Contra Israel no fue

Puedes estar en contra del genocidio que el gobierno y el ejército israelíes están perpetrando en Gaza y puedes estar en contra, también, de la manipulación que hizo la izquierda abertzale del boicot a La Vuelta a su paso por Bilbao. La interrupción del evento deportivo no fue contra Israel ni contra una competición sobre la que Bildu no se posiciona (porque muchos votantes potenciales van a Pirineos a jalear a nuestros corredores). Fue contra unas instituciones a las que sí quieren boicotear. Contra España, por cierto, tampoco fue. Alfredo Pascual en Bluesky describió el sentimiento predominante en redes: “Orgullosísimo de Españita”.

Por Palestina tampoco fue

De la misma manera, puede parecerte bien que la izquierda abertzale instrumentalice el asesinato de 65.000 personas con un objetivo político concreto en la CAV, pero no puedes negar que existe esa instrumentalización. Arnaldo Otegi celebrándolo en X es el mejor ejemplo de por qué y para qué algunos empujaron las vallas al paso de los ciclistas. Quienes estuvimos allí sin dejarnos llevar por los jolgorios oímos la cantinela, observamos quién lideró la acción y vimos cómo recogían y acumulaban las banderas palestinas (y las pancartas), y dónde las llevaron. Lo de “mirar hacia otro lado” también vale para esto.

¿El resultado?

“El equipo Israel-Premier Tech rechaza abandonar pese a las presiones de La Vuelta y los radicales propalestina” (El Debate). Y a Netanyahu me temo que lo que hicieron los de siempre donde siempre no le importó mucho. Al contrario: en el discurso sionista la “ekintza”, presumiblemente, se presentará como otra agresión y un nuevo argumento para su propaganda, esa que le sirve de excusa para aplastar a la población de Gaza. Y todo esto lo escribe alguien que lleva desde el primer día del indignante ataque del ejército israelí sobre la franja señalando al agresor y pidiendo acción a la comunidad internacional contra Netanyahu.

Hoy, también

Miramos casi a diario a la franja de Gaza desde esta columna, pero también explicamos cuando tenemos la ocasión cómo las agresiones de los sionistas van más allá: “Colonos israelíes y soldados arrancan miles de árboles para castigar a una aldea palestina” en Cisjordania (La Marea). “La aldea estuvo bajo asedio de los soldados durante casi tres días. Según los vecinos, allanaron cientos de viviendas, saquearon joyas y dinero y los intimidaron con perros”. Es decir: terrorismo amparado por el mismo estado que, solo 45 kilómetros más allá, machaca a la población de Gaza día a día con bombas, balas y hambre.

Los de siempre, otra vez

Hemos comprado calcetines (valga como ejemplo) para apoyar a alguna ONG de fuera de Euskadi gracias a la promoción de algún jugador del Athletic. Pero si Unai Simón usa su fama para apoyar una carrera solidaria en Zamora que organiza una asociación de apoyo a un niño enfermo, el ayuntamiento de la ciudad y la comandancia de la Guardia Civil opina “hasta un etarra huido a Venezuela, Asier Guridi Zaloña”, que “le ha llamado ‘hijo de txakurra’ y ‘amigo de las fuerzas de ocupación’” (El Confidencial Digital). Pero han sido muchos, y todos suenan a “arriba con la goma dos”, los que en X, principalmente, han atacado (otra vez) a Simón.

El hijo de la ertzaina me representa

El hijo de la ertzaina y el guardia civil me representa. Sí, por supuesto, sin ninguna duda, hago mías las palabras de Unai Simón cuando pide que quien no deje animar se quede en su casa y no vaya a San Mamés. Sí, por supuesto, sin ninguna duda, prefiero al hijo de una madera y un pikoleto que es el mejor en su trabajo y siempre ha defendido al Athletic que a un cipayo que viene a manejar el cotarro ordenado por no sé quién (sí lo sabemos) y que si tiene que perjudicar al Athletic para beneficiar a quien le manda lo va a hacer (y lo han hecho). Allá quien se quede con el que no deja animar y con quien le pone ahí a cumplir órdenes.

