Sin piquetes no hay huelga

Los convocantes intentarán ganar la batalla del relato pero todos pudimos ver que la normalidad fue ayer casi completa salvo cuando pasaban los piquetes. Porque ayer, y cada vez más, sin piquetes no hay huelga: la ciudadanía está cansada de sentirse rehén de unos sindicatos politizados sin rubor, de unos partidos que solo actúan por su conveniencia y de los que pretenden tener el monopolio de los derechos sociales y la solidaridad entre las personas. No se trata de falta de conciencia o de que el capitalismo nos lave el cerebro, se trata de que algunos planteamientos capciosos simplemente ya no cuelan.

La vergüenza de Oyarzabal

Iñaki Oyarzabal tuvo que comerse la vergüenza y rectificar servilmente ante Vox: un concejal ultra en el ayuntamiento de Madrid habló de “enfermos” para referirse a las personas homosexuales, el del PP protestó en Twitter y Pedro Fernández, que así se llama el homófobo, le recordó que ellos quitan y ponen al alcalde de la capital, ante lo que Oyarzabal reculó incluso pidiéndole perdón. Una vez tragado el sapo, en el PP tienen que reflexionar sobre lo sucedido y darse cuenta de que no pueden seguir bajo el yugo de la extrema derecha. Si lo hacen se merecerán todo lo malo que les pase políticamente.

Un motivo para la protesta

También en Madrid, desde donde proclamaban solidaridad con la huelga en Euskadi desde puestos de trabajo o en concentraciones fuera del horario de oficina, su presidenta daba la bienvenida a la peor cara de Internet con un tuit: “Una compañía como Deliveroo, que calcula crear más de 6.000 puestos de trabajo indirectos en 2020, también se establece en Madrid. Territorio libre, plural, seguro”. Una empresa de esas que basa su modelo de negocio en insensibilizar a quien pide comida, en esclavizar a quien la sirve y en empeorar los servicios en los restaurantes. Van (y vamos) hacia atrás.

Agur, Reino Unido

Hoy el Reino Unido dejará de ser Europa por decisión de su ciudadanía. Podemos discutir si aquel referéndum se hizo entre más mentiras que verdades o no, pero es innegable que la victoria electoral de Johnson fue el verdadero antes y después de la postura europea: que con su pan (de molde) se lo coman. A partir de hoy, en esa isla que, como bien dice una amiga, se creen un continente, tendrán que vérselas con la autogestión, la Commonwealth y Trump como socio preferente, y resolver la frontera dura en el norte de Irlanda y los pagos a Europa por todo lo que queda allí que nos corresponde.

El problema no son las personas chinas

En China se han afanado hasta en cortar las carreteras a la ciudad donde aparecieron los primeros infectados por el Coronavirus, parece que Rusia ha cerrado su frontera con la dictadura comunista, y el mundo entero se pregunta si es posible aislar al gigante asiático. Pero nada de eso importa cuando China sigue exportando de todo a todo el planeta. Txema Marín ironiza con una secuencia de Los Simpson en la que unos trabajadores de reparto tosen a propósito sobre una caja para expandir un virus. Pero tiene razón: Aliexpress, entre otros, es la que va a convertir la amenaza en global.

Que sea un derecho

La convocatoria de huelga de hoy es absolutamente legítima, igual que trabajar: los sindicatos vascos han echado un pulso político al gobierno de Urkullu, Bildu ha nombrado a su candidata a lehendakari a tiempo para capitalizar el resultado y Ernai ha calentado el tema (la cuenta en Twitter que informa sobre la convocatoria en los últimos días ha relanzado sobre todo tuits de la organización juvenil de Sortu). Ahora solo queda medir el éxito o no del paro, pero sin trampas, sin que nadie obligue a nadie porque en campaña y precampaña todo vale. Los secuestros a los vascos hace tiempo que se acabaron.

