¿Con quién has estado tú, Toni?

Llevo casi 20 años colaborando o trabajando en política y nunca, repito: nunca, he visto consumir ningún tipo de droga salvo el alcohol de las copas con las que corresponde brindar después de una victoria electoral. Así que esto me parece una gilipollez: “Toni Cantó asegura que ha visto más droga en la política que en el cine: ‘Muchos diputados tenían que ir dopados para poder hablar’” (El Diario). ¿Con quién ha estado Toni en UPyD, Ciudadanos y PP? ¿Qué compañeros de viaje ha tenido él, tan íntegro que se atreve a hacer esta denuncia… cuando ya no vive de la política y está anunciando su nuevo trabajo como actor?

La política es un mal negocio

Los aranceles arbitrarios a otros países (salvo Rusia, Bielorrusia y Corea del Norte) de Donald Trump han tapado esto: Elon Musk podría abandonar el gobierno. La política es un mal negocio para las personas honradas, pero Musk puede dar por terminado su trabajo después de dejar en la calle a miles de funcionarios, después de asegurarse de que el gobierno va a elegir a SpaceX para lanzar su conquista de Marte, después de que Milei también se convierta en su cliente, después de reforzar su inversión en criptomonedas y después cambiar la propiedad de X en su holding sin impedimentos legales. Las pérdidas en Tesla con cacahuetes.

Groenlandia forma gobierno

“Groenlandia forma gobierno de coalición que se opone a intentos de anexión extranjera”, leemos en Diario Socialista. Hasta cuatro partidos liderados por un nacionalismo moderado y centrista han decidido unirse para hacer frente al imperialismo por el Oeste. Por el Este la frontera es Ucrania, en plena guerra. Y por el sur lo será España contra Marruecos, admito apuestas. Pero vuelvo a Groenlandia, que tiene tres horizontes claros: hacer frente a los gringos, avanzar en su autogobierno y afianzar, al mismo tiempo y en igualdad, relaciones con otros países tanto comerciales como de seguridad.

No tenemos remedio

Jugar con la Inteligencia Artificial perjudica al planeta: cada imagen generada (no digo ya una serie de vídeos) requiere una gran cantidad de energía. Y para quien no lo sepa estamos los periodistas que seguimos estos temas y lo contamos. Pero he visto imágenes “al estilo del Studio Ghibli” en cuentas de personas que no tienen excusa. Ingrid Urgelles en el digital de Pablo Iglesias ha reflexionado sobre “el consumo excesivo de recursos naturales, el rol de la inteligencia artificial en la creación artística, los derechos de autor, y el uso político de la ultraderecha sobre un material estético cuya ideología siempre ha sido la opuesta”.

Una liga regalada

Me sorprende que La Liga de Tebas sea ahora la punta de lanza contra el FC Barcelona. ¿Se habrá dado cuenta de lo que ha permitido o habrá alguna otra razón millonaria que haya desatado la hostilidad? Lo cierto es que lo que ahora no le vale (usar contabilidad del Monopoly para inscribir jugadores) sí le ha valido hasta el momento. Pero, vale, no señalemos solo a la liga: ¿qué anima al gobierno español a seguir permitiendo que el FC Barcelona juegue y gane con futbolistas que, siguiendo las mismas normas que cumplen el resto de equipos, no podría haber fichado? Al Barça le han regalado ponerse al día y volver a competir.

Esto va en serio

La agresión a Europa ve en serio, y que EE.UU. ha dejado de ser un aliado y, seguramente, una democracia, no es una broma o una exageración: “Groenlandia pide apoyo internacional contra la ‘agresión’ de EEUU por un viaje de la mujer del vicepresidente”, leemos en El Confidencial. Y más tarde hemos visto al vicepresidente de EE.UU., que en ningún otro sitio pasaría de tonto de su pueblo, diciendo que “Trump hará lo que tenga que hacer” y que Groenlandia “ya no es un aliado fiable” (20 Minutos). Así están las cosas. Y cada vez que alguien dice: “OTAN, no”, sonríen Trump y Putin. Esto va en serio.

