Nadie va a descubrir la calidad del Barcelona en un partido. Antes de que se pongan en juego todo el mundo sabe que te pueden hacer un estropicio, estés con el equipo que estés. Por eso mismo es, que a pesar de la derrota, la mayor parte de los aficionados de San Mamés salimos, entre comillas, contentos. Derrota por la mínima estando todo el partido con oportunidad de darles un susto. No llegó pero se podía haber producido, si por ejemplo, Beñat acierta en la ocasión de los minutos iniciales, o si la extraordinaria falta del mismo jugador, en el 86, va 10 centímetros más hacia la izquierda. La presión adelantada que ejercieron los rojiblancos fue generosa y continuada durante todo el partido. Con ella se consiguió poner en aprietos al Barcelona en más de una ocasión. Eso sí, una vez que el Barça superaba la primera línea de presión, los contraataques fueron bastante peligrosos y nos podían haber caído unos cuantos goles más. Es raro ver al Barcelona tan fallón de cara a puerta. ¡Qué alegría ver fallar a Messi, a Suárez, a Arda, a Denis Suárez,…! Gracias. No sólo los nuestros fallan. Pero a lo que iba, la presión, la actitud, el esfuerzo y el trabajo es algo que siempre se pide. Lo dieron y se aplaude. Pero queda el resquemor de pensar que si se hubiese jugado así contra el Sporting quizá hubiésemos conseguido los 3 puntos.
Ahora olvidarse de Gijón, partir del juego y la actitud ejercidos contra el Barcelona y a pensar en el Depor.
¡Aúpa Athletic!
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¡Vaya arbitrajes sufre el Athletic!
Ya llevo quejándome tiempo del tema. De hecho uno de mis anteriores comentarios lo acabé, diciendo que esperaba que el árbitro pasase desapercibido, que fuese imparcial. Pues nada más lejos de la realidad. Los dos últimos arbitrajes que hemos recibido han sido calamitosos. Para empezar, contra el Sevilla fue Prieto Iglesias el que nos puso las cosas imposibles. De hecho el Comité de Competición le ha dado la razón al Athletic en uno de los errores importantes del colegiado, al quitarle la tarjeta amarilla a Laporte, dejando claro que no fue penalti el pitado. Es decir, que el segundo gol no debería haber subido al marcador. Laporte sin tarjeta pero el equipo se queda con ese marcador. Sobre el penalti a Aduriz nada que decir… Casualidad, el que sí fue penalti, el árbitro no lo vio. Y el que no existió, se lo inventó. Esto son las paradojas de la vida.
En Castellón no hubo problemas de penaltis ni jugadas dudosas. El problema en Villarreal fue que Velasco Carballo, vio y no vio lo que le dio la gana. Ni él ni sus linieres ni el cuarto árbitro. Se ve que ejerzo de adivina pero vistos los partidos de Bailly este año contra el Athletic ya avisé que había que tener cuidado con él. La verdad es que tampoco me voy a dar ningún mérito por adiviarlo, simplemente era una evidencia. En el partido de Liga a Kike Sola le dio hasta en el carnet de identidad. El miércoles pasado en Copa hizo lo mismo con Aduriz y con todo el que se acercaba a su zona (como pudo comprobar también Beñat). Y esta semana las jugadas que ha tenido con Aduriz son de auténtica vergüenza. Le tenían que haber expulsado dos veces. En la primera jugada en un salto le da un codazo en la cabeza, ya de por sí merecedor de tarjeta amarilla, que no la vio. Le debió parecer poco al marfileño porque al quedarse Aritz dolorido en el suelo le pisó. Vamos roja directa. Ah, y para coronar el despropósito de la jugada, aparte de no sacar ninguna tarjeta a Bailly, la tarjeta se la llevó nuestro delantero centro por protestar.
Y si eso no fuera suficiente, el mismo jugador, Bailly, en una disputa por alto, le clavó la rodilla otra vez a Aritz en la espalda. Aquí sí se llevó la amarilla, pero la jugada igual era incluso de roja. Un fenómeno el marfileño. Tampoco Eraso se libró de su entrada.