Sujétale el cubata

Podría tirar del meme que dice: “En su cabeza sonaba espectacular”, pero prefiero tirar de otro. Ese en el que uno dice: “¿A que no eres capaz de mezclar la inteligencia artificial y las haciendas forales vascas?”. Y Pello Otxandiano responde: “Sujétame el cubata”. Porque su frase no hay por dónde cogerla: “No tiene mucho sentido en la era de la inteligencia artificial que este país tenga tres haciendas” (El Diario). ¿Qué tiene que ver una cosa con las otras? ¿Y Nafarroa no cuenta como “este país”? El día en el que se entere de que en Francia hay otro modelo de recaudación pero Iparralde también es “este país” va a flipar.

También es el PP

No me escondo: me alegra oír voces en el PP como la de Esteban González Pons que llama “ogro naranja” y “macho alfa de una manada de gorilas” a Donald Trump. Si hay un día para citar a Libertad Digital tiene que ser este. Lo que me apena es ver que esas voces son mal recibidas, que en el PP ha ganado por completo el relato más ultra, más carca, más rancio, más neoliberal, la opicón que pugna con Vox en vez de arrinconar a los de Abascal. Lo que ha pasado con la columna del eurodiputado es un fracaso para esas personas del PP más cuerdas, más posibilistas y que saben distinguir entre populismo y democracia.

Otro matchball salvado

Ni lo escribo como mérito, ni me parece una buena noticia, ni voy a ayudar yo a construir la leyenda de “animal político” de Pedro Sánchez: que este haya salvado otro matchball contra Junts, esta vez, adelgazando el conocido como “decreto ómnibus”, simplemente no es serio. Y no lo es por ambas partes, pero sin duda el presidente español tiene más responsabilidad porque él puso encima de la mesa el paquete de medidas y él ha aguantado casi una semana para que PP, Vox y Junts se cuezan en su propio jugo (y a esto se le llama electoralismo). Ahora cambia el paso e intenta ponerse una medalla. ¿Nos la cuela? Yo diría que no.

“Los soldados israelíes que siguen”

Nos vamos a Bluesky, la red social que algunos han elegido como la alternativa a X, y nos encontramos allí a Javier Espinosa, el reportero de guerra (de los de verdad, de los que se tiran meses en la zona de conflicto) al que ya seguíamos en la red de Elon Musk y al que hemos seguido hasta esta cuyo modelo de negocio desconocemos. Espinosa informaba: “Frente a frente. La población sureña del Líbano y los soldados israelíes que siguen ocupando sus aldeas. En los dos últimos días han matado a 26 personas, algunas con ametralladoras pesadas”. Sí, el ejército israelí sigue matando por orden de su gobierno ultra, ahora en Líbano.

«Esos que no dejen animar»

Unai Simón lo dijo muy claro después del partido contra el Leganés, y lo recogen tal cual en un foro de Aupa Athletic: “Invitamos a esos que no dejen animar a que se queden en su casa y a que respeten a los que quieren animar”. “Esos que no dejan animar” se dejaron ver con total claridad: durante esta huelga van a San Mamés, siempre lo hemos denunciado, a vigilar y a impedir una alternativa que necesitamos. Si quien quiso impedir que otros animasen (que lo vimos todos) tiene un carné subvencionado, deben retirárselo. Si tiene acceso a esas 40 entradas gratis por partido de las que informó el Athletic, debe dejar de tenerlo.

El enemigo siempre es el fascista

En San Mamés, como en la vida, el enemigo siempre es el fascista. Y para pararle, lo primero que hay que hacer es identificarlo, como hizo Eric Cantoná (identificarlo y pararlo) hace ahora 30 años. Lo recordaban en Público y debemos recordarlo cada día: quien se dirigió al aficionado que intentaba animar para amedrentarle es el fascista. Quien lo mueve como un peón y lo coloca en la grada de San Mamés es el fascista. Y por supuesto, quien le ha empoderado es colaboracionista, que muchos tienen aquí su ración de responsabilidad. Para acabar con ellos, con argumentos como patadas, ya lo he dicho, tenemos que hablar claro.

