Bien por Ada Colau

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Ya tengo una de las satisfacciones de Nochebuena: el ayuntamiento de Barcelona ha puesto 60.000 euros de multa a Airbnb y Homeaway, que son empresas que, apoyadas en una base tecnológica, gestiona capciosamente alquileres de apartamentos por días pasándose por el arco del triunfo el sector inmobiliario y, lo que es más importante, los impuestos que todos tenemos que pagar. Ada Colau, en mi opinión, acierta. Porque en nombre de Internet algunos están abusando.

El partido menos votado es alavés

El partido menos votado en las elecciones del domingo pasado fue uno alavés que se presentaba solo en este territorio. La agrupación se llama Ongi Etorri, parte de SOS Racismo (que por otro lado tiene una sospechosa experiencia en participar en campañas electorales defendiendo intereses de parte), y ha obtenido únicamente 110 votos. Su programa, básicamente, busca concienciar sobre el fenómeno de la inmigración y restar estigmas.

El control de las expectativas

Es un asunto básico en política: las expectativas demasiado altas pueden convertirse en un lastre. Le pasó en la noche electoral a Ciudadanos, que ha obtenido un gran resultado (entrar en el Congreso con 40 escaños) pero la sensación que le queda es la de derrota. Le ha pasado a Bildu, que se veía (y le veíamos) fuerte. Y puede pasarle a Podemos, que sigue yendo a tomar el cielo por asalto, sin bajar al nivel suelo, y que puede generar frustración a sus hoy ilusionados votantes.

¿Para qué sirve Twitter?

Pepo Jiménez describe estupendamente en ‘Vozpópuli’ lo que hacemos cada día los que hemos encontrado una oportunidad peinando Twitter (entre otros espacios) para separar grano de paja o, lo que es lo mismo, las historias de los comentarios superfluos. Además, Jiménez ha sabido seleccionar magistralmente algunas de estas grandes historias, algunas tan breves como un solo tuit o dos imágenes contrapuestas. Todo ese talento, por suerte, también está en esta red social.

Dropbox monta una cafetería con una Estrella Michelín

La cafetería de Dropbox, en la que los trabajadores de esta empresa comen gratis cada día, acaba de ganar una estrella Michelín. Las empresas tecnológicas como Dropbox o Twitter están acostumbradas a disparar con pólvora del rey, es decir, de los inversores, mientras buscan un modelo de negocio rentable, al mismo tiempo que cometen excentricidades como poner en marcha restaurantes de alto nivel. No sabemos si Dropbox será rentable, pero sí que en su cafetería comen muy bien.

Una buena noticia del 20-D

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Normalmente no me alegro de las derrotas electorales porque puedo imaginar las sensaciones negativas de los equipos de campaña y de los simpatizantes, y no es agradable. Pero cuando un partido ha basado su acción en acusar y señalar, y sus propios candidatos no tienen más mérito que hacer la pelota mejor que los otros a la fundadora del partido, sí, me alegro de que la formación desaparezca de los parlamentos: hasta el Partido Animalista ha doblado en votos a UPyD. Y esa es, sin duda, una buena noticia.

Y las malas noticias (para algunos)

La considerable bajada en escaños de los partidos españoles mayoritarios ha supuesto que se hayan quedado fuera del Congreso algunos nombres de esos que siempre están en la pomada política. Nombres como los de Durán i Lleida (que ha desintegrado su propio partido); en el PSOE, Eduardo Madina, Ciprià Císcar; Borja Sémper en el PP; o el fichaje estrella militar de Podemos, Julio Rodríguez. También echaremos de menos algunas siglas como las de GeroaBai o BNG.

Tampoco Lomana

Desde el primer momento me gustó la idea de que Carmen Lomana fuera senadora. La llegada de alguien como ella, ajena por completo al mundo de la política pero muy presente en el del papel couché, la tele barata y las fiestas caras, iba a significar un recordatorio permanente de que cualquier persona puede ser elegida. Hasta Carmen Lomana, que pasa de todo, que quiere cerrar el Senado (yo también), y para la que la democracia es solo otro divertimento.

Somos una sociedad enferma

Ya lo dijo Aznar, y ahora lo dice el obispo de Donostia (seguro que a él le gusta más “San Sebastián”), José Ignacio Munilla: somos una sociedad enferma. En concreto, lo dijo así (‘InfoLibre’): “Estos resultados reflejan una profunda crisis. Son el retrato de una sociedad enferma pero siempre existe una oportunidad para regenerarse y esa oportunidad se llama bien común, una palabra que ha ido desapareciendo del vocabulario político. Si el término bien común volviese a ser rescatado, bienvenida sea esta crisis”.