Así mismo, Soldado en otra jugada sin venir a cuento le pega por la espalda a Etxeita un golpe sin balón ni nada. Por supuesto sin consecuencias. Etxeita se dio la vuelta y le miró alucinado, como nos quedamos todos, alucinados. Excepto Velasco Carballo que por supuesto no vio nada. Velasco Carballo no vio nada. Los linieres tampoco y el cuarto árbitro tampoco. Curiosamente el cuarto árbitro hace poco nos dejó con un jugador menos cuando se chivó que San José se había revuelto para empujar a un jugador que le había dado una patada por detrás… pero que casualmente esa patada no vio nadie porque le sacaron una roja a Mikel, el contrario se fue tan pichi y solucionado el problema. ¿Por qué tenemos tan mala suerte? ¿O no es cuestión de suerte?
Y ahora voy a lo importante. ¿El Athletic hace algo ante estos continuos atropellos? Ya sabemos que el Comité no va a rearbitrar si no se le pide, pero… ahí debería entrar el Athletic. Primero solicitando que a Aritz se le quite la tarjeta. E incluso voy más lejos. Yo denunciaba a Bailly, enviando las imágenes de las entradas y que el Comité haga lo que deba. Ya está bien la tomadura de pelo. Nuestra Junta directiva algo tiene que hacer. En un programa de radio le he oído a Iturralde González que eso no lo hacen los clubs para curarse en salud y que luego no les ocurra a ellos. Pero lo que está claro es que si los clubs denunciasen, los jugadores se cuidarían muy mucho de hacer ese tipo de cosas tan a menudo porque con la cantidad de cámaras que hay ahora se les pilla siempre. ¿Por qué no les interesa a los clubs? No lo entiendo.
Todo esto lo uno a que el domingo vamos a Barcelona, donde se están quejando amargamente por las entradas que le hicieron ayer a Messi. Entradas todas repetidas mil veces en la tele y para mí entradas normales, de tarjeta amarilla y tarjeta tuvieron. Eso sí nada o poco dicen de los dos pisotones de Alves y Mascherano, que debieron ser fortuitos ambos (¡JA!). También se habla de la de Caicedo sobre Ter Stegen. Para mí tres rojas como tres casas, pero… Lo de los arbitrajes es un desastre. Allí el artista fue Fernández Borbalán. Por cierto, Televisión Española no tenía imágenes de las entradas de Bailly. ¡Qué casualidad! De verdad, que todo me parece una vergüenza. Mientras, por las entradas a Messi, el Barça se pasará los cuatro días llorando hasta que lleguemos nosotros el domingo, los siguientes primos y hasta por tirar a saque de banda nos sacarán tarjeta. Encima con Mateu Lahoz. Así que lo tengo muy claro, el domingo hacía rotaciones y dejaba a los jugadores que quiero que estén frescos para la Copa el miércoles, sin jugar. Total, va a dar lo mismo lo que hagamos, seguro que nos la lían de alguna manera, porque en Barcelona nos ha pasado de todo. Las cosas más rocambolescas. Os recuerdo algunas. Iraizoz hizo un penalti con el labio a Henry. Sí sí. ¿A que os acordáis de la patada que dio el francés en la cara a Gorka y fue sancionado con penalti? Otra el puñetazo de Rivaldo a Mari Lacruz, con por supuesto tarjeta para nuestro jugador. Salivazo de Eto’o a Expósito. Agresión de Valdés a Toquero,… Y no me invento nada, por si no me creeis he encontrado en Youtube un vídeo con la voz del gran Jose Iragorri, que introduzco, en el que nos dice lo que pensamos todos: «Vamos allí, nos ganan, encima nos dan de leches y volvemos nosotros con algún jugador expulsado». Así que, ¡Cuidado Athletic!
Salga con quien salga Txingurri (mejor los suplentes): ¡Aúpa Athletic y a por el Barcelona!
El Athletic pulveriza al Barcelona ¡¡¡4 – 0!!!