Sin problemas de sueldo

Los que parece que nunca han tenido ningún motivo para la huelga son los que más mandan en Vox. Los contactos con los que a todas luces cuentan y han contado les han permitido vivir holgadamente. Contactos como los que tenían en la oposición iraní (que también patrocina grupos armados) que donó una pasta gansa, tanta que vivieron un año Abascal y Espinosa de los Monteros cobrando 65.000 € cada uno (lo cuenta El País y lo recoge El Plural). Espinosa, con su habitual soberbia, ha intentado explicarlo en Twitter pero incluso su versión es tenebrosa: ¿por qué eligen su formación y a él para regarles de euros?

Otros que tampoco los tienen

En Vanitatis han solapado dos informaciones que, cuando uno las suma, dibujan una realidad de privilegios difícilmente explicables: la Infanta Elena dejará la fundación de La Caixa. No entro ni en la labor que hacía ni en su decisión: lo relevante es el incremento en su sueldo en función de sus necesidades familiares hasta los 238.000 euros anuales cuando se mudaron a Ginebra. Ojalá contar con unos jefes tan generosos… Eso pensará su marido, Iñaki Urdangarin, que ya acaricia el segundo grado penitenciario y una vida en Ginebra, donde no puede residir ningún emigrante condenado en su país de origen… O casi ninguno.

Dos más

Sé que en política hay niveles en los que importa más saber de procedimientos y leyes que del área en el que se encuentra la persona. Por eso hay verdaderos expertos que van saltando de departamento en departamento y se adaptan rápidamente, porque lo importante es la gestión. No sé si será es el caso de Irene Lozano ni de Marimar Blanco, que parece que saltan del congreso a las oficinas más dispares en función de los huecos, las oportunidades y la disponibilidad que siempre han tenido para su partido (en el caso de Lozano, para más de un partido). Son profesionales de la política, vale, ¿y de la gestión?

El espejo catalán

Quienes pintan una Euskal Herria idílica en el que los nacionalistas con diferentes principios básicos son capaces de armar un país solo porque lo desean pueden ir mirando a Catalunya, donde ERC y PDeCat han decidido que todo salte por los aires. Querer no es poder: como un amigo tuiteaba ayer, puedes llevar 30 años queriendo ser un melocotón y no vas a poder. Y si te empeñas, te puedes encontrar con que te han puesto cabeza abajo: ERC es ahora el partido moderado y el PDeCat, o lo que queda de él, el radicalizado. Y veremos el papel que juega Puigdemont, que por fin tiene lo que quiere… Lejos de Catalunya.

La estupidez, esa sí que es universal

Si hay algo que no entiende de razas, ideologías o religiones es la estupidez: vayas donde vayas, hables con el colectivo que hables, siempre habrá por lo menos un tonto. Nunca falla. Nada es perfecto salvo el perfecto imbécil. Verdad universal. Así que, sí, se puede ser negro y decir tonterías a la vez, como tiene por costumbre hacer Bertrand Ndongo, que no ve problema en que a Williams le llamaran “negro” en el campo del Espanyol, como si quien pronunciase esa palabra no lo hiciese de manera despectiva y, por lo tanto, xenófoba. Williams no se llama negro, se llama Iñaki, y él y su familia son un ejemplo de integración.

Otro ejemplo

Se pueden encontrar muchos ejemplos de tontos, alguno incluso de tonto ilustrado, en las respuestas al tuit de Pablo Iglesias en el que recordaba la liberación de Auschwitz gracias a los rusos. Como si la historia fuera la que a uno le parezca en cada momento, fueron muchos los que negaron la influencia del ejército ruso en la II Guerra Mundial o que le recriminaron el recuerdo, como si estuviera prohibido mencionar al ejército rojo. Twitter es un colector, es evidente. Pero también lo es que el acceso a la información que posibilita Internet solo ha generado más desinformados que nunca y con altavoz.

Un éxito arrollador

El fin de semana pasado, Aner Gondra, periodista de este periódico, fue la estrella de Twitter cuando compartió una foto del mitin de Idoia Mendia en el que, un efecto óptico, hacía que pareciese que Alf había acudido al acto. 40.000 retuits y 140.000 likes son los números del éxito. Hasta la propia Mendia lo cazó al vuelo y respondió al tuit. Lo curioso es que desde entonces hemos visto varios intentos de plagio, alguno incluso copiando y pegando el texto literal de Gondra, ante el éxito del tuit que se convirtió en viral (pero viral de verdad). Esas “copiadas” sin vergüenza son la muestra de lo que les cito cada día.

