¿Qué puede salir mal?

¿Qué puede salir mal si PSOE y PP insisten en su estrategia compartida de meter en el ajo político a las familias de sus líderes? Eso es algo que, hasta ahora, hacían otro tipo de partidos como Vox, Podemos o Bildu, y que las y los de Núñez Feijóo y las y los de Sánchez han llevado a un nivel superior. ¿Quién va a querer prestar su conocimiento a la política si sabe que será linchado en redes, expuesto en los medios, con un regreso difícil a su sector profesional y ahora, también, que pone en riesgo lo que puedan conseguir profesionalmente sus parejas o sus familiares? ¿Hay alguien en PSOE y PP que sea capaz de mirar hacia el medio plazo?

Y luego, ¿qué?

Llevo meses diciendo que Sánchez y Puigdemont se parecen mucho en política: ambos han hecho del cortoplacismo y el golpe de efecto un modelo que les reporta cierto éxito, pero siempre muy condicionado. De la misma manera, sus sucesiones al frente de sus partidos, que se han convertido en organizaciones personalistas, son un tema tabú que se comenta en corrillos pero no alcanza a la esfera pública. Bernat Dedéu da una vuelta al asunto catalán: cree que el cambio de Biden por Harris, aunque abrupto, o precisamente por ello, es un modelo a seguir en Junts, pero también en ERC.

A esto se dedica

Menéame es hoy un clásico de Internet: un agregador de noticias que resulta muy útil para saber de qué se está hablando en una parte de la gran red, por lo menos. Yo lo conozco y visito casi a diario desde que en Twitter (antes X se llamaba así) nos conocíamos todas y todos. No sabía que ahora pertenece a DiarioMotor Media, que fue adquirido por Atresmedia en 2021. Me he enterado leyendo a Alvise Pérez, que da esta información solo con un único motivo: señalar a los tres propietarios que permiten en su plataforma críticas al eurodiputado. Según él, se trata de “fake-news y basura ideológica”. A esto se dedica: a seguir el manual trumpista.

¿Por qué no lo hace?

Todas y todos sabemos que Alvise Pérez no es un político porque no va a trabajar para alcanzar acuerdos entre diferentes y mejorar la vida de la ciudadanía (estoy y nada más que esto es la política), él es un agitador. De la misma manera, sabemos que Javier Negre o Vito Quílez no son periodistas porque no informan o comentan la actualidad desde su punto de vista: generan campañas de agitación a favor de la ultraderecha. Por eso no debería de estar en el Congreso. Y menos después de difamar al periodista Raúl Solís: “Podemos pide a Armengol la retirada de la acreditación de prensa del Congreso a Vito Quiles tras su último bulo” (Público).

Una buena noticia

Lo suponíamos pero, por lo menos, yo, no lo esperábamos tan pronto: “El fútbol árabe deja de ser un reclamo para las estrellas” (Vozpópuli). Después del agitadísimo verano de 2023, con el aterrizaje de jugadores en plenitud de su carrera, vino el invierno en el que las noticias que generaba la liga árabe solo eran las de las ganas de huir de esos deportistas. Hoy aquella Superliga solo atrapa a quienes quieren cazar un último y suculento contrato en una competición menos exigente. Lo que diferencia a la árabe de la china es que la liga de los jeques tiene dinero para insistir. E insistirán.

La coherencia

Sorprendentemente (sí, me he sorprendido), Manuel Pimentel ha publicado un texto bastante interesante en The Objective sobre la coherencia o, mejor, sobre nuestra falta de coherencia: “Los turistas son siempre los otros, pura chusma desatada”. Son dos melones que tenemos que abrir: el del modelo turístico y el del modelo de sociedad llorica y egoísta que estamos construyendo. “Queremos viajar nosotros pero ponerle trabas a los demás”, escribe Pimentel. Queremos vuelos de bajo coste pero nos quejamos de que esos mismos aviones traigan turistas. Queremos Airbnb céntricos, bonitos y baratos, pero siempre en otra ciudad.