¡¡¡Desde hace mucho no tenía una alegría deportiva tan grande!!! El triunfo contra el Real Madrid de este año fue un subidón y ya lo comenté aquí. Pero contra el Barcelona, el Barcelona de los cinco títulos … contra el mismo Barcelona que nos ha amargado la fiesta en las últimas tres finales coperas… El mismo Barcelona del que estoy ya harta. Harta no, HARTÍSIMA. Ayer el partido volvíó a parecer un guión de Spielberg. Un amigo exigente dijo que sólo faltó el quinto gol y una expulsión de ellos. Tampoco hubiese sido muy descabellado… sobre todo lo segundo por el partidito que jugó Pedro… Solo le faltó pisar a alguien. O por el codazo de Luis Suárez. O mejor aún … que hubiese echado a Iniesta por esa pequeña protesta que hizo… pequeña… pequeña… protesta…jejeje. Pero bueno, hubiese sido demasiada alegría. No, no están acostumbrados a perder. Normal, claro. No pierden casi nunca. Ya me gustaría que el Athletic no estuviese acostumbrado a caer derrotado… Lo que no sé es si tendríamos tan mal perder.
Bueno… al partido. Los diez primeros minutos me temí lo peor… lo ya esperado… lo habitual… que el Athletic iba a correr detrás del balón como si la vida le fuese en ello, como si no hubiese un mañana,… pero sin olerlo. Como es normal porque es lo que ha pasado los últimos años. Diez minutos de pensar: «Otra vez… ¡quė aburrimiento!» Pero… a partir de ahí el Athletic empezó a conseguir el balón y a incordiar por el área. Dos corners seguidos, una internada y una buena finalización de Eraso que… ¡qué listo es! Y de ahí a la maravilla de Mikel San José. Un amigo me dijo ayer que si jugaba Ter Stegen había que tirar a puerta, que a él le parecía un crack con el juego de pies pero que parando no le gustaba nada… En fin… Del juego de cabeza mi amigo no me dijo nada… Jejeje. Cuando salió con la cabeza yo pensé … a ver adónde llega el balón porque lo puede dejar a huevo… Pensé también que los tres rojiblancos que estaban alrededor de la pelota se iban a estorbar. Pero no. Le dejaron a Mikel que… LO BORDO. ¡Qué maravilla! Eso sí… Ni Gorka ni Iago hagáis esa salida con la cabeza… Por favor. De todas formas, no le quito ni medio gramo de mérito a Mikel porque ¡vaya tiro! En mi pesimismo lógico ante los culés… seguí viendo el partido pensando que a ver cuándo empataban. Messi estaba aburrido por nuestro otro Mikel, Balenziaga. No conseguía nada. Mientras, el Athletic seguía percutiendo y tuvo alguna ocasión que podía haber llegado a más. Pero claro, con un canto en los dientes. En el último minuto del primer tiempo faltita al borde del área, ideal para La Pulga. Todos aterrorizados. Pero no. Ahí estaba en la escuadra esperándole Iraizoz. Precioso saque de falta, ¡qué bueno es Messi!, y ¡qué paradón de Gorka! A comer el bocata felices y contentos.
El segundo tiempo… buf… El Barça que quería y no podía y el Athletic a lo suyo. Luis Enrique que intenta arreglar el desastre sacando a Iniesta. Pero Sabin Merino también siguió a lo suyo… a encarar a su lateral, a Dani Alves y a dejarle en evidencia. ¡Cómo se fue!, ¡cómo puso el balón! y… claro… ¡cómo saltó Aritz manteniéndose en el aire! … GOOOOLLLL. Buffff. Iniesta de espectador. Sale Rakitić. El Athletic siguió a lo suyo. Otro gol de Aritz. Y a lo suyo… Un penalti de Alves a Etxeita. Y otra vez Aduriz que transformó. 4 -0
Aquí metería el icono de susto. De hecho… creo que nunca había escrito un comentario con tantas exclamaciones, pero es que pocas me parecen, para las que metería. El Athletic estuvo espectacular. Soberbio. Perfecto. Superior.