Para hacerlo bien

¿Debe Europa rearmarse? Sin ninguna duda. ¿Tenemos que revisar los presupuestos de la Unión y los estados miembros para atender a lo esencial y, al mismo tiempo, hacer esa inversión en defensa? No nos queda otro remedio. Europa tiene que hacer su rearme bien, y conocer sus “brechas” parece un buen comienzo: falta munición (que se ha enviado a Ucrania), pero también drones, defensas antiaéreas, artillería de largo alcance, transportes militares, software (ahora todo se llama “inteligencia artificial”) y satélites, según EPE. Todo eso cuesta una pasta, pero el imperialismo actual nos va a resultar aún más caro si no actuamos.

Más dinero público… para él

Si Donald Trump volviese a dejar votar hoy (yo creo que cada día que pasa es menos probable que vuelva a dejar votar) ganaría las elecciones de nuevo, estoy seguro. El imperialismo, los aranceles recíprocos o la carestía de alimentos básicos no le afectan negativamente. Parece que en EE.UU. todo lo ven bien, hasta los recortes a cargo de Musk, el mismo que “podría obtener más contratos millonarios con el Gobierno” (Vozpópuli): SpaceX es “la ingeniosa nueva forma en que el Pentágono podría trasladar carga militar rápidamente alrededor del mundo” y busca “contratos para enviar a los primeros humanos” a Marte.

Hablemos

Defendí y volvería a defender que a Pablo González, el periodista vasco detenido en Polonia durante “más de 900 días en una prisión polaca” (Infobae), no podían retenerle sin juicio en una cárcel de la Unión Europea cuando se dirigía a Ucrania. Me sumé a todas las peticiones al respecto. Y seguí el caso, como su excarcelación y envío a Rusia, en un intercambio de prisioneros con el Kremlin, tan de cerca como pude. Por todo ello hoy echo de menos algunas rectificaciones o aclaraciones: puede que nos la colaran y la retórica de Pavel (así aparece en su pasaporte ruso) en su última misiva es una prueba de ello.

¿Quién paga sus multas?

Otros 34.000 euros de las y los socios del Athletic servirán para pagar multas. 30.000, porque un puñado lanzó bengalas en la explanada del estadio después del partido contra la Roma. Una irresponsabilidad manifiesta, lo primero, por el peligro. Lo segundo, porque es muy fácil tirar bengalas, liarla, cantar lo que sabes que no puedes cantar, cuando estás seguro de que tus bromas las abonará el club. Esto es, las socias y los socios. ¿Quién se arruina la vida, como aseguraban en Telebilbao los huelguistas de la “grada popular” (que de popular solo tiene el nombre) si sus tonterías las pagamos siempre las y los que les aguantamos?

Canadá

Trump nos va a dejar una Europa autosuficiente y con conciencia propia. Bienvenida sea. No solo eso: también vamos a redescubrir a antiguos aliados del viejo continente: Canadá siempre estuvo allí, ajena a la locura estadounidense, pero ahora la vemos: “No hay ningún argumento, no hay conversación al respecto, no hay necesidad de hablar de ello. Estás aquí, nos respetas, respetas nuestra soberanía, estás en nuestro país, respetas a nuestra gente. Punto final” (RCI). La cita es de Mélanie Joly, ministra de Relaciones Exteriores de Canadá, y ese que debe guardar respeto es Marco Rubio, su homólogo trumpista. Así.

Marruecos

No tengo ninguna duda de que Europa va a encontrarse, en el momento menos pensado, con un nuevo frente al Sur: Donald Trump planea “reconocer la soberanía marroquí sobre” Ceuta y Melilla, según El Independiente. Ojo, porque a principios de año, Mohamed VI ya se aproximó a Putin, con lo que tiene el apoyo asegurado de los dos imperialistas que pretenden repartirse el mundo y apretar a Europa por el Este (Ucrania), Oeste (Groenlandia) y el Sur (Marruecos). En El Independiente señalan a Abascal, que va a tener que hacer un equilibrio cada vez más complejo para justificar sus alianzas y, a la vez, sus posiciones.

