Se acerca la noche de los fantasmas

La invasión de Rusia sobre Ucrania me ha desasosegado desde que empezó. Pero cada vez lo hace menos, no porque me haya acostumbrado a vivir bajo la amenaza nuclear de un sátrapa que enriquece a manos llenas a sus amigos y es defendido por una banda de idiotas. Sino porque a Putin se le va cayendo la careta y solo queda un fantasma que amenaza y amenaza. No digo que no sea peligroso, no digo que la pistola cuando se saca es para disparar y el que la saca para enseñarla es un parguela. Lo que digo es que el personaje empieza a pasar a caricatura y su “decenio más peligroso” suena a pistolero del Eclipse.

Defiéndeme esto

Pese a que Putin parece un matón de barrio, pese a la crueldad de su ejército en Ucrania, pese a que el agresor es él y solo él, pese a que se ha enriquecido y ha enriquecido a sus amigos sin vergüenza, pese a que es un represor contra su propio pueblo y pese a que Rusia acaba de aprobar una ley claramente homófoba, el dictadorzuelo del Este tiene una gran legión no ya de seguidores, sino de grandes defensores, capaces de justificar todo lo anterior punto por punto o todo junto. Al respecto, Jaime, en Twitter, ironizaba sobre la nueva legislación contra el colectivo LGTBI en Rusia: “La OTAN no les dejó otra opción”.

Si te la cuelan es porque quieres

A quien le hayan colado que en Dinamarca recibir una subvención, del tipo que sea, anula el derecho a voto para no inclinar la balanza hacia los partidos que las mantendrían, se lo merece. Se merece hacer el ridículo redifundiendo la falacia. Para empezar porque una noticia de esas, sacada de un pantallazo que alguien tuitea, huele raro. Para seguir, porque solo tardas unos segundos en encontrar la respuesta en Google: cuentas en Twitter como la de la AFP han desmentido y explicado la mentira. En el país nórdico puedes recibir una subvención o subsidio y votar, como en Euskadi. De hecho, hasta quien se cree estos bulos podrá votar.

Como tiene que ser

Me hago viejo y me emociono al ver a gente joven construir la sociedad, continuar la obra en la que hemos dejado tiempo, esfuerzo, pelos en la gatera, y seguimos dándole al torno. Pero hay alguien ahí más joven, más inteligente y con más energía para darnos el relevo, primero, a ratos, después, de manera permanente que empezamos a estar ya cansados. La participación en Berdinaldia lo demuestra: chicas que saben que están llamadas a hacer historia, a culminar el edifico de la Igualdad que apenas hemos empezado a construir (aunque algunos quieran tirarlo). Suyo es el protagonismo, pero no porque se lo hayamos cedido: ellas lo han decidido.

Criptomonedas y lo que caiga

Desde que el FC Barcelona fue eliminado de la Champions League no dejamos de oír noticias sobre los fichajes que irán a ese club en el mercado de invierno, informaciones que me parecen absolutamente indecentes. Un club que acumula cientos de millones de euros de deuda y que ha vendido lo que no tiene ha perdido su principal fuente de ingresos y va a seguir hipotecándose. Si eso no es ir dopado en la competición, ¿qué lo es? Y como todo vale, el FC Barcelona acaba de anunciar que arañará unos millones luciendo publicidad de criptomonedas en la manga. Que no pare la fiesta. Su fiesta.

Que se vayan

Si voté en contra de la grada de animación en San Mamés no fue porque la idea me pareciese mala, que no me lo parece, sino porque estaba convencido de que no iba a tardar en ser manipulada por los de siempre. Es decir, por esa gente que no distingue entre China y una dictadura y entre Putin y un tirano, y que va a intentar confundirnos con sus mierdas en todo momento y lugar. Un partido en La Catedral, incluido. Y así acabó la grada de animación como acabó el sábado, cuando el Athletic más necesitaba los ánimos: callada y con un vacío significativo después de que se retirara una bandera del prorrusa del Donbas. Que no vuelvan.