Dicho esto, ahora falta la vuelta. El lunes a jugar allí, en el Camp Nou . Miedo me da. Bueno miedo no. Terror. Como ha dicho Luis Enrique, si alguien puede remontar ese resultado es el Barcelona. Razón desde luego tiene y mucha. El Athletic va a tener que volver a estar perfecto. Perfecto. Y a ver el Barça… Se van a dejar los cuernos. Van a salir todos los titulares. Y quieren el sexto título por encima de todo. Me niego a decir esa bobada del sext… que llevan repitiendo desde hace mucho. Pero el Athletic no es que lo quiera, es que lo NECESITA. Porque lo merece, porque ya es hora, porque con nuestra filosofía los milagros son necesarios. Son empujones a los descreídos. Son vitamina para el débil. No es insultar hablar de debilidad. Es realidad, pero es la realidad que queremos y que nosotros hemos elegido. Bendita filosofía. Por eso, necesitamos el título. Dicho esto también diré que me parece difícil conseguirlo por muchas razones, por su calidad, porque jugaremos allí, en su casa, porque no sé si interesa mucho que el Athletic con nuestra filosofía logre algo, por todo lo que todos sabemos pero… que nos quiten lo bailado. La alegría del 4 -0 va a permanecer siempre en el recuerdo. Y si conseguimos el título… Buf…
De todas formas, de antemano… y por lo conseguido… ¡¡¡ENHORABUENA ATHLETIC!!!
Y ahora a redondear el milagro… ¡¡¡A POR LA SUPERCOPA!!!
La siguiente Copa… para el Athletic
Y si no dará igual, estaremos como ayer un poco o un muy tristes pero… iremos a buscar otra, a por la siguiente. Digo esto como si fuese fácil llegar a las finales pero… teniendo en cuenta que en los 6 últimos años nuestro Club ha llegado a 4 finales hasta parece sencillo. ¡Qué va! Por supuesto que sé que no es cosa baladí. Tal la filosofía que tenemos y que hemos elegido, es precisamente todo lo contrario. El que el Athletic se haya colado en 4, es de un mérito descomunal. Quizá ella es una de las razones por la que a pesar de perder en el fondo tenemos un sentimiento de orgullo enorme. Por mucho que en los días previos en los periódicos plasmaran el deseo de los entrevistados de que el Athletic ganese, por lo que daban un pronóstico de victoria… ¿quién se creía lo que estaba leyendo? Ni siquiera el que lo decía. La diferencia de calidad entre los dos equipos es de tal tamaño que ni todos los santos, ángeles, milagreros y demás hubiesen posibilitado una derrota del Barcelona. Imposible. Impensable. Línea por línea y jugador por jugador son diez o mil veces (Messi) mejores que nosotros. Así lo hemos elegido y así será. Ahora con el Barcelona y el Madrid. En breve, con la nueva ley, hasta es probable que el Almería y todos los demás nos superen en calidad. Es elección nuestra y yo la doy por buena. La quiero y la apoyo. Por eso tendremos que trabajar más que el resto, mucho más y mejor, y además tener otras cosas.
El sábado Messi casi se bastó él sólo para dinamitar todas nuestras ilusiones, con una jugada de ensueño, de dibujos animados, dejando a toda nuestra defensa sentada, buscándole, intentando pararle. Imposible. Aplaudirle, no queda otra. Aplaudirle y maldecir la suerte de que las finales hayan sido 3 de ellas contra Messi, seguramente el mejor jugador de la historia, y contra un Barcelona sideral, cargado de internacionales. Imposible. Nosotros les ponemos en frente a Balenziaga, que me parece que hizo un buen partido, a Bustinza (tres partidos en Primera), a Williams, a Etxeita, a Rico, a Iraola,… los nuestros y los mejores para nosotros pero de una calidad muy inferior a la de ellos… es lo que hay. Eso sí, quiero destacar el partido de Herrerín y el de Williams. El presente futuro del Athletic, lo que hay que cuidar e intentar que haya más o que salgan más.