Valencia

Sigo pensando que al que hay que insistir es a Alberto Núñez Feijóo. ¿Por qué permite esto que leemos en EPE? “Mazón asume el discurso de Vox para aprobar los presupuestos de la Comunidad Valenciana”. Si tan claro tienen en el PP que con Trump, no, tendrán que romper con Vox. Porque son Feijóo, Mazón y todos los representantes del PP que cuentan con los votos de Vox los que están engordando al monstruo trumpista que habla española. Y esto solo acaba de empezar: la pinza Trump-Putin cada vez va a apretar más, y Núñez Feijóo va a comprobar de la peor manera lo que dolerá quedarse atrapado por ella.

Catalunya

Seguimos nuestro periplo: llegamos a Catalunya. Bueno, si llegamos, porque si vamos en tren nos la jugamos. Entre las huelgas y los problemas técnicos (por supuesto, puedo pensar que una cosa puede estar vinculada a la otra), las y los usuarios están sufriendo un conflicto más político que laboral. Un conflicto que, sorprendentemente, va a resolverse a favor de España: la transferencia va a quedarse a medias por la presión de las y los trabajadores de RENFE, que exigen no dejar de serlo. “Una huelga, un chantaje y un traspaso lleno de parches”. Así lo resume José Antich en el editorial de El Nacional.

La Estación Espacial Internacional

Como ya soy viejo hablo con la tele. Y me he pasado el fin de semana corrigiendo a todos los informativos: Wilmore y Williams no estaban varados en la Estación Espacial Internacional y lo que ha sucedido el fin de semana no es ningún rescate. En Microsiervos, como siempre, lo explican muy bien: “La campaña de desinformación que han montado Elon Musk y Donald Trump sobre el asunto, básicamente para criticar a la administración Biden, ha dado sus frutos”. “En todo caso” el regreso “se ha retrasado por culpa de la empresa de Musk porque SpaceX no ha podido tener lista a tiempo la cápsula”.

Lo que diga Elon

“Musk da por amortizada su injerencia en Alemania y mira a España: ‘Le interesa que Abascal gobierne’”, leemos en Público. Parece que a la AfD no le ha ido tan bien como esperaban (pero no le ha ido mal, no lo olvidemos) por lo que su interés ahora por España puede ser hasta bien recibido por los rivales de Vox. Aunque los resultados de Alice Weidel han sido buenos, insisto, la injerencia de Musk activó el voto que ha permitido una opción de gobierno que deja al margen a los ultras. Por desgracia, aquí Núñez Feijóo lo tiene mucho más claro y sumará sus escaños a los que consiga Abascal sin dudarlo para llegar a Moncloa.

El personaje

Esta columna va sobre Elon Musk porque el personaje lo merece. No para bien, pero lo merece. La mano derecha de Donald Trump, el encargado de laminar la estructura funcionarial en EE.UU., “hizo su imperio con la ayuda del gobierno de EEUU: 38.000 millones de dólares para levantar Tesla y SpaceX” (Xataka). Pero no es solo una cosa del pasado, de cuando arrancó: Hoy, “a pesar de su discurso libertario, Musk sigue beneficiándose de contratos gubernamentales multimillonarios y de acceso preferencial a programas” públicos. Hablamos de “al menos 38.000 millones de dólares en contratos” para las empresas de Musk.

La persona

No es una contradicción que quien se ha hecho y se hace cada vez más rico con el dinero público vaya a recortar servicios a la ciudadanía: es hipocresía. Da la medida del personaje, insisto. La persona parece aún peor: “Elon Musk llama retrasado a un astronauta de la Agencia Espacial Europea y luego pide el fin de la Estación Espacial Internacional en dos años” (Microsiervos). La discusión subió de tono cuando el danés Andreas Mogensen negó que los astronautas que va a rescatar Musk con sus naves (otra misión pagada con dinero público) estuvieran abandonados. Entonces el millonario le llamó “completamente retrasado”.

Lo más ultraliberal

A menudo oímos hablar, desde posiciones que se tienen a sí mismas como progresistas, de que las y los políticos no deberían cobrar. Eso es justo lo que hace Musk, y Trump lo dice siempre que puede. Pero el responsable de DOGE (que corresponde al acrónimo en inglés del Departamento de Eficiencia Gubernamental) quiere que su ejemplo cunda: según El Debate, “Elon Musk propone que los trabajadores con un coeficiente intelectual muy alto no cobren por su trabajo” para el Estado en el citado departamento. Esto es ultraliberal, esto supone que solo los ricos podrán dedicarse a gobernar, y ya vemos qué decisiones toman.

