La obsesión del PP… con el PNV

No hay medio próximo al PP, en papel, en radio, en televisión o digital, en el que no escriban o hablen del PNV. Primero, la moción de censura de Rajoy, después, la investidura que Feijóo acordó con Abascal y en la que, por motivos obvios, Ortuzar y Esteban no entraron, son dos momentos que en el PP y su entorno guardan con rencor. Pero realmente nadie puede apelar al “doble rasero” (El Debate) porque las situaciones son diferentes: Rajoy se enfrentaba a sentencias (el PNV aguantó todas las investigaciones previas). Pero sobre todo, por supuesto, por los acuerdos del PNV en Euskadi con el PSE. No es el PNV al que hay que exigir acciones.

¿Y qué hace Bildu?

Del mismo modo que no es al PNV al que hay que exigirle acción y decisiones cuando el PSOE está enfrentándose a informaciones vergonzantes y, sobre todo, muy graves, nadie puede exigir nada a Bildu aunque forme parte del bloque de investidura, aunque las principales negociaciones con el PSOE hayan sido secretas (la operación Asirón y la gestión de las y los presos de ETA), ni aunque haya sido, con diferencia, el partido que más fácil se lo ha puesto a Sánchez en el Congreso. Pero si leo que “ERC y BNG piden la comparecencia de Sánchez para que dé explicaciones” (El Imparcial), es lógico que me pregunte: ¿por qué no se suma Bildu?

Lo que hace el PP

Es el PP el que debe llevar la iniciativa en este momento, lo tiene que hacer porque el sábado pasado convocó una manifestación con mitin en Madrid para asegurar que era urgente que Pedro Sánchez saliese del gobierno. Con todo, creo que Núñez Feijóo está haciendo algo inteligente por primera vez: dejar que el PSOE se cueza en su propio caldo. Y justo cuando acaba de acertar, va el líder del PP y nos recuerda lo evidente: “Feijóo rechaza ‘cordones sanitarios’ a Vox” (Vozpópuli). Es decir: vía moción de censura, vía elecciones, su opción es aislarse con la extrema derecha. Si esa es su decisión que sea coherente con ella.

Y lo que hace Israel

Mientras miramos a Irán con preocupación, “la guerra de Israel contra Irán no detiene su genocidio en Gaza. Otros 44 palestinos asesinados en las últimas 24 horas”. Lo escribe Javier Espinosa en Bluesky. Y hace bien en recordarnos que el ejército de Netanyahu, por lo menos de momento, tiene capacidad para golpear a Alí Jamenei, mantener una presión intolerable en Cisjordania y seguir machacando a la población de Gaza. Lo que estamos viendo, lo que están permitiendo los líderes del mundo, empezando por Trump, es insostenible y vergonzosa. Por lo menos tenemos que asegurarnos de que la historia les condene.

¡Cómo no vamos a pitar!

Me sorprendió la pitada al Barça en el último partido en San Mamés, lo confieso. Así de cándido soy. Me limité a levantarme sin aplaudir, que era mi plan desde el principio. Ahora creo que pitaría: Enric Masip intentando chulearnos, Mundo Deportivo asegurando que Nico Williams, Luis Díaz, Marcus Rashford e Ivan Perisic, están “locos por el Barça”, y Sport contando que el pequeño de los Williams “está dispuesto a rebajarse el sueldo” (Fichajes.com). Si no saben dejarnos en paz tendremos que aprender a defendernos. También Nico debería atajar todos estos rumores para mantener el afecto a la familia que tenemos en Bilbao.

Otra vez

Leo en El Huffington Post esto: “Sí, otra vez: un agitador ultra revienta la rueda de prensa de Sumar en el Congreso de los Diputados”. Y pienso: otra vez… se les ha colado. Porque para estar en una rueda de prensa, lo primero, hay que acreditarse. Y para acreditarse hay que dirigirse a la mesa del Congreso. Ahí pueden pasar dos cosas (sigo pensando): o se les cuela un tío que se hace llamar “Adrián Rescue You” y que trabaja para “Informa Radio”, que en quince segundos descubres en Google que forma parte del grupo mediático Javier Negre, o quieren que se les cuele. Y no sé qué me parece peor, la verdad.