Sobre el planteamiento del partido me da igual que Valverde ponga tres centrales, dos, o cinco,… el resultado hubiese sido el mismo. Los jugadores lo intentaron y parar el mar ya se sabe que es imposible. Como sobre el tema deportivo poco más creo que se puede decir, voy a hablar de lo de siempre, la gran afición que tiene este equipo. Un amigo dice que está harto del tema de la maravillosa afición y cuánto nos queremos todos. Igual tiene razón y es un rollo, pero es una verdad como un templo y lo único que nos faltaba es no poder decirlo, gritarlo a los cuatro vientos y estar súper orgulloso de formar parte de ella. No sé vosotros pero a mí me parece un orgullo. Os conté que llevé a mis hijos a Barcelona con la idea de que conociesen el ambiente de una final y de que así fueran un poco más del Athletic (aunque era difícil). Estoy segura de que ambos objetivos están conseguidos y más que de sobra. Alucinaron por todo lo que vieron, en las calles, en el campo, en el pre partido y en el post partido. La forma incombustible de animar, en la que ellos tomaron parte. El ver el Camp Nou con muchos más athleticzales que aficionados del Barça y ¡en su propio campo! El escuchar un grito unánime en todas las calles, Athletic, Athletic. Han sido protagonistas de lo que han llamado en algunos medios de comunicación: la conquista pacífica de Barcelona por parte de los hinchas del Athletic. ¡CHAPEAU! Y ellos han tenido la suerte de vivirla en vivo y en directo, siendo partícipes de esa invasión. No creo que se vuelva a repetir algo así, el que una afición juegue en el campo del rival y le supere en número de una forma tan exagerada. ¡Que vaya tanta gente sin entrada! (dicen que el Celtic hizo algo similar en Sevilla). Si nos viese Obelix diría: «Están locos estos athleticzales» No le faltaría razón, sobre todo, porque muchísimos fuimos sabiendo que perdíamos seguro, no. Segurísimo. Da igual. Yo fui a acompañar al equipo, a animar, a arropar,… a vivirlo, a compartirlo con mi familia y con el resto de aficionados zurigorris. Y como dice Forges: «Anda que si llegamos a ganar…»
Si llegamos a ganar… no sé… no me lo puedo ni imaginar. Al final del partido se me pusieron los pelos como escarpias cuando los jugadores, dando la triste vuelta de honor, nos estaban aplaudiendo y todos, mientras, gritábamos como locos: «Athletic, Athletic», con las bufandas hacia adelante y hacia atrás. Eso perdiendo… Ganando, ni idea. Impensable.
Y no me olvido del ambiente en otras localidades. En Bilbao debió ser de locura, San Mamés, Pozas, García Rivero, la Plaza Nueva, en Recalde, en el frontón de Gorliz (creo que me han dicho),… en definitiva, en cualquiera de los lugares en los que pusieron pantallas gigantes, o una televisión pequeñita. El Athletic es pasión y es unión, unidos todos en una misma locura, pero como he dicho otras veces, bendita locura.
La próxima será nuestra, y si no… dará igual, ahí estaremos, de la misma forma, acompañando a nuestros jugadores, que lo han sentido tanto o más que nosotros porque ellos son parte de esta misma pasión. Pasión rojiblanca.
¡Aúpa Athletic!
El sinsentido de la violencia en el fútbol
La estupidez en su grado mas alto nos ha llevado a una nueva tragedia relacionada con el fútbol. Ha fallecido, mejor dicho, han asesinado a un aficionado del Deportivo. Toda disculpa es buena para cometer auténticas barbaridades. En este caso la disculpa es un partido de fútbol, el deseo es la violencia por la violencia y el resultado es una nueva muerte. Bien, repito lo dicho. La estupidez en su grado más alto. ¿Quién puede entender que con motivo de un partido se haga una quedada entre las aficiones para pegarse, saldar cuentas pendientes (no sabemos ni qué cuentas, ni contra quiénes son, ni por qué), e intentar «matarse», sólo por el hecho de animar a distintos equipos? Supongo que ellos lo entenderán, los que lo han hecho. Pero… ¿estarán contentos del resultado?, ¿es lo que querían? No sé. Quizá mi entendimiento es muy limitado para poder comprender la sinrazón de la violencia por la violencia. No es la primera vez que ocurre, ni por desgracia va a ser la última que va a ocurrir.
Según parece los aficionados del Deportivo, del grupo Riazor Blues y los del Atlético de Madrid, del Frente Atlético, habían quedado antes del partido para… ¿matarse? Muy bien. Pues lo han conseguido. Quedan una viuda y dos hijos, uno de ellos de 4 años. Una familia rota y más odios y más disculpas para poder volverse a matar en cuanto tengan media oportunidad. Las imágenes que circulan por las redes y por los medios son impresionantes. Una auténtica batalla campal. ¿Y la culpa? Pues evidentemente de unos y de otros. Del Frente Atlético y de Riazor Blues. De todos aquellos que se amparan en cualquier cosa para pegar a alguien. De hecho, en A Coruña durante el partido 6 «valientes» encapuchados han agredido a dos aficionados del Atlético que estaban viendo el partido en un bar. Seguro que ni les conocían pero ya tenían disculpa… Violencia y más violencia sin sentido.