Envenenan a nuestra juventud

Los que han convocado a una manifestación contra el fascismo en nuestras ciudades y han colado a Zelenski en vez de a Putin entre los agresores no son antifacistas porque uno lo es en todo momento y lugar, o no lo es. Así de sencillo y contundente. Esto también es muy fácil: Putin es el agresor y el pueblo ucraniano, el agredido. Es el Kremlin el que usa mercenarios de extrema derecha y soldados de la dictadura norcoreana. Si no lo saben los del cartelito son unos ignorantes. Pero si lo saben lo que buscan es confundir y envenenar a nuestra juventud. Y esto no es opinable: mienten, pero no tienen razón. Nunca la tuvieron.

Todo es educacional

La juventud permeable a esos mensajes en los que cambian a Putin por Zelenski está desinformada. También lo está la chavalada (y no tan chavalada) que sigue al fascista de San Mamés cuando canta “arriba con la Goma Dos” y cuando impide que otros animen. Necesitamos más educación para que nuestra juventud no sea tan permeable a influencias de mierda. Y debemos con celeridad y contundencia, porque ni lo más básico parece asentado: “Reproducen falsos mitos como que ‘con Franco se vivía mejor’”, se queja un profesor en El Diario. Ante esto, cero dudas y más horas de historia bien contada.

Populismo institucional

Soy pesimista: el que va a San Mamés a vigilar a quien anima, el que pega un cartel en el que incluye a un agredido entre agresores para confundir a la juventud y el que les invita a pensar que el franquismo no estuvo tan mal, todos ellos cuentan con el apoyo institucional. Si las instituciones no son radicales contra el populismo poco podremos hacer: “Te van a seguir subiendo el SMI, pero no todo son buenas noticias. Se espera que cada vez más trabajadores con salario mínimo empiecen a pagar IRPF”, anuncian en Pymes y Autónomos. Si esto va de anuncios de medidas con el dinero de otros para recaudar, que lo digan. O lo diremos.

Que cada palo aguante su vela

De momento sabemos que Íñigo Errejón encaja en las definiciones generalizadas pichabrava y baboso y que, con la de Aída Nízar, son dos las denuncias en los juzgados por abuso sexual. No sabemos qué dirá la justicia. También sabemos que hay varias denuncias anónimas, pero no sabemos cómo se materializarán. De ahí a extender la mancha a todos los hombres con cierto poder va un trecho que, lo siento, no podemos permitirnos caminar como si nada: “Es tan solo la punta del iceberg” (Diario Red), afirma Cristina Fallarás sobre lo de Errejón. ¿Con qué pruebas? ¿Y todos los polípticos son corruptos? ¿Y todos los vascos, terroristas?

¿De verdad ayuda?

Insisto en que el cajón que ha abierto Íñigo Errejón tiene muchos elementos que, por separado, son muy relevantes. Para empezar, el de las denuncias anónimas, que no es lo mismo que las denuncias sin comprobar. Es decir: una cosa es que una o un periodista publique un testimonio anónimo que ha contrastado, y otra que haga público lo que le envían y que se apañen los referidos. ¿Consecuencias? Para empezar, esta: “Fallarás afirma que el linchamiento contra Mouliaá podría frenar a dos de las víctimas que iban a denunciar a Errejón” (Público). Las denuncias públicas son lapidaciones para la reputación. Y luego, ¿qué?

¿Qué sabían? ¿Desde cuándo?

Yolanda Díaz reconoce que “hemos llegado tarde. Errejón no debió ser nunca ni diputado ni portavoz” (El Independiente). Y esto nos lleva a otras dos cuestiones, la primera, lo que consintieron en Sumar, Más País y Podemos (los morados han admitido que ya informaron a Yolanda Díaz pero, ¿qué sabían? ¿Y desde cuándo?). La segunda es qué le inhabilita y quién lo decide. Parece lógico pensar que la incoherencia es máxima: un discurso feminista no es compatible con un comportamiento de macho dominante, como poco, tolerado. Pero, ¿es delito ser un gilipollas? ¿O tiene más pecado quien lo consiente y lo aúpa?

Un problema potencial

Si Íñigo Errejón ha cometido delitos sexuales mientras sus prácticas iban quedando a la vista de todos (porque sí, a un baboso se le ve venir y, sí, si hay recurrencia en el modo en el que te llevas a las tías a la cama, acaba siendo reconocido), habrá que revisar el feminismo real de esa izquierda, por lo menos. Pero existe un problema que está quedando relegado y que Pilar Velasco recupera para su columna en El Nacional: “Hay otra zona de sombra que han reconocido las tres formaciones de izquierdas. Errejón se estaba tratando problemas de adicción y aun así pasó de un partido a otro hasta ser nombrado portavoz”.