La pancarta se la come quien la pone

La marcha y el silencio porque en San Mamés se retirase una bandera fascistilla vino precedida por otra polémica: la de las y los espectadores que pretendieron vivir como el resto los minutos previos al inicio del partido pero no pudieron hacerlo porque una gran pancarta se lo impedía. Por supuesto, no faltaron en Twitter quienes aireaban, como si fuera una cuestión de clase, que los que quisieron retirar el banderón eran del anillo VIP. Borja Barba acierta con su idea: “El próximo día el tifo que quite visión a la grada ‘de animación’”. ¿O eso no puede ser? ¿Quién decide qué asistentes, socios o no, se comen la pancarta? ¿Con el permiso de quién?

“Vivan los leones”

La afición de San Mamés, desde quienes van a la grada de animación a animar y no se pliegan a los mafiosos de turno, a las y los tribuneros que simplemente vamos, animamos, nos comemos un bocadillo y nos llevamos el papel con el que lo envolvemos (sin pipas ni basura bajo nuestros asientos), somos los herederos de los que aparecen en la foto que, justamente ayer, en la cuenta Historia del Athletic, difundían en Twitter: unos aficionados de 1942 apretados tras una pancarta de “aupa Zarra!”. Los que no vienen de ahí son los manipuladores y las hordas de tuiteros anónimos que entonan el Bella Ciao y abanderan la obra de Putin.

Fascista y terrorista

Me hace gracia, empatizando con la tragedia previa, que una parte de la juventud que se autoproclama de izquierdas, en Euskadi y en España, se empeñe en defender a Putin y lo que está haciendo en Ucrania, cuando el presidente ruso ha mostrado sus lazos claros con la extrema derecha de todo el mundo. Putin es un dictador, un fascista, un desestabilizador, el extorsionador más grande del mundo y un terrorista. El ataque con drones sobre Kiev y los ataques a las fuentes de energía de Ucrania para diezmar a la población con el frío, son crímenes injustificables y que deberán ser juzgados por las autoridades supranacionales.

¿Y con este qué hacemos?

Quien justifica a Putin suele tener problemas también para reconocer la dictadura china. Lo que hemos visto en todos los informativos y webs, incluso las más favorables al régimen comunista, era un acto de partido único, ausencia de democracia y clasismo severo, a todas luces. También asistimos a una nueva amenaza: “Xi Jinping advierte: no renunciará ‘a la fuerza’ para lograr la reunificación de Taiwán” (Vozpópuli). El país elegido por EE.UU. para no depender tanto de China se ha convertido en un objetivo militar del gigante asiático, y ya estamos asistiendo a la justificación, vía injerencia extranjera, de una nueva ocupación por la cara.

Defienden a este

“El general Sergey Surovikin se ha estrenado con un ataque contra civiles en Kiev” (Público). El nuevo jefe del Ejército Ruso en Ucrania, nombrado el pasado sábado, solo dos días antes de que empezaran los bombardeos, tiene un largo historial: asesinato de manifestantes rusos durante unas protestas, matanzas en Siria, comercio ilegal de armas, operaciones sangrientas en Chechenia y, por supuesto, una alta distinción militar, la de ‘Héroe de Rusia’, que le impuso Putin. Quien defiende las acciones “defensivas” del Kremlin matando a civiles en Ucrania ante cada derrota militar, defiende a Surovikin. Que nadie lo olvide.

Indefendible

No hace falta ir tan lejos para encontrar hechos y personas indefendibles. “Las petroleras sacan más margen de beneficio que nunca a la gasolina y al diésel. La CNMC revela que el margen bruto de distribución de gasolina 95 y gasóleo A –sin contar impuestos ni petróleo– se elevó en julio al máximo histórico” (El Confidencial). O lo que es lo mismo: Putin no es el culpable, es la excusa para subir los precios. Y leer y escribir esto me deja estupefacto. Más bien, me deja con ganas de soltar un par de insultos. Y entiendo lo que es una empresa y la lógica del beneficio al accionista, pero no entiendo el abuso. Venga de quien venga.

