jets privados. Quienes sí las tendremos para viajar seremos los demás, con vuelos cada vez más caros (aunque sigo pensando que viajar está sobrevalorado). Lo bueno para mí es que soy autónomo y, por lo tanto, entro en segmento de las y los pobres, directamente: en El Blog Salmón describen “las irrisorias bajas de los trabajadores por cuenta propia”. 18,80 € al día, para ser exactos. 23,60 si es por accidente laboral o enfermedad profesional. Un chollazo. Una bicoca. Un reclamo maravilloso para que la gente quiera emprender, no ya con una start-up, sino con una tienda.
Qué temazo
Dentro de las y los autónomos también hay escalas. En la más baja estamos quienes vendemos ideas, intangibles, inmateriales. Iker Casillas me regala un ejemplo estupendo: su oferta de empleo para crear contenidos sobre su equipo de la Kings League (la liga de algo parecido a fútbol creada por Piqué y popularizada por Ibai Llanos). Ofrece 18.000 € brutos al año y pide inglés “nivel avanzado”, conocimientos de programas de edición y streaming, y luego esas chorradas de ganas de involucrarse y atender a los detalles. Lo que no pide es titulación: ¿cree que esto lo puede hacer cualquiera? ¿A cuánto está el kilo de talento? ¿Y el metro de gestión?