Por supuesto que no me olvido que hace 16 años estos personajes del Frente Atlético también mataron a otro aficionado. En aquel caso le tocó a Aitor Zabaleta, seguidor de la Real, porque pasaba por allí. Como nos podía haber pasado a cualquiera. Hoy le ha tocado a otro que según parece iba ya predispuesto a pegarse, pero el resultado ha sido el mismo. Unos grupos son más violentos que otros pero todos tienen culpa, más o menos, pero culpa.
Eso sí. La responsabilidad de los dirigentes del fútbol está ahí por mucho que no lo quieran ver. Gil Marín asegura que «no es quién para disolver el Frente Atlético». Perdona, más bien deberías decir que no quieres. Que no te interesa. Que no te atreves. Cualquiera me vale o todas me sirven. Lo sabe él y lo sabemos todos. Queda muy bien tener un grupo que anima mucho, que da mucho ambiente en el campo. El precio que hay que pagar por aguantar que animen es demasiado alto pero los clubes lo pagan… Para el Atlético de Madrid sería tan sencillo como coger todos los nombres de los detenidos ayer, de los que han sido identificados y no volverlos a dejer entrar en su campo. Y en A Coruña podían hacer lo mismo. Y si ha habido detenidos del Rayo como se dice, igual, que no vuelvan a entrar en un recinto deportivo. Sin más. Y eso lo pueden hacer los presidentes o las Juntas Directivas.
Por supuesto también meto en el mismo grupo a Herri Norte o a los violentos que tienen dentro. Que ellos también han quedado o han ido a esperar a alguien, si mal no recuerdo el año pasado o el anterior a los Riazor Blues, dándose otra batalla campal en las calles de Bilbao. Que salvajes también tenemos aquí. No estamos libres, ni mucho menos. ¿Y nuestro club también podría hacer algo más para evitarlo? Yo creo que sí. Pero… es que animan mucho. Ya. Y también insultan mucho incluyendo a los aficionados de su mismo equipo. Con que no piensen como ellos ya les insultan. La violencia por la violencia. Se mete como disculpa la política o … aquella vez en que uno del Atlético de Madrid hizo algo, o que otro de los Ligallos dijo…, o del Sporting, o del Alcorcón,… que más da, cualquier disculpa es buena.
Y repito, muchos dirigentes de clubs les apoyan. Les bajan los precios, les proporcionan entradas, les guardan las banderas,… Como animan tanto… como no quieren líos,… ¡Qué pena!
Y con todo ¿adónde vamos? A dónde estamos ya. A la imposibilidad de poder ir a ver un partido de tu equipo a otra ciudad porque igual te parten la cara, o peor. Incluso en tu misma ciudad te puede salpicar si estás en mal momento en el sitio inadecuado. Nos ha llevado a no poder llevar la bufanda de tu equipo. A no pasar por determinadas zonas o a ir, si tienes valor, cagada o escondiéndote. Eso ni es futbol ni es nada. Ni es deporte ni es nada. Ni es deportividad ni es nada.
Así mismo en Mestalla han dado un botellazo a Messi durante la celebración del gol del Barça. Otro impresentable que amparado en el anonimato tira una botella al campo sin pensar en las consecuencias o peor, queriendo tener consecuencias. ¿Dónde queda el deporte? Muy lejos de la imagen que debería dar. Muy lejos de eso bueno que me gustaría poder transmitir a mis hijos.
Pero buscando lo positivo, como siempre me gusta, he de decir que estamos, como siempre que ocurre una desgracia, ante una magnífica oportunidad de poner las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir. Ahora es el momento. Los clubes, la Federación, la LFP, la AFE, los aficionados, todos podemos hacer algo. Si no lo hacemos la culpa será de todos aunque no queramos verlo. Y mientras a sobrellevar la vergüenza de lo ocurrido.
Descansa en paz, Francisco José Romero.