Somos insostenibles

Nuestra civilización es insostenible. No tenemos recursos suficientes para satisfacernos. Y ya no hablo solo de la voracidad de las y los ultrarricos: “China se come un tercio de todo el pescado del mundo” (Xataka). “El 80% de todo el pescado que se ha recogido este año en las aguas internacionales frente a países como Argentina, Ecuador o Perú lo ha recogido China”. Y lo hacen porque sus caladeros están esquilmados y diezmados por su actividad industrial. Pero “el pesquero es solo una de las muchísimas facetas que tiene el hecho de que cada vez hay más millones de personas incorporándose a estilos de vida intensivos en recursos”.

El gran “descontrol” de China

Dentro del gigantesco “descontrol” de la cuadriculada dictadura China también nos encontramos con TikTok. En realidad, la falta de alimentos o el éxito desmedido de esta red social son consecuencias de un crecimiento bien calculado. Si proyectan alguna sensación de caos no es por descontrol, sino por lo pésimas que son algunas consecuencias. En el caso de TikTok, los contenidos perniciosos, como la cantidad de cuentas en las que dan consejos sobre invertir en criptomonedas que esconden venta de producto (cursos, inversiones) van a ser regulados, por lo menos, por la CNMV, según La Información.

La gran metáfora

El cuadro hiperrealista que pintó Antonio López de la familia real española, por el que cobró 300.000 €, y que retrata a Juan Carlos I y Sofía de Grecia junto a sus dos hijas y su hijo (un pelín apartado) está actualmente cubierto por “un visillo con el que se oculta el cuadro cuando hay visitas oficiales porque se avergüenzan de él” (El Periódico de España). No solo eso: “Mientras que Felipe es capaz de mandar al ostracismo a su padre, no se atreve a retirar el cuadro de ahí. Por eso, cuando finalmente lo quiten, que lo acabarán quitando, ¿qué van a poner? Felipe está tan asustado, que ni siquiera ha querido pintarse como rey”, según Peio Riaño.

No vamos a ceder

No podemos ceder ni un milímetro ante los hijos de puta. Tenemos que ser claros y directos, tanto como firmes. Así que con esa premisa y llegados a este punto de la invasión rusa sobre Ucrania y de venganzas del Kremlin contra población civil, solo puedo estar de acuerdo con este tuit de Ángel Villarino: “Tratar de destruir un puente estratégico por el que entran las tropas que invaden tu país no es terrorismo. Lanzar bombas en edificios residenciales y parques públicos donde solo hay civiles sí es terrorismo. Y poner las dos cosas en un mismo plano es fanatismo”.

Y detrás de esto, Putin

Vladímir Putin no solo es un dictador sanguinario con su propio pueblo y aquellos a los que considera inferiores y por eso asimila o aniquila. También es un gran desestabilizador que ha mostrado repetidamente una importante relación con la extrema derecha occidental, de EE.UU. a Hungría, que ha hecho un camino muy unido. Así que cuando vemos a Trump en su avión privado animar a Santiago Abascal, rodeado de firikis, posiblemente estemos viendo parte de la obra del Kremlin. Una obra financiada con nuestro dinero a cambio de gas y otros combustibles. El mundo interconectado también era para esto.

Igual de injustificable

Soy periodista. Solo puedo estar a favor de la libertad de expresión. Pero, sí, me parecería bien que empurasen a quienes cantaron “vamos a volver al 36” en el acto de Vox y, a poder ser, también a quien les contrató, les dio un micro y les cedió un público para su propaganda. Por desgracia, sabemos el suelo que pisamos y que Arturo Puente tiene mucha razón con su tuit: “Hay que reconocer que, en un país donde hay músicos condenados a prisión por sus letras, salir en un escenario a cantar ‘vamos a volver al 36’ sin ningún miedo demuestra un conocimiento muy preciso sobre las instituciones judiciales”.

Sí, están para que nos riamos

Miguel Gila nos animaba a que combatiéramos al fascismo con la risa. Y no se me ocurre mejor momento para empezar a hacerlo que el desfile de disfraces ridículos que Vox montó en el mismo acto en el que avisaron unos cantantes desconocidos: “Vamos a volver al 36”. La foto es perfecta para los chistes, la actitud seria de quienes portan los trajes resulta tronchante, pensar en que se vieron de esa guisa y siguieron pensando que era buena idea salir al escenario a reivindicar cualquier cosa de fachas con el terciopelo barato y las barbas que se caen solas es hilarante. Ojalá insistan en ese error.