El silencio de quien más ruido ha hecho

Maurizio Carlotti es, sin duda, el gran triunfador de estas elecciones. Su papel en ‘Atresmedia’ ha podido ser definitivo para definir el escenario político actual, con su apuesta por políticos mediáticos y una confrontación incluso entre sus dos cadenas. Confrontación que se diluía en televisión cuando convenía, con programación compartida, y que el propio Carlotti instigaba en Twitter, donde tiene casi 7.000 seguidores y responde con soltura.

La tontería del voto a peso

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Hacer el cálculo y publicarlo de cómo quedaría el Congreso de los diputados (y diputadas) si el Estado español fuera una circunscripción única y todos los votos valiesen lo mismo es, por un lado, hacerse trampas al solitario y, por otro, hacer trampas perversas mientras a menos que se vaya más allá de los números. Ese sistema daría representación a bolsas poblacionales mayores y dejaría sin presencia a partidos y sentimientos políticos mayoritarios en espacios concretos. ¿Hay quien prefiere ese sistema? Sí. ¿Es mejor? No.

Y la de las listas abiertas

Otra reclamación clásica de quien prefiere criticar a construir en política es el sistema de listas abiertas como si este fuera mejor, también, por si solo. Pues bien, en España existe una cámara en la que se pueden elegir senadores de diferentes partidos. ¿Saben lo que ha pasado en las elecciones del domingo? Que se ha reforzado el bipartidismo hasta el punto de que Ciudadanos, un partido nuevo con 40 diputados, ni siquiera ha conseguido un senador.

No, Inda, eso es lo más fácil

Eduardo Inda, por medio de un editorial en su digital, lo tiene claro: ante la difícil gobernabilidad de España lo mejor sería repetir las elecciones. Eso sería, por un lado, lo más fácil, y por el otro, lo más caro. Además, es una huida muy cobarde de quien tiene potestad para disolver las cortes: elecciones nuevas para ver si obtengo un resultado mejor y, lo que pierda la ciudadanía no me importa. Lo responsable (y lo difícil) es negociar para avanzar.

Losantos votó a Ciudadanos

Ahora que sabemos que la extrema derecha española no ha obtenido ni el resultado que esperaba ni el que esperaba el PP, resulta hasta entrañable leer a Federico Jiménez Losantos. El domingo, el periodista escribió por qué iba a votar a Ciudadanos, lo primero, porque se trata de un partido qué el ayudó a lanzar (por supuesto), después, porque encaja en la ideología del propio Losantos, que reconoce haber votado antes al PP, a UPyD y a Vox (ahí es nada).

Gómez de la Serna, diputado

Parece que nadie en el PP consiguió disuadir a Pedro Gómez de la Serna de que retirase su candidatura como número dos al Congreso de los diputados por Segovia. De la Serna había sido apartado de la campaña por el propio PP tras saberse que habría cobrado comisiones por conseguir contratos de obras públicas para empresas mientras era diputado del propio PP. Y ha vuelto a ser elegido, aún sabiéndolo en Segovia como lo sabían, aun con el PP asegurando que presionaban para que no se presentase. No se me ocurre mejor metáfora de la política española.

La muy llevadera levedad de Twitter

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Rescato el título de una columna que ya escribí hace unos días porque la noche electoral nos ha dejado unos resultados que coinciden, casi por completo, con la lectura que realizamos una semana atrás: el PP resiste, el PSOE no pierde tanto, Podemos se sitúa como el tercer espacio y Ciudadanos se desinfla. En la CAV, EAJ-PNV saca uno más y Podemos gana a costa de un Bildu que pierde más, incluso, que el PSE. Está claro que el PP, a los vascos y las vascas, nos importa muy poquito.

Esto, en Twitter, tiene su reflejo: Arraiz, que es un tipo valiente, reconoció: “Nos hemos caído”, cuando lo han hecho con casi todo el equipo. En la misma red social varios usuarios se acordaron honestamente de un Larreina cuyo pecado pudo ser no levantar la voz cuando, entre otros, pedían el voto para él quienes se refugian en Cuba huidos de la justicia española. Y Ortuzar, que es un tipo práctico, dio la bienvenida en Twitter a Podemos al tiempo que recordaba que su partido había ganado un escaño en un escenario en el que todos menos EAJ-PNV han perdido representantes por la entrada, precisamente, de Podemos y, en menor medida (sobre todo en Euskadi), de Ciudadanos.

Precisamente, Ciudadanos cambió la soberbia por silencio rabioso anoche en Internet, y Podemos hizo en Twitter dos menciones relevantes: la cuenta del Partido aseguraba que no debían nada a los bancos (a alguien se lo deberán, en el presente y en el futuro, como todos), y Pablo Iglesias se acordó de Pedro Sánchez mientras hablaba de un bipartidismo que, evidentemente, quieren perpetuar cambiando, simplemente, al actor que se enfrentará al PP.