Si les dejamos entrar…

La politóloga Anna López lo deja claro en Público, en una interesante entrevista: “Los ultras no están a las puertas del poder, están dentro, marcando el rumbo”. Esto pasa porque les dejamos entrar, porque acceden a la sala de prensa del Congreso con una acreditación (tal vez porque el gobierno español prefiere chocar con Vox que con el PP). Pero también pasa porque la ciudadanía, también la vasca, parece que no tiene ningún problema en llevar a las y los fascistas a las instituciones. Y eso requiere cierto examen de conciencia social. ¿Cómo nos hemos dejado contagiar por la amnesia si esta no es contagiosa?

El otro relato

Los populistas de base fascista tienen claro su discurso contra la inmigración en España. Los populistas de base fascista en Euskadi no la han explicado todavía. Seguiremos esperando. Pero la realidad es esta: “Cuatro de cada cinco nuevos autónomos en España es extranjero” (Vozpópuli). Este tipo de noticias nos ayudan a centrar el tema: quienes vienen a trabajar necesitan una oportunidad fuera de sus países de origen y quienes les recibimos necesitamos su capacidad, su talento, su valor y sus cotizaciones. Las y los que hablan en euskera desde que nacieron quieren ser funcionarios. Ya vemos quién monta las empresas.

Este es el futuro

Más nos vale que vengan, que les integremos y que trabajen, porque eso en El Blog Salmón me parece muy certero: “Dinamarca sube la edad de jubilación a los 70. España: este es el futuro”. También en Euskadi, me temo. Es la manera que el país del norte, que suele ponerse de ejemplo por su buen nivel de vida (y con motivos), se enfrenta a “el desafío que enfrentan los países europeos ante el envejecimiento de la población y la sostenibilidad del sistema de pensiones”. El debate es este, evidentemente: “Aumentar la edad de jubilación es, políticamente, una solución más viable que reducir las pensiones”.

Ideaza

El mundial de clubes de fútbol es idea a la altura de la de la liga de naciones de selecciones. Ocupan un espacio que nadie reclamaba y reparten un dinero que solo quieren los grandes clubes para seguir distanciándose del resto. Permitir que esto suceda, como hace la FIFA, es un despropósito. La vaca no da para más y la superliga europea con la que asustan a las organizaciones tradicionales para que sigan sacando millones de la chistera, no veo cómo podría ser más rentable con datos como este que aportan en La Vanguardia: “La FIFA rebaja un 84% los precios de las entradas del Mundial de Clubes por la escasa demanda”.

«Otro lunes cualquiera en Gaza»

Porque resulta incómodo, porque resulta doloroso, porque nos da rabia, porque no lo entendemos, por todo eso tenemos que mirar de frente cada día el sufrimiento que el gobierno y el ejército israelíes están generando en la población palestina: “Otro lunes cualquiera en Gaza: Las fuerzas israelíes asesinaron al menos a 60 palestinos en Gaza, incluidas al menos 14 personas cerca del supuesto centro de ayuda (en realidad una trampa mortal) de Rafah, regentado por mercenarios apoyados por Tel Aviv y Washington”, escribía en Bluesky el periodista experto en conflictos en Oriente Próximo, Javier Espinosa.

Ahora, vamos con las nimiedades

Sí, comparado con cómo están matando a la población de Gaza, todo lo demás son nimiedades, y las cuitas internas de la izquierda española, más. Cacahuetes. Galgos y podencos. El frente judaico popular y el frente popular de Judea. “Compromís permanece de momento en Sumar pero exige ‘autonomía’ y ‘relaciones horizontales’”, leo y me encojo de hombros. Pero no dejo pasar esta noticia en Público porque creo que es mi obligación señalar que ante el momento, en el mundo y en España, su España, donde gobiernan, la ensalada de nombres se ha pasado de vinagre. Al final, Yolanda Díaz solo se ha liderado a sí misma.

¡Que las transferencias no son regalos, que es la ley!