Vamos a por ello

Estamos en agosto, el mejor momento para abrir un melón. En el Diario de Ibiza recogen un comunicado la plataforma “Prou!” contra la masificación turística: “Todos querían -y quieren- vuelos baratos, ¿pero a qué coste? ¿los que vienen en vuelos low cost aportan algo a la isla?”. Se preguntan. Interesante reflexión: entonces, ¿a quienes vuelan caro sí los queremos? ¿Y cuando no podamos volar? En el mallorquín Última Hora leemos esto otro: “Sumar propone prohibir el alquiler vacacional en Baleares si el dueño no vive en el piso”. Una propuesta blanda, en mi opinión: el alquiler vacacional debería de estar completamente prohibido.

Sabemos cuál es el principal problema

Sabemos cuál es el principal problema que está generando este modelo turístico: el alquiler vacacional. “La peluquería de tu calle es ahora un piso turístico: así destruye la especulación el comercio local de los barrios”, titulan en Público. Y aciertan: los Airbnb y similares son un cáncer que, como tal, hay que extirpar. No cabe regulación posible, solo debe satisfacernos su prohibición. Porque molestan, encarecen las viviendas, vacían los locales comerciales y masifican nuestras ciudades: el flujo a hoteles y cámpines es controlable. Los pisos turísticos, como las “furgos” y las autocaravanas que se apalancan, generan descontrol (y menos gasto).

Podemos evitarlo

Sigo con Público, que sigue esa tradición tan española de hacer que los periódicos de Madrid sean a la vez locales y nacionales. “El turismo arrasa con la vida vecinal en Madrid: Malasaña, Letras y Palos de la Frontera, en pie de guerra”, titulan otra pieza en la que vuelven a avisar sobre “la subida de los precios de la vivienda y la destrucción del comercio local”. Sabemos cuál es el problema, conocemos sus consecuencias y podemos atajarlo pero, claro, para eso tenemos que dejar de alojarnos en pisos turísticos y de volar en low-cost, y admitir que tendremos que dejar de salir y que solo podrán viajar quienes más tienen.

“Fodechinchos”, los demás

Por supuesto, en este acto de incoherencia y egoísmo global no podía faltar el odio ni la mierda que generamos en X. Por ejemplo, este verano ha hecho mucha gracia el término “fodechinchos” para referirse a los turistas que visitaban Galiza. Quienes lo usan se ven como nobles guardianes de su tierra, pero se parecen más a personajes de Pedro Vera que se intentan reírse de las y los visitantes que se acercan al pueblo. Y en Asturias se ha puesto de moda hablar mal en redes sociales sobre el territorio, su clima y hasta su gastronomía, es decir: se ha puesto de moda hacerse un selfie tirando piedras contra tu propio tejado.

Nuestro día a día

Julián Macías expone en X el día a día de Internet de manera muy concreta: “El bulo racista, 5.000 RT. La verdad, 2 RT. No solo es que la mentira se comparta 2.500 veces más que la verdad. Es que esta cuenta verificada publica mentiras racistas cada día, entre ellas fue la primera en publicar que el asesino de Mocejón era magrebí”. El caso al que se refiere es la violación a una turista en Magaluf por la que han sido detenidos siete franceses y un suizo. Antes de que El Diario de Mallorca lo contara y obtuviera dos retuits, uno de esos medios que utiliza la ultraderecha para sus mierdas acusó a ocho magrebíes y obtuvo esos 5.000.

Y el suyo

El día a día de algunas y algunos es tener el estómago revuelto ante los bulos racistas que corren velozmente e intentar, por lo menos, denunciarlo. El de otras y otros es justificar lo que sea porque tienen una ideología de mierda. En este caso, lo expone Javi Cuesta: “Putin besa el Corán en su visita al jefe de Chechenia, Ramzán Kadírov. Un gesto inocuo por el que ardería la Twitter de Elon Musk y que sería catalogado como una especie de ‘sumisión europea’ si lo hiciera cualquier líder europeo (un Macron, por poner un ejemplo)”. Por cierto, se nota también el silencio de quienes nunca critican a Rusia.