Y en el PP, poca euforia. Estuvieron comedidos después de un cierre de campaña estrambótico en redes sociales (con un sentido del humor inusual e incoherente). Y más a la derecha, en UPyD, era más interesante lo que decían sobre ellos que lo que decían ellos mismos. Por ejemplo, que sacaron menos votos que el Partido Animalista. No fueron pocos los que se alegraron de la salida de este partido, oportunista y cínico hasta el hastío, del Congreso. Una cámara a la que tampoco entra Maroto, muy mencionado y con mucha retranca por la “twittesferra” alavesa.

IU, que había hecho una campaña muy “tergetizada” en redes sociales, como si en ellas solo existieran usuarios expertos y ajenos a la sociedad, también decidió guardar silencio. Lo han intentado todo y nada ha salido bien.

En resumen, Twitter ayer y, especialmente, anoche, no estuvo interesante. Todos se guardan para el futuro, cuando la levedad de una herramienta de puro entretenimiento deje paso a la gravedad del parlamento de turno y, sobre todo, a la de las televisiones. Porque esta campaña no ha sido ni la de los debates parlamentarios ni la de Twitter: LaSexta ha sido la cadena de televisión que más ha crecido en la CAV en los últimos años y, estas elecciones, Podemos ha obtenido un resultado tan meritorio como extraordinario. Ambos datos no son una causalidad. Twitter y Facebook son solo el reflejo. Y aunque lo sepamos, muchos miramos al reflejo antes que a la realidad.

Columna publicada [Enlace roto.] del 20 de diciembre de 2015.

Y Lomana pidió el voto en la jornada de reflexión

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Si algo bueno tenemos que sacar de estas elecciones es la incorporación de un montón de gente a las mecánicas políticas que llevamos sufriendo los demás durante años. Todos esos ciudadanos que fueron interventores o apoderados ayer por primera vez se habrán dado cuenta del enorme trabajo desinteresado de quien lleva haciéndolo año tras año durante décadas. Y hasta Carmen Lomana habrá aprendido algo: que en la jornada de reflexión no se puede pedir el voto, algo que hizo para sí misma como candidata de Vox al Senado.

¿Por qué Errejón borró su tuit sobre Venezuela?

Cuando ayer fui a escribir la columna me encontré con que uno de los enlaces que había guardado como “candidato” a entrar en ella había desaparecido. La verdad es que no era uno de mis favoritos para meterlo, pero que Errejón borrara su tuit de apoyo al chavismo “para siempre” fue definitivo para que cambiara de opinión. Por desgracia para el de Podemos, además, encontré su tuit en una de esas cuentas tan conservadoras que dan asco, pero él se lo ha buscado. ¿Po qué lo borró? ¿De qué se avergüenza, de ponerlo o de pensarlo?

Rivera, ¿segundo intento? ¿Tercero? ¿Quinto?

No podemos llevar la cuenta de cuántos pero sí sabemos que ha habido intentos anteriores de lograr lo que Albert Rivera ha cumplido: ser la marca blanca de la derecha, la opción de los desencantados del PP que, al final, va a dejar hacer al PP porque, en el fondo, ambos sirven a las mismas élites. En Twitter, el usuario @BobEstropajo (casi 31.000 seguidores) encontró una casualidad curiosa: el cartel electoral de Mario Conde tenía el lema “juntos podemos”, que es exactamente el mismo título del libro de Albert Rivera, el último constructo.

Las gafas de Rajoy… Y el resto de cosas

No voy a negar que la foto de unas gafas dando una vuelta orbital a la Tierra en la cuenta de Instagram de Mariano Rajoy ha tenido su gracia. Pero cuando vimos que el PP decidió echar el resto con un humor un poco de Marianico el Corto, al final de la campaña, dejó de hacernos gracia. Desde “Mariano, guapo”, a “oa, oa, oa, Mariano a La Moncloa”, a que Mariano reconociera que él era del PP. Todo esto lo pusieron negro sobre blanco en su Twitter.

Luis Bárcenas, presidente de mesa electoral

La noticia no es cierta, pero en esta España que nos rodea todo es posible, hasta que Luis Bárcenas acabara siendo presidente de una mesa electoral ayer, como hemos leído en la web satírica ‘El Mundo Today’. Insisto en que podía ser perfectamente cierto porque todos somos susceptibles de ser convocados a tal efecto, pero hubiera sido el colmo para Rajoy pero también para toda la ciudadanía convocada a las urnas.