Una gran pena

Nunca he visto un partido de Kobe Bryant completo. De hecho, creo que nunca he visto un partido de la NBA completo. Pero el personaje traspasaba lo deportivo: Bryant era una estrella global, un heredero de Jordan digno de llamarse así, un tipo que caía bien y que lo tenía todo. Tenía el dinero, una familia estable, el reconocimiento y el cariño de todo el mundo… Y pese a ello su vida, junto con el de una de sus hijas, se ha apagado de un modo precipitado y repentino. Estos días hemos visto en Internet decenas de mensajes de angustia y lamento, entre los que destacan los de Obama y su amigo y compañero, Shaquille O’Neal.

Un recordatorio

Estas semanas he recibido varios mensajes anunciando la muerte de familiares de personas a las que aprecio. Y el domingo pasado, como a todos, la muerte en un accidente de Kobe Bryant me dejó un poco “tocado”. El propio Bryant dijo en una ocasión que “Disfruta la vida. La vida es muy corta como para estar triste o desanimado. La vida sigue. Sonríe y sigue con ella”, como recordaban en el Twitter de Futbolistas. Y ese creo que es el mensaje que tenemos que tener grabado en nuestro móvil. Ni los tontos, ni los nazis, ni los aprovechados deben despistarnos: que no pase ni un día sin besos, abrazos ni caricias.

Qué es populismo

La política y las elecciones no son lo mismo desde que todos, absolutamente todos, tenemos Internet en la palma de la mano y muchos tenemos presencia en redes sociales digitales… O WhatsApp. El principal cambio es que el populismo lo tiene más fácil. Populismo como el de Salvini y todos sus equivalentes por el mundo: el líder de la ultraderecha europea se tiró más de 45 minutos posando para selfies con sus admiradores después de un mitin la semana pasada. ¿Qué dijo? No importa, esas fotos fueron lanzadas por sus protagonistas a toda su red, haciendo que Salvini lograra su objetivo: pescar incautos.

Qué es una estupidez

Una estupidez es lo que dijo Iván Espinosa de los Monteros a Ana Rosa Quintana: “Pasamos miedo cuando vamos a la cafetería y nos encontramos a ciertos especímenes de Podemos”. El de Vox quiso responder así a Pablo Echenique (otro que destaca en eso de decir cosas inapropiadas), que previamente se había expresado así: “Miedo me dan los jueces que podría proponer Vox”, según Vertele. Pero entre ambas afirmaciones, a estúpida gana la de Espinosa de los Monteros, claramente. Ese es el nivel de algunos líderes españoles: el desprecio por el desprecio y la falta de ideas por bandera.

Que no lo hubiera contado él

Un popular usuario de Twitter, Anacleto Panceto (más de 190.000 seguidores) reflexionaba hace unos días: “¿Dónde vive Abascal? ¿Quién es la pareja de Casado? ¿Qué lavavajillas usa Arrimadas? ¿Dónde compra sus camisas Pedro Sánchez? ¿Qué música escucha la pareja de Felipe VI? Si no sabes responder a esto, deberías preguntarte por qué sabes estas respuestas sobre Pablo Iglesias”. Lo sabemos por un único motivo: porque Pablo Iglesias lo ha contado. Porque él nos mostró su VPO heredada y las camisas compradas en grandes almacenes, y porque rompió vía Facebook con su anterior novia.

¡Qué pesadez!

Comparto con Pablo Batalla Cueto su hastío por las personas adultas que tienen quejas adolescentes constantes contra el poder. El escritor criticaba así una cita del actor George Carlin, que aseguraba no creerse nunca nada de lo que diga el gobierno. Y me sumo a la crítica: hay protestas que uno tiene que superar cuando cotiza y cuando elige a quienes gestionarán los impuestos de todos. Incluso aunque su opción no sea la mayoritaria y no gobierne. Echar la culpa a quien gobierna, sea quien sea, a quien gestiona, al empresario en genérico, está bien a los 15, pero después, cada año que pasa suena peor.