Es posible

Es posible criticar a Putin y a Netanyahu a la vez. Es perfectamente posible ver que los dos golpean sin piedad a población civil de maneras muy similares. Nada te impide alzar la voz, señalar la crueldad, la injusticia y el gasto militar de ambos líderes, salvo que tengas una ideología de mierda, claro, que no te deje darte cuenta. “Israel ataca en toda la Franja de Gaza y mata al menos 22 palestinos, diez de ellos niños”. Esto que leemos en Público es absolutamente injustificable, y quien defienda de manera activa o poniéndose de lado a Netanyahu y su gobierno ultra tendrá responsabilidad directa en cada matanza.

El junquerisme

Los partidos políticos son organizaciones complejas. Y hablo de partidos políticos tradicionales, esos en los que hay una argamasa ideológica, no los de aluvión o que se forman contra otro partido político. Así que vaya por delante mi respeto al proceso que está haciendo ERC, donde estará costando mucho asumir responsabilidades y tomar decisiones con un pacto de gobierno endeble en Catalunya. Un sector del partido, “el junquerisme”, pide celeridad: Junqueras es hoy el único candidato a liderar ERC y reclaman que su posible elección se celebre en septiembre, y no en noviembre como quiere la actual dirección, según El Nacional.

¿De quién es la culpa?

Por fin hoy el Athletic juega contra el Barça y Nico Williams lo hará de rojo y blanco. Después de un verano muy pesado, tanto que el tema ha llegado a aburrirnos, la realidad se ha impuesto: ni con todo el favor de todos los estamentos el club de Laporta ha podido reunir el dinero para intentar el fichaje. Humo. Puro humo. Y mucha mierda en las redes sociales, eso, también. No olvidamos, que quede claro. Precisamente en X, Rafa Cabeleira ha escrito una gran verdad: “Si llevas un mes diciendo que lo de Nico Williams está hecho no culpes ahora al club por no hacerlo, la culpa es tuya por decirlo”. Qué caída del guindo, “mare”.

Esto es importante

Por supuesto que es importante que un representante político vasco esté en la convención de los demócratas estadounidenses. Y por supuesto que quien elige a Kamala Harris como socia elige mejor que quien celebra las victorias de Maduro, no critica las acciones militares sobre población civil de Putin o felicita a Trump. No voy a entrar ni a discutirlo. La presencia de Andoni Ortuzar y Mikel Burzako en Chicago es relevante, mucho más que lo que estamos viendo en algunos medios vascos que no dudarían (y no han dudado) en dar cancha a representantes de otros partidos en eventos internacionales menos noticiosos.

¿Cómo no vas a ir con Harris?

En la campaña de hace ocho años representantes de Podemos, entonces un partido fuerte, nos aseguraban que Hillary Clinton era igual que Donald Trump. Unas semanas después supimos que Bildu envió una felicitación al republicano por su victoria. Esto ha sucedido y sigue sucediendo: EE.UU. es un país grande con un peso económico importante, por eso lo que ocurra allí nos afectará aquí, e ir con Kamala Harris (en EPE han hecho una buena semblanza sobre ella), desear su victoria (porque realmente no podemos hacer más) es casi una obligación, por mucho que el partido demócrata nos resulte conservador desde Euskadi.

Las palabras “fortaleza”

Precisamente en EE.UU. surgió una teoría del discurso que hablaba de palabras “maleta” (esas que van llenas de significado y movemos de un lado a otro) y palabras “fortaleza” (esas que se convierten en bastiones u objetivos políticos a derribar). Me he acordado de ella viendo el rifirrafe entre el PSOE, ERC y Junts sobre el Cupo, Concierto (palabras “maleta”) o como vayan a llamar a su nuevo sistema de relación con el Estado: los que han alcanzado el acuerdo necesitan su “fortaleza” que Junts, por supuesto, volverá a atacar después de la languidez de la defensa que ha hecho la parte socialista y que ha provocado la primera acometida.

¿Qué queremos?

Es evidente que Bilbao está lleno de manteros. Es evidente que esos manteros trabajan para mafias que hacen negocio con su explotación y sus dificultades. Es evidente que en Euskadi empatizamos rápidamente con esas chavalas y esos chavales del África subsahariana que vienen a buscarse la vida, mucho más que con otros colectivos. Es evidente que la policía tiene que hacer su trabajo, también golpeando a las mafias que usan a los manteros. Y es evidente que Bilboko Konpartsak se equivoca otra vez cuando asegura proteger a los manteros porque de ello se beneficia quien los manda a la calle a vender falsificaciones.