“Róbame el Tesla”

La semana pasada vimos a Donald Trump vendiendo coches Tesla en la Casa Blanca (otra vez, recursos públicos en beneficio de Elon Musk) después de que las acciones de la compañía se desplomasen: nadie quiere un Tesla y quien ya lo tiene, al parecer, intenta deshacerse de él. Pero la marca se ha devaluado tanto que hasta resulta cómica la idea de vender uno de segunda mano, por imposible. Así que la marca de ropa Van Highs ha creado la web (disfrutémosla mientras sea visible): stealmytesla.com. Es decir: “Róbame el Tesla”, en la que puedes contratar que ese vehículo del que tanto te avergüenzas, simplemente, desaparezca.

Los negocios no se hacen solos, hay que hacerlos

“Trump y Musk acuerdan que SpaceX rescate a dos astronautas estadounidenses ‘abandonados en el espacio’ por la Administración Biden”, leo en Voz.us, la web del trumpismo en castellano. Ya sabíamos que Butch Wilmore y Suni Williams estaban alargando su estancia en la estación espacial internacional por que la nave de Boeing (competencia de Elon Musk) había tenido problemas para llegar a ellos, pero no parece que estén abandonados cuando hemos leído sin problemas sobre su situación. Una situación que es una oportunidad de negocio y reputación para SpaceX, propiedad de Elon Musk. Los negocios no se hacen solos.

Un libro de instrucciones para volver a desarrollar a humanos

Parece esta una columna de ciencia ficción más que de Internet, pero no podía dejar de escribir sobre esto que he encontrado en Microsiervos (dónde si no): en la Universidad de Southampton hay “una especie de copia de seguridad de la humanidad” para “que alguna futura inteligencia biológica, robótica o IA pueda interpretar los datos”. En concreto es un cristal de silicio que ahora “se ha guardado en una cápsula del tiempo” en Austria con “las aproximadamente 3.000 millones de bases del genoma humano, cada una secuenciada 150 veces para garantizar su exactitud”.

Es normal

Ya que me he metido en Honduras acabo en Tegucigalpa, como el viejo dicho: “Star Wars pasa por el peor momento de su historia”. Vaya, es normal: como consumidor de ciencia ficción desde que tengo uso de razón reconozco que lo último que he visto (durante los últimos 15 años) del universo Star Wars es una castaña. El arranque de “Tripulación Perdida”, de consumo familiar ya, me ha parecido esperanzador, pero es evidente que la franquicia está fatigada y la audiencia, más, según Espinof, porque su éxito “estaba en su escasez” y los nuevos productos no han sabido “mantener su condición de evento”.

Las modas

Esta columna tiene poco sentido, lo sé, pero a veces salen así. Voy ahora con las modas que dictan los reels de Instagram o TikTok: la misma persona que se compró una Cocotte, la Thermomix, la air-fryer, la cafetera con la que pesar, moler y hacer un café, tiene ahora en su casa sartenes de acero inoxidable. Y como dice David de Jorge, está “jodiendo los lomos de merluza y las tortillas” (Huffington Post). El cocinero (que nunca ha sido uno de mis favoritos pero al que doy la razón) lo tiene muy claro: “Vuelve a las antiadherentes”. Más allá de los consejos de cocina, lo de las modas consumistas merece, como poco, un Pantomima Full.

Neymar era la novela

Desde que hago este repaso diario en Internet he encontrado a varias personas sobre las que he pensado: “¡Qué pena que no se me haya ocurrido como personaje de una novela!”. El Pequeño Nicolás, Sandro Gozi o Neymar con mis favoritos, sin duda. Ahora el futbolista “rescinde con el club saudí Al Hilal y regresa al Santos doce años después” (Iusport). Un final casi poético para una carrera deportiva muy llamativa pero que deja insatisfechos a todos menos a él. Y en ese requiebro es donde me quisiera perder. Sin embargo, sé que esto acaba de empezar, que Neymar va a seguir siendo un personaje de novela irresistible.