Uno de mis memes favoritos es el de Novak Djokovic gritando, supongo que es porque mi momento vital va por ahí y porque estoy un poco cansado de oír gilipolleces. Por ejemplo: leo esto en Vozpópuli: “Sánchez sí da grano al PNV: 22 traspasos pendientes a cambio de tragar con los escándalos del PSOE”, y me pongo como el tenista gritando a la pantalla: ¡que las transferencias no son regalos, que es la ley, y que son PSOE y PP los partidos que mercadean con ellas, no el PNV que las exige y se ve obligado a negociarlas todas las legislaturas! El “raca-raca” siempre fue el de la trinchera española.

El verdadero problema estadounidense

EE.UU. tiene muchos problemas, empezando por que si se repitiesen las elecciones hoy, nadie apostaría a que Donald Trump no fuese a ganar. Siguiendo por que lo más probable es que nadie tenga que volver a votar en aquel país. Los planes de Trump son claros: detonar la democracia desde dentro porque choca con su ambición. Pero el verdadero problema de EE.UU. es este: “Preocupa el aumento de los niños que viven con al menos un padre adicto a las drogas o al alcohol”. Hablamos de “aproximadamente 18.9 millones de niños” y niñas. Y lo admiten en Voz.us, el diario más trumpista en castellano.

Y más

Hay más problemas, en EE.UU. y que EE.UU. ha exportado al mundo: “El exjugador de baloncesto Pau Gasol ha desvelado haber recibido ‘presiones de la industria alimentaria’ durante la presentación de su documental ‘Obesidad infantil. La pandemia ignorada’” (El Plural). Yo lo tengo claro: la industria de los procesados tan dañinos para nuestro cuerpo y la peor dieta del mundo son inventos estadounidenses. Inventos que son muy rentables y por eso han tenido muchísimo éxito. Éxito empresarial, claro, porque zampando más sales y azúcares de los que necesitamos perdemos nuestra salud.

La juventud nunca puede ser un problema

La juventud son nuestras hijas e hijos, y sus amigas y amigos, es nuestra esperanza y nuestra oportunidad. Pero la juventud nos inquieta. Aníbal Malvar deja claro en Público que no es la simple distancia o lógica la incomprensión: “Es razonable que unos padres no entiendan a sus hijos de 15 años. Pero si no los entiendes cuando tienen 25 y 30, es que algo ha funcionado mal durante mucho tiempo en una sociedad”. Le preocupan (y me preocupan) sus “evidentes pulsiones antidemocráticas y negacionistas, antisistema, desertores de la razón, de sus profesores y, ya no digamos, de sus políticos”, que se extienden por todas las democracias.

Una buena guía hacia el futuro

Mientras en las democracias nos preocupamos por el tipo de sociedad y, especialmente, por el tipo de juventud que hemos generado, permeable a los populismos de base fascista, aquí y allí, en las dictaduras lo tienen claro: la juventud está para guiarla y generar así unas oportunidades y una esperanza globales. La dictadura china, como leemos en Xataka, no se ha andado con paños calientes: “Tiene 39 programas universitarios de química especializados en las tierras raras” que permite al Partido Comunista gobernar el país que “refina el 99% de las tierras raras pesadas del planeta”, el mercado y el negocio del presente y el futuro.

Y puede que tengan la solución

No me fío un pelo de la dictadura china, por dictadura, no por china, evidentemente. No me fié de ningún dato que ofreció de la pandemia. No me fío de la base de su desarrollo tecnológico. No me fío de su información, ni de sus intenciones, ni de sus acciones (su presencia en África ni es casual ni es altruista). Pero Enrique Dans sí se fía de los estudios que afirman que China ha logrado “revertir su tendencia de emisiones de dióxido de carbono” gracias a “una estrategia deliberada, masiva y sistemáticamente implementada” basada en “el despliegue masivo e intensivo de energías renovables” “y una transformación estructural del mercado energético”.

Calentamos el planeta por las risas

Mientras la dictadura China trabaja para controlar al 100% el mercado del futuro y electrifica su sistema como si no costara, en el mundo desarrollado y libre no dudamos en calentar el planeta como si pudiéramos por las risas: “Zuckerberg apuesta por la energía nuclear para impulsar el desarrollo de la IA en Meta” (El Independiente). Porque convertirnos en muñecos con accesorios, bien vale un lago seco. Porque hacer fotos de futbolistas vascos con camisetas de Vox, bien vale un bosque calcinado. Porque preguntar a la IA lo que tardas un minuto en buscar en Google bien vale una especie animal menos.