Hablar no cuesta dinero

Hablar no cuesta dinero. Pagar, sí. Por eso pasan estas cosas: “Deco negocia cuatro salidas del Barça para inscribir dos nuevos fichajes” (Culemanía). El equipo que el año pasado pudo fichar a seis jugadores activando palancas, de los que ha largado ya a cinco (solo queda Iñigo Martínez, curiosamente) y que este año quería pagar la cláusula de Nico Williams y mejorar su sueldo, no puede ni inscribir a Dani Olmo si no suelta lastre. Al final, no me cabe duda, lograrán inscribir y fichar a más jugadores porque la Liga que hace mucho tiempo que dejó de ser una competición justa ya ni se esfuerza en parecerlo.

Hasta que solo quede Elon

Por supuesto que creo que es una buena noticia el descenso del número de personas usuarias en la red social X, por lo menos, en Europa: de 111,4 millones a 105,9, según Euronews. Esta cifra supone una quinta parte de su negocio mundial: 550 millones de personas en el planeta nos conectamos a la plataforma de Elon Musk, el que decidió volver a dar de alta cuentas baneadas por los anteriores propietarios (es decir, infló esos números recuperando a lo peor de su red). Cuantas más personas se mantengan alejadas o abandonen de ese pozo de guano, mejor. Y no va a pasar nada: también pensábamos que nada podía reemplazar a Facebook.

Esto no es Gaza

Lo único bueno que le veo a X es que me hace la vida más fácil. Por ejemplo, puedo coger un tuit del Telediario para ilustrar este párrafo: “Un centenar de colonos israelíes irrumpió anoche, arrasando con todo, en la aldea de Jit, en la Cisjordania ocupada. Quemaron coches y casas y abrieron fuego contra la población”. No hablamos de Gaza ni de una noticia excepcional, por desgracia. Y si no nos enteramos de más ataques de colonos es porque son tan recurrentes que dejan de ser hechos noticiosos, pero son graves y, como tal, deben ser frenados en seco. Y si no lo hace Israel, que lo haga la comunidad internacional.

Lo veremos en otra plataforma

También es verdad que en X sigo a personas muy interesantes que me ponen sobra la pista de temas jugosos y que, en algunas ocasiones, los comentan con cierto salero. Pero no pasa nada si la red de Musk colapsa: nos encontraremos en otras plataformas. Niporwifi es uno de esos a los que seguiré en la próxima web que se ponga de moda porque a noticias como esta en El Confidencial: “Dos bisnietos de Franco venden 7 pisos de lujo en Madrid por 57,7 millones de euros”, apostilla así: “Su bisabuelo tomó un vuelo de Canarias a Marruecos, y ahí empezó su empresa. Esta familia se hizo a sí misma con dinero robado al Estado español”.

No reconocen una dictadura

Precisamente en X y gracias a que Elon Musk permitió hacer tuits largos, Zigor Aldama explica que le “sorprende ver a tanta gente de países democráticos apoyar regímenes como el ruso, el cubano, el norcoreano o el chino”, y describe cómo estos regímenes, a los que también añade el de Venezuela, controlan a la prensa, los parlamentos y las elecciones. El periodista vasco termina con un dardo certero: “Equiparar a Rusia con Polonia, o a China con Estados Unidos, es una fantasía de gente cegada por su ideología”. Yo soy mucho menos sutil: no puede dar lecciones de democracia quien no reconoce una dictadura cuando la tiene delante.

La realidad de la recarga de los eléctricos

Salgo por fin de X para volver a algo tan clásico como un blog, en concreto, al de Gonzalo Casado, que ha expuesto con total claridad a qué se enfrenta el dueño de un Tesla. Lo hace desde el optimismo y la convicción de que ha tomado una buena decisión, pero también con un realismo necesario sobre lo que sucede con los puntos de recarga: no siempre disponibles, alejados y, en las ciudades, con solo una plaza para el que coche que está recargando, sin que nadie pueda esperar después. Una realidad que ayuda a que la mayoría mantengamos nuestros recelos hacia unos vehículos que, además, son caros.