Que me estás contando

Después del “éxito” de las bitcoin y de oír a muchos que se supone que sabían algo del tema que ya nada volvería a ser como antes en el mundo financiero, Facebook anunció su propia moneda. La red social ya había intentado captar fondos de los usuarios antes, esta vez lo hacía con grandes partners: Visa, MasterCard, PayPal, eBay, Stripe, Booking Holdings, Mercado Pago o Vodafone, entre otros. Después de la salida de la empresa de telecomunicaciones, todos los mencionados han abandonado el barco de Libra, y el segundo intento de Facebook de captar fondos parece que acabará como el primero.

La gran caída del guindo

David Irritans cazó al vuelo el tuit de la eurodiputada pro-Brexit “preguntándose quién va a cuidar de los intereses pesqueros del Reino Unido cuando ellos se hayan marchado”. Parece increíble, pero el tuit y la pregunta es real. Como la caída del guindo (usando la expresión de Irritans) que sufrirán muchos en la Gran Bretaña, incluso los partidarios de la salida que no sepan (seguramente porque no se lo hayan contado) las consecuencias reales del “agur”. Evidentemente, no esperamos menos del Parlamento Europeo que la defensa de nuestros intereses también contra exmiembros.

Y la necesaria

También sufrirán una sonora caída del guindo muchos en España cuando se den cuenta de que la cúpula de Podemos es de esas altas esferas políticas que tienen pocos escrúpulos. Según Vozpópuli, Iglesias y Echenique echaron mano de los datos de la votación sobre el chalé del primero e Irene Montero, para intentar conocer quiénes iban contra la línea oficialista. Este intento de acceder a información sensible está vinculado directamente con el despido de los abogados de Podemos que quisieron investigar el uso de datos privados, muy sensibles, porque los “inscritos” no son afiliados y no hacen cesión.

Taza y media

Izquierda y derecha en Barcelona se han puesto de acuerdo para dar taza y media de españolidad a su ciudadanía: el alto porcentaje que quiere ser por fin solo catalán habrá asistido atónito a cómo su ayuntamiento ha aprobado solicitar la cocapitalidad de España. A mí me ha sorprendido la abstención de ERC (solo votó en contra el PDeCat) ante una moción que refuerza una imposición y que sabemos cómo ha empezado pero no sabemos cómo puede terminar: en esta España que ha demostrado ser capaz de superar sus propios despropósitos casi sin pretenderlo, una cocapitalidad simbólica es perfectamente posible.

Mientras tanto, en Madrid…

La política española está en unas horas tan bajas que personajes como Miguel Ángel Rodríguez vuelven a la arena. La presidenta de la comunidad de Madrid, que ya acumula unas cuentas bomberadas, ha llamado al que fuera portavoz del gobierno de Aznar para que sea su jefe de gabinete. En este tiempo Rodríguez ha no se ha mantenido callado: de hecho, ha borrado sus tuits porque entre ellos había un mensaje baboso hacia Inés Arrimadas o aseveraciones sobre presuntos beneficios de lo público de familiares de políticos de Ciudadanos, que son socios en el gobierno de Madrid, precisamente.

Rentabilidad virtual

Una de las cosas que no entiende de este mundo moderno es que nos sigan presentando como casos de éxito los de empresas que viven sin un modelo de negocio rentable. Por ejemplo, Cabify que, según La Información, se ha gastado el 60% de sus recursos (obtenidos por medio de rondas de inversiones) y busca un nuevo “caballero blanco” para continuar. ¿Para continuar haciendo qué, perder dinero? ¿Hasta cuándo? Y voy más allá: ¿cuánto dinero han ganado sus creadores? Porque esa es la constante: fundadores millonarios de empresas ruinosas que se mantienen con dinero de otros.