El mejor

La complejidad del tema y sus consecuencias me empujan a buscar diferentes matices al Caso Errejón, pero sé que tengo que dejar espacio en la columna para la masacre israelí sobre Gaza, la política vasca (Bildu sigue poniéndoselo todo fácil al PSOE y todo difícil al PNV), a otras cuestiones de la política española y otros hechos relevantes, como que el portero del Athletic haya sido elegido como el segundo mejor del mundo. Me parece su caso más importante que el de Nico Williams porque Unai Simón, simplemente, es el mejor, y Emiliano Martínez ha ganado un Lev Yashin descafeinado (sin Courtois ni Neuer completando sus temporadas).

Las noticias que debemos dar

No tengo una venda en los ojos: soy perfectamente consciente de los problemas que tenemos como sociedad, desde la sensación de inseguridad creciente al envejecimiento de la población por un profundo cambio de esta sociedad que abraza el individualismo. Por todo ello creo que noticias como esta, que el director de Migración y Asilo del gobierno vasco, Xabier Legarreta, resume en un tuit, son las que tenemos que difundir: “Euskadi ganó 1.786 afiliadas y afiliados de personas de origen extranjero a la Seguridad Social en mayo. El número de personas de origen extranjero que cotizan en la CAV se sitúa en 94.895”.

Vaya gilipollez

El comunicado de la FAPE, en el que niega el amparo (hecho que me parece correcto) a Vito Quiles porque “no es un periodista en activo ya que ha figurado como candidato en la lista de Se Acabó La Fiesta al Parlamento Europeo” y por lo tanto, “el enfrentamiento entre el señor Quiles y el ministro de Transportes, Óscar Puente, se trata de un conflicto entre dos políticos” es una gilipollez. La FAPE debe entrar en el fondo del asunto: Quiles no se merece el amparo de la profesión porque no es periodista, sino un agitador. Y porque lo es la FAPE debería exigir al Congreso la retirada de su acreditación, en vez de referirse a un proceso electoral pasado.

“Servicios de despacho y atención en sede”

La extrema derecha sigue haciéndose autorretratos como este que publican en El Confidencial y recogen en El Periódico: “Un informe del Parlament ha acreditado que el presidente del grupo de Vox y número dos de la formación, Ignacio Garriga, emitió facturas por valor de casi 40.000 euros a nombre del grupo parlamentario en concepto de ‘servicios de despacho y atención en sede’, además de cargar numerosos gastos personales a cuenta del grupo”. “Entre ellos varios pedidos de comida a domicilio, servicios de tintorería y peluquería y la cuota anual de la Asociación de Familias de Alumnos del colegio en el que estudian sus hijos”.

En Público se preguntan: “¿Deben mezclarse deporte y política?”. Yo tengo clara la respuesta: sí. Para mí, “el viejo debate que resurge cuando los futbolistas toman la palabra” solo existe para poder evitar lo deseable: que conozcamos a las y los deportistas como creemos conocer a otras celebridades de nuestro entorno. Así que, bienvenidas las declaraciones Mbappé y las de los futbolistas que han demostrado después que ellos no apoyarán a la extrema derecha. Pero también son bienvenidas las declaraciones de quienes sí están con los ultras porque así les conoceremos y actuaremos en consecuencia.

Dicho esto

Dicho lo anterior, me remito a este brillante tuit de Raúl Díaz: “Ya me he pronunciado a favor de Mbappé, pero no me hagáis elegir entre Unai Simón o vosotros, porque no os va a gustar mi elección”. El portero del Athletic ha demostrados, de sobra, el tipo de deportista y de persona que es, y la presión que está recibiendo, incluso vinculando su rechazo a posicionarse con la profesión de su aita y su ama, como hace Fonsi Loaiza en X, solo demuestra que el periodismo deportivo español y todo su entorno, ahora también en Internet, sigue presionando políticamente a los jugadores vascos de la selección española.