¿Pero no era todo bromi?

Yo pensaba que solo por las risas era también Eurovisión: al final, ¿sí importa en qué puesto quede España? Al final, ¿sí importa que un estado se organice para influir en el voto popular? Al final, ¿sí importa cómo se comporte la cantante española? Entonces, que alguien se tome todo en serio. Y no me refiero a lo que cuentan en Vozpópuli (“el ganador no podrá ‘saltarse’ los programas de RTVE ni ir a la competencia”), que me parece bien, me refiero a que la fiesta por la fiesta puede salir bien una vez, pero no es un sistema sostenible ni siquiera en televisión. Y la prueba irrefutable la proporcionó Israel.

Contra todo y contra el morro

Me sorprenden las palabras del presidente de la Federación Española de Pelota, Javier Conde, que entiendo que tiene un papelón: el navarro denuncia “meses de presiones, amenazas y coacciones” (El Confidencial) a las y los pelotaris vascos que “han manifestado su deseo de competir representando a España”. “Su valentía merece respeto y apoyo”. ¿Valentía? Respeto su decisión aunque no la entienda. Pero, ¿de verdad quiere que nos creamos que la federación vasca ha podido ejercer presión y que no lo ha hecho la española? En cualquier caso, todo eso es menos importante que el hecho histórico de que ayer, por fin, jugó Euskadi. Y hoy, también.

Lo que diga López

Me interesa mucho lo que diga Patxi López sobre Leire Díez ya que, como recordé en esta columna, “la fontanera de Moncloa”, como la llaman en Vozpópuli, fue una activa defensora del portugalujo cuando fue lehendakari. ¡Qué turras nos daba en redes su hooligan ya desde Cantabria! Lo he recordado pero he intentado no hacer sangre: entonces y ahora, tiene pinta de que el mayor delito de Díez es hablar demasiado (a menos que la investigación y la justicia me quiten la razón). Pero hay algo que me mosquea en este caso: el currículum que luce. La comunicación de ENUSA y de Correos no me parecen responsabilidades menores.

Tanto va el cántaro a la fuente…

Donald Trump por fin puede celebrar su victoria en Europa: “El ultranacionalista Nawrocki se impone por la mínima al europeísta Trzaskowski en las presidenciales de Polonia” (El Periódico). Visto con cierta perspectiva, que haya colocado un alfil justo en Polonia sorprende poco, ya que la ultraderecha ya había ganado unas elecciones y el resto de fuerzas se unieron responsablemente. Y por probabilidad, alguna victoria tenía que anotar en su casillero. De esta manera, el movimiento MAGA ha hecho en Polonia los deberes de Putin: desestabilizar Europa alzando a la extrema derecha antieuropeísta. Y negocio, Trump va a hacer negocio.

Biden estaba de Parranda

Cuando echaron a Trump de Twitter (entonces no se llamaba X) este montó su propia red social, Truth, muy parecida a Twitter. Tanto que hay hasta tiene retuits. Pues bien, el ahora presidente estadounidense ha “retuiteado” el mensaje de un seguidor (básicamente, en su red social todos son seguidores de Trump) en el que afirma, atención, que Joe Biden está muerto desde 2020, que estamos viendo, dobles, clones y robots en su lugar desde entonces, y que los demócratas no notan la diferencia. Esto, insisto, lo ha compartido Trump en su red social, a la que llamó, con todo su cuajo, “verdad”.

Mientras tanto, Israel…

Mientras Trump difunde gilipolleces (porque el mensaje no alcanza ni la categoría de bulo), “Israel autoriza más asentamientos judíos en la ocupada Cisjordania” (Independent). En concreto, serán veintidós nuevos asentamientos con lo que eso conlleva: una violencia directa, además de la estructural que ya existe, contra la población palestina. Violencia directa, impunidad absoluta e invisibilidad, porque de lo que ocurre en Cisjordania apenas tenemos información, y menos ahora, que todos los ojos se fijan en el genocidio (lo dice Amnistía Internacional) que Benjamín Netanyahu manda ejecutar en Gaza.