Y Junts está fuera

Junts, como la CUP, Ciudadanos y Vox, se ha quedado fuera del Govern de la Generalitat. Lo ha hecho por decisión propia. Y al hacerlo, además, ha dado alas al posibilismo y al autonomismo que ahora lidera ERC, significativamente, el partido aliado de Bildu (que busca la misma combinación para la CAV de izquierda abertzale, alguien de la vieja escuela de EA, socialistas y de Podemos). ¿Es bueno para Junts? ¿Es bueno para Catalunya? ¿Es bueno para el independentismo? Desde luego, este es otro error más de ese espacio nacionalista catalán (importante y necesario) que no se identifica con ERC y menos con la CUP, ni quiere hacerlo.

Una generación sin confianza

Todas las juventudes se han sentido incomprendidas por sus predecesores y predecesoras. Es ley de vida. Pero pocas generaciones de jóvenes han sido, además, más empoderadas que esta. Empoderadas desde una lógica comercial, básicamente: les han tratado como consumidores y consumidoras de pleno derecho, con capacidad para valorar cada servicio y así han acabado pensando que el mundo es un Uber gigantesco. No tengo mucha confianza en esta generación de jóvenes, y no la tengo no solo porque sea un pollavieja, que lo soy, sino porque conozco a quien la ha victimizado e infantilizado.

Un tonto con mucho dinero

Elon Musk es la persona más rica del mundo. Lo ha conseguido con un buen punto de partida, mucha ambición, pocos escrúpulos y una buena dosis de inteligencia. No lo dudo. Pero eso no significa que Elon Musk no pueda ser tonto. Lo es porque le falta empatía y le sobra atrevimiento. Y con esa combinación uno puede acabar pareciendo poco listo e incluso serlo. El de Tesla ha lanzado varios tuits para intentar resolver la invasión de Rusia sobre Ucrania (porque nadie piensa salvo él, según él) sin darse cuenta (o eso quiero creer) de que Putin se ha levantado a aplaudir y Zelenski estará más cerca de lanzarle el móvil a la cabeza.

El pueblerino

Cuando alguien tuitea tan claro como Hermann Terstch yo me limito a copiar y pegar sus elocuentes líneas: “Yo era de niño forofo del Athletic de Bilbao como mi abuelo. Y cuando viví en Bilbao iba a San Mamés con frecuencia. Me alejé del equipo por ser cada vez más equipo de PNV y después de ETA. Así el Athletic que tuvo masas de seguidores en toda España hoy es otro equipo pueblerino”. Es evidente que el Athletic ha cambiado, también es evidente que lo ha hecho Tertsch. Pero lo que es seguro es que este equipo pueblerino que mueve a más de 40.000 personas seguirá ahí cuando Tertsch ya no sea nada.

Defiéndete de esto

Estoy deseando saber cuál es la posición de Elon Musk, Hermann Terstch y cualquiera de esos chavales que estarían encantados de valorar a cada persona con estrellas sobre sus cabezas como en la serie ‘Upload’, sobre Corea del Norte y el misil que ha lanzado y ha sobrevolado Japón. ¿Qué hacemos con el dictador norcoreano? ¿Podemos permitirnos que siga subyugando a un pueblo y manejando armas que pueden provocar accidentes que se lleven por delante la vida de personas? ¿Porque es un poco friki y bastante gracioso le dejamos gobernar y arruinar un país? ¿No hemos aprendido nada de lo que está pasando en Ucrania?

Para esto sirve Europa

Mi compañera María Carou me daba una de las alegrías de la mañana de ayer con este tuit: “El Parlamento Europeo aprueba hoy la norma por la que se establece un cargador único en toda la UE, el USB-C. Las empresas tendrán 24 meses para adaptarse en el caso de móviles, libros electrónicos… Y 40 meses en el caso de ordenadores. Empezaremos a notarlo en 2024”. No quiero que corra el tiempo pero estoy deseando que llegue el momento en el que con un solo cargador (o un par, para que no haya peleas) podamos viajar toda la familia. Para esto también sirve Europa. Y sí, hay problemas más urgentes pero